No os unáis en yugo desigual con los no creyentes. Porque ¿qué compañerismo tiene la rectitud con el desorden? ¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas?
6:14 — «No os unáis… incrédulos». (Compárense Lev 19:19; Deu 22:9-11). Quedándonos dentro del contexto (como siempre se debe hacer), concluyo que aquí Pablo exhorta a los corintios a no tener comunión con los incrédulos que estorbaban a la iglesia local; o sea, con los judaizantes. Claro es que su prohibición se extendía a todo incrédulo. El tema en esta porción de su carta no es el matrimonio. (Ese se trata ampliamente en 1Co 7:1-40). Pablo no está diciendo que al cristiano se le prohibe casarse con no cristiano (incrédulo). Si eso lo dijera, contradiría la ley de Cristo sobre el divorcio, porque Cristo permite el divorcio solamente por causa de la fornicación. Pero aquí Pablo dice, «Salid de en medio de ellos» (ver. 17), y si hablara del matrimonio, el cristiano casado con no cristiano tendría que salirse de esa relación matrimonial, y no sería por causa de la fornicación.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
No os unáis en yugo desigual. Éxo 34:16; Lev 19:19; Deu 7:2, Deu 7:3; Deu 22:9-11; Esd 9:1, Esd 9:2, Esd 9:11, Esd 9:12; Esd 10:19; Neh 13:1-3, Neh 13:23-26; Sal 106:35; Pro 22:24; Mal 2:11, Mal 2:15; 1Co 5:9; 1Co 7:39; 1Co 15:33; Stg 4:4.
porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? 1Sa 5:2, 1Sa 5:3; 1Re 18:21; 2Cr 19:2; Sal 16:3; Sal 26:4, Sal 26:5, Sal 26:9, Sal 26:10; Sal 44:20, Sal 44:21; Sal 101:3-5; Sal 119:63; Sal 139:21, Sal 139:22; Pro 29:27; Jua 7:7; Jua 15:18, Jua 15:19; Hch 4:23; 1Co 10:21; Efe 5:6-11; 1Jn 3:12-14.
¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? Pro 8:18, Pro 8:19; Rom 13:12-14; Efe 4:17-20; Efe 5:8-14; Flp 2:15; 1Ts 5:4-8; 1Pe 2:9, 1Pe 2:10; 1Pe 4:2-4; 1Jn 1:5-7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
yugo desigual: Pablo usó el «yugo» de (Deu 22:10), donde a los israelitas se les dijo que no unieran un buey y asno. El buey era un animal limpio pero el asno no (Deu 14:1-8). Además, desde un punto de vista práctico, los dos animales tenían diferentes estilos de trabajo y diferente naturaleza. Al relacionarla con Corinto, la historia revela que los corintios eran notorios por sus asociaciones. Tenían corporaciones, sociedades, o asociaciones prácticamente para todo. Cada sociedad tenía su propio ídolo o deidad protectora. Dejar de obedecer a este ídolo sería enfurecer al dios y traería su ira, la cual destruiría la sociedad. De esta manera, los corintios trataron de llevarse bien con este ídolo aun cuando no creyesen en él. Evidentemente, los corintios cerraron la puerta de su corazón a Pablo (vv. 2Co 6:11, 2Co 6:13) y desarrollaron un peligroso afecto hacia los falsos apóstoles (2Co 11:4, 2Co 11:13; Pro 4:23).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
NO OS UNÁIS… CON LOS INCRÉDULOS. Delante de Dios las personas se dividen en dos categorías esenciales: los que están en Cristo y los que no lo están (vv. 2Co 6:14-16; véase el ARTÍCULO TRES CLASES DE PERSONAS, P. 1614. [1Co 2:14-15]). Por tanto, los creyentes no deben asociarse voluntariamente ni estar en íntima asociación con los incrédulos, porque tales relaciones pueden echar a perder su relación con Cristo. Eso incluye sociedad en los negocios, órdenes secretas (logias), citas amorosas, matrimonio y amistades íntimas. La asociación de creyentes con incrédulos debe limitarse a la que se precisa para la convivencia social y económica, o para mostrar a los incrédulos el camino de la salvación (véase el ARTÍCULO LA SEPARACIÓN ESPIRITUAL DE LOS CREYENTES, P. 1654. [2Co 6:17-18]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
unáis en yugo desigual. Una ilustración tomada de las prohibiciones a Israel en el AT con respecto a la unión de dos tipos diferentes de ganado para la realización de trabajo agrícola (vea la nota sobre Deu 22:10). Con esta analogía, Pablo enseñó que no es correcto unirse en iniciativas espirituales comunes con aquellos que no son de la misma naturaleza (incrédulos). Es imposible que todas las cosas se hagan para gloria de Dios en una situación así. con los incrédulos. Los cristianos no deben ligarse a no cristianos en cualquier empresa o relación que vaya en detrimento del testimonio cristiano dentro del Cuerpo de Cristo (vea las notas sobre 1Co 5:9-13; cp. 1Co 6:15-18; 1Co 10:7-21; Stg 4:4; 1Jn 2:15). Esto era en especial importante para los corintios a causa de las amenazas de los falsos maestros y la idolatría pagana que los rodeaba. Este mandato no significa que los creyentes deban terminar todas sus asociaciones con no creyentes, porque esto frustraría el propósito para el cual Dios salvó a los creyentes y los dejó en la tierra (cp. Mat 28:19-20; 1Co 9:19-23). Resulta claro en los vv. 2Co 6:14 b 2Co 6:17 que tales alianzas religiosas son impracticables.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
6:14 — «No os unáis… incrédulos». (Compárense Lev 19:19; Deu 22:9-11). Quedándonos dentro del contexto (como siempre se debe hacer), concluyo que aquí Pablo exhorta a los corintios a no tener comunión con los incrédulos que estorbaban a la iglesia local; o sea, con los judaizantes. Claro es que su prohibición se extendía a todo incrédulo.
El tema en esta porción de su carta no es el matrimonio. (Ese se trata ampliamente en 1Co 7:1-40). Pablo no está diciendo que al cristiano se le prohibe casarse con no cristiano (incrédulo). Si eso lo dijera, contradiría la ley de Cristo sobre el divorcio, porque Cristo permite el divorcio solamente por causa de la fornicación. Pero aquí Pablo dice, «Salid de en medio de ellos» (ver. 17), y si hablara del matrimonio, el cristiano casado con no cristiano tendría que salirse de esa relación matrimonial, y no sería por causa de la fornicación.
Hay quienes se refieren al matrimonio como «yugo», y por usarse la palabra «yugo» en este pasaje, se concluye que se trata del matrimonio. Pero la Biblia no habla del matrimonio con ese término, o figura.
Desde luego no es sabio que el cristiano se case con no cristiano, y es verdad que muchos se han perdido por ello, pero este pasaje no prohibe el hacerlo.
Pasa Pablo a hablar de yugos desiguales, y es interesante notar las diferentes palabras con que expresa la idea de comunión (compañerismo, concordia, parte, acuerdo).
Ahora siguen cinco preguntas retóricas, implicando la respuesta de «ninguno», o «ninguna».
–«porque ¿qué… injusticia?» Esta es la razón por qué el cristiano no puede unirse en yugo desigual con los incrédulos. ¡La justicia y la injusticia no son compañeros! Aparentemente algunos en Corinto pensaban que sí podían ser compañeros, pues aguantaban el caso de incesto en la iglesia (1Co 5:1-13).
–«¿Y qué comunión… tinieblas?» La luz y las tinieblas no se mezclan; o domina una, o domina la otra. Compárense Hch 26:28; Efe 5:8; Efe 5:11; Col 1:13; 1Ts 5:5; 1Pe 2:9. Dios es luz (1Jn 1:5); reclamar tener comunión con Dios, y al mismo tiempo andar en tinieblas, equivale a ¡mentir! (v. 6). Por eso, Stg 1:21-22.
Fuente: Notas Reeves-Partain
QUITAOS DE EN MEDIO
2 Corintios 6:14 – 2Co 7:1
No os dejéis uncir a un yugo desigual con los no creyentes. ¿Qué camaradería puede haber entre la integridad y la ilegalidad? ¿Y qué asociación entre la oscuridad y la luz? ¿Y qué concordia entre Cristo y Belial? ¿Cómo van a ir a medias el creyente y el no creyente? ¿Qué pacto puede haber entre el templo de Dios y los ídolos?
Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Él mismo ha dicho: «Habitaré en ellos y Me moveré en ellos, y seré su Dios y ellos serán Mi pueblo. » -Así que «Salíos y separaos de ellos», dice el Señor, «y no tengáis contacto con las cosas impuras, y Yo os recibiré y seré un Padre para vosotros, y vosotros seréis como Mis hijos e hijas,» dice el Señor, Que gobierna el universo.
Así que, ya que tenemos tales promesas, purifiquémonos de toda contaminación de carne o de espíritu, y mantengamos una completa santidad en el temor de Dios.
Llegamos ahora al pasaje que omitimos anteriormente. No cabe duda que no encaja debidamente donde se encuentra. La seriedad de su tono disiente del amor alegre y jubiloso de los versículos que lo preceden y siguen.
Ya vimos en la Introducción (página 22) que Pablo había escrito una carta anterior a 1″ Corintios. En 1Co 5:9 dice: «Os escribí en mi carta que no os asociarais con personas inmorales.» Esa carta puede que se haya perdido; pero puede que este pasaje formara parte de ella. Tal vez, cuando se coleccionaron las cartas de Pablo, una hoja se encontraba fuera de su sitio. Eso no sucedió hasta allá por el año 90 d C., y para entonces puede que ya nadie conociera el orden original. En esencia, este pasaje parece estar de acuerdo con el tema de la carta que se menciona en 1Co 5:9 .
Hay algunas figuras del Antiguo Testamento detrás de este pasaje. Pablo empieza exhortando a los corintios que no se unzan con los no creyentes en yugos extraños. Sin duda hay aquí un reflejo del antiguo mandamiento de Dt 22:10 : «No ararás con buey y con asno juntamente» (cp. Lv 19:19 ). La idea es que hay ciertas cosas que son incompatibles por naturaleza y no se pueden asociar provechosamente. Es imposible que la pureza cristiana y la inmoralidad pagana formen juntas una yunta.
En la pregunta: «¿Qué pacto puede haber entre el templo de Dios y los ídolos?», el pensamiento de Pablo se retrotrae a incidentes como el de Manasés trayendo una imagen de fundición al templo de Dios (2R 21:1-9 ), o, en tiempo posterior, Josías destruyendo cosas semejantes (2R 23:3 ss). O puede estar pensando en las abominaciones que se describen en Ez 8:3-18 . Se había intentado a veces asociar el templo de Dios con el culto a los ídolos, y las consecuencias habían sido siempre funestas.
Todo el pasaje es una llamada de atención para que no se tengan relaciones con los no creyentes. Es un desafío a los cristianos corintios para que se guarden de las contaminaciones del mundo. Se ha hecho notar que la misma esencia de la historia de Israel se resume en las palabras «¡Salid de ahí!» Esa fue la palabra del Señor que vino a Abraham: «¡Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre!» (Ge 12:1 ). Esa fue la advertencia que recibió Lot antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra (Ge 19:12-14 ). Hay cosas en el mundo con las que los cristianos ni deben ni pueden asociarse.
Es difícil darse cuenta de cuántas separaciones conllevaba el Evangelio para los que lo aceptaban en aquel tiempo.
(i) A menudo quería decir que una persona tenía que abandonar su profesión. Supongamos que se trataba de un mampostero. ¿Qué le pasaría si a su empresa le salía un trabajo de construir un templo pagano? O supongamos que era sastre. ¿Qué le pasaría si se le contratara para hacer las vestiduras de sacerdotes paganos? 0 supongamos que fuera soldado. A la entrada de todos los cuarteles y campamentos ardía la llama del altar consagrado a la divinidad del césar. ¿Qué le pasaría cuando le correspondiera el servicio de quemar la pizquita de incienso en ese altar en señal de adoración? Una y otra vez en la Iglesia Primitiva le llegaba al cristiano la opción entre su permanencia en el empleo y su lealtad a Jesucristo. Se dice que vino uno a Tertuliano, le contó su problema y luego dijo: «Pero, después de todo, tengo que vivir.» «¿Estás seguro de que tienes que vivir?», le contestó Tertuliano.
En la Iglesia Primitiva, como en algunos otros lugares y tiempos, el hacerse cristiano suponía tener que dejar el trabajo. Uno de los ejemplos más famosos de los tiempos modernos fue F. W. Charrington. Era heredero de una fortuna amasada en destilerías de whisky. Pasaba por delante de la taberna una noche. Había una mujer esperando a la puerta. Un hombre, sin duda su marido, salió, y ella hizo todo lo posible para que no volviera a entrar. El hombre la tiró al suelo de un puñetazo. Charrington se adelantó y levantó la vista. El nombre que tenía la taberna era el suyo, y Charrington dijo: «Con aquel puñetazo, aquel hombre no sólo dejó fuera de combate a su mujer, sino me puso a mí fuera de aquel negocio para siempre.» Y entregó la fortuna que era legalmente suya, para no tocar más un dinero que se ganaba de aquella manera.
Nadie es el guardián de la conciencia de otro. Cada uno debe decidir por sí si puede llevar su negocio a Cristo y a Cristo a su negocio todos los días.
(ii) A menudo quería decir que una persona tenía que dejar su vida social. En el mundo antiguo, como vimos cuando estudiamos la sección dedicada a la carne ofrecida a los ídolos, muchas fiestas paganas se celebraban en el templo de algún dios. La invitación se hacía en estos términos: «Te invito a comer conmigo a la mesa del Señor Serapis.» Aunque no fuera siempre así, una fiesta pagana empezaba y terminaba con una libación, una copa de vino, que se derramaba como ofrenda a los dioses. ¿Podía un cristiano tomar parte en eso? ¿O tenía que despedirse para siempre de la sociedad de la que había formado parte y que tanto había representado para él?
(iii) A menudo quería decir que una persona tenía que renunciar a sus lazos familiares. Una de las cosas más dolorosas del Cristianismo en sus primeros años era la forma en que se dividían las familias. Si una esposa se hacía cristiana, su marido podía echarla de casa. Si un marido se hacía cristiano, su mujer le podía abandonar. Si se hacían cristianos los hijos e hijas, se les podían cerrar en la cara las puertas del hogar. Era literalmente cierto que Cristo no vino a traer la paz sobre la Tierra, sino una espada divisoria; y que los hombres y las mujeres tenían que estar preparados a amarle más que a sus seres más próximos y queridos. Tenían que estar dispuestos a verse excluidos hasta de sus propios hogares.
Por muy duro que parezca, siempre será verdad que hay ciertas cosas que una persona no puede tener o hacer y ser cristiana. Hay ciertas cosas de las que todo cristiano debe salirse.
Antes de acabar con este pasaje, hay un punto que no debemos pasar por alto. En él, Pablo cita las Escrituras, no literalmente, sino mezclando una serie de pasajes diversos: Lv 26:11-12 ; Isa 52:11 ; Ez 20:34 ; Ez 37:27 , y 2S 7:14 . Es un hecho que Pablo rara vez cita literalmente. ¿Por qué? Debemos tener presente que, en aquellos tiempos, los libros se escribían en rollos de papiro. Un libro del tamaño de Hechos requeriría un rollo de unos cien metros de largo, y sería muy poco manejable. No había divisiones de capítulos, que fue algo que introdujo Stephen Langton en el siglo XIII. Tampoco había divisiones de versículos, que fue Stephanus, el impresor de París, en el siglo XVI, quien las introdujo. Por último, no hubo nada semejante a nuestras concordancias hasta el siglo XVI. El resultado era que Pablo hacía lo que la mayor parte de los estudiosos: citar de memoria, conformándose con ser fiel al sentido aunque no lo fuera a las palabras. No era la letra de la Escritura lo que le importaba, sino su mensaje.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— la rectitud: Este parece ser el sentido que tiene aquí el rico y complejo vocablo griego “dikaiosine”, que en bastantes otros lugares de las cartas paulinas se ha traducido por “fuerza salvadora de Dios”.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Pablo hace aquí una digresión para urgir a sus lectores a no tener nada que ver con la adoración pagana, sino a vivir vidas santas por reverencia a Dios. El llamado: No os unáis en yugo desigual con los no creyentes significa aquí el no participar en la adoración pagana junto con los no creyentes. Esto se aclara con las cinco preguntas retóricas que siguen en los vv. 14b-16, especialmente la última: ¿Qué acuerdo puede haber entre un templo de Dios y los ídolos? (16a). Los creyentes no pueden participar en la adoración idólatra porque son templo del Dios viviente, y Dios ha dicho: Habitaré y andaré entre ellos. Dado que una persona no puede a la vez andar con Dios y participar en un culto idólatra, los creyentes deben apartarse de la idolatría. Pablo hace hincapié en esto, apelando a exhortaciones en el AT a no tener nada que ver con lo que sea impuro, y a promesas de Dios en el AT de recibir como un Padre a aquellos que se apartan de la idolatría (17, 18).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) Lit.: “estando enyugados diferentemente”.
REFERENCIAS CRUZADAS
z 258 Éxo 23:32; Deu 7:3; 1Re 11:4; 1Co 7:39
a 259 1Co 5:11; Stg 4:4
b 260 Efe 5:8
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos. La referencia aquí es tanto a las alianzas con el mundo pagano que comprometen el carácter del pueblo de Dios, como a los matrimonios entre creyentes e incrédulos (cp. 1 Co 7:12– 15).
Fuente: La Biblia de las Américas
14 (1) El apóstol dijo esto basándose en el hecho de que su boca se había abierto para con los creyentes y en que su corazón se había ensanchado para con los creyentes, como se ve en el v.11.
14 (2) Desigual implica una diferencia de género. Esto se refiere a Deu_22:10, donde se prohibe unir en un mismo yugo dos animales de especie diferente. Los creyentes y los incrédulos son pueblos diferentes. Debido a la naturaleza divina y la posición santa de los creyentes, éstos no deben unirse en un mismo yugo con los incrédulos. Esto debe aplicarse a todas las relaciones íntimas que puedan existir entre creyentes e incrédulos, no sólo al matrimonio y a los negocios. Esta palabra indica que los creyentes corintios se habían unido en yugo desigual con los incrédulos, y que no se habían apartado para Dios separándose de la gente mundana. Esto quiere decir que no estaban completamente reconciliados con Dios. Por eso, el apóstol les exhortó a que no se unieran en yugo desigual con los incrédulos, sino que se apartaran de ellos para ser completamente reconciliados con Dios, es decir, conducidos de nuevo a El.
14 (3) El apóstol usó cinco ejemplos para describir la diferencia que existe entre los creyentes y los incrédulos: No puede haber (1) ningún compañerismo, ningún intercambio, entre la justicia y la injusticia, o sea el vivir sin ley; (2) ninguna comunión entre la luz y las tinieblas; (3) ninguna concordia, armonía, entre Cristo y Belial; (4) ninguna parte, ninguna porción, compartida por un creyente y un incrédulo; (5) ningún acuerdo, ningún consentimiento, entre el templo de Dios y los ídolos. Estos ejemplos también revelan el hecho de que los creyentes son justicia, luz, Cristo y el templo de Dios, y que los incrédulos son injusticia, o sea, no están sometidos a ninguna ley, y son tinieblas, Belial (Satanás, el diablo) e ídolos.
14 (4) Lit., sin ley. Véase la nota 4 (2) de 3 Jn 3.
14 (5) Lit., para con.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos. Esta intimación es aplicable al matrimonio, al negocio, y a las relaciones tanto eclesiales como personales y privadas.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
compañerismo… Lit. participación.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R625 Πρός después de κοινωνία se refiere a una relación viva o íntima.
BD189 El dativo de posesión tiende a destacar más el objeto poseído que al poseedor: porque qué compañerismo tiene la justicia … (aquí se encuentra sin el verbo).
BD345 Γίνομαι con un participio de presente se usa para denotar el comienzo de un estado o condición: no se presten a …
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit. participación.