Comentario de Gálatas 4:9 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

En cambio, ahora que habéis conocido a Dios, o mejor dicho, ya que habéis sido conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres principios elementales? ¿Queréis volver a servirlos otra vez?

4:9

— mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, — «Conoce el Señor a los que son suyos» (2Ti 2:19). En el Día Final Jesús dirá a algunos, «Nunca os conocí» (Mat 7:23), es decir, nunca los aprobó.

— ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles (sin poder espiritual; la ley era solamente figura o sombra, Heb 8:5; Heb 9:9) y pobres (no ofrecían «riquezas inescrutables» como las del evangelio) rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? — Querían abandonar el yugo fácil de Cristo y volver a las cadenas de esclavitud de su vida pasada, a «las ordenanzas para el cuerpo» (Heb 9:10, LBLA) que estaban en vigor antes de llegar la verdad del evangelio. Es importante recordar que la ley de Moisés

— con sus muchísimos estatutos, mandamientos, y ordenanzas — era una ley divina y, por lo tanto, muy buena, pero su propósito era llevar al pueblo de Israel a Cristo. Después de la venida de Cristo, el sistema mosaico ya no era más que ritos vacíos, semejante a cualquier sistema religioso que no sirve. Por medio de observar la ley de Moisés durante unos 1.500 años, los israelitas (y prosélitos) podían acercarse a Dios, pero cuando Cristo vino, esa ley quedó clavada a la cruz (Col 2:14) y nadie podía acercarse a Dios por medio de ella. Por el contrario, el guardarla impidió (e impide) ese propósito. Jesús dice, «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí» (Jua 14:6).

«La meticulosa observancia de los fariseos era conocida a fondo por Pablo. Y le dolía en lo más hondo ver, después de su propia liberación tan llena de misericordia, que estos cristianos gentiles eran en cambio arrastrados a la telaraña de los cristianos judaizantes, siendo que habían sido liberados, vueltos a esclavizar ahora» (Robertson).

Es muy importante recordar y recalcar en la predicación que el evangelio de Cristo es el único «yugo fácil» (bien acomodado) y que todo sistema religioso humano (judío, católico, protestante o pagano) es un sistema de esclavitud, porque sus feligreses se sujetan a los mandamientos de los hombres. Hay millones que son esclavos del clero romano, de la llamada «torre de vigía», de pastores pentecostales y de otras sectas cuyos dirigentes son pequeños dictadores que tienen la misma ambición de los judaizantes, la de esclavizar. Los esclavos de éstos deben estudiar con mucha atención esta carta a los gálatas. Cristo les ofrece la libertad.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

mas ahora, conocido a dios. 1Re 8:43; 1Cr 28:9; Sal 9:10; Pro 2:5; Jer 31:34; Hab 2:14; Mat 11:27; Jua 17:3; 1Co 15:34; 2Co 4:6; Efe 1:17; 2Pe 2:20; 1Jn 2:3, 1Jn 2:4; 1Jn 5:20.

o ms bien, siendo conocidos. Éxo 33:17; Sal 1:6; Jua 10:14, Jua 10:27; Rom 8:29; 1Co 8:3; 1Co 13:12; 2Ti 2:19.

cómo es que os volvéis. Gál 3:3; Rom 8:3; Col 2:20-23; Heb 7:18.

de nuevo a los débiles. Heb 10:38, Heb 10:39.

y pobres rudimentos. Gál 4:3.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

conocidos por Dios. Podemos conocer a Dios solo porque Él nos conoció primero, así como lo escogimos solo porque Él nos eligió primero (Jua 6:44; Jua 15:16), y lo amamos solo porque Él nos amó primero (1Jn 4:19). os volvéis de nuevo. Vea las notas sobre Gál 3:1-3. débiles y pobres rudimentos … volver a esclavizar. Vea la nota sobre el v.Gál 4:3.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:9 — mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, — «Conoce el Señor a los que son suyos» (2Ti 2:19). En el Día Final Jesús dirá a algunos, «Nunca os conocí» (Mat 7:23), es decir, nunca los aprobó.
— ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles (sin poder espiritual; la ley era solamente figura o sombra, Heb 8:5; Heb 9:9) y pobres (no ofrecían «riquezas inescrutables» como las del evangelio) rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? — Querían abandonar el yugo fácil de Cristo y volver a las cadenas de esclavitud de su vida pasada, a «las ordenanzas para el cuerpo» (Heb 9:10, LBLA) que estaban en vigor antes de llegar la verdad del evangelio. Es importante recordar que la ley de Moisés — con sus muchísimos estatutos, mandamientos, y ordenanzas — era una ley divina y, por lo tanto, muy buena, pero su propósito era llevar al pueblo de Israel a Cristo. Después de la venida de Cristo, el sistema mosaico ya no era más que ritos vacíos, semejante a cualquier sistema religioso que no sirve. Por medio de observar la ley de Moisés durante unos 1.500 años, los israelitas (y prosélitos) podían acercarse a Dios, pero cuando Cristo vino, esa ley quedó clavada a la cruz (Col 2:14) y nadie podía acercarse a Dios por medio de ella. Por el contrario, el guardarla impidió (e impide) ese propósito. Jesús dice, «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí» (Jua 14:6).
«La meticulosa observancia de los fariseos era conocida a fondo por Pablo. Y le dolía en lo más hondo ver, después de su propia liberación tan llena de misericordia, que estos cristianos gentiles eran en cambio arrastrados a la telaraña de los cristianos judaizantes, siendo que habían sido liberados, vueltos a esclavizar ahora» (Robertson).
Es muy importante recordar y recalcar en la predicación que el evangelio de Cristo es el único «yugo fácil» (bien acomodado) y que todo sistema religioso humano (judío, católico, protestante o pagano) es un sistema de esclavitud, porque sus feligreses se sujetan a los mandamientos de los hombres. Hay millones que son esclavos del clero romano, de la llamada «torre de vigía», de pastores pentecostales y de otras sectas cuyos dirigentes son pequeños dictadores que tienen la misma ambición de los judaizantes, la de esclavizar. Los esclavos de éstos deben estudiar con mucha atención esta carta a los gálatas. Cristo les ofrece la libertad.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Pablo utiliza sus recursos retóricos para comunicar su sorprendida frustración. Pablo escribe un ahora en oposición a un “entonces” o “antes” o en otro tiempo (v. Gál 4:8) en la vida de los gálatas. Este ahora es el tiempo de la llegada de la fe, que permite acceder a un conocimiento muy cercano y personal de Dios: Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios. La expresión “pero ahora” relaciona este versículo con el argumento previo, además de enfatizar el fuerte contraste que existe entre el estado de ignorancia de los gálatas antes de conocer a Cristo y su actual estado de conocimiento. Aquí el verbo “conocer” no es usado en el sentido general de “saber” o “adquirir conocimiento acerca de alguien”, sino en el sentido bíblico de “experimentar” o “conocer interiormente”. La palabra usada para referirse al “conocimiento” es diferente en los versículos Gál 4:8 y Gál 4:9. Aquí se trata de un conocimiento profundo, como el que se da entre Dios y el ser humano, o en la relación de pareja. Algunas versiones traducen con el verbo “reconocer” (BP, NBE, Vidal: 101).

Pablo es enfático en su intento de dejar claro que la nueva relación de los gálatas con Dios no es por méritos propios. En efecto, Pablo agrega la frase o más bien, siendo conocidos por Dios, “o mejor, que él os ha reconocido como suyos” (Vidal: 101). El énfasis es que la reconciliación con Dios es resultado de la iniciativa divina. Dios se ha acercado a los gálatas, pero ahora los gálatas se están alejando de Dios. Según Pablo, intentar acercarse a Dios por el cumplimiento de las instrucciones de la ley es “volverse atrás, hasta el principio”, hasta ese estado que él ya describió como esclavitud.

Es necesario traducir el plural stoijeia de la misma manera que en el versículo Gál 4:3, pues se trata de la misma palabra. En esta ocasión, dicha palabra está calificada con dos adjetivos muy fuertes que significan, literalmente, “débiles” o “enfermizos”, y “paupérrimos”. Las versiones traducen estos adjetivos como débiles y pobres, «débiles e indigentes» (BP), «insignificantes y miserables» (BA), «sin fuerza ni valor» (BJ), «sin eficacia ni contenido» (NBE), “impotentes y miserables” (Vidal: 101), “ineficaces y sin valor”. La traducción debe usar en cada región lingüística los adjetivos que correspondan a este sentido.

TLA divide la larga oración del texto griego en varias frases pequeñas, con lo que gana mucha fuerza comunicativa: «Pero ahora conocen a Dios. Mejor dicho, Dios los conoce a ustedes. Por eso no puedo entender por qué se dejan dominar de nuevo por esos dioses falsos. ¡Si no tienen poder, ni valen nada!» Otra manera de comunicar esto en un lenguaje sencillo y cercano al habla popular es la siguiente: “Ustedes ya están al día con Dios porque él les ha hecho el favor de aceptarlos como suyos. Por eso, no me cabe en la cabeza que ahora ustedes vuelvan a vivir pendientes de sus antiguos ídolos y supersticiones. ¡Si no tienen sentido ni sirven para nada!”

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

— realidades mundanas: Ver nota a Gál 4:3.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

1Co 8:3.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

o 189 1Co 8:3

p 190 Rom 8:3; Heb 7:18

q 191 Col 2:20

r 192 2Co 11:20

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

9 (1) Lit., poner en servicio como esclavos.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

os volvéis de nuevo… Redundancia idiomática para enfatizar el error de los gálatas; rudimentos… Gr. stoijeíon. Aquí se refiere a los principios básicos de la ley → §253.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R879 El tiempo presente de ἐπιστρέφετε representa un sentido descriptivo: cómo pueden volverse.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, que habéis llegado a conocer

O, que habéis llegado a ser

O, sin valor

O, enseñanzas, o, principios rudimentarios

Fuente: La Biblia de las Américas

Aquí prob. significa los principios básicos de la ley. g Heb 5:12.

4.9 La expresión volver a esclavizar de nuevo es una de las redundancias propias del original griego, que tiene el propósito de enfatizar la acción errónea de los gálatas.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

?V. 9:? ?Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y mezquinos elementos, a los cuales os queréis volver a esclavizar???No sabría decir si en este texto, el apóstol toma como punto de partida la ingratitud de los Gálatas, o si emplea un argumento que de lo menor infiere lo mayor. Ensayemos las dos posibilidades. La inferencia desde lo menor a lo mayor nos daría el siguiente cuadro: «Si cuando desconociendo aun al Dios verdadero servíais a dioses falsos, no os volváis a los débiles elementos, ¿cómo es que os volvéis a ellos ahora, conociendo ya a Dios? Y eso que en aquel entonces, según parece, estos elementos os hacían más falta que ahora, ya que el judaísmo sobrepasaba en mucho al paganismo; en cambio ahora habéis sido elevados a un nivel incomparablemente superior al del propio judaísmo, de modo que ya no tenéis ninguna necesidad de tales elementos». Suponiendo que Pablo parta de la ingratitud, el razonamiento seria: «Recordaréis cuán execrable era la idolatría con que servíais a los dioses inmundos, y cómo habéis sido llamados ahora al servicio del Dios verdadero por la misericordia divina. ¿No os sentís avergonzados, entonces, por esa increíble ingratitud con que volvéis las espaldas al Dios que os llamó de tan grandes males a tan grandes beneficios?» Podría ser también que el apóstol haya pensado en ambas argumentaciones a la vez, como es su costumbre.?En opinión de San Agustín, las palabras «o más bien, siendo conocidos por Dios» fueron puestas a modo de explicación para los débiles; porque podría haberse dado el caso de que algunas personas indoctas tomaran el «conocimiento de Dios» mediante el cual, como dice Pablo, ellos «habían conocido a Dios», como un «conocer cara a cara» (?1 Co. 13:12?), formándose así una idea equivocada de lo que el apóstol quería decirles; de ahí la aclaración, agregada por éste a sus propias palabras, de que los Gálatas, más que «conocedores de Dios», fueron «conocidos por Dios».?27? Con todo, bajo estas palabras tan sencillas se oculta en verdad aquella sublime cognición de que nuestro actuar es, de hecho, un dejar que Dios opere en nosotros, tal como lo podemos observar en la herramienta de un artífice, la cual, más que moverse ella misma, es movida por la mano del maestro. Esto lo dice también Isaías, cap. 26 (v. 12): «Tu, oh Señor, hiciste en nosotros todas nuestras obras». Así, nuestro conocer es un ser conocido por Dios, el cual también obró en nosotros este mismo conocer (recuérdese: Pablo está hablando de la fe); por eso él nos conoció primero. Es una señal de la destreza de Pablo el haber escogido justamente esta formulación para hacer frente a quienes ya hablan comenzado a apoyarse en su propia justicia, como si quisieran adelantarse a Dios con sus obras personales y tener preparada para Dios una justicia que, de hecho, debían haber aceptado de las manos de él. Esta locura es característica de todos los que tratan de fabricarse una justicia a base de la observancia de leyes y ceremonias. Mas con esta declaración suya, el apóstol alude al mismo tiempo, en forma velada, a la predestinación, así como en una oportunidad anterior la toca brevemente para luego pasar a otro tema. En efecto: los gálatas «son conocidos» por Dios, no porque ellos conozcan a Dios, sino al contrario: ellos conocen a Dios porque son conocidos por Dios, de modo que todo lo bueno y toda gloria por lo bueno depende «no del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia» (?Ro. 9:16?). Lo mismo vale también respecto de la fe y respecto del Espíritu.?¡Fíjate en el peso de las palabras «a los elementos», y en la fina manera de expresar con ellas una degradación!?28? «A los elementos» esto quiere decir a la letra y al símbolo exterior que representa las cosa; ¡y los gálatas se imaginaban que se habían vuelto a la cosa misma! Elementos «débiles» además, ya que la ley fue totalmente incapaz de ayudarles a alcanzar la justicia, sino que antes bien incrementaba el pecado.??Y más aun: elementos «mezquinos», vacíos, porque la ley no sólo es incapaz de adelantaros un solo paso, sino que es incapaz también de conservaros y apoyaros en el estado en que os halláis; al contrario, inevitablemente empeoraréis si os confiáis a ella. La gracia de la fe en Cristo en cambio es poderosa no sólo para guardaros (?Jud. 24?) Si no también para llevaros a la perfección. Los que son los «elementos», y por qué lo son, ya se dijo en párrafos anteriores.?29? Ya ves, por lo tanto, con cuánto desprecio el apóstol Pablo habla de la ley en oposición a los grandilocuentes apóstoles falsos.?30? A esta altura, San Jerónimo plantea la pregunta: «¿Conocieron Moisés y los profetas a Dios, y en consecuencia no guardaron la ley, o guardaron ellos la ley y en consecuencia no conocieron a Dios?»,?31? porque es un hecho que Pablo presenta estas dos actitudes como opuestas la una a la otra, y es peligroso atribuir a los profetas ya sea la una o la otra. Pero el apóstol resuelve el problema con una sola palabra al decir: «a los cuales os queréis volver a esclavizar». El observar los preceptos de la ley no tiene nada de malo; servir a los preceptos de la ley, esto es lo malo. Les sirve empero, como ya se dijo repetidas veces, el que los cumple compelido por el temor a las amenazas, como si se tratara de cosas necesarias para ganarse la justificación. En cambio, cuando dichos preceptos son observados espontáneamente, no causan ningún daño. De esta manera los observaron los profetas, no con la intención de obtener justicia, sino para practicar el amor a Dios y al prójimo; pues ellos mismos obtuvieron la justificación por medio de la fe.?

Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero