Biblia

Comentario de 1 Corintios 11:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Corintios 11:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero al encargaros lo siguiente no os alabo; pues no os reunís para lo mejor, sino para lo peor.

11:17 — Pero al anunciaros esto que sigue no os alabo — El texto griego dice literalmente, “Pero mandando esto no alabo”. Así se expresa la Ver. H.A, “Al mandaros esto no os alabo”, agregando el pronombre “os” dos veces. Claro es que al decir Pablo “mandando”, se refiere a las instrucciones que siguen en los próximos versículos (pero el texto griego no dice, “que sigue”), y ellas eran para corregir los errores que él va a mencionar.

El verbo de nuestra versión, “anunciaros”, no es suficientemente fuerte. Pablo emplea el verbo que significa mandar o dar órdenes. Véalo en 1Ts 4:11 (hemos mandado), Hch 1:4 (mandó), 5:28 (mandamos), Luc 5:14 (mandó).

En el ver. 2 Pablo pudo alabar a los hermanos. Véanse los comentarios allí.

— porque no os congregáis — La frase “os congregáis” traduce el vocablo griego sunerchomai (= con + venir) que se emplea aquí y a través del pasaje (ver. 18, 20, 33, 34), significando reunirse en asamblea. Véase también 14:23,26 (se reúne, os reunís).

— para lo mejor, sino para lo peor — Por eso no podía alabarles. En lugar de edificarse y exhortarse en la asamblea (14:26; Heb 10:24-25), los corintios se ocupaban en algunas actividades que lograban todo lo contrario (ver. 21). En lugar de lograrse un estado mejor de espiritualidad, a consecuencia de sus reuniones, ellos resultaron peores (culpables por sus desórdenes). Los frutos de las asambleas de los corintios fueron según el comportamiento de ellos.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

no os alabo. 1Co 11:2, 1Co 11:22; Lev 19:17; Pro 27:5; Rom 13:3; 1Pe 2:14.

no os congregáis para lo mejor. 1Co 11:20, 1Co 11:34; 1Co 14:23, 1Co 14:26; Isa 1:13, Isa 1:14; Isa 58:1-4; Jer 7:9, Jer 7:10; Heb 10:25.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Este pasaje tiene que ver con las actividades impropias que ocurrían cuando la iglesia se reunía para la celebración de la Cena del Señor.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

no os alabo: En contraste con el elogio del v. 1Co 11:2, de que los corintios siguieron muchas de sus enseñanzas, aquí Pablo expresa su preocupación por las prácticas pecaminosas en la adoración.

congregáis es una palabra técnica para la reunión de la iglesia y se usa tres veces en este pasaje (vv. 1Co 11:18, 1Co 11:20).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

peor. Un término comparativo en griego que se refiere a un mal todavía más bajo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Los banquetes de amor en la iglesia primitiva (cp. Jud 1:12) terminaban por lo general con la celebración de la Cena del Señor. La iglesia mundana y carnal de Corinto había convertido esas comidas sagradas en un desenfreno de glotonería y embriaguez (v. 1Co 11:17; cp. 2Pe 2:13). Encima de esto, los creyentes acaudalados traían comida y bebida en abundancia para ellos mismos pero rehusaban hacer partícipes a los demás de ello, y no les importaba que sus hermanos más pobres salieran de allí hambrientos (v. 1Co 11:21).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

11:17– Pero al anunciaros esto que sigue no os alabo – El texto griego dice literalmente, “Pero mandando esto no alabo”. Así se expresa la Ver. H.A, “Al mandaros esto no os alabo”, agregando el pronombre “os” dos veces. Claro es que al decir Pablo “mandando”, se refiere a las instrucciones que siguen en los próximos versículos (pero el texto griego no dice, “que sigue”), y ellas eran para corregir los errores que él va a mencionar.
El verbo de nuestra versión, “anunciaros”, no es suficientemente fuerte. Pablo emplea el verbo que significa mandar o dar órdenes. Véalo en 1Ts 4:11 (hemos mandado), Hch 1:4 (mandó), 5:28 (mandamos), Luc 5:14 (mandó).
En el ver. 2 Pablo pudo alabar a los hermanos. Véanse los comentarios allí.
— porque no os congregáis – La frase “os congregáis” traduce el vocablo griego sunerchomai (= con + venir) que se emplea aquí y a través del pasaje (ver. 18, 20, 33, 34), significando reunirse en asamblea. Véase también 14:23,26 (se reúne, os reunís).
— para lo mejor, sino para lo peor – Por eso no podía alabarles. En lugar de edificarse y exhortarse en la asamblea (14:26; Heb 10:24-25), los corintios se ocupaban en algunas actividades que lograban todo lo contrario (ver. 21). En lugar de lograrse un estado mejor de espiritualidad, a consecuencia de sus reuniones, ellos resultaron peores (culpables por sus desórdenes). Los frutos de las asambleas de los corintios fueron según el comportamiento de ellos.

Fuente: Notas Reeves-Partain

UNA CELEBRACIÓN IMPROPIA

1 Corintios 11:17-22

En lo que no puedo deciros que hacéis bien es en lo que os advierto a continuación. Porque, cuando os reunís, os hacéis más mal que bien.
En primer lugar, me he enterado de que cuando os reunís en asamblea hacéis grupos exclusivos; y hasta cierto punto lo creo. Es normal que haya diferencias entre vosotros, para que quede claro cuáles son auténticos y de valor a toda prueba.
Pero de la manera que os reunís en un mismo lugar, lo que tomáis no es la
Cena del Señor; porque cuando estáis comiendo juntos, cada uno se da prisa a comerse lo suyo primero; y el resultado es que unos tienen hambre y otros han bebido hasta emborracharse.

¿Es que no podéis comer y beber en vuestras propias casas? ¿No le tenéis ningún respeto a la asamblea de Dios? ¿Es que queréis avergonzara los que son pobres? ¿Qué queréis que os diga? No os voy a felicitar por esto; seguro que no.

El mundo antiguo era mucho más social que el nuestro en muchos sentidos. Era costumbre habitual el reunirse grupos de personas para celebrar comidas. Había, en particular, una cierta clase de fiesta que se llamaba éranos en la que cada participante aportaba una parte de la comida y luego todo era para todos. La Iglesia Primitiva adoptó esa costumbre, y llamaba a sus fiestas Agápé o Fiesta del Amor. Todos los miembros de la iglesia venían, aportando cada uno lo que podía, y todos participaban de la comida congregacional. Era una costumbre encantadora que es una pena que se haya perdido en muchas iglesias. Era una manera de producir y alimentar el sentimiento de la comunión cristiana.

Pero en la iglesia de Corinto la Fiesta del Amor fraternal se había degenerado lamentablemente. Había en ella ricos y pobres; unos que podían llevar mucho, y esclavos que no podrían contribuir con casi nada. De hecho, para muchos de aquellos esclavos seria en la Fiesta del Amor donde tomaran la única comida decente de toda la semana. Pero en la iglesia corintia se había perdido el arte de compartir. Los ricos no repartían lo suyo, sino se lo comían en sus grupos exclusivos, dándose prisa no fuera que tuvieran que compartirlo con otros, mientras que los pobres no comían casi nada. El resultado era que la comida en la que las diferencias sociales tenían que haberse borrado todavía las marcaba más. Pablo lo expone y desaprueba sin reservas.
(i) Puede ser que los diferentes grupos representaran las diversas opiniones. Un gran investigador ha dicho: «Tener celo sin llegar a ser un fanático es una señal de la verdadera devoción.» Cuando no pensamos lo mismo que otro, si seguimos en contacto puede que con el tiempo lleguemos a comprenderle y a simpatizar con él; pero, si nos cerramos y negamos a hablar las cosas con él, sin dejar cada uno nuestro grupito, no hay esperanza de que lleguemos a entendernos.
(ii) La Iglesia Primitiva era el único lugar del mundo antiguo en el que se suprimían las barreras. El mundo estaba rígidamente dividido: libres y esclavos, griegos y bárbaros, judíos y gentiles, Romanos y salvajes, cultos e ignorantes. La Iglesia era el único lugar en el que todos podían estar juntos y en comunión. Un gran historiador de la Iglesia escribió sobre aquellas primeras congregaciones: » En sus reducidos límites habían resuelto casi de pasada los problemas sociales que agobiaban a Roma y que siguen agobiando a Europa y al mundo. Habían elevado a la mujer a su debido nivel, restaurado la dignidad del trabajo, abolido la mendicidad y suprimido el estigma de la esclavitud. El secreto de la revolución era que el egoísmo de raza y clase se había olvidado a la Mesa del Señor, y se había encontrado una nueva base para la sociedad en el amor de la imagen visible de Dios en todas las personas por las que Cristo había muerto.»
Una iglesia en la que sigan existiendo las distinciones sociales y de clase no es una verdadera iglesia cristiana. La iglesia auténtica es un cuerpo de hombres y mujeres unidos entre sí porque cada uno de ellos está unido a Cristo. Hasta la palabra para describir el sacramento es sugestiva: la llamamos La Santa Cena. Pero cena es confusa en cierto sentido. Para muchos no representa la comida principal del día; pero en griego se la llamaba deipnon. Los griegos no tomaban para desayunar nada más que un poco de pan mojado en vino; la comida del mediodía se tomaba en cualquier sitio, hasta en la calle o en alguna plaza; pero el deipnon era la comida principal del día, cuando los comensales se sentaba a la mesa sin prisa y no sólo saciaban su hambre, sino estaban juntos conversando o lo que fuera. La misma palabra indica que la comida congregacional debería ser una comida en la que las distintas personas disfrutaran sin prisa de la mutua compañía.

(iii) Una iglesia no es como es debido cuando se ha olvidado el arte de compartir. Cuando cada uno quiere guardarse sus cosas para sí y para su círculo íntimo, no ha empezado siquiera a ser cristiano. El cristiano verdadero no puede soportar tener demasiado cuando otros no tienen lo suficiente; su mayor placer no está en reservarse celosamente sus privilegios, sino en ompartirlos.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Los problemas en la cena del Señor

17 Aun cuando Pablo ha elogiado a los corintios por observar las tradiciones apostólicas (v. 2), no puede hacerlo ahora, al ordenarles que remedien los abusos cometidos en la cena del Señor (34). Cuando se reunían aparentemente no era para lo mejor, sino para lo peor. Las divisiones entre los miembros (cf. 1:10-12) también se reflejan en estas reuniones. En la eklesia secular, es decir la reunión de los ciudadanos por motivos políticos, los participantes no ocultaban sus divisiones, y cuando los cristianos corintios se reunían en su eklesia cristiana, se comportaban de manera secular en muchos aspectos. Los traductores de la RVA y de otras versiones traducen la enigmática expresión que sigue como y en parte lo creo. Es sorprendente que Pablo, que está tan bien informado gracias a la familia de Cloé, esté informado sólo parcialmente sobre un tema por el cual él ve que hay un juicio inminente sobre algunos dentro de la congregación. La expresión puede traducirse también como “creo los informes que he recibido de algunos”, que quizá tenga más sentido. La palabra que se traduce en algunas versiones como en parte, que es un adverbio, también es un sustantivo en gr. que significa “un informe”. 19 Sólo cuando surgen las divisiones se conoce a aquellos que tienen la aprobación de Dios, es decir, quienes son genuinos, lit., “los que pasan la prueba”. (Cf. 2 Cor. 2:9, donde los genuinos son aquellos que han seguido las instrucciones de los apóstoles.) Las divisiones separaban del resto a los que eran fieles a la palabra de Dios.

20 La segunda razón por la que Pablo no puede aprobar la conducta de ellos es que cuando se reúnen, no es la cena del Señor la que están comiendo. Eso, indudablemente, fue una sorpresa para ellos, pero Pablo da razones por las cuales esto es así. 21 Cada uno actúa sin consideración hacia los demás. Si el comportamiento en cuestión era el no esperar a los demás, o simplemente devorar la propia comida durante la cena, no es seguro. La palabra que se traduce se adelanta puede significar hacer algo antes que otros, o devorar la propia comida durante la Cena.22 Tales acciones tienen como consecuencia la lamentable situación de que algunos se quedan con hambre y otros se embriagan. Pablo formula tres preguntas que tienen como propósito hacer que reconozcan su culpa por esta vergonzosa conducta. La primera es si aquellos que comen y beben tanto no tienen sus propias casas en las que festejar. La segunda es si menosprecian la iglesia, lit., la “reunión”, nada menos que de Dios, ya que es la iglesia de él (cf. 1:2). La tercera pregunta es si su intención es humillar a aquellos que no tienen, lit., los “desvalidos”, refiriéndose a aquellos que no tienen la protección de casas ricas en tiempos de crisis como la actual hambruna (cf. comentario sobre 7:26). Pablo ciertamente no puede aprobar o elogiar esta inexcusable conducta. La razón por la que son culpables está claramente expuesta.

23-25 Pablo comienza con un recordatorio de que él repite la tradición que recibió del Señor y que les había transmitido a los corintios cuando estuvo con ellos. Recuerda las acciones y palabras del Señor Jesús la noche en que fue entregado. Ellos debían partir el pan en memoria de la muerte de Jesús. También debían beber la copa en memoria del nuevo pacto que Jesús ratificó en su sangre (cf. la ratificación del antiguo pacto con sangre en Exo. y la promesa de un nuevo pacto en Jer. 31:31, un pacto que era para la bendición de todas las naciones, Gén. 12:3).26 La cena del Señor proclama la muerte del Señor, hasta que él venga por segunda vez. Pablo repite y altera el orden de las palabras de Jesús para dar énfasis a sus acciones. Lo hace para marcar un contraste entre la acción desinteresada de Jesús al dar su vida por ellos y las acciones egoístas de los que crean divisiones en su cuerpo, la iglesia (cf. 10:17). Centra la atención en que no comparten la comida en la Cena para mostrar cuán extremadamente generosa había sido hacia cada uno de ellos, personalmente, la acción de Jesús en la cruz. Se están comportando en esta forma tan egoísta, precisamente en la celebración recordatoria que Jesús instituyó la noche en que fue entregado, para que pudieran recordar su muerte. ¿No es una traición a aquel cuya Cena están celebrando, el comportarse de esta manera?

27 En este contexto particular, el comer del pan y beber de la copa indignamente tienen que ver con sus actitudes y acciones unos hacia otros, especialmente con los necesitados que han sufrido una grave humillación. En esta comida se llama la atención hacia la posición y las circunstancias sociales, en una comunidad donde estas divisiones debían ser abolidas en Cristo (cf. 1:30). Por lo tanto, ellos son culpables de pecar en contra del, o posiblemente basándose en el, cuerpo y la sangre del Señor. 28 Todos deben examinarse a sí mismos antes de participar. En este contexto, el examen tiene que ver con las actitudes propias de una fiesta y la falta de compasión hacia “los desposeídos”. 29 El fracaso en reconocer el cuerpo del Señor, es decir el cuerpo de creyentes (cf. 10:16), no hace más que traer juicio sobre la persona. 30 El juicio ya se ha producido. Algunos son débiles espiritualmente debido a sus acciones, otros sufren enfermedades y otros han sido separados por la muerte. Esto señala la enorme importancia que Dios le da a su iglesia, y refleja su actividad en el AT de juzgar y apartar a aquellos que no respetan su compromiso para con la unidad y las necesidades de la comunidad creyente.31 Juzgar sus propias acciones evitaría el juicio divino. 32 Para que los corintios no crean que el juicio de Dios es tan inmisericorde como el de los dioses paganos, les recuerda que la disciplina del Señor siempre en esta vida es para bien, para que su pueblo no sea condenado junto con el mundo.

33 La expresión así que marca la esencia de lo que los corintios son llamados a hacer. Cuando se reúnen, deben esperarse unos a otros, o compartir su comida, porque el verbo aquí puede significar una cosa o la otra.34 A aquellos que tienen tanta hambre que no pueden esperar, se les indica que coman en su casa. Esto significará que no se reunirán para lo peor, sino para lo mejor (cf. v 17). Esto parece ser una medida interina, ya que Pablo promete tratar el asunto con más profundidad cuando llegue a Corinto.

Algunas veces se interpreta esta afirmación en el sentido de que Pablo había suspendido la comida en forma permanente e instituido un culto como el que celebramos en la actualidad. Es más probable que su intención fuera la de erradicar los problemas, y las actitudes subyacentes a ellos, que los originaban. Debe recordarse que los ciudadanos estaban viviendo una época de hambre (7:26) en la que “los desposeídos” llevaban la peor parte. También es importante reflexionar sobre el hecho de que la cena del Señor sólo puede ser tal verdaderamente cuando aquellos que participan de ella lo hacen con actitud y acciones hacia los demás coherentes con la actitud y las acciones desinteresadas de Jesús (cf. 11:20).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

z 555 1Co 11:22

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

17 (1) Aqui pero indica un contraste entre no os alabo en este versículo y os alabo en el v.2.

17 (2) Desde este versículo hasta el final del capítulo el apóstol trata el octavo problema, el problema relacionado con la cena del Señor.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

BD244(2) Aquí los comparativos tienen un sentido positivo (de una buena … mala manera …).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, mejor

O, peor

Fuente: La Biblia de las Américas