Comentario de 2 Corintios 1:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones. De esta manera, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados por Dios, también nosotros podemos consolar a los que están en cualquier tribulación.
1:4 — «el cual nos consuela… tribulaciones.» Pablo batalló en Efeso contra fieras; cada día moría (1Co 15:31-32). Estaba frecuentemente en peligros diferentes (2Co 11:24-28). Al cristiano no se le promete libertad de peligros y persecuciones, sino victoria sobre ellos (Apo 7:14). La tribulación, en el cristiano devoto, produce paciencia (la perseverancia bajo aflicción), la paciencia produce el carácter probado (Ver. La Biblia de las Américas), y el carácter probado, o la aprobación, produce la esperanza (Rom 5:3-4). Dios, en sus actos providenciales, consuela a los fieles. Sus promesas consuelan (1Ts 4:18; 1Co 10:13). — «para que podamos… por Dios». Habiendo sido consolado por Dios, Pablo entonces podía consolar a otros, al traer a ellos el Dios de consolación. Viendo cómo Dios consolaba a Pablo, los corintios podían ver cómo Dios les consolaría a ellos en situaciones semejantes.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
el cual nos consuela. 2Co 7:6, 2Co 7:7; Sal 86:17; Isa 12:1; Isa 49:10; Isa 51:3, Isa 51:12; Isa 52:9; Isa 66:12, Isa 66:13; Jua 14:16; Jua 14:18, Jua 14:26; 2Ts 2:16, 2Ts 2:17.
para que podamos también nosotros consolar. 2Co 1:5, 2Co 1:6; Sal 32:5, Sal 32:7; Sal 34:2-6; Sal 66:16; Isa 40:1; Isa 66:14; Flp 1:14; 1Ts 4:18; 1Ts 5:11; Heb 12:12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
tribulación quiere decir angustia o aflicción. Dios nos consuela no sólo para ser consolados sino también para hacernos consoladores. El consuelo que Dios nos da se convierte en un regalo que podemos dar a los demás (2Co 7:6; Hch 9:10-19). Nuestra buena voluntad para compartir refleja la sinceridad de nuestra fe (Jua 13:35).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
NOS CONSUELA EN TODAS NUESTRAS TRIBULACIONES. La palabra «consuela» (gr. paraklesis) significa estar al lado de una persona, alentándola y ayudándola en sus sufrimientos. Dios cumple esa función de manera suprema, pues Él envía a sus hijos el Espíritu Santo para consolarlos (véase Jua 14:16, nota). Pablo había aprendido en sus muchos sufrimientos que ninguno de ellos, no importaba cuán severo fuera, podía separar a los creyentes del cuidado y de la compasión de su Padre celestial (Rom 8:35-39). A veces Dios permite los sufrimientos en la vida del creyente para que, al haber experimentado su consuelo, pueda-consolar también a otros (véase el ARTÍCULO EL SUFRIMIENTO DE LOS JUSTOS, P. 657. [Job 2:7-8]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
tribulaciones. Este término se refiere a una presión aplastante, porque en la vida y el ministerio de Pablo siempre hubo algo que trataba de debilitarlo, restringirlo o confinar su ministerio, y hasta extinguir por completo su vida. No obstante, sin importar qué le sobreviniera, Pablo sabía que Dios lo sostendría y fortalecería (vea las notas sobre 2Co 12:9-10; Rom 8:31-38; cp. Flp 1:6). para que podamos también nosotros consolar. El consuelo de Dios no es un fin en sí mismo. Su propósito es que los creyentes también puedan consolar a otros. Tras humillar y convencer a los corintios de su pecado, Dios usó a Pablo para que volviera a ellos con un mensaje fortalecedor y confortador porque él mismo había recibido la fortaleza divina (2Co 6:1-13; 2Co 12:6-11; cp. Luc 22:31-32).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:4 — «el cual nos consuela… tribulaciones.» Pablo batalló en Efeso contra fieras; cada día moría (1Co 15:31-32). Estaba frecuentemente en peligros diferentes (2Co 11:24-28). Al cristiano no se le promete libertad de peligros y persecuciones, sino victoria sobre ellos (Apo 7:14). La tribulación, en el cristiano devoto, produce paciencia (la perseverancia bajo aflicción), la paciencia produce el carácter probado (Ver. La Biblia de las Américas), y el carácter probado, o la aprobación, produce la esperanza (Rom 5:3-4). Dios, en sus actos providenciales, consuela a los fieles. Sus promesas consuelan (1Ts 4:18; 1Co 10:13).
–«para que podamos… por Dios». Habiendo sido consolado por Dios, Pablo entonces podía consolar a otros, al traer a ellos el Dios de consolación. Viendo cómo Dios consolaba a Pablo, los corintios podían ver cómo Dios les consolaría a ellos en situaciones semejantes.
Fuente: Notas Reeves-Partain
— hemos recibido: En este capítulo y a lo largo de toda la carta, Pablo utiliza con frecuencia la primera persona del plural, alternando en ocasiones con la primera del singular. Es un proceder un tanto sorprendente que no siempre tiene fácil explicación. No hay que descartar que el Apóstol quiera referirse también a sus colaboradores más inmediatos, especialmente a Timoteo; en bastantes ocasiones, sin embargo, cabe pensar que el protagonista es única o casi únicamente Pablo, por lo que a veces se ha preferido traducir en primera persona singular.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
2Co 8:2; Jua 16:33; 1Co 12:26; Col 1:24.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
i 8 Sal 23:4; 2Co 7:6
j 9 Efe 6:22; 1Ts 4:18
k 10 Rom 15:4; 2Ts 2:16
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
4 super (1) Primero debemos experimentar la consolación de Dios; luego podremos consolar a otros con el consuelo que proviene de Dios, el cual hemos experimentado. La primera epístola a los corintios fue el argumento del apóstol; dicho argumento derrotó y sometió a los corintios distraídos y confundidos. Ahora la segunda epístola los trajo de nuevo a la experiencia de Cristo, quien fue el tema de su argumento en la primera epístola. Por tanto, la segunda epístola tiene que ver más con la experiencia, es más subjetiva y más profunda que la primera. En la primera, tenemos como temas principales a Cristo, el Espíritu con nuestro espíritu, la iglesia y los dones. En la segunda, se describe más detalladamente a Cristo, al Espíritu con nuestro espíritu, y a la iglesia, pero los dones no se mencionan. En esta epístola, en lugar de los dones vemos el ministerio, que está constituido con las experiencias de las riquezas de Cristo, y que es producido y formado por las mismas, obtenidas por medio de los sufrimientos, las presiones abrumadoras, y la obra aniquiladora de la cruz. Esta epístola nos da un modelo, un ejemplo, de cómo se lleva a cabo este aniquilamiento, de cómo Cristo es forjado en nuestro ser, y de cómo nosotros llegamos a ser la expresión de Cristo. Estos procesos constituyen a los ministros de Cristo y producen el ministerio para el nuevo pacto de Dios. La primera epístola trata de los dones en términos negativos; la segunda epístola trata del ministerio en términos positivos. La iglesia tiene más necesidad del ministerio que de los dones. El ministerio tiene como fin ministrar al Cristo que hemos experimentado, mientras que los dones sólo sirven para enseñar las doctrinas acerca de Cristo. La comprobación de que los apóstoles son ministros de Cristo no consiste en los dones, sino en el ministerio producido y formado por la experiencia de los sufrimientos, o sea, las aflicciones de Cristo.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
consuela… Otra traducción posible: anima (y así en toda la porción).
Fuente: Biblia Textual IV Edición
T200 Algunas veces se puede detectar una diferencia de contenido entre πᾶς con el artículo (realmente con el sustantivo) y πᾶς sin él en el mismo pasaje. En este versículo parece que el sentido es: en toda nuestra aflicción … en cualquier aflicción (es decir, en cualquier aflicción que se pueda encontrar; comp. R772 y BD275[3]).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O anima (y así en toda la porción).