Comentario de 1 Corintios 2:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pues ¿quién de los hombres conoce las cosas profundas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así también, nadie ha conocido las cosas profundas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
2:11 — Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? — Esta ilustración es obvia y prueba el punto de Pablo en el ver 10: si una persona no se comunica con otro, el otro no puede saber lo que esa persona está pensando. — Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu — De igual manera es obvio que nadie puede saber la mente de Dios, si no recibe de Dios alguna comunicación. El evangelio, pues, tuvo que llegar al hombre por inspiración del Espíritu Santo. No pudo haber llegado solamente por medio de investigaciones y razonamientos humanos.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
quién de los hombres. Pro 14:10; Pro 20:5, Pro 20:27; Jer 17:9.
tampoco nadie conoció. 1Co 2:10; Rom 11:33, Rom 11:34.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
2:11 — Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? — Esta ilustración es obvia y prueba el punto de Pablo en el ver 10: si una persona no se comunica con otro, el otro no puede saber lo que esa persona está pensando.
— Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu — De igual manera es obvio que nadie puede saber la mente de Dios, si no recibe de Dios alguna comunicación. El evangelio, pues, tuvo que llegar al hombre por inspiración del Espíritu Santo. No pudo haber llegado solamente por medio de investigaciones y razonamientos humanos.
Compárense Job 11:7; Jua 17:25.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Pro 20:27.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
u 94 Rom 1:9; Rom 8:16
v 95 Jua 14:17; Rom 8:27
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
11 super (1) El espíritu del hombre es la parte más profunda del ser humano. Tiene la capacidad de penetrar la región más íntima de las cosas del hombre, mientras que la mente del hombre sólo puede conocer las cosas superficiales. Así también, sólo el Espíritu de Dios puede conocer las cosas profundas de Dios. Los creyentes corintios habían descuidado el espíritu del hombre y el Espíritu de Dios, y en lugar de eso habían optado por vivir en su mente por medio de la filosofía. De ahí que, este libro muestra que es esencial tener la experiencia adecuada de estos dos espíritus para la práctica de la vida de la iglesia.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
‡ Literalmente, “¿quién entre los hombres conoce las cosas de un hombre si no es el mismo espíritu que está en él?”