Digo, pues, a los no casados y a las viudas que les sería bueno si se quedasen como yo.
7:8 — Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo — Véase ver. 1. Muchas versiones dicen “solteros”, pero el griego dice, “ no casados” (agamois), y así se expresan las Ver. ASV., RVA., N.M., la Mod., y casi todas las versiones católicas. El término griego incluye a los solteros, a las vírgenes, a los viudos y a las viudas. En este versículo Pablo se dirigen a los no casados, y en el 10 a los casados. (Hay hermanos que, para justificar las segundas nupcias para los fornicarios divorciados, tratan de incluir en este versículo y en el siguiente a estos divorciados, diciendo que ya no están casados. Ante la ley de los hombres no están casados, pues están divorciados. Pero Dios no los separó de su votos ‹Dios junta, y Dios separa›, y no les da permiso para segundas nupcias, como lo da al cónyuge inocente, Mat 19:9. Pablo aquí no trata el caso de divorciados, y fuerzan el contexto quienes tratan de meter en él al divorciado).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
1Co 7:26, 1Co 7:27, 1Co 7:32, 1Co 7:34, 1Co 7:35.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
los solteros … las viudas. La expresión «los solteros» se emplea cuatro veces en el NT, y solo una vez en Primera Corintios (cp. los vv. 1Co 7:11; 1Co 7:32; 1Co 7:34). Este versículo deja en claro que los solteros y las viudas son distintos. El versículo 1Co 7:11 identifica a los divorciados como los que deben quedarse «sin casar» y se distinguen de «las viudas» (vv. 1Co 7:39-40; los que quedan solteros como resultado de la muerte) y las vírgenes (vv. 1Co 7:25; 1Co 7:28; los solteros como resultado de no haberse casado). Por esta razón, cada uso de «los solteros» se refiere a los que antes estuvieron casados y son solteros en la actualidad sin haber enviudado. Son los divorciados. Es probable que estas personas quisieran saber si ahora como cristianos podían volver a casarse. como yo. Es posible que Pablo hubiera enviudado y confirmara aquí su matrimonio previo al identificarse con los solteros y las viudas. Su primera recomendación es que se queden solteros, motivados por la libertad incomparable de la soltería para servir al Señor (vv. 1Co 7:25-27; 1Co 7:32-34). Vea las notas sobre Ana en Luc 2:36-37.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
7:8 — Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo – Véase ver. 1. Muchas versiones dicen “solteros”, pero el griego dice, “ no casados” (agamois), y así se expresan las Ver. ASV., RVA., N.M., la Mod., y casi todas las versiones católicas. El término griego incluye a los solteros, a las vírgenes, a los viudos y a las viudas. En este versículo Pablo se dirigen a los no casados, y en el 10 a los casados.
(Hay hermanos que, para justificar las segundas nupcias para los fornicarios divorciados, tratan de incluir en este versículo y en el siguiente a estos divorciados, diciendo que ya no están casados. Ante la ley de los hombres no están casados, pues están divorciados. Pero Dios no los separó de su votos , y no les da permiso para segundas nupcias, como lo da al cónyuge inocente, Mat 19:9. Pablo aquí no trata el caso de divorciados, y fuerzan el contexto quienes tratan de meter en él al divorciado).
Si las viudas van incluidas en el término “no casados”, ¿por qué mencionarlas aparte? Parece que Pablo lo hace para dar énfasis al caso más pesado de ellas, en cuanto a las circunstancias de la vida. En las Escrituras ellas van asociadas con los huérfanos en las injusticias y tragedias de la vida (Job 24:3; Isa 1:23; Isa 10:2; Eze 22:7) .
Es cierto que en 1Ti 5:14 Pablo exhorta a las viudas jóvenes a que se casen, pero las instrucciones de Pablo aquí tienen que ver con el contexto que trata de una situación actual de aflicción y persecución (ver. 26,28).
En base a las circunstancias del momento, lo bueno era que los no casados no se casaran. Pablo quiso ver a los no casados libres de pesares mayores innecesarios. Ahora, si se casaran, no pecarían (ver. 9). Véanse los ver. 26,27.
Al decir Pablo, “como yo”, implica que no era hombre casado.
La decisión está en las manos de cada quien. Pablo da su consejo, diciéndoles lo que es bueno (correcto y conveniente), bajo las circunstancias del momento.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL VINCULO QUE NO SE DEBE ROMPER
1 Corintios 7:8-16
A los solteros y a las viudas les digo que estaría bien si se pudieran quedar como yo; pero si les resulta imposible la continencia, que se casen, porque es mejor casarse que estarse consumiendo de pasión. A los casados les transmito esta orden, que no es mía sino del Señor: Que la mujer no se separe de su marido; y, si se separa, que se quede sin casar o se reconcilie con su marido; y que el marido no se divorcie de su mujer. A los otros les digo, pero no como un mandamiento del Señor sino como cosa mía: Si la esposa de un hermano no es creyente, pero está conforme con vivir con él, que no se divorcie; y si el marido de una hermana no es creyente, pero está de acuerdo en vivir con ella, que no se divorcie; porque el marido incrédulo queda incluido en el círculo de la fe por medio de su mujer, y la mujer incrédula mediante su marido creyente. De no ser así, vuestros hijos no estarían en el pueblo de Dios; y de esta manera, están apartados para Dios. Si el cónyuge que no es creyente se quiere separar, que se separe; porque en tal caso el hermano o la hermana no están servilmente obligados. Es al ambiente de la paz al que Dios nos ha llamado. Esposa: ¿Tú qué sabes si conseguirás que tu marido sea salvo? O marido: ¿Tú qué sabes si conseguirás que se salve tu mujer?
Este pasaje trata de tres clases diferentes de personas.
(i) Los que no están casados o han enviudado. En las condiciones de una edad que Pablo creía que se estaba aproximando a su fin, estarían mejor si se quedaran como estaban. Pero, de nuevo, les advierte que no jueguen con la tentación ni se pongan en situación de peligro. Si tienen una naturaleza normalmente apasionada, que se casen. Pablo siempre estaba seguro de que ningún cristiano debe imponerle a otro ningún determinado curso de acción. Todo depende en cada caso de la persona en cuestión.
(ii) Los que están casados. Pablo prohíbe el divorcio sobre la base de la prohibición de Jesús (Mr 10:9 ; Lc 16:18 ). Si ya ha tenido lugar la separación, prohibe que se casen otra vez. Esto puede parecer muy duro; pero en Corinto, con su laxitud característica, era mejor no bajar el listón para que no entrara en la iglesia.
(iii) Creyentes casados con no creyentes. Aquí Pablo tiene que dar su parecer, pues no hay ningún mandamiento específico del Señor al respecto. El trasfondo parece ser que había algunos en Corinto que declaraban que un creyente no debe vivir con un incrédulo; y que, en el caso de que uno de los cónyuges se haga cristiano y el otro no, deben separarse lo más pronto posible.
De hecho, una de las quejas principales que tenían los paganos contra los cristianos era precisamente que el cristianismo dividía las familias y era un agente de desintegración en la sociedad. » Se inmiscuyen en cuestiones domésticas» era una de las primeras acusaciones que se presentaron contra los cristianos (1Pe 4:15 ). A veces los cristianos asumían una postura bien elevada. «¿Quiénes fueron tus padres?» -le preguntaron los Jueces a Luciano de Antioquía. «Soy cristiano -contestó él-, y los únicos parientes de un cristiano son los santos.»
No cabe duda que los matrimonios mixtos producirían problemas. Tertuliano escribió un libro acerca del tema en el que describe al marido pagano que está furioso con su mujer cristiana porque, «con el achaque de visitar a los hermanos va de calle en calle a las cabañas de otros hombres, especialmente pobres… Y él no le quiere permitir que pase fuera de casa toda la noche porque se celebra una vigilia ola Semana Santa… O dejarla que se introduzca en las cárceles para besar las cadenas de los mártires, o hasta cambiar un beso con cualquiera de los hermanos.» (En la Iglesia Primitiva se saludaban con el ósculo santo o beso de la paz). Es verdad que a uno le cuesta no estar un poco de acuerdo con el marido pagano.
Pablo trata de este problema con una suprema sabiduría práctica. Se daba cuenta de la dificultad y procuraba no exacerbarla. Decía que si los dos no se pueden poner de acuerdo en vivir juntos, que no se les obligue a mantener » lo que es más espantoso todavía: -la soledad de dos en compañía.» Si querían separarse porque la convivencia les resultaba insoportable, había que dejarlos. Ningún cristiano ha sido llamado a llevar una vida de esclavitud.
Pablo tiene dos grandes cosas que decir que tienen un valor permanente.
(i) Tiene la preciosa idea de que el cónyuge que no es creyente es consagrado por medio del que sí es creyente. Los dos han llegado a ser una sola carne o persona; y lo maravilloso del caso es que no es el paganismo lo que se contagia, sino la gracia del Evangelio lo que se comparte y obtiene la victoria. Hay algo en el Cristianismo que se transmite a todos los que entran en contacto con él, por cualquier medio que sea. El niño que nace en un hogar cristiano, y aun en uno en el que sólo uno de los esposos es cristiano, nace en la familia de Cristo. En la compañía de un creyente con uno que no lo es, lo que más debemos tener en cuenta no es que el cristiano entra en contacto con el mundo del pecado, sino que el no creyente llega a estar en contacto con el reino de la gracia de alguna manera.
(ii) Y Pablo tiene también la idea igualmente encantadora de que la asociación del matrimonio puede ser el medio para que el cónyuge no creyente reciba la salvación. Para Pablo, la evangelización empezaba en casa. Había que mirar al cónyuge no creyente, no como un foco de infección que había que evitar con repulsión, sino como otro hijo u otra hija que había que ganar para Dios. Pablo sabía que es maravillosamente cierto que muchas veces se llega al amor de Dios por el camino del amor humano.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Los que no tienen cónyuge
Digo, pues, a los no casados y a las viudas: lo preferible es que mantengan su estado actual. Pero Pablo admite que esto puede no ser posible, y señala que en dichos casos la persona debería, o debe, casarse, porque es mejor casarse que estar llenos de deseos sexuales incontrolables. Tal persona debe aceptar que el don que Dios tiene para ella es el matrimonio.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
o 315 1Co 7:27
p 316 1Co 9:5
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
8 (1) Este era el deseo del apóstol y su opinión a principios de su ministerio (vs. 7, 25, 40). Más adelante, después de atestiguar el resultado tangible de esto, exhortó a las viudas jóvenes a casarse ( 1Ti_5:11-15 y la nota 14 (1)).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
como yo. Es obvio que Pablo no estaba casado cuando escribió estas palabras. Es posible que fuese viudo. Sin embargo, es difícil sustanciar el caso, afirmando que había estado casado, puesto que había sido miembro del sanedrín (Hch 26:10). No es seguro que fuese miembro y, además, no es seguro que los miembros debiesen estar casado en el período anterior al año 70 d.C.