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Comentario de Gálatas 2:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Gálatas 2:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Más bien, al contrario, cuando vieron que me había sido confiado el evangelio para la incircuncisión igual que a Pedro para la circuncisión

2:7 — Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión — Los otros apóstoles, siendo hombres sinceros, podían ver que la obra de Pablo era bendecida por Dios. Esto fue un golpe para los judaizantes.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

como vieron. Gál 2:9; Hch 15:12, Hch 15:25, Hch 15:26; 2Pe 3:15.

el evangelio de la incircuncisión. Gál 1:16; Hch 13:46-48; Hch 18:6; Hch 28:28; Rom 1:5; Rom 11:13; 1Ts 2:4; 1Ti 2:7; 2Ti 1:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

No era que hubiera dos diferentes evangelios, uno para los gentiles incircuncisos y otro para los judíos circuncidados. Más bien, el primer propósito del ministerio apostólico de Pablo era para los gentiles (Rom 11:13), mientras el apostolado de Pedro estaba, ante todo, objetivamente dirigido a los judíos. El hecho de que Dios actuó por medio de Pedro al comunicarse con los judíos y de que efectivamente lo hizo por medio de Pablo en la predicación a los gentiles, era una fuerte evidencia de la comisión apostólica de Pablo para los líderes de Jerusalén (Rom 1:5).

la diestra en señal de compañerismo era una seña común de aceptación y amistad. Indica un completo reconocimiento a Pablo en representación de la iglesia de Jerusalén. La petición que nos acordásemos de los pobres, se trata casi seguro de los pobres entre las iglesias de Judá (Hch 11:29, Hch 11:30), refleja un constante interés de Pablo (Rom 15:26).

 EN PROFUNDIDAD

¿Quiénes eran los gálatas?

Es difícil decidir a quienes Pablo escribía en el libro de Gálatas. En el tiempo de Pablo la palabra gálatas tenía un significado étnico y otro político. Los gálatas eran celtas que emigraron desde la Europa central a Asia Menor en el siglo III d.C Ellos se ubicaron en un área alrededor de Angora, la capital de la actual Turquía. En los días de Pablo se hablaba el nativo dialecto gálata en ese lugar, aunque el griego se aceptaba como el idioma de los negocios y la diplomacia.

En la época del NT. era una provincia romana llamada Galacia, mayor que el área étnica original. Estaba incluido en la provincia un territorio al sur, que no era étnicamente gálata. Pisidia, y formalmente también una sección de Frigia y Laconia eran políticamente de Galacia.

Tanto si gálatas se refiere al pueblo o a la provincia, indicaría quiénes fueron los lectores originales del libro de Gálatas. La opinión común hasta los últimos dos siglos era que Pablo dirigió esta carta a la parte «norte de Galacia» o a la congregación de los gálatas étnicos que se ubicaba en la parte norte de la provincia. El contacto personal del apóstol con esas iglesias puede ser el que se menciona en (Hch 16:6 y Hch 18:23). Sin embargo, hoy en día tiene más aceptación una teoría que indica el «sur de Galacia». Según esta apreciación, Pablo escribió a las iglesias de la parte sur de la provincia, esto sería, a las iglesias que fundó en su primer viaje misionero (Hch 13:14-52; Hch 14:1-24) y las que después volvió a visitar (Hch 16:1-5).

Un punto fuerte en favor de la opinión «norte de Galacia» es que la parte norte de la provincia era gálata en ambos sentidos: étnico y político. Además, se afirma que la inconstancia descrita por Pablo era una característica reconocida de los gálatas étnicos del norte.

Por otra parte, se puede defender la posición sur con un punto fuerte. Normalmente Pablo usaba el nombre romano de las provincias, como lo hizo Lucas en el libro de Hechos. También, la muy natural interpretación de (Hch 16:6 y Hch 18:23) es que Pablo vuelve sobre sus pasos del primer viaje misionero (Hch 13:14) en el inicio de su segundo y tercer viaje misionero.

Con la evidencia bíblica e histórica dividida, hubo eruditos notables en ambos lados de la cuestión gálata. Ninguna de las teorías es claramente superior, aunque parece que la opción del sur de Galacia se ajusta más al libro de Hechos. La cuestión es importante para asignar fecha a la carta.

En cualquier caso, es obvio que el libro se dirigía a una iglesia en lucha con los judaizantes, un grupo que insistía en que los convertidos gentiles guardasen los requisitos de la Ley. La carta de Pablo fue una severa reprensión para esta facción de la iglesia. Al agregar la Ley al mensaje del evangelio, este grupo rechazaba la libre oferta de salvación en Jesús.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Los judaizantes afirmaban que Pablo predicaba un evangelio desviado, pero los apóstoles confirmaron que él proclamaba el evangelio verdadero. Era el mismo evangelio que Pedro proclamaba, pero dirigido a un público diferente. de la incircuncisión. Se traduce mejor «el evangelio para los incircuncisos». Pablo predicó el evangelio ante todo a los gentiles (también a los judíos en territorios gentiles, pues su metodología fue siempre ir primero a la sinagoga del lugar; cp. Hch 13:5). Pedro … circuncisión. El ministerio de Pedro estuvo dirigido ante todo a los judíos.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2:7 — Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión — Los otros apóstoles, siendo hombres sinceros, podían ver que la obra de Pablo era bendecida por Dios. Esto fue un golpe para los judaizantes.

Fuente: Notas Reeves-Partain

En el texto griego, los versículos Gál 2:6-10 conforman una única y larga oración dominada por verbos en voz pasiva, pero es mejor traducir dicha oración en varias frases breves. Además, es recomendable usar la voz activa. En efecto, la voz pasiva se usa con frecuencia en el Nuevo Testamento cuando Dios es el sujeto de una acción, como en este caso. Sin embargo, la voz activa es más comprensible en español, por lo que recomendamos usarla para traducir este pasaje.

Pablo narra que los notables no sólo no imputaron nada a su mensaje, sino que reconocieron plenamente su ministerio: Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión. Esta traducción se acerca mucho, literalmente, al original, pero podría no ser muy clara para los lectores y las lectoras de la actualidad. Se entiende mejor el participio “viendo” si se usa la voz activa: «Comprendieron» (TLA), «reconocieron» (DHH96), “descubrieron” (Vidal: 85).

En la frase me había sido encomendado es mejor especificar el agente de la acción: «Dios me había encargado el trabajo» (DHH96), “Dios me comisionó la tarea”.

Una traducción literal de las expresiones evangelio de la incircuncisión y evangelio de la circuncisión no ayuda mucho a la comprensión del sentido. En efecto, no se trata de dos evangelios, sino de uno solo. La circuncisión era la expresión utilizada para referirse a los judíos, mientras que la incircuncisión era la expresión utilizada por los judíos para referirse a los demás pueblos, considerados paganos. Lo que Pablo dice es que él recibió el encargo de predicar a los no judíos el único evangelio, la buena noticia de la salvación en Cristo, de la misma manera que a Pedro le fuera encargado hacerlo con los judíos. Es preciso mantener la traducción de circuncisión según la opción que se haya hecho en apariciones anteriores. También debe evitarse el uso de términos como “gentiles”, “incircuncisos” o “paganos” para referirse a los no judíos.

Por último, debe mantenerse el nombre Pedro del original griego, como también es recomendable dejar “Cefas” cuando en el original aparece de esa manera (respecto al uso de ambos nombres, ver el comentario de Gál 1:18). DHH96 es un buen ejemplo de traducción fiel del sentido del original en un lenguaje apropiado: «Reconocieron que Dios me había encargado el trabajo de anunciar el evangelio a los no judíos, así como a Pedro le había encargado el trabajo de anunciarlo a los judíos».

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Ver Gál 2:2.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Gál 1:16; Hch 9:15; Rom 1:5-6; Rom 15:15-19.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Lit.: “de la incircuncisión”.

(2) Lit.: “de la circuncisión”.

REFERENCIAS CRUZADAS

q 64 1Ts 2:4

r 65 Hch 22:21; Rom 11:13; 1Ti 2:7

s 66 Hch 8:14

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

a…la incircuncisión. Es decir, a los gentiles.

Fuente: La Biblia de las Américas

el evangelio de la incircuncisión. I.e., el evangelio a los gentiles. Pablo era responsable especialmente de extender el evangelio a los gentiles (Rom 1:5), y Pedro a los de la circuncisión, a los judíos.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

R540 Πιστεύω significa: encomendar. [Editor. El acusativo retenido aparece aquí con un verbo pasivo: se me encomendó el Evangelio; comp. 1Ts 2:4 .]

R546 Τοὐναντίον tiene una relación vaga con el verbo principal y con todas las demás partes de la oración: por otro lado.

TGr86 Τῆς ἀκροβυστίας se usa como un genitivo de complemento indirecto. La frase completa entonces significa: las buenas nuevas para la incircuncisión.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

?V. 7-10:? ?Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la? ?incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión, (pues el que operó en Pedro para el apostolado de la? ?circuncisión, operó también en mi para con los gentiles), y reconociendo la gracia que me había sido? ?dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra? ?de compañerismo, para que nosotros (fuésemos) a los gentiles, y ellos ala circuncisión. Solamente (nos pidieron) que nos acordásemos de los pobres, lo cual también procuré con diligencia? ?hacer.?A juicio de San Jerónimo, aquí hay una trasposición de palabras: es preciso eliminar la interpolación? ?y leer el texto así: «Antes por el contrario, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra de compañerismo, etc.»?20? ?A mi modo de ver, Pablo sigue su costumbre de dejar a veces un claro en su exposición, pues se deja? ?arrastrar por el curso de sus pensamientos y hace digresiones, insertando hasta un paréntesis, dejando así? ?inconclusa la frase que había comenzado. Por lo tanto, yo sobreentendería un verbo, y leería el texto en esta? ?forma: «Antes por el contrario, vieron y aprobaron lo que yo había sostenido en nuestra consulta; y como a? ?raíz de esta consulta vieron, etc.».?He aquí, pues, que Pablo y Pedro tienen el mismo mensaje evangélico: Pablo como apóstol enviado? ?a los gentiles, Pedro como apóstol a los judíos. ¿Cómo se les ocurre entonces a los apóstoles falsos realzar los méritos de Pedro y los demás apóstoles en detrimento de Pablo, siendo que todos ellos tenían la misma posición doctrinal? Si Pedro, Jacobo y Juan no hubiesen estado de acuerdo con lo que Pablo había enseñado a los Gálatas, sin duda alguna le habrían refutado enérgicamente. ¡Pero ahora le elogian y le dan la diestra de compañerismo! Todavía no existían en la cristiandad esas luchas por la supremacía de iglesias y jerarcas eclesiásticos: Pedro, Juan y Jacobo no se expresaron con desdén acerca de Pablo y Bernabé que eran sus compañeros y sus iguales. Pero, dice Jerónimo, el tiempo avanza, y los vicios también, y así se pasó del compañerismo a la lucha por el poder y la preeminencia.?21? Parece que también lo de la «diestra de compañerismo» es un giro hebraico usado en lugar de «la diestra en señal de compañerismo»?22? o «para? ?confirmar el compañerismo», a no ser que Pablo quiera indicar con ello que no le dieron la diestra en señal? ?de adoración, para besarla como expresión de reverencia.?Es de notar que a pesar de todo esto, Pablo observa cierto rango y respeto de la dignidad. A Jacobo? ?lo antepone a Pedro, ya que Jacobo era el obispo de la congregación de Jerusalén,?23? mientras que los? ?demás, apóstoles iban y venían. Así, pues, dicen que fue decidido entre los apóstoles, Pedro, Jacobo y Juan: que conforme a lo enseñado por Cristo (?Mt. 20: 26?, ?27?; ?23: 11?, ?12?), ellos se colocaran en un plano inferior, ya que en vida de Cristo habían figurado a la cabeza de los demás como mayores en importancia.?24? ?Pablo no dice: «el que cooperó» sino «el que operó».?25? Con ello entiende lo mismo que en la más? ?detallada descripción de ?1 Corintios 12? (v. 4 y sigtes.) donde dice que «hay diversidad de operaciones, pero? ?Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo». Pues bien: según la autorizada opinión de Erasmo,? ?también la palabra del original griego para «operó» implica más que el latín «operari», a saber: «mostrar el? ?eficaz poder que uno posee». De ahí que en su carta a Paulino, Jerónimo hable de una «energía latente».?26? ?Esta es la gracia del Espíritu mediante la cual Él otorga a los apóstoles una rica medida de diversos dones? ?y obras y hace obras resulten efectivos en los oyentes.?Hay que ver con cuánto cuidado pesa Pablo sus palabras: «Evangelio de la incircuncisión, evangelio? ?de la circuncisión, apostolado de la circuncisión, apostolado a los gentiles». Sólo emplea expresiones? ?que denotan un oficio y una actividad. Pues con «evangelio» se refiere sin duda alguna al oficio de predicar? ?el evangelio, y con la definición «a la circuncisión, a los gentiles» indica que él desempeña este oficio entre? ?los gentiles. El término «apostolado» a su vez revela por sí solo que se trata de un oficio. Pero en nuestros? ?tiempos, estos nombres se usan simplemente para designar ciertas dignidades. ¿No te estremeces de horror al pensar cómo es despreciado el evangelio por los que andan tan ufanos bajo su nombre, si consideras qué es esto: «palabra de Dios», y qué precio hubo que pagar para que pudiera ser revelada a los hombres??No le bastó a Pablo decir: «como vieron que me había sido encomendado el evangelio», sino que? ?agrega: «y reconociendo la gracia que me había sido dada». El ministerio lo «vieron», la gracia la «reconocieron ». ¿Qué se querrá decir con esto? Obviamente, el apóstol está pensando en la gracia de la sabiduría mediante la cual él fue hecho dueño de una elocuencia más vigorosa que los demás, y en el otorgamiento de un poder mediante el cual había hecho milagros entre los gentiles: por esta elocuencia vigorosa y por este poder se reconocía la gracia divina de que era poseedor. Quizás Pablo haya creído necesario mencionar las dos cosas al mismo tiempo?27? para evitar que alguien se hiciera cargo del ministerio de la palabra sin poseer la gracia que es imprescindible para poder desempeñarlo. «Vemos» que a muchos les ha sido encomendado el evangelio y el oficio apostólico; sin embargo, nos es imposible «reconocer» en ellos la gracia; pues ni con sus palabras ni con sus obras la pueden poner de manifiesto.?«Eran considerados como columnas». ¿Por qué, me pregunto yo, no dice Pablo: «Eran columnas»?¿Será que les envidia este alto honor? ¡De ninguna manera! Antes bien, Pablo habla de las cosas tal como? ?son. Pues el ser columna en la iglesia es algo que tiene que ver con el prestigio personal, algo que depende? ?de la apariencia. Y de esto, Dios no «hace acepción». Desde el punto de vista de los hombres y para la? ?opinión humana, esta apariencia hasta podrá ser necesaria, a causa de los que ocupan una posición subordinada; pero la apariencia no es la cosa misma en que uno tenga que depositar su confianza. Es preciso que haya príncipes y reyes; es decir, se los debe considerar como tales, y la opinión pública debe respetarlos como tales; por lo demás, su carácter de altos personajes queda limitado a lo que atañe a este mundo y la vida exterior; en su interior en cambio, que es lo que mira Dios (1 S. 16: 7), cal vez valgan menos que el último esclavo. Así, el obispado, el sacerdocio y cualquier orden y estado de la iglesia son «personas», no la cosa en sí que permanece firme para siempre. Por esto Pablo dice muy adecuadamente que los apóstoles «eran considerados» como columnas: se dirige con ello contra los insensatos (?Gá. 3: 1?) que miran a las personas de la misma manera como si en verdad tuviesen ante sus ojos las coas en sí. El verbo «eran considerados» no debe tomarse por o tanto en el sentido que le damos ahora al decir «considero» cuando se trata de una cosa susceptible de error, o sólo al parecer correcta. Ellos simplemente «eran considerados» como columnas, quiere decir, se los tenía y aceptaba por columnas, y, en efecto lo eran de verdad, hasta donde ello es posible en esta vida, donde todo lo que se presenta a nuestra vista son solamente las «personas» y la faz exterior de las cosas.?También en la frase «para que nosotros a los gentiles, y ellos a la circuncisión»?28? hay una elipsis;?puedes suplir un predicásemos el evangelio» o «fuésemos apóstoles». Poco a poco tendremos que acostumbrarnos a esta particularidad estilística de Pablo. Sin embargo, aquella repartición de los campos de actividad no fue de tal suerte que Pablo haya tenido fue limitarse a enseñar sólo a gentiles, y Pedro sólo a judíos; esto queda descartado ya por las mismas cartas de ambos apóstoles. (Así que tampoco se debe? ?relacionar el adverbio «solamente» (v. 10) con las palabras que le preceden.) Antes bien, que como dice? ?Jerónimo, que a cada pueblo se le envió su apóstol: a los gentiles, al que enseñaba la fe en libertad, sin? ?imponer la carga de la ley; y a los judíos, al que toleraba la ley arraigada en ellos, para poder así fortalecer? ?poco a poco su fe.??Los «pobres», llamados «los pobres entre los santos» en ?Romanos 15? (v. 26), son las personas que? ?por profesar a Cristo habían sido despojadas de sus bienes por los judíos, como escribe el apóstol en su? ?carta a los Hebreos»?29? , o los que habían establecido entre sí una comunidad de bienes, según el informe en ?Hechos 4? (v. 32). O tal vez se trate también de los que habían padecido penurias durante «la gran hambre? ?que sucedió en tiempos de Claudio» mencionada por Lucas en el Libro de los Hechos (11:28). Lo cierto es,? ?en todo caso, que los acontecimientos relatados por Pablo en este capítulo se produjeron en tiempos del? ?emperador Claudio, si llevas bien la cuenta de los años.?30? Por lo demás, puedes desprender de este pasaje? ?que el cuidado de los pobres era la segunda tarea de los apóstoles.?31? Se tiene la impresión de que Pablo? ?agregó lo del cuidado de los pobres a modo de advertencia, como si hubiera previsto lo que ocurriría en lo? ?futuro: que los sucesores de los apóstoles prodigarían sus cuidados a otras cosas y no precisamente a los? ?pobres.?Hay una pregunta que bien puede darnos que pensar: ¿Por qué Pablo se equipara ante todo a Pedro,? ?y no menciona también a los demás apóstoles? A Pedro incluso le atribuye el «apostolado de la circuncisión», otra vez sin hacer mención de los demás. Quizás sea porque a Pedro, como primero entre los apóstoles, los apóstoles falsos le rendían los mayores honores, deshonrando así el evangelio; o quizás, el apóstol quiso dar nuevamente una advertencia contra futuras monstruosidades.?32? ?

Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero