Porque si anuncio el evangelio, no tengo de qué jactarme, porque me es impuesta necesidad; pues ¡ay de mí si no anuncio el evangelio!
— 9:16 — Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme — Su gloria no consistía en el simple hecho de que predicaba, pues otros muchos también predicaban. La base de su gloria, pues, no se hallaba en el simple hecho de haber sido comisionado a predicar a los gentiles (Gál 2:9). — que me es impuesta necesidad — Pablo predicaba el evangelio pero no como si él sólo hubiera decidido hacerlo. Otro determinó que él fuera apóstol y predicador del evangelio (1:17; Hch 9:15; Hch 22:14-15; Hch 22:21; Hch 26:15-18; Gál 1:15-16; Hch 13:2; Rom 1:14-15; Flp 3:12). Pablo solamente pudo escoger entre obedecer al Señor, o no obedecerle. (Decidió obedecerle, Hch 26:17). No pudo gloriarse en solamente cumplir con un deber. Compárese Luc 17:10.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
no tengo oir qué gloriarme. Rom 4:2; Rom 15:17.
porque me es impuesta necesidad. Jer 1:17; Jer 20:7, Jer 20:9; Amó 3:8; Amó 7:15; Hch 4:20; Hch 9:6, Hch 9:15; Hch 26:16-20; Rom 1:14
¡ay de mi! Isa 6:5; Luc 9:62; Col 4:17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
no tengo por qué gloriarme. Esto quiere decir que su gloria (cp. el v. 1Co 9:15) no era una jactancia personal. El apóstol no se sentía orgulloso como si fuera su evangelio y tampoco se sentía orgulloso por su manera de predicarlo, como si fuera su talento y habilidad innatas. necesidad. Pablo no predicaba motivado por el orgullo personal, sino bajo compulsión divina. No tenía otra alternativa porque Dios en su soberanía lo había apartado para el servicio (vea Hch 9:3-6; Hch 9:15; Hch 26:13-19; Gál 1:15; Col 1:25; cp. Jer 1:5; Jer 20:9; Luc 1:13-17). ¡ay … ! El escarmiento más severo de Dios está reservado para los ministros infieles (Heb 13:17; Stg 3:1).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
–9:16 — Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme – Su gloria no consistía en el simple hecho de que predicaba, pues otros muchos también predicaban. La base de su gloria, pues, no se hallaba en el simple hecho de haber sido comisionado a predicar a los gentiles (Gál 2:9).
— que me es impuesta necesidad – Pablo predicaba el evangelio pero no como si él sólo hubiera decidido hacerlo. Otro determinó que él fuera apóstol y predicador del evangelio (1:17; Hch 9:15; Hch 22:14-15; Hch 22:21; Hch 26:15-18; Gál 1:15-16; Hch 13:2; Rom 1:14-15; Flp 3:12). Pablo solamente pudo escoger entre obedecer al Señor, o no obedecerle. (Decidió obedecerle, Hch 26:17). No pudo gloriarse en solamente cumplir con un deber. Compárese Luc 17:10.
— y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! El sabía que le esperaría la calamidad, o perdición de su alma, si no predicara, porque el Señor le había dado esa comisión. No se puede desobedecer al Señor y a la vez ser salvo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
c 435 Rev 22:17
d 436 Jer 20:9; Luc 17:10
e 437 Eze 3:18
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
¡ay de mí…si no predico. Una frase que expresa la entrega completa de Pablo al llamamiento de Cristo. El apremio de Pablo era predicar las buenas nuevas de que Cristo murió, fue sepultado y resucitó para salvar a los pecadores (1 Co 15:3– 4).
Fuente: La Biblia de las Américas
B285 En la cláusula condicional de este versículo, la prótasis es concesiva (es decir, aunque yo …) y la apódosis está afirmando lo que es verdad y aún será verdad.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
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