Comentario de 2 Corintios 1:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Porque no queremos que ignoréis, hermanos, en cuanto a la tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, hasta perder aun la esperanza de vivir.
1:8,9 — Ahora habla de un caso reciente en su vida en que tuvo que sufrir mucho por Cristo. El evento sucedió entre los tiempos en que se escribieron las dos cartas a los corintios. Posiblemente se refiere a la persecución provocada por Demetrio y los plateros (Hch 19:23-34). Aunque Pablo se quedaba en Efeso, a pesar de adversarios (1Co 16:1-24 :), en este caso salió con urgencia (Hch 20:1). Esto concuerdan con lo que Pablo dice en este versículo en cuanto a perder la esperanza de conservar la vida. Parece que los plateros procuraron la muerte de Pablo. De todos modos, una gran tribulación reciente en la vida de Pablo, a la que él, humanamente, no le veía salida, le obligó a confiar en Dios quien pudo librarle de ella como también puede levantar de los muertos. (Compárese Heb 11:17-19).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
que ignoréis acerca de nuestra tribulación. 2Co 4:7-12; Hch 19:23-35; 1Co 15:32; 1Co 16:9.
de tal modo que aun perdimos la esperanza. 1Co 4:8; 1Sa 20:3; 1Sa 27:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El sometimiento de Pablo a Cristo y su servicio no lo eximió de los problemas.
Asia: Pablo se refería a la provincia romana al occidente de Asia Menor, hoy en día Turquía. Se desconoce donde exactamente Pablo experimentó esta tribulación, pero quizás fue en Éfeso. Muy probablemente fue el disturbio incitado contra Pablo por Demetrio el platero (Hch 19:23-41; 1Co 15:31, 1Co 15:32).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
PERDIMOS LA ESPERANZA DE CONSERVAR LA VIDA. Un fiel creyente, que vive en obediente comunión con Cristo y disfruta de su amor, puede aún así sufrir experiencias que impliquen peligro, temor y desesperanza, y puede afrontar circunstancias que sobrepasen el poder humano de resistencia.
(1) Cuando haya sufrimiento grave en su vida, el creyente no debe pensar que Dios lo ha abandonado o ha dejado de amarlo. Más bien debe recordar que esas mismas cosas les sucedieron a los fieles siervos de Dios en la época del NT.
(2) Dios permite esas graves tribulaciones para que Cristo pueda acercarse al creyente que acude a Él en fe, y darle la gracia que lo lleve a la victoria (2Co 2:14; 2Co 12:7-10; 2Co 13:4).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
nuestra. El plural que Pablo empleó en toda la carta. Casi siempre fue una referencia humilde a él mismo, pero en este caso incluía a otros también. tribulación que nos sobrevino en Asia. Esto fue algo reciente que le sucedió después de haber escrito la primera carta a los corintios, en la ciudad de Éfeso o en sus alrededores. Los detalles de esta situación se desconocen. aun perdimos la esperanza de conservar la vida. Pablo enfrentó algo que ningún humano habría sobrevivido y que lo desconsoló en extremo porque llegó a creer que significaría el fin prematuro de su ministerio. El significado literal de la palabra griega que se traduce «perdimos la esperanza» lit. significa «sin paso ni acceso» la ausencia total de una salida (cp. 2Ti 4:6). Los corintios estaban al tanto de lo que había sucedido a Pablo pero no comprendían su severidad absoluta ni lo que Dios quería hacer por medio de esas circunstancias.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:8,9 — Ahora habla de un caso reciente en su vida en que tuvo que sufrir mucho por Cristo. El evento sucedió entre los tiempos en que se escribieron las dos cartas a los corintios. Posiblemente se refiere a la persecución provocada por Demetrio y los plateros (Hch 19:23-34). Aunque Pablo se quedaba en Efeso, a pesar de adversarios (1Co 16:1-24 :), en este caso salió con urgencia (Hch 20:1). Esto concuerdan con lo que Pablo dice en este versículo en cuanto a perder la esperanza de conservar la vida. Parece que los plateros procuraron la muerte de Pablo. De todos modos, una gran tribulación reciente en la vida de Pablo, a la que él, humanamente, no le veía salida, le obligó a confiar en Dios quien pudo librarle de ella como también puede levantar de los muertos. (Compárese Heb 11:17-19).
Fuente: Notas Reeves-Partain
IMPULSADOS DE VUELTA A DIOS
2 Corintios 1:8-11
Quiero que sepáis, hermanos, que en Asia pasamos por una experiencia terrible en la que estuvimos abatidos más allá de lo soportable, hasta el punto de que desesperábamos de salir con vida. El único veredicto que se podía dar de nuestra condición era la condena de muerte; pero todo esto nos sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en el Dios que resucita a los muertos. Fue ÉL Quien nos rescató; y esperamos que Él nos siga rescatando en respuesta a vuestras oraciones, para que se den gracias por nosotros desde muchos sitios y por muchas personas por el don de la gracia de Dios que nos alcanzó.
Lo más extraordinario de este pasaje es que no tenemos absolutamente ninguna información acerca de esa terrible experiencia que pasó Pablo en Éfeso. Algo le sucedió que le condujo al último límite de su resistencia. Estaba en un peligro tan inminente que ya se consideraba condenado a muerte sin posible salida; y, sin embargo, esta alusión de pasada y algunas otras por el estilo en otras cartas suyas contienen todo lo que sabemos.
Hay una tendencia muy humana a sacar el mayor partido posible de todo lo que se tiene que pasar. A menudo una persona que ha sufrido una operación muy sencilla la usará como tema predilecto de conversación mucho tiempo. H. L. Gee nos cuenta que dos hombres se encontraron durante los días de la guerra para cierto asunto. Uno no hablaba más que del ataque de aviación que había sufrido el tren en que viajaba: lo aterrada que estaba la gente, el peligro en que se encontraban y cómo habían salido con vida por los pelos. El otro al fin dijo: «Vamos a acabar con nuestro asunto. Quisiera marcharme pronto, porque una bomba me arrasó la casa anoche.»
Los que han sufrido de veras no suelen hablar mucho de ello. El rey Jorge V de Inglaterra tenía como una de sus reglas: » Si tengo que sufrir, dejad que me retire a la soledad en silencio como un animal bien educado.» Pablo no hacía gala de sus sufrimientos; así que nosotros, que no tendremos que sufrir tanto como él, debemos seguir su ejemplo.
Pero Pablo veía que la experiencia terrible que había pasado había resultado tremendamente útil: le había arrojado a los brazos de Dios y le había demostrado su absoluta dependencia de Él. Los árabes tienen un proverbio: «La luz del Sol acaba por producir un desierto.» El peligro de la prosperidad es que produce una falsa independencia; nos hace creer que podemos pilotar la vida solos. Por cada oración que se eleva a Dios en los días de prosperidad se elevan diez mil en los días de adversidad. Como Lincoln decía: «Muchas veces he tenido que caer de rodillas en oración porque no tenía adónde acudir.» A menudo es en la desgracia cuando se descubre quiénes son los verdaderos amigos, y a menudo necesitamos un tiempo de adversidad para comprender cuánto necesitamos a Dios.
El resultado fue que Pablo adquirió una confianza inalterable en Dios. Ahora sabía sin la menor duda lo que Dios podía hacer por él. Si pudo sacarle con vida de aquello, podía sacarle de lo que fuera. El grito gozoso del salmista era: «¡Tú has librado mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas y mis pies de resbalar!» (Sal 116:8 ). Lo que más contribuyó a la conversión de John Bunyan fue oír a unas ancianas sentadas al sol «que hablaban de lo que Dios había hecho por sus almas.» La confianza del cristiano en Dios no es cosa de teoría ni especulación; es de hecho y de experiencia. Sabe lo que Dios ha hecho por él, y por tanto no tiene miedo.
Por último, Pablo pide las oraciones de los corintios. Como ya hemos notado antes, el mayor de los santos no se avergüenza de pedir las oraciones del más pequeño de sus hermanos. Puede que podamos hacer muy poco por nuestros amigos; pero, aunque tengamos pocos bienes de este mundo, podemos dedicarles el tesoro incalculable de nuestras oraciones.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— he tenido: Aunque en todo este pasaje (2Co 1:8-11) Pablo utiliza la primera persona del plural, se ha preferido traducir en singular de acuerdo con nota a 2Co 1:4.
— de Asia: Ver nota a Rom 16:5. En cuanto al peligro de muerte al que alude aquí Pablo, no es posible determinar con precisión y certeza a qué se refiere el Apóstol.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
p 16 Hch 19:22; Hch 20:18
q 17 Hch 19:23; 1Co 15:32; 1Co 16:9; 2Co 11:23
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
8 (1) Es decir, cargados, oprimidos. La misma palabra griega aparece en 5:4.
8 (2) La misma palabra griega se traduce sin salida en 4:8.
8 (3) O, la vida.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
nuestra tribulación que nos sobrevino en Asía. Como Pablo no da detalles, parece probable que los corintios sabían cuál había sido esta tribulación. Bien pudo ser uno de los peligros descritos en 2Co 11:23-26; el alboroto de Hch 19:23-41, o alguna enfermedad seria (perdimos la esperanza de conservar la vida).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
→ 1Co 15:32; mucho más… Lit. sobre el poder.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R632 Ὑπέρ con el acusativo tiene la idea de más allá
B371 Ὥστε con el infinitivo se usa para expresar una tendencia convertida en resultado real por implicación: de tal modo que perdimos la esperanza.
B401 Τοῦ con el infinitivo se usa después de un infinitivo de obstáculo con un sentido ablativo: aun de vivir (la expresión sirve para explicar la anterior cláusula con infinitivo -T141).
M65 la preposición que aparece en ὑπὲρ τῆς θλίψεω se usa con el sentido de concerniente a, o acerca de (equivale a περί).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., que nos vino
I.e., la provincia de la costa occidental de Asia Menor
Fuente: La Biblia de las Américas
g 1Co 15:32.
1.8 Lit. sobre el poder