Comentario de 1 Corintios 7:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero a causa de la inmoralidad sexual, cada hombre tenga su esposa, y cada mujer tenga su esposo.

7:2 — pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El celibato es bueno, pero ¡no siempre conviene! Si para la persona hay peligro de fornicación, entonces le conviene casarse. En Corinto la fornicación no se consideraba como cosa mala, sino que era cosa común y aun asociada con la idolatría. Pablo acabó de escribir que es una cosa de la que se debe huir (6:18). El matrimonio es el arreglo que Dios ha instituido para que se evite la fornicación (en los casos en que la persona no tiene el don de continencia, como lo tenía Pablo). Es la “salida” (10:13) que Dios da para que el hombre pueda soportar la tentación de fornicar. El matrimonio es la regla; el celibato es la excepción. El matrimonio sin la fornicación es miles de veces mejor que el celibato con ella (como en la Iglesia Católica Romana).

La frase “su propia mujer…su propio marido”, hace hincapié en que el matrimonio es entre dos personas solamente; es monógamo (una mujer). Esto concuerda con la enseñanza de Jesús respecto al matrimonio en Mat 19:4-12. Aquí queda condenada la poliandria (muchos esposos) y la poligamia (muchas esposas). En el caso de la poligamia, cada mujer de las varias no tiene ‘’su propio marido”, sino varias lo tienen. En el caso de la poliandria, cada marido no tiene su propia esposa, sino varios la tienen.

Sobre la definición de la palabra “fornicación”, véase 5:1, comentarios.

En este versículo el verbo “tenga” (echeto) es un imperativo presente, y esto significa que la persona siga teniendo su cónyuge. (Compárese 2Ti 1:13, eche = retén, o siga teniendo). Aquí “tener” se emplea en el sentido de estar casada la persona. El matrimonio es permanente, hasta que la muerte separe a la pareja (Rom 7:2-3).

Pablo no está diciendo en este versículo que la única razón por qué casarse es la de evitar la fornicación. No está disertando sobre el matrimonio, sino contestando alguna, o algunas preguntas de los corintios. ¿Qué hacer, dado el vicio de la fornicación en Corinto? Se evita, dice Pablo, en el matrimonio (si la persona no tiene continencia para vivir célibe). Es una injusticia acusar a Pablo de hablar aquí del matrimonio en tono despreciativo. Aquí no es su propósito hablar de él como tema en sí. Eso lo hace en otra parte (por ej., en Efe 5:1-33). Nada más está diciendo, que para la persona en Corinto que pensaba no casarse, pero que confrontaba el peligro dominante de fornicar, por no tener continencia, mejor le fuera casarse y así evitaría la fornicación.

Hay hermanos en la fe que hoy en día argumentan, basándose en este versículo, que “todo el mundo tiene derecho a esposo” (para evitar la fornicación), queriendo con este argumento justificar las segundas nupcias del divorciado por fornicación. Pero ignoran que Dios ha puesto límites (Mat 19:9). Compárese Núm 36:6. Pablo no trata aquí el caso de alguno que se hubiera divorciado por fornicación.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

a causa de las fornicaciones. 1Co 7:9; 1Co 6:18; Pro 5:18, Pro 5:19; 1Ti 4:3.

que cada tenga. Pro 18:22; Pro 19:14; Mal 2:14; Efe 5:28, Efe 5:33.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Debido a la desenfrenada inmoralidad en Corinto, Pablo anima a quienes puedan ser tentados con el pecado sexual a que recurran al matrimonio. Es mejor desarrollar una relación permanente con una esposa o un esposo que caer en un pecado sexual.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

las fornicaciones. Existe un gran peligro de caer en el pecado sexual mientras se es soltero (cp. Mat 19:12). El matrimonio es la única provisión de Dios para la satisfacción sexual. No obstante, el matrimonio no debería reducirse solo a eso. Pablo tiene una perspectiva sublime del mismo que articula en Efe 5:22-23. Aquí se enfoca en la problemática del pecado sexual para personas que son solteras.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

7:2 — pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El celibato es bueno, pero ¡no siempre conviene! Si para la persona hay peligro de fornicación, entonces le conviene casarse. En Corinto la fornicación no se consideraba como cosa mala, sino que era cosa común y aun asociada con la idolatría. Pablo acabó de escribir que es una cosa de la que se debe huir (6:18). El matrimonio es el arreglo que Dios ha instituido para que se evite la fornicación (en los casos en que la persona no tiene el don de continencia, como lo tenía Pablo). Es la “salida” (10:13) que Dios da para que el hombre pueda soportar la tentación de fornicar. El matrimonio es la regla; el celibato es la excepción. El matrimonio sin la fornicación es miles de veces mejor que el celibato con ella (como en la Iglesia Católica Romana).
La frase “su propia mujer…su propio marido”, hace hincapié en que el matrimonio es entre dos personas solamente; es monógamo (una mujer). Esto concuerda con la enseñanza de Jesús respecto al matrimonio en Mat 19:4-12. Aquí queda condenada la poliandria (muchos esposos) y la poligamia (muchas esposas). En el caso de la poligamia, cada mujer de las varias no tiene ‘’su propio marido”, sino varias lo tienen. En el caso de la poliandria, cada marido no tiene su propia esposa, sino varios la tienen.
Sobre la definición de la palabra “fornicación”, véase 5:1, comentarios.
En este versículo el verbo “tenga” (echeto) es un imperativo presente, y esto significa que la persona siga teniendo su cónyuge. (Compárese 2Ti 1:13, eche = retén, o siga teniendo). Aquí “tener” se emplea en el sentido de estar casada la persona. El matrimonio es permanente, hasta que la muerte separe a la pareja (Rom 7:2-3).
Pablo no está diciendo en este versículo que la única razón por qué casarse es la de evitar la fornicación. No está disertando sobre el matrimonio, sino contestando alguna, o algunas preguntas de los corintios. ¿Qué hacer, dado el vicio de la fornicación en Corinto? Se evita, dice Pablo, en el matrimonio (si la persona no tiene continencia para vivir célibe). Es una injusticia acusar a Pablo de hablar aquí del matrimonio en tono despreciativo. Aquí no es su propósito hablar de él como tema en sí. Eso lo hace en otra parte (por ej., en Efe 5:1-33). Nada más está diciendo, que para la persona en Corinto que pensaba no casarse, pero que confrontaba el peligro dominante de fornicar, por no tener continencia, mejor le fuera casarse y así evitaría la fornicación.
Hay hermanos en la fe que hoy en día argumentan, basándose en este versículo, que “todo el mundo tiene derecho a esposo” (para evitar la fornicación), queriendo con este argumento justificar las segundas nupcias del divorciado por fornicación. Pero ignoran que Dios ha puesto límites (Mat 19:9). Compárese Núm 36:6. Pablo no trata aquí el caso de alguno que se hubiera divorciado por fornicación.

Fuente: Notas Reeves-Partain

NOTAS

(1) “Ocurrencia común de la fornicación.” Lit.: “fornicaciones”.

REFERENCIAS CRUZADAS

b 301 Jer 5:7; 1Ts 4:3

c 302 Gén 2:24; Pro 5:19; Heb 13:4

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

En la reciprocidad propia del matrimonio, cada parte tiene sus derechos así como sus deberes hacia la otra parte.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

M121 Ἴδιον y ἑαυτοῦ aquí parecen ser prácticamente equivalentes (comp. T191 y MT89): propio.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego