Comentario de 1 Corintios 1:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el disputador de esta edad presente? ¿No es cierto que Dios ha transformado en locura la sabiduría de este mundo?
1:20 — ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? — Véanse Isa 19:1-25 :(11)12; 33:18. Así pregunta Isaías a los sabios de Faraón (19:12); así pregunta al escriba asirio, quien pensaba que estaría contando los despojos de Jerusalén (33:18). Pero en una noche Dios trajo toda esa sabiduría a un rotundo cero (2Re 19:35). No es necesario tratar de diferenciar entre estos términos, pues todos se refieren a quienes promueven la sabiduría de este siglo, o sea, la humana, y que a la vez rechaza a la revelación de Dios en la predicación del evangelio salvador. Rechaza todo lo que es de fuerza sobrenatural (el poder de Dios), y no de la experiencia del hombre (el empirismo).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
el sabio. Isa 33:18; Isa 53:1.
no ha enloquecido. 1Co 1:19; 2Sa 15:31; 2Sa 16:23; 2Sa 17:14, 2Sa 17:23; Job 12:17, Job 12:20, Job 12:24; Isa 44:25; Rom 1:22.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
el sabio: Es probablemente una referencia a los filósofos griegos.
el escriba es un término técnico para un sabio judío con experiencia en el manejo de los detalles de la Ley.
el disputador se refiere a una persona griega, especialmente a alguien experimentado en retórica. Esos profesionales trataban de solventar cualquier problema con la lógica y el debate. El punto de este pasaje es que todos los esfuerzos humanos para encontrar el favor de Dios caen penosamente (Rom 3:9-28). Solamente a través de la fe en Cristo podemos ser salvos de nuestros pecados.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
LA SABIDURÍA DEL MUNDO. Esta es la sabiduría que excluye a Dios, pone de relieve la autosuficiencia humana, convierte al hombre en la autoridad suprema y se niega a reconocer la revelación de Dios en Cristo Jesús.
(1) A esa sabiduría Dios la llama necedad (1Co 3:19-20), pues por causa de ella los seres humanos no han logrado encontrar la verdad ni conocer a su Creador (v. 1Co 1:21).
(2) El creyente debe aprender a despreciar piadosamente la sabiduría netamente humana y una cosmovisión secular (véanse vv. 1Co 1:18-31; 1Co 2:1-16; Hch 17:18; Rom 1:20-32; Col 2:8; nota; 2Ts 2:10-12; 2Ti 3:1-9; 2Pe 2:1-3; 2Pe 2:7; Jud 1:4-19). Nunca deben acomodarse el evangelio y el mensaje de la cruz a la filosofía, a la ciencia ni a ninguna otra llamada sabiduría humana (1Co 2:4-5; Gál 6:14).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
¿Dónde está el sabio? Aquí Pablo hizo una paráfrasis de Isa 19:12, donde el profeta se refirió a los sabios de Egipto que prometieron pero nunca produjeron sabiduría. La sabiduría humana siempre demuestra que no es digna de confianza ni permanente (cp. el v. 1Co 1:17; Pro 14:12; Isa 29:14; Jer 8:9; Rom 1:18-23). el escriba. Es probable que Pablo tenga en mente a los asirios, quienes enviaron escribas al lado de sus soldados para realizar la contabilidad del botín y los despojos de batalla. Dios se aseguró que no tuvieran una sola cosa que contar (Isa 33:18). el disputador. Esta era una palabra griega sin equivalente en el AT que identifica a los que les gustaba argumentar sobre cuestiones filosóficas.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:20 — ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? — Véanse Isa 19:1-25 :(11)12; 33:18. Así pregunta Isaías a los sabios de Faraón (19:12); así pregunta al escriba asirio, quien pensaba que estaría contando los despojos de Jerusalén (33:18). Pero en una noche Dios trajo toda esa sabiduría a un rotundo cero (2Re 19:35).
No es necesario tratar de diferenciar entre estos términos, pues todos se refieren a quienes promueven la sabiduría de este siglo, o sea, la humana, y que a la vez rechaza a la revelación de Dios en la predicación del evangelio salvador. Rechaza todo lo que es de fuerza sobrenatural (el poder de Dios), y no de la experiencia del hombre (el empirismo).
— ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? — Los sabios de este mundo no pueden sostenerse en combate con el Dios omnisciente. La locura de la sabiduría humana se ve en el fracaso de ella, y en los frutos que ella produce, en la vida de la raza humana. Compárense Rom 1:18-32; 2Ti 3:2-4. Ella no puede salvar al hombre perdido en sus pecados, los cuales siempre le destruyen.
La Biblia revela que desde el principio Dios ha enloquecido la sabiduría humana, siempre que ella se ha opuesto a lo que él ha enseñado y mandado. Ahora Pablo está para ilustrar esta verdad con los versículos que siguen.
El pobre hombre cree que por medio de sus sabios (filósofos, sicólogos, doctores de esto y de aquello, y todos sus expertos) puede resolver sus problemas y llegar a la culminación de la existencia sobre la tierra, pero falla miserablemente. Léase Jer 10:23.
¡Pobres de los hermanos corintios tan impresionados con la sabiduría humana! No es diferente hoy en día; hay hermanos míos en la fe que han abandonado la fe una vez dada a los santos (Jud 1:3) por andar tras la sabiduría y filosofía humana. Algunos han llegado hasta el modernismo, negando el nacimiento virginal de Jesús. ¡Qué triste! Es locura, y Dios lo destruirá.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Isa 44:25.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O léase: “orden de cosas”. Gr.: ai·ó·nos; lat.: saé·cu·li; J17,22(heb.): ha·‛oh·lám haz·zéh, “este orden de cosas”.
REFERENCIAS CRUZADAS
r 45 Isa 33:18
s 46 Hch 17:18
t 47 Efe 2:2
u 48 Job 12:17; Rom 1:22
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
20 (1) Tal como la sabiduría de los escribas en Isa_33:18 era considerada inútil, Pablo también consideró como inútil la sabiduría de los escribas judíos, los cuales rechazaban la palabra de la cruz.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
aturdió… → Isa 44:25.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
H402 En el uso clásico μωραίνω significa: ser loco, pero aquí significa: enloquecer.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, mundo
Fuente: La Biblia de las Américas
g Isa 44:25.