Biblia

Comentario de 1 Corintios 14:35 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Corintios 14:35 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Si quieren aprender acerca de alguna cosa, pregunten en casa a sus propios maridos; porque a la mujer le es impropio hablar en la congregación.

14:35 — Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos — Las mujeres de este contexto, las esposas de los profetas, contribuían al tumulto en las asambleas, haciendo preguntas a sus maridos que profetizaban y posiblemente discutiendo sobre las respuestas. Todo esto se hacía en público, ante la iglesia reunida. Lo hacían bajo el pretexto de querer aprender algo. (No estaban justificadas en esto, aunque es cierto que aprender era uno de los propósitos de oír la profecía, ver. 31).

La solución para el problema estaba en que esas mujeres, respetando su sujeción al varón (ver. 34, 11:3), preguntaran a sus maridos en casa.

— porque — Sigue la razón de por qué debían las referidas mujeres preguntar a sus maridos en casa, en lugar de hablar en público en las asambleas.

— es indecoroso — El vocablo “indecoroso” traduce la palabra griega, aiskron, que aparece en 11:6, vergonzoso; Efe 5:12, vergonzoso; Tit 1:11, deshonesta.

— que una mujer hable en la congregación — Esta verdad se aplica a toda mujer en cualquier época; sea durante el período de los dones milagrosos en el siglo primero, o sea ahora que ya no existen tales dones. En el texto griego no aparece artículo definido ante la palabra “mujer”, dando a entender que se hace referencia a cualquier mujer.

Aunque no hay esposas de profetas hoy en día, por no haber profetas ahora, Pablo hace la aplicación a toda mujer de lo que dice a aquellas mujeres en particular (pues ellas eran quienes causaban un problema en particular). Esta prohibición tiene sus raíces en lo que Dios dijo en el principio (Gén 3:16), cosa que Pablo por el Espíritu Santo repite en 1Ti 2:13-14, y no supuestamente en base a la cultura del día.

Se le prohíbe a una mujer hablar en la asamblea. Hay que guardar presente que de esto trata Pablo en este pasaje, y que al decir “hablar”, trata de presentar discursos o palabras de dirección como si ella fuera varón. Véanse los comentarios sobre “hablar” en el ver. 34.

* * * * *

ALGUNAS OBSERVACIONES GENERALES:

1. En las iglesias humanas (católicas y protestantes) en los tiempos de la actualidad más y más se está introduciendo la mujer en la dirección de los cultos públicos y en la administración (el clero) de dichas iglesias. Esto se debe al modernismo clásico que controla a las denominaciones principales de hoy en día. Más y más iglesias de Cristo en los EE.UU. se están moviendo en la misma dirección antibíblica.

2. Los modernistas acusan a Pablo, y a los que hoy en día abogamos por la doctrina apostólica (Hch 2:42; 1Jn 4:1-6) de ser machistas o chauvinistas, mal representándonos de tener prejuicios en contra de la mujer, al no permitir que ella participe en el liderazgo de la iglesia local. Pero el caso es todo lo contrario: son ellos los que tienen prejuicios, teniéndolos en contra de la Palabra de Dios. ¡No temen a Dios, ni respetan su palabra! Ellos acusan a Pablo de prohibir a la mujer hablar en la iglesia (en el sentido del contexto que estamos comentando) porque era soltero, y no hombre casado. Tal argumento implica que las Sagradas Escrituras son la palabra de hombres ordinarios, y por eso nada inspirados por el Espíritu Santo. ¡Los modernistas niegan la inspiración de las Escrituras! Mis hermanos en la fe, que hacen los mismos argumentos que se basan en la cultura del día, revelan que están contagiados del modernismo. Tampoco respetan éstos la inspiración de las Escrituras. La cuestión del papel de la mujer en la iglesia no tiene nada que ver con la cultura del día.

3. Se nos objeta que si las mujeres de este contexto son específicamente las esposas de los profetas, entonces se sigue que las otras mujeres sí tienen permiso de hablar en público en las asambleas. Pero la evidencia demuestra que no es así, porque Pablo aplica la prohibición a toda mujer (ver. 35, comentarios sobre “una mujer”). 1Ti 2:12 también entra en el caso.

Los que aplican las mujeres de este contexto a todas las mujeres en general, comúnmente niegan que la mujer del 11:5 sea la profetisa con derecho de hacer exactamente lo que hacía el profeta.

4. No hay ninguna contradicción entre el profetizar en público la profetisa (véase 11:5, comentarios) y la prohibición de 14:34,35. La profetisa, por estar haciendo la misma cosa que el profeta, mostraba su sujeción al varón al llevar el velo cuando ejercitaba su don. Pero las mujeres de 14:34,35 no eran mujeres inspiradas; eran las esposas de los profetas, y no les tocaba hacer lo que el varón hacía. Hubiera sido cosa vergonzosa hacerlo. Esto es cierto en cuanto a cualquier mujer (ver. 35). Hoy en día no hay profetisas, y por eso no debe hablar ninguna mujer en los servicios públicos de la iglesia. Véase 11:9, comentarios.

Pablo no diría a la profetisa hacer algo en el capítulo 11, para luego prohibírselo tres capítulos más tarde (en el 14).

5. Los hermanos anti clases bíblicas (los que se oponen a las clases) ignoran el contexto al aplicar la prohibición de Pablo a las mujeres que enseñen niños en clases bíblicas. Es obvio que Pablo trata de la asamblea y del culto público.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

pregunten en casa. Efe 5:25-27; 1Pe 3:7.

es indecoroso. 1Co 14:34; 1Co 11:6, 1Co 11:14; Efe 5:12.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

pregunten en casa a sus maridos: Parece indicar a las mujeres que eran mayores, y ya estaban casadas. La idea de que las mujeres más jóvenes solteras procuraran dirigirse a la iglesia probablemente nunca pasó por la mente de los apóstoles.

indecoroso indica el duro sentir del apóstol y de la iglesia antigua en general acerca de que la mujer instruya al hombre o ejerza autoridad sobre él. Sin embargo, cuando las mujeres cubiertas profetizaban, era aceptable y no era visto como un ejercicio de autoridad sobre ellos (cf. 1Co 11:3-10).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

14:35 — Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos – Las mujeres de este contexto, las esposas de los profetas, contribuían al tumulto en las asambleas, haciendo preguntas a sus maridos que profetizaban y posiblemente discutiendo sobre las respuestas. Todo esto se hacía en público, ante la iglesia reunida. Lo hacían bajo el pretexto de querer aprender algo. (No estaban justificadas en esto, aunque es cierto que aprender era uno de los propósitos de oír la profecía, ver. 31).
La solución para el problema estaba en que esas mujeres, respetando su sujeción al varón (ver. 34, 11:3), preguntaran a sus maridos en casa.
— porque – Sigue la razón de por qué debían las referidas mujeres preguntar a sus maridos en casa, en lugar de hablar en público en las asambleas.
— es indecoroso – El vocablo “indecoroso” traduce la palabra griega, aiskron, que aparece en 11:6, vergonzoso; Efe 5:12, vergonzoso; Tit 1:11, deshonesta.
— que una mujer hable en la congregación – Esta verdad se aplica a toda mujer en cualquier época; sea durante el período de los dones milagrosos en el siglo primero, o sea ahora que ya no existen tales dones. En el texto griego no aparece artículo definido ante la palabra “mujer”, dando a entender que se hace referencia a cualquier mujer.
Aunque no hay esposas de profetas hoy en día, por no haber profetas ahora, Pablo hace la aplicación a toda mujer de lo que dice a aquellas mujeres en particular (pues ellas eran quienes causaban un problema en particular). Esta prohibición tiene sus raíces en lo que Dios dijo en el principio (Gén 3:16), cosa que Pablo por el Espíritu Santo repite en 1Ti 2:13-14, y no supuestamente en base a la cultura del día.
Se le prohíbe a una mujer hablar en la asamblea. Hay que guardar presente que de esto trata Pablo en este pasaje, y que al decir “hablar”, trata de presentar discursos o palabras de dirección como si ella fuera varón. Véanse los comentarios sobre “hablar” en el ver. 34.
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ALGUNAS OBSERVACIONES GENERALES:
1. En las iglesias humanas (católicas y protestantes) en los tiempos de la actualidad más y más se está introduciendo la mujer en la dirección de los cultos públicos y en la administración (el clero) de dichas iglesias. Esto se debe al modernismo clásico que controla a las denominaciones principales de hoy en día. Más y más iglesias de Cristo en los EE.UU. se están moviendo en la misma dirección antibíblica.
2. Los modernistas acusan a Pablo, y a los que hoy en día abogamos por la doctrina apostólica (Hch 2:42; 1Jn 4:1-6) de ser machistas o chauvinistas, mal representándonos de tener prejuicios en contra de la mujer, al no permitir que ella participe en el liderazgo de la iglesia local. Pero el caso es todo lo contrario: son ellos los que tienen prejuicios, teniéndolos en contra de la Palabra de Dios. ¡No temen a Dios, ni respetan su palabra! Ellos acusan a Pablo de prohibir a la mujer hablar en la iglesia (en el sentido del contexto que estamos comentando) porque era soltero, y no hombre casado. Tal argumento implica que las Sagradas Escrituras son la palabra de hombres ordinarios, y por eso nada inspirados por el Espíritu Santo. ¡Los modernistas niegan la inspiración de las Escrituras! Mis hermanos en la fe, que hacen los mismos argumentos que se basan en la cultura del día, revelan que están contagiados del modernismo. Tampoco respetan éstos la inspiración de las Escrituras. La cuestión del papel de la mujer en la iglesia no tiene nada que ver con la cultura del día.
3. Se nos objeta que si las mujeres de este contexto son específicamente las esposas de los profetas, entonces se sigue que las otras mujeres sí tienen permiso de hablar en público en las asambleas. Pero la evidencia demuestra que no es así, porque Pablo aplica la prohibición a toda mujer (ver. 35, comentarios sobre “una mujer”). 1Ti 2:12 también entra en el caso.
Los que aplican las mujeres de este contexto a todas las mujeres en general, comúnmente niegan que la mujer del 11:5 sea la profetisa con derecho de hacer exactamente lo que hacía el profeta.
4. No hay ninguna contradicción entre el profetizar en público la profetisa (véase 11:5, comentarios) y la prohibición de 14:34,35. La profetisa, por estar haciendo la misma cosa que el profeta, mostraba su sujeción al varón al llevar el velo cuando ejercitaba su don. Pero las mujeres de 14:34,35 no eran mujeres inspiradas; eran las esposas de los profetas, y no les tocaba hacer lo que el varón hacía. Hubiera sido cosa vergonzosa hacerlo. Esto es cierto en cuanto a cualquier mujer (ver. 35). Hoy en día no hay profetisas, y por eso no debe hablar ninguna mujer en los servicios públicos de la iglesia. Véase 11:9, comentarios.
Pablo no diría a la profetisa hacer algo en el capítulo 11, para luego prohibírselo tres capítulos más tarde (en el 14).
5. Los hermanos anti clases bíblicas (los que se oponen a las clases) ignoran el contexto al aplicar la prohibición de Pablo a las mujeres que enseñen niños en clases bíblicas. Es obvio que Pablo trata de la asamblea y del culto público.

Fuente: Notas Reeves-Partain

REFERENCIAS CRUZADAS

y 731 1Co 11:6

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

O, porque es impropio

Fuente: La Biblia de las Américas

g 14.34.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

§ “No es apropiado”. Al usar este término (que también denota algo vergonzoso o deshonroso) Pablo revela que esto está relacionado con el contexto cultural. El hecho de que tres capítulos antes, en 1Co 11:5, Pablo haga referencia a mujeres orando y profetizando, indica que esta afirmación no puede leerse como una prohibición general a que las mujeres hablen en la iglesia. Según el contexto, parece ser posible que las mujeres en la iglesia de Corinto estaban debatiendo y cuestionando, formando parte del desorden que él menciona, y esto puede ser a lo que él se está refiriendo aquí. Algunos otros han sugerido que 14:34-35 define la posición de algunos en la iglesia de Corinto, y Pablo los está citando antes de refutar su argumento.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento