En Damasco, el gobernador bajo el rey Aretas guardaba la ciudad de los damascenos para prenderme;
11:32, 33 — «En Damasco… de sus manos». Véase Hch 9:23-25. Pablo escogió este evento temprano en su vida de cristiano, después de haber perseguido tanto a Cristo y los cristianos (Hch 9:1-4), como un ejemplo típico de haber sufrido debilidades y humillaciones por Cristo. Se glorió en su escape tan ignominioso, pues era Dios quien en Su Providencia miró por él; pudo seguir su camino en la predicación del glorioso evangelio de Cristo. ¡Dependía totalmente de su Dios! En esto consistía su fuerza.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
En Damasco. 2Co 11:26; Hch 9:24, Hch 9:25.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
rey Aretas: Aretas IV (9 a.C d.C el suegro de Herodes Antipas, era el rey de Nabatea, reino cuya capital era Petra. Nabatea incluía la ciudad de Damasco antes que la ciudad fuera incorporada a la provincia romana de Siria. Aretas tenía el poder de nombrar a un gobernador sobre Damasco porque el emperador Calígula (37-41 a.C dio a Aretas el control de la ciudad.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Pablo relató su escape humillante de Damasco (cp. Hch 9:23-25) como ejemplo máximo de la debilidad en la que se gloriaba (v. 2Co 11:30). La narración en Hechos menciona a los judíos hostiles que querían acabar la vida de Pablo, mientras Pablo dijo que quien procuraba su muerte era el gobernador que respondía al rey Aretas, quien tenía jurisdicción en Arabia de los nabateos (9 a.C.40 d.C.). Es evidente que los judíos alborotaron a las autoridades seculares para que se ensañaran contra él, tal como lo hicieron después de forma reiterada (cp. Hch 13:50; Hch 14:2; Hch 17:13).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
11:32, 33 — «En Damasco… de sus manos». Véase Hch 9:23-25. Pablo escogió este evento temprano en su vida de cristiano, después de haber perseguido tanto a Cristo y los cristianos (Hch 9:1-4), como un ejemplo típico de haber sufrido debilidades y humillaciones por Cristo. Se glorió en su escape tan ignominioso, pues era Dios quien en Su Providencia miró por él; pudo seguir su camino en la predicación del glorioso evangelio de Cristo. ¡Dependía totalmente de su Dios! En esto consistía su fuerza.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Hch 9:24-25.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— Aretas: Se trata, sin duda, de Aretas IV, rey de Nabatea desde el año 9 a. C. hasta el 39 d. C. La capital de este país árabe, situado al este del Mar Muerto, era Petra. Parece que durante algún tiempo el reino nabateo ejerció cierto control -tal vez por delegación romana- sobre Damasco.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) Lit.: “el etnarca”. Gr.: ho e·thnár·kjes.
REFERENCIAS CRUZADAS
f 437 Hch 9:24
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
el rey Aretas. Este era Aretas IV, suegro de Herodes Antipas (cp. Mr 6:17, 18). Aretas reinó sobre los árabes nabateos desde el 9 a. C. hasta el 40 d.C.
Fuente: La Biblia de las Américas
32 super (1)Lit., etnarca.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
El relato de los acontecimientos en Damasco, se halla en Hch 9:24-25.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
R498 En τὴν πόλιν Δαμασκηνῶν, el genitivo se usa con un sentido adjetival (para describir la ciudad).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Gr., etnarca