Comentario de 1 Corintios 5:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
entregad al tal a Satanás para la destrucción de la carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor.
5:5 — el tal sea entregado a Satanás — Hay solamente dos reinos: el de Cristo, y el de Satanás (Col 1:13; Efe 6:12; 1Jn 5:19). Dado que este hermano pecador en Corinto traía reproche sobre la iglesia, o reino, de Cristo, tuvo que ser expulsado del reino de Cristo y entregado al de Satanás, cuya voluntad hacía al andar en la fornicación. No se puede servir a dos señores o amos al mismo tiempo (Mat 6:24). Siendo la persona privada de la comunión en el reino de Cristo, es devuelta a la potestad de las tinieblas (Col 1:13).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
sea entregado a Satanás. 1Co 5:13; Job 2:6; Sal 109:6; 2Co 2:6; 2Co 10:6; 2Co 13:10; Hch 26:18; 1Ti 1:20.
que el espíritu. 1Co 11:32; 2Co 2:7; Gál 6:1, Gál 6:2; 2Ts 3:14, 2Ts 3:15; Stg 5:19, Stg 5:20; 1Jn 5:16; Jud 1:22, Jud 1:23.
el día del Señor Jesús. 1Co 1:8; Flp 1:6; 2Ti 1:18; 2Pe 3:12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
destrucción de la carne: Puede referirse a que Dios entrega al ofensor sexual a Satanás para afligirlo físicamente o aun para la muerte física. Después de que se le separa de la protección espiritual de la iglesia, idealmente el ofensor debe reconocer su pecado, arrepentirse y volver a la iglesia. Toda la disciplina de la iglesia tiene la restauración como su objetivo fundamental.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
EL TAL SEA ENTREGADO A SATANÁS. Entregar a alguien a Satanás significa que la iglesia debe quitar a la persona inmoral de la comunión con los demás y devolverla a la esfera de Satanás. Así quedará expuesta a las influencias destructivas del pecado y de lo demoniaco (vv. 1Co 5:7; 1Co 5:13).
(1) Esa disciplina tiene dos propósitos:
(a) que el transgresor, al experimentar los problemas y el sufrimiento físico, se arrepienta y llegue a ser salvo (cf. Luc 15:11-24);
(b) que la iglesia se libre «de la vieja levadura» (v. 1Co 5:7; es decir, de las influencias pecaminosas), para que el pueblo de Dios se convierta en el nuevo pan de «sinceridad y de verdad» (v. 1Co 5:8).
(2) La iglesia de hoy puede adoptar la misma actitud al procurar la salvación de alguien que ha dejado la vida cristiana y ha regresado al mundo (cf. 1Ti 1:20).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
entregado a Satanás. Aquí la acción de «entregar» corresponde a un término enérgico que se emplea en las sentencias judiciales. Equivale a la excomunión del creyente profeso y su expulsión de las bendiciones propias del culto cristiano y el compañerismo de los hermanos al dejarlo en el dominio de Satanás, el sistema del mundo. Vea la nota sobre 1Ti 1:20. destrucción de la carne. Esto se refiere al escarmiento divino del pecado que puede traer como resultado enfermedad y hasta la muerte. Vea las notas sobre 1Co 11:29-32; cp. Hch 5:1-11. que el espíritu sea salvo. La persona que no se arrepiente puede sufrir en gran manera bajo el juicio de Dios pero así no será una influencia maléfica en la iglesia, y es más probable que se salve bajo ese juicio que si es tolerada y aceptada en el seno de la iglesia. el día del Señor Jesús. Este es el tiempo en el que el Señor regresa con sus recompensas para su pueblo. Vea la nota sobre 1Co 1:8.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
5:5 — el tal sea entregado a Satanás — Hay solamente dos reinos: el de Cristo, y el de Satanás (Col 1:13; Efe 6:12; 1Jn 5:19). Dado que este hermano pecador en Corinto traía reproche sobre la iglesia, o reino, de Cristo, tuvo que ser expulsado del reino de Cristo y entregado al de Satanás, cuya voluntad hacía al andar en la fornicación. No se puede servir a dos señores o amos al mismo tiempo (Mat 6:24). Siendo la persona privada de la comunión en el reino de Cristo, es devuelta a la potestad de las tinieblas (Col 1:13).
Algunos entienden que la frase “entregar a Satanás” significa permitir que Satanás aflija a la persona entregada, hasta matarle, pero tal interpretación no me parece que tenga mérito. Si el profesado cristiano persiste en pecar, que sea quitado de entre los demás cristianos de la congregación (ver. 13) y entregado al mundo de pecado (que es el reino de Satanás) con el cual el pecador quiere identificarse, al persistir en el pecado.
Compárese 1Ti 1:20.
— para destrucción de la carne — Algunos entienden que esta frase significa que Satanás mataría al individuo, y citan el caso de Hch 5:11. Pero Satanás no mató a Ananías y a Safira, ni obraba Pedro en el servicio de Satanás al pronunciar las palabras de los ver. 3,4,9.
1Ti 1:20 emplea la frase “entregar a Satanás”, pero es evidente que Himeneo y Alejandro no fueron muertos, porque esa entrega fue para que aprendieran cierta cosa.
La frase “destrucción de la carne” debe significar la pérdida de bienestar de la vida en la carne, tal como se presenta el caso del pecador sin Cristo en Rom 1:24-27, en particular el ver. 27. El hombre entregado a sus pecados se destruye a sí mismo. Considérense Pro 5:1-11; Pro 5:22; 2Cr 24:20; Jer 17:10; Ose 9:9; Miq 3:4.
Pero a veces resulta que cuando el hombre pecador considera los frutos mortíferos de sus pecados, se arrepiente (Luc 15:13-21; Eze 18:27-28).
La excomunión tiene en parte el propósito de causar que el hermano excomulgado sienta la vergüenza de haber sido apartado de la comunión de los santos. Ahora los hermanos fieles ni comen con él socialmente. El comienza a sentir las consecuencias dolorosas de sus pecados. Esto tiende a hacerlo que se humille, y la humildad es el primer paso hacia la restauración. Esto es el significado de la frase “destrucción de la carne”.
Según 2Co 2:7, “consumido de demasiada tristeza”.
— a fin de que el espíritu sea salvo — El propósito principal de la excomunión, la disciplina congregacional, es la salvación eterna del alma del hermano que ha caído en el error. Ahora, si la frase “destrucción de la carne” significara la muerte trágica, infligida por el Diablo en la persona, al morir ella en su pecado, no tendría posibilidad de salvación de su alma.
Pero la disciplina de la excomunión tiene la meta de lograr la salvación del hermano pecador en el día del juicio final.
Si el hermano pecador no es disciplinado, seguirá en su pecado y se perderá eternamente. Si es disciplinado, hay esperanza de que se salve eternamente. Véase Stg 5:19-20.
Si el hombre tratado en 2Co 2:5-8 es el mismo que en este pasaje (y así yo entiendo que es el caso), entonces vemos que la disciplina congregacional tuvo su buen efecto, y el culpable de incesto se arrepintió.
Algunos calvinistas, y quienes abogan por la falsa doctrina de “la perseverancia de los santos”, afirman que no importa los pecados que cometa el hombre salvo, aunque muera en su pecado, o pecados, siempre será salvo por la gracia de Dios. “Una vez salvo, siempre salvo”, dicen ellos. Tal doctrina contradice los muchos pasajes que enseñan claramente que el cristiano sí puede perder su alma. Esta misma carta de Pablo a los corintios lo enseña (9:27; 10:12). Pablo lo afirma en tales pasajes como Gál 5:4; 2Co 6:1; Heb 6:6; Heb 12:15; y Pedro en 2Pe 3:17. Considérese Hch 8:14-24.
No hay salvación para ningún pecador (cristiano o no cristiano) sin el arrepentimiento (Hch 8:22; Hch 17:30).
— en el día del Señor Jesús — Esta frase en este contexto obviamente se refiere al día de la segunda venida de Cristo, cuando vendrá a juzgar al mundo (Hch 17:30-31).
Otros pasajes relacionados con la disciplina congregacional: Rom 16:17-18; 2Ts 3:6; 2Ts 3:14-15; Tito 3:10; Mat 18:17.
Fuente: Notas Reeves-Partain
1Ti 1:20; 1Pe 4:6.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— a merced de Satanás: La misma expresión se encuentra en 1Ti 1:20. Es una expresión muy fuerte que implica, al menos, la exclusión (aunque no necesariamente definitiva) del seno de la comunidad cristiana.
— su condición pecadora: Lit. su carne. Podría referirse (aunque no es muy probable) a la destrucción de la vida corporal. Para la antítesis carne-espíritu, una vez más presente en este pasaje, ver nota a Rom 7:5.
— el día del Señor: Ver nota a 1Co 1:8.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
h 220 Hch 26:18; 1Ti 1:20
i 221 1Co 7:34
j 222 1Co 1:8
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
entregad a ese tal a Satanás. El ofensor debía ser expulsado de la iglesia, privándolo del compañerismo y apoyo de la comunidad cristiana y dejándolo expuesto al ataque de Satanás (Job 1:12; 1 Ti 1:20). Pero esta acción tan drástica era para disciplinarlo y motivarlo a que regresara a ser parte de la comunidad cristiana (cp. 2 Co 2:5– 11).
Fuente: La Biblia de las Américas
5 (1) Entregar una persona pecaminosa a Satanás, es algo que se hace para disciplina.
5 (2) Esto se refiere principalmente a la aflicción de cierta enfermedad ( 2Co_12:7 Luc_13:16).
5 (3) Aquí la carne se refiere al cuerpo lujurioso, el cual debe ser destruido.
5 (4) Este pecador que estaba entre los creyentes corintios era un hermano que había sido salvo una vez para toda la eternidad ( Jua_10:28-29). Nunca podría perecer por causa de algún pecado. No obstante, debido a su pecaminosidad, tuvo que ser disciplinado con la destrucción de la carne pecaminosa, a fin de ser mantenido en una condición en que su espíritu pudiera ser salvo en el día del Señor.
5 (5) Véase la nota 13 (1) del cap.3.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
sea entregado a Satanás para destrucción de la carne. Esto significa evidentemente que la iglesia tenía que disciplinar a este hermano pecador, entregándole al dominio de Satanás que es el mundo (1Jn 5:19) y al castigo de Satanás, la destrucción o ruina de su cuerpo (carne significa aquí «cuerpo») mediante una enfermedad o incluso la muerte.
destrucción no significa aniquilación, sino ruina. Un pecado persistente lleva a menudo al castigo físico (1Co 11:30; 1Jn 5:16-17).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Señor… TR añade Jesús.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Algunos mss. antiguos no incluyen: Jesús
Fuente: La Biblia de las Américas
TR añade Jesu250?s.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
* Aquí no se intenta sugerir que Satanás “coopera” en el proceso de salvación. Esta “entrega en manos de Satanás” es lenguaje figurado que tiene como fin indicar que a la persona implicada se le permite experimentar las consecuencias de su pecado para que pueda tomar la decisión de volver y salvarse.