Por lo tanto, sabed que los que se basan en la fe son hijos de Abraham.
3:7 — Sabed, por tanto, que los que son de fe, — Los que son de fe no son los que simplemente están convencidos de que la palabra de Dios es verdad, sino los que son movidos por su fe a obedecer y seguir a Dios.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Sabéis por tanto. Sal 100:3; Luc 21:31; Heb 13:23.
que los que son de fe. Gál 3:26-29; Jua 8:39; Rom 4:11-16, Rom 4:24; Rom 9:7, Rom 9:8.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
los que son de fe espiritualmente son hijos de Abraham, aunque no sean judíos. Son parte del pueblo de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
hijos de Abraham. Los creyentes judíos y gentiles son los verdaderos hijos espirituales de Abraham porque siguen su ejemplo de fe (cp. el v. Gál 3:29; Rom 4:11; Rom 4:16).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:7 — Sabed, por tanto, que los que son de fe, — Los que son de fe no son los que simplemente están convencidos de que la palabra de Dios es verdad, sino los que son movidos por su fe a obedecer y seguir a Dios.
— éstos son hijos de Abraham. — 3:9, 29. No los circuncidados sino las personas que imitan a Abraham, creyendo a Dios y obedeciéndole. En su carta a los romanos Pablo explica que Abraham fue justificado antes de ser circuncidado (Rom 4:10), y que la circuncisión era solamente la señal o «sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso» (ver. 11), para que pudiera ser padre no solamente de los circuncisos (judíos) sino también de los incircuncisos (gentiles) que «siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado» (ver. 12).
¿Era Abraham judío o gentil? Cuando Abraham fue justificado por fe (por creer a Dios y obedecerle) él no era judío sino gentil, como los hermanos gentiles de Galacia. El era tan incircunciso como ellos. Dios le justificó cuando era incircunciso. Dios le llamó cuando era incircunciso. Dios le hizo la promesa cuando era incircunciso, para que — a través de su simiente (Cristo) — pudiera ser el padre de los incircuncisos.
Juan el bautizador dijo a los judíos, «no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras» (Mat 3:9). Cuando los judíos dijeron, «Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie» (Jua 8:33), Jesús les dijo, «Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais» (ver. 39) y luego les dijo, «Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer» (ver. 44).
Por lo tanto, aunque los judaizantes profesaban ser cristianos, en realidad eran «falsos hermanos» (2:4) que querían hacer los deseos del diablo, pervirtiendo el evangelio. No tenían el derecho, pues, de llamarse hijos de Abraham, porque no tenían nada en común con aquel gran hombre.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Según parece, los misioneros que se oponían a Pablo afirmaban que era necesario ser descendiente de Abraham para pertenecer al pueblo de Dios. Esa era la base para exigir la circuncisión a los que creían en Jesús como el Mesías y no eran de origen judío. Por esta razón, Pablo argumenta que se trata de una filiación de fe y no étnica: «Sabed, por tanto, que los que tienen fe, estos son hijos de Abraham» (RV95). La frase es breve, pero contiene ciertos detalles que deben considerarse obtener para una traducción correcta. En realidad, también los opositores de Pablo eran personas de fe, así como los judíos que no creyeron en Jesús como el Mesías sí creían en Dios. Pablo defiende la inclusión de los no judíos en el pueblo de Dios, pero no pone en cuestión que los judíos tengan ya ese privilegio. Por esta razón, deben buscarse traducciones que comuniquen esta visión incluyente: «Los verdaderos descendientes de Abraham son todos los que confían en Dios» (TLA), «los descendientes de Abraham son aquellos que viven por la fe» (NVI).
El texto griego es muy enfático: comienza la oración con un imperativo, “sepan”, y con la partícula ara, que por lo general introduce conclusiones: “Así pues”, “por lo tanto”, “en consecuencia”.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
REFERENCIAS CRUZADAS
l 120 Rom 4:12
m 121 Jua 8:39; Rom 4:16
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
hijos de Abraham. Véase coment. en 3:29.
Fuente: La Biblia de las Américas
7 (1) Las obras de la ley producen discípulos de Moisés ( Jua_9:28), es decir, producen una relación que no tiene absolutamente nada que ver con la vida. La fe en Cristo hace de los creyentes neotestamentarios hijos de Dios, lo cual es una relación exclusivamente de vida. Nosotros, los creyentes neotestamentarios, por nacimiento éramos hijos del Adán caído. Y en Adán, a causa de las transgresiones, estábamos bajo la ley de Moisés. Pero hemos nacido de nuevo como hijos de Abraham y hemos sido librados de la ley de Moisés por la fe en Cristo.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
hijos de Abraham. Los descendientes físicos de Abraham, por la línea de Isaac y de Jacob, son los judíos, pero sus descendientes espirituales son los que creen en Dios para salvación, hombres de fe, en contraste con los hombres de obras o de la circuncisión.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
los de fe… → Rom 4:16.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
T208 Aquí se entiende el genitivo de cualidad: hijos de Abraham.
T260 La frase con artículo, οἱ ἐκ πίστεως significa: los que comparten la fe de Abraham.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
g Rom 4:16.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
?V. 7:? ?Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.?Vosotros «sabéis», pues, por el pasaje bíblico que se acaba ?‘e citar (?Gn. 15: 6?), que los hijos de? ?Abraham no son los que proceden de su linaje, o los «de la circuncisión». En Romanos (v. 11) se constata: «Y recibió ( la circuncisión como señal como) el sello de la justicia de la fe que tuvo vuestro padre Mando? ?aún incircunciso, para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe, les sea contada por justicia»; y en el cap. 9 (v. 7 y sigte.) leemos: «En Isaac te será llamada descendencia» (?Gn. 21: 12?); pero es: no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios; antes bien, solamente los que son hijos según la promesa son contados como descendientes. Este pasaje te demuestra con cuánta atención y cuidado quiere el apóstol que se lea la Escritura. En efecto: ¿quién habría extraído del texto el Génesis esta argumentación: que Abraham era creyente y antes de ser circuncidado; que obtuvo a su hijo Isaac sólo a causa de la promesa; que esto significa: así como Isaac fue obtenido y llamado descendiente de Abraham por la fe con que éste creyó en la promesa de Dios, así ningún otro es hijo o descendiente de Abraham, sino aquél que fue prometido por Dios y obtenido mediante la fe; y que ya tanto tiempo atrás había quedado anonadada la jactancia de los judíos con que se gloriaban de ser descendientes carnales de los padres??Con esto, creo, queda suficientemente aclarado el giro «ser de la fe, ser de la carne»: de la fe son los? ?que creen; en cambio, los que andan con obras son de las obras de la ley, como dice más adelante (v. 10). Del mismo género son también las expresiones «ser de la ley, ser de la circuncisión» y otras similares que? ?Pablo suele emplear. Sin embargo, el apóstol no se sujeta a las reglas del razonamiento dialéctico; pues dice que el? ?Espíritu fue suministrado y las maravillas fueron hechas por el oír con fe, y esto lo prueba basándose en el? ?hecho de que ésta fue la manera como a Abraham le fue contada la fe por justicia. Entonces: ¿el que «la fe le sea contada a uno por justicia» (v. 6) acaso no viene a ser lo mismo que? ?«recibir el Espíritu» (v. 5) Por lo tanto: o el apóstol no prueba nada con su argumentación, o «recibir el? ?Espíritu» y «ser contado por justicia» ser lo mismo. Y lo es, sin duda alguna; por eso el apóstol lo trae? ?también a colación: para desbaratar la creencia de que el divino «contar por justicia» es algo que ocurre? ?sólo en el interior de Dios, sin producir efecto alguno fuera de él –como que hay personas según cuyo? ?criterio la palabra «gracia» significa en el lenguaje paulino una disposición favorable más bien que un don.?Pero si Dios tiene para con nosotros una disposición favorable y cuenta la fe por justicia, recibimos real y? ?verdaderamente el Espíritu, como don y como gracia; de no ser así, la «gracia» se reduce a algo que existió? ?desde la eternidad, algo que permanece en el interior mismo de Dios -si es que «gracia» no significa más? ?que disposición favorable en el sentido en que se habla de disposición favorable entre los hombres. Pues? ?así como Dios ama de hecho, y no solamente de palabra, así él se muestra también «dispuesto favorablemente» en la realidad del presente, no con la mera palabra.?Tampoco parece ser una manera lógica de argumentar cuando Pablo dice: «Abraham creyó (v. 6) ;? ?por ende, los que son de fe, son hijos de Abraham (v. 7) «. Con la misma lógica podrías argüir: «Abraham? ?engendró un hijo con su mujer, comió, o hizo alguna otra cosa; luego, el que hace lo mismo, es hijo de? ?Abraham». A1 fin de cuentas, hasta los judíos hallarían en el razonamiento de Pablo un apoyo para su? ?aserción: «Abraham fue circuncidado; por lo tanto, los circuncidados son hijos suyos». Pero el apóstol se? ?refiere a Abraham en cuanto que éste por su fe obtuvo a Isaac, ese solo hijo que le fue prometido como? ?descendencia. Pues cuando Abraham engendró a Ismael (?Gn. 16:1? y sigtes.), no se hizo ninguna mención? ?honrosa en cuanto a su fe; pero cuando recibió a su hijo verdadero y descendiente legítimo, fue «puesto por? ?padre de la fe y padre de muchas gentes» (?Ro. 4: 11? y 17) . Por esto, Isaac es no tanto un hijo según la carne, sino un hijo de la fe (?Ro. 9: 8?). La carne de Abraham fue impotente para engendrarlo, pero su fe lo engendró, si bien valiéndose de su carne. Por esta razón, más que hijo de Abraham, Isaac es hijo del que creyó en la promesa de Dios. He aquí el motivo de por qué el Génesis gasta tantas palabras en describir la promesa de la descendencia y la fe de Abraham en esta promesa y el hecho de que la descendencia así prometida y creída llevaría su nombre de Isaac:?32? con todo esto se quiere demostrar que los hijos de Abraham no son los que le nacieron de la carne, sino los que le nacieron de la fe. Por esto Pablo amplía ahora lo que ya había indicado en forma más breve, a saber, cómo es que los hijos de Abraham son «los que son de fe»: lo son a causa de la promesa. Esta promesa empero no se hizo extensiva a Ismael; por lo tanto, éste tampoco fue reconocido como descendencia de Abraham.?