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Comentario de 1 Corintios 4:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Corintios 4:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pues, ¿quién te concede alguna distinción? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido?

4:7

— Porque ¿quién te distingue? — Así dice el texto griego. Algunas versiones amplifican la idea agregando otras palabras: “Pues, ¿quién hace que tú difieras de otro?” (N.M.); “Porque, ¿quién te hace diferente de todos los demás?” (NIV.); “Porque, ¿quién te considera superior?”(B.A.); “Pues, ¿quién te hace mejor que los demás? (Pop.). Este versículo introduce la razón de lo que Pablo acabó de decir en el ver. 6. Contiene una serie de tres preguntas retóricas que demandan (por inferencia necesaria) cierta respuesta, la cual desinflará la vanidad de ellos en su partidismo. Si Pablo y Apolos no se distinguían en el particular, mucho menos debían hacerlo los corintios.

Pablo pregunta a los corintios: “¿Quién es el que hace a uno de ustedes que sea diferente de los demás?” Es cierto que había diferencias entre los hermanos en Corinto en cuanto a dones natos (1Co 7:7) y especialmente en dones milagrosos (capítulo 12). Pero Dios es la fuente de tales diferencias, dando a cada uno según su voluntad y sabiduría infinita. Seguramente esas diferencias ¡no se debían a la sabiduría humana ni a las realizaciones propias de ellos! No tenían nada de por sí de que ellos se pudieran gloriar en sí mismos, hinchándose contra los demás.

— ¿o qué tienes que no hayas recibido? — Todo lo que ellos tenían, de dotación natural o de dones milagrosos, lo habían recibido de Dios, y no de sí mismos. No tenían nada en particular que no hubieran recibido de otro, de Dios. ¿Por qué, pues, tenían esa actitud jactanciosa? Si todo es recibido, no hay motivo por qué gloriarse en las diferencias.

— Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? — Dios es quien les daba a cada uno, y de él lo recibieron, pero a pesar de ello, se gloriaban como si sus dones no hubieran sido recibidos de alguien más. Se gloriaban como si ellos mismos por medio de sus propios obras y éxitos los hubieran adquirido.

En el principio de la iglesia en Corinto, Pablo era el medio por el cual Dios en su gracia les había impartido dones milagrosos. Ahora, algunos de ellos se oponían a Pablo, promoviéndose como si fueran algo y teniendo a Pablo como si no fuera nada.

Nota: es cierto que la persona puede y debe desarrollarse en el ejercicio de sus dones, y algunos lo hacen mientras otros, no. De esto resulta diferencia de talento y de realizaciones en las personas, pero Pablo no trata de esto. El trata el asunto de la fuente de dones, ésta siendo Dios y no el hombre mismo.

Todos debemos reconocer a Dios como la fuente de toda buena dádiva y de todo don perfecto (Stg 1:17), y siempre expresarle nuestro agradecimiento, desarrollando estos dones y dádivas para su gloria. Esto nos mantendrá humildes, y cooperativos, y no hinchados o envanecidos.

Debemos reconocer que Dios tiene muchos servidores, con diferencia de dotación de parte de él, y que todos son importantes; todos tienen un papel que jugar en su reino. No todos somos iguales en todo aspecto. Nos gloriemos en esta sabiduría de Dios, y en lugar de tener celos, o de inflarnos de autoimportancia, trabajemos juntamente según lo que Dios ha dado a cada quien. Olvidados de los celos y de las jactancias, cooperemos unos con otros para que la obra de Dios marche hacia adelante.

(¡Qué triste es ver que algunos predicadores rehúsen dar la mano unos a otros, o que no reconozcan el éxito en las labores de parte de otros. No son mejores que estos corintios a quienes Pablo ahora censura).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

¿quién te distingue? 1Co 12:4-11; 1Co 15:10; Rom 9:16-18; Efe 3:3-5; 2Ts 2:12-14; 1Ti 1:12-15; Tit 3:3-7.

o qué tienes. 1Co 3:5; 1Co 7:7; 1Cr 29:11-16; 2Cr 1:7-12; Pro 2:6; Mat 25:14, Mat 25:15; Luc 19:13; Jua 1:16; Jua 3:27; Rom 1:5; Rom 12:6; Stg 1:17; 1Pe 4:10.

por qué te glorías. 1Co 5:6; 2Cr 32:23-29; Eze 28:2-5; Eze 29:3; Dan 4:30-32; Dan 5:18, Dan 5:23; Hch 12:22, Hch 12:23.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

¿QUIÉN TE DISTINGUE? El fundamento de la humildad cristiana es entender que los talentos naturales o dones espirituales que se posean son de Dios, y por eso no proporcionan ningún fundamento para la superioridad, el nivel social o el orgullo. Todo lo que se tiene y todo lo que se llega a ser es posible gracias a Dios y a los demás. Por lo tanto, no hay lugar para el orgullo, sino sólo para la gratitud a Dios y a los demás.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

te glorías. El orgullo es engañoso porque todo lo que una persona tenga proviene de la mano providencial de Dios (cp. 1Cr 29:11-16; Job 1:21; Stg 1:17).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:7 — Porque ¿quién te distingue? — Así dice el texto griego. Algunas versiones amplifican la idea agregando otras palabras: “Pues, ¿quién hace que tú difieras de otro?” (N.M.); “Porque, ¿quién te hace diferente de todos los demás?” (NIV.); “Porque, ¿quién te considera superior?”(B.A.); “Pues, ¿quién te hace mejor que los demás? (Pop.). Este versículo introduce la razón de lo que Pablo acabó de decir en el ver. 6. Contiene una serie de tres preguntas retóricas que demandan (por inferencia necesaria) cierta respuesta, la cual desinflará la vanidad de ellos en su partidismo. Si Pablo y Apolos no se distinguían en el particular, mucho menos debían hacerlo los corintios.
Pablo pregunta a los corintios: “¿Quién es el que hace a uno de ustedes que sea diferente de los demás?” Es cierto que había diferencias entre los hermanos en Corinto en cuanto a dones natos (1Co 7:7) y especialmente en dones milagrosos (capítulo 12). Pero Dios es la fuente de tales diferencias, dando a cada uno según su voluntad y sabiduría infinita. Seguramente esas diferencias ¡no se debían a la sabiduría humana ni a las realizaciones propias de ellos! No tenían nada de por sí de que ellos se pudieran gloriar en sí mismos, hinchándose contra los demás.
— ¿o qué tienes que no hayas recibido? — Todo lo que ellos tenían, de dotación natural o de dones milagrosos, lo habían recibido de Dios, y no de sí mismos. No tenían nada en particular que no hubieran recibido de otro, de Dios. ¿Por qué, pues, tenían esa actitud jactanciosa? Si todo es recibido, no hay motivo por qué gloriarse en las diferencias.
— Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? — Dios es quien les daba a cada uno, y de él lo recibieron, pero a pesar de ello, se gloriaban como si sus dones no hubieran sido recibidos de alguien más. Se gloriaban como si ellos mismos por medio de sus propios obras y éxitos los hubieran adquirido.
En el principio de la iglesia en Corinto, Pablo era el medio por el cual Dios en su gracia les había impartido dones milagrosos. Ahora, algunos de ellos se oponían a Pablo, promoviéndose como si fueran algo y teniendo a Pablo como si no fuera nada.
Nota: es cierto que la persona puede y debe desarrollarse en el ejercicio de sus dones, y algunos lo hacen mientras otros, no. De esto resulta diferencia de talento y de realizaciones en las personas, pero Pablo no trata de esto. El trata el asunto de la fuente de dones, ésta siendo Dios y no el hombre mismo.
Todos debemos reconocer a Dios como la fuente de toda buena dádiva y de todo don perfecto (Stg 1:17), y siempre expresarle nuestro agradecimiento, desarrollando estos dones y dádivas para su gloria. Esto nos mantendrá humildes, y cooperativos, y no hinchados o envanecidos.
Debemos reconocer que Dios tiene muchos servidores, con diferencia de dotación de parte de él, y que todos son importantes; todos tienen un papel que jugar en su reino. No todos somos iguales en todo aspecto. Nos gloriemos en esta sabiduría de Dios, y en lugar de tener celos, o de inflarnos de autoimportancia, trabajemos juntamente según lo que Dios ha dado a cada quien. Olvidados de los celos y de las jactancias, cooperemos unos con otros para que la obra de Dios marche hacia adelante.
(¡Qué triste es ver que algunos predicadores rehúsen dar la mano unos a otros, o que no reconozcan el éxito en las labores de parte de otros. No son mejores que estos corintios a quienes Pablo ahora censura).

Fuente: Notas Reeves-Partain

REFERENCIAS CRUZADAS

q 171 Rom 12:6

r 172 Jua 3:27; Stg 1:17

s 173 1Pe 4:10

t 174 Gál 6:14

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

7 super (1) Es Dios quien nos distingue de otros; y lo que tenemos, lo hemos recibido de El. Por lo tanto, toda la gloria debe ser atribuida a Dios, y debemos gloriarnos en El, no en nosotros mismos ni en ningún servidor a quien El haya usado, tal como Pablo o Apolos.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

recibido… Lit. recibiste.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R1184 En este versículo, la traducción apropiada del primer δέ es si y la del segundo es pero (adversativo).

B282 En la cláusula condicional, la conjunción καί es intensiva, para destacar la palabra que sigue y sugerir una suposición extrema en cierto sentido: pero si en verdad lo recibiste (comp. 1Co 7:11).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit. recibiste.

Fuente: La Biblia Textual III Edición