Comentario de 1 Corintios 2:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; pero una sabiduría, no de esta edad presente, ni de los príncipes de esta edad, que perecen.
2:6 — Sin embargo — Aunque el evangelio que Pablo predicaba no era sabiduría humana, sí es sabiduría, como en seguida pasa a explicarlo.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
entre los que han alcanzado. 1Co 14:20; Job 1:1; Sal 37:37; Mat 5:48; Mat 19:21; 2Co 13:11; Efe 4:11-13; Flp 3:12-15; Col 4:12; Heb 5:14; Stg 3:2; 1Pe 5:10.
no de este siglo. 1Co 2:1, 1Co 2:13; 1Co 1:18, 1Co 1:19; Luc 16:8; 2Co 1:12; 2Co 4:4; Efe 2:2; Stg 3:15.
de los príncipes. 1Co 2:8; Job 12:19, Job 12:21; Sal 2:1-6; Isa 19:11-13; Isa 40:23; Hch 4:25-28.
que perecen. 1Co 1:28; Sal 33:10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
entre los que han alcanzado madurez: Después de escuchar la elocuencia de un hombre como Apolos, los corintios consideraron que el mensaje de Pablo era elemental o poco refinado. Pablo asegura a los corintios que les impartía sabiduría; instrucción que los cristianos maduros apreciarían.
los príncipes de este siglo: En algunos pasajes Pablo usa la palabra príncipes para referirse a seres espirituales (Efe 6:12; Col 2:15); aquí, se refiere a gobernadores terrenales, los romanos y los líderes judíos que presenciaron la crucifixión de Jesús. Si esos gobernadores fueran sabios, habrían adorado al Señor, en vez de crucificarlo.
que perecen: La gente mira la belleza, las riquezas y el poder como algo deseable. Pero todo el esplendor llegará a ser insignificante e inútil debido a la muerte y la venida del juicio de Dios (Luc 16:19-29; 2Pe 3:10-13).
EN CONTEXTO
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Juzgar todas las cosas
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La declaración de Pablo acerca de juzgar todas las cosas (1Co 2:15) suena presuntuosa. ¿Insta él a los creyentes para que sean policías morales, y enjuicien a cualquier persona y a todas las cosas a nuestro alrededor?
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Sí y no. Pablo desafiaba a los creyentes espiritualmente inmaduros de Corinto a crecer y aplicar su discernimiento espiritual hacia el mundo que los rodeaba. En este pasaje menciona tres categorías de personas:
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• natural (1Co 2:14), aquellos sin Cristo, que aún viven en la condición perdida en que nacieron;
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• espiritual (1Co 2:15), creyentes en Cristo que nacieron del Espíritu y en quienes el Espíritu de Dios vive y produce crecimiento; y
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• carnal (1Co 3:1), creyentes que permanecen inmaduros en la fe porque no permiten la obra del Espíritu en su vida.
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La persona espiritual «juzga» todas las cosas que le vienen a la mano (1Co 2:15) en el sentido de escudriñar, examinar e investigar su valor espiritual y sus consecuencias. Esto no es algo que nosotros debamos hacer simplemente de forma individual, sino también corporativamente con otros creyentes. Por ejemplo, los cristianos en sus diversos lugares de trabajo necesitan unirse para explorar cómo se aplica la fe a sus vocaciones particulares. Por medio del análisis de la situación a la luz de las Escrituras, podemos discernir los problemas y responder cristianamente.
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«Juzgar todas las cosas» no tiene nada que ver con condenar a otros, sino con reconocer y hacer lo que Dios haría. En lugar de vanagloriarnos, esto nos llama a la humildad, ya que Dios será el juez final de todas las cosas que nosotros hagamos (2Co 5:10).
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
madurez. Pablo usa esta palabra para referirse a creyentes genuinos que habían sido salvados por Cristo, como se describen en Heb 6:1; Heb 10:14. príncipes. Aquellos en posiciones de autoridad. Vea las notas sobre 1Co 1:19-20. este siglo. Todos los períodos de la historia humana hasta que el Señor regrese.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:6 — Sin embargo — Aunque el evangelio que Pablo predicaba no era sabiduría humana, sí es sabiduría, como en seguida pasa a explicarlo.
— hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez — Pablo usa la primera persona plural (nosotros hablamos), con referencia a los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento (ver. 12-16; Efe 3:5; Hch 2:42; 2Ts 2:15; 2Ts 3:6), de los cuales él era uno.
Los “maduros” (o perfectos, pero no en el sentido absoluto) son los mismos que los “santos” de 1:2, y el “espiritual” de 2:15, pero con énfasis en los santos maduros en el evangelio. Son los cristianos que siguen la inspiración del Espíritu Santo en toda su creencia y práctica, en claro contraste con los judíos y griegos incrédulos, 1:22. Para los primeros hay madurez en esta sabiduría de Dios.
Algunas versiones dicen: entre los “perfectos”, como se expresan las versiones 1960, ASV., etcétera, en Flp 3:15. La misma palabra griega, teleios, aparece en los dos lugares.
— y sabiduría, no de este siglo — El evangelio de Cristo sí es sabiduría, pero no una de esta edad presente (RVA.). El vocablo griego para decir “siglo” aquí es aion, y significa edad o era. Se aplica aquí a todo lo que existe en el mundo en el tiempo; de esto, una sabiduría no de la corriente de este mundo, originada por filósofos, sino una dada por inspiración del Espíritu Santo.
— ni de los príncipes de este siglo, que perecen — En particular, éstos son los dirigentes civiles y religiosos de entre los judíos y romanos, que participaron en la crucifixión de Jesús (ver. 8). Ellos “perecen”, dice nuestra versión. Otras bien dicen, “se deshacen”, 1909; “se aniquilan”, P.B.; “reducidos a la nada”, N.M.; “se reducen a la nada”, H.A., ASV.; “han sido derribados”, LBA., NTP.. El vocablo griego es el mismo que aparece en 1:28, “deshacer”. Véanse los comentarios allí sobre la palabra. Aparece también en 15:24, “haya suprimido” (“abolido”, B.A.).
Esta palabra es un participio pasivo presente, indicando así una acción continua. De esto, la sabiduría de los dirigentes de este siglo, o el modo de pensar y actuar mundano, se presenta como reduciéndose a la nada continuamente.
Si el poder de éstos pasa con su muerte, así también es muy transitoria su sabiduría humana. En cambio, el poder detrás del evangelio es tan permanente como el poder de Dios mismo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA SABIDURÍA QUE VIENE DE DIOS
1 Corintios 2:6-9
Es verdad que hablamos sabiduría, pero es entre los que han llegado a la mayoría de edad; y una sabiduría que no es cosa de este mundo ni de los que ejercen su influencia en él, que ya están superados; sino que es la sabiduría de Dios, que sólo los iniciados en el Evangelio pueden entender; una sabiduría que, hasta ahora, se había mantenido secreta; una sabiduría que Dios predestinó antes del tiempo para nuestra gloria eterna; una sabiduría que no conocía ninguno de los príncipes de este mundo; porque, si la hubieran conocido, no habrían crucificado al Señor de la gloria. De ella dice la Escritura: «Cosas que no hay ojo que haya contemplado, ni oído que haya escuchado, ni imaginación humana que haya concebido, son las que Dios ha preparado para los que Le aman.»
Este pasaje nos introduce en las diferentes clases de instrucción cristiana y en las diferentes etapas de la vida cristiana. En la Iglesia Primitiva había una marcada diferencia entre dos clases de instrucción. (i) Había lo que se llamaba el kérygma, que quiere decir el anuncio de un heraldo del rey, y que era el anuncio de los Hechos fundamentales del Evangelio; es decir, de la vida, muerte, resurrección y segunda venida de Jesús. (ii) Había lo que se llamaba la didajé, que quiere decir enseñanza, y era la explicación de los Hechos que ya se habían anunciado. Era la segunda etapa para los que habían recibido el kérygma.
A eso es a lo que se refiere Pablo aquí. Hasta ahora ha estado hablando de Jesús como el Mesías crucificado: ese era el anuncio fundamental del Cristianismo. De ahí pasa a decir que no nos detenemos ahí. La instrucción cristiana no se limita a enseñar los Hechos, sino que pasa a explicar su significado. Pablo dice que eso se hace entre los que son téleioi. La ReinaValera antigua decía: «Empero hablamos sabiduría entre perfectos.» Ese es, sin duda, uno de los sentidos de esta palabra, pero no es apropiado aquí. Téleios tiene un sentido físico: describe al animal o a la persona que ha llegado a su pleno desarrollo físico; pero tiene también un sentido intelectual. Pitágoras dividía a sus discípulos en «bebés» y téleioi. Es decir, que describe a la persona que tiene madurez como estudiante, y es el sentido que tiene aquí. Pablo dice: «En la calle, y para todos los que acaban de llegar a la iglesia, hablamos de los elementos básicos del Evangelio; pero, cuando las personas ya van creciendo en la fe, les damos una enseñanza más profunda acerca de lo que quieren decir esos Hechos fundamentales.» No es que Pablo sugiera una diferencia de clases entre los cristianos; se trata de las diferentes etapas en que se encuentran. Lo trágico es que a menudo la gente se conforma con seguir en una etapa elemental cuando deberían proseguir esforzadamente a pensarse las cosas por sí mismos.
Pablo usa aquí una palabra que tiene un sentido técnico. La Reina-Valera dice: «Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio» -cursiva mía. La palabra griega mystérion quiere decir algo cuyo significado les está escondido a los que no han sido iniciados, pero claro como el agua a los que sí. Se refiere a una ceremonia que se llevaba a cabo en ciertas sociedades, cuyo sentido estaba claro para los miembros, pero que era ininteligible para los de fuera. Lo que Pablo quiere decir es que «vamos a proceder a explicar cosas que sólo pueden entender los que ya Le han entregado el corazón a Jesucristo.»
Insiste en que esta enseñanza más adelantada no es el producto de la actividad intelectual humana, sino que es don de Dios, y que nos ha venido con Jesucristo. Todos nuestros descubrimientos no son tanto lo que hemos descubierto con la mente como lo que Dios nos ha dicho. Esto de ninguna manera nos exime de la responsabilidad de esforzarnos. Sólo el estudiante que pone lo más posible de su parte puede llegar a estar capacitado para recibir las auténticas riquezas de la mente de un gran profesor. Eso es lo que nos sucede con Dios. Cuanto más nos esforzamos por comprender, tanto más nos comunica Dios; y ese proceso no tiene límite.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
1Co 3:1; Efe 4:13.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— también nosotros: En oposición a los griegos, que alardeaban de ser los poseedores de la auténtica sabiduría.
— formados en la fe: Lit. perfectos. No se refiere aquí Pablo a un grupo elitista de cristianos, sino a quienes han alcanzado la madurez en la fe; podría también traducirse por: adultos en la fe.
— poderes perecederos: Puede aludir aquí el Apóstol, tanto a las autoridades humanas (que es lo más probable), cuanto a las potencias del mal (ver 1Co 15:24-25; Efe 6:12).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Sabiduría revelada por el Espíritu
Aquí Pablo hace un contraste entre la sabiduría divina y la admirada sabiduría de la clase gobernante. Dios se ha complacido en revelar su sabiduría por medio de su Espíritu a los apóstoles, a nosotros (10). El nosotros que se implica en los vv. 6, 7, 13 y 16 no se refiere a los cristianos de Corinto cuyo comportamiento, según se describe en esta carta, muestra que no son de los que tienen la mente de Cristo (16, cf. 5:1, 6:1, 11:1). Tampoco se refiere a los cristianos en general, sino antes bien al ministerio especial de los apóstoles.
6-8 Pablo declara que él habla no sólo el evangelio, sino la sabiduría de Dios. Esta se habla entre los que han alcanzado madurez. Los virtuosos y aclamados oradores de la época utilizaban esta expresión relacionándola con ellos mismos, y sostenían que hacían que sus alumnos también lo fueran. Ellos serían los futuros regidores de ciudades y estados. Es muy posible que Pablo tuviera esto en mente, cuando dice lo que su sabiduría no es: no es la sabiduría de la edad presente, ni la de los príncipes de esta edad, que perecen. Luego define lo que sí es (7). Es la sabiduría oculta de Dios que estuvo escondida anteriormente pero ahora ha sido revelada, y que fue destinada para nuestra gloria antes del principio de los tiempos. A pesar de su so fisticada educación, los gobernadores de esta edad nunca la comprendieron; de otra manera jamás habrían participado en la crucifixión de Jesús, llamado aquí el Señor de la gloria (cf. Hech. 13:27).
9 Aquí cita Isa. 64:4 para atraer la atención hacia la gracia de Dios que en forma totalmente inesperada él imparte a quienes lo aman. 10a El versículo de Isa. no es una referencia a lo que en el futuro descubriremos como propósitos individuales de Dios para su pueblo, ni a dones no anticipados, porque Pablo usa el tiempo pasado al declarar que a nosotros (a los apóstoles) Dios nos las reveló a través de la actividad del Espíritu Santo (cf. 1 Ped. 1:12). 10b, 11 Así como sólo cada persona sabe lo que realmente piensa, de la misma manera sólo el Espíritu de Dios conoce las cosas profundas de Dios. 12 Los apóstoles no razonan en base a los principios de la sabiduría secular, porque han recibido este mismo Espíritu, a fin de que puedan entender aquello que tan generosamente Dios nos ha dado gratuitamente en su Hijo. 13 Los apóstoles no utilizan la sabiduría secular para transmitir su verdad, sino palabras enseñadas por el Espíritu, interpretando lo espiritual por medios espirituales. No recurren a las técnicas de retórica utilizadas por los oradores.
14, 15 La persona que no tiene al Espíritu, lit. el hombre natural, rechaza lo que el Espíritu enseña, porque esto requiere ser examinado espiritualmente. Por otra parte, el hombre espiritual investiga to das las cosas, es decir, lo que el Espíritu enseña. Si la referencia aquí es hacia los apóstoles, entonces está claro por qué Pablo dice que la persona espiritual no es juzgada por nadie. Si se refiere al cristiano de mentalidad espiritual, podría significar que no es el juicio del hombre el que determina su condición, sino el examen realizado por la Palabra de Dios. 16 Pablo cita Isa. 40:13, que pregunta si alguien puede comprender la mente del Señor, como para instruirlo. Afirma que los apóstoles tienen la mente de Cristo, que es el Señor. ¿Significa esto que Pablo descarta a aquellos corintios que podrían examinarlo y juzgarlo (cf. 4:3)?
El pasaje ha tratado el tema de que Dios es un Dios que “habla” (cf. Deut. 4:33-36) y que ha elegido revelar su corazón y su mente por medio de sus siervos, los apóstoles. El atribuir las palabras de los apóstoles “hablamos” y “estamos hablando” (ambas en tiempo presente, vv. 6, 13) a la sabiduría de Dios que ha sido revelada, señala al hecho de que ellos hablaban la palabra de Dios; y esto explica por qué la iglesia, a través de la historia, ha sostenido el punto de vista de que lo que los apóstoles dijeron es lo que Dios dice.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) O: “están plenamente crecidos”. Lit.: “perfectos”.
(2) Véase 1Co 1:20, n.
REFERENCIAS CRUZADAS
h 80 1Co 14:20; Efe 4:13; Heb 5:14
i 81 1Co 3:20; 2Co 1:12; 1Ti 6:20
j 82 Mat 20:25
k 83 1Co 15:24
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
6 super (1) Es decir, destruidos (la misma palabra que se usa en 1:28).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
madurez… Gr. téleios = completo, perfecto, maduro, bien desarrollado; universo… Gr. aión. Otras traducciones posibles: siglo, era, época.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
T264 Aquí se usa ἐν con el dativo en forma pleonástica, en lugar del dativo normal, y significa: hablamos a los perfectos … (para provecho de ellos).
BD447(8) El segundo δέ de este versículo se usa para introducir una explicación: pero (o aunque) no la sabiduría.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, van pasando
Fuente: La Biblia de las Américas
Gr. téleios. Esto es, completo, perfecto, maduro, bien desarrollado.
2.6 Gr. aionas = siglos, épocas, universo, mundo, era.