Sabéis que fue a causa de una debilidad física que os anuncié el evangelio la primera vez;
4:13 — Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; — Puesto que los hermanos gálatas cometían un error grave, Pablo les recuerda su nobleza cuando por primera vez oyeron el evangelio. Esto parece indicar que en esa ocasión Pablo no había pensado llegar con ellos (o no pensaba detenerse mucho con ellos). Ha habido mucha especulación acerca de la enfermedad de Pablo, y si esta enfermedad fue «el aguijón» en su carne (2Co 12:7), pero la Biblia no dice y la especulación no edifica.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
a cause de una enfermedad. 1Co 2:3; 2Co 10:10; 2Co 11:6, 2Co 11:30; 2Co 12:7-10; 2Co 13:4.
os anuncié el evangelio al principio. Gál 1:6; Hch 16:6.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Pablo describe la intimidad y comprensión que hubo entre él y los gálatas cuando inicialmente les anunció el evangelio. Recuerda cómo los gálatas lo cuidaron en su enfermedad, tratándolo como a un ángel, o como a Cristo mismo. La enfermedad del cuerpo de Pablo pudo contraerla en la ruta a Galacia, una consecuencia de su deslumbramiento (ceguera) en el camino a Damasco (Hch 9:3, Hch 9:8) o una consecuencia de ser apedreado (Hch 14:19). Algunos sugieren que Pablo era prácticamente ciego. Esto explicaría la referencia a vuestros propios ojos, así como el tamaño de la escritura de Pablo, el que se indica en (Gál 6:11). Esto podría ser la debilidad que Pablo menciona en su carta a los corintios. Pablo repetidamente pidió a Dios que lo sanara, pero Dios rehusó curarlo porque su debilidad demuestra el poder de Dios (2Co 12:7-10).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
UNA ENFERMEDAD. Esa enfermedad pudo haber sido una deficiencia visual (v. Gál 4:15), malaria, «un aguijón en mi carne» (2Co 12:7) o una incapacidad física como consecuencia de ser apedreado. Lo cierto es que parece que era un malestar físico. Los creyentes fieles que hacen la voluntad del Señor y permanecen activos en el servicio cristiano no están inmunes a la mala salud, los dolores corporales ni las debilidades.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
enfermedad del cuerpo. Algunos creen que la enfermedad a la que Pablo hizo referencia era la malaria, y que pudo haberla contraído en las costas malsanas de Panfilia. Eso podría explicar por qué Pablo y Bernabé no predicaron en Perge, una ciudad en Panfilia (cp. Hch 13:13-14). El clima más fresco y saludable en Galacia, sobre todo en Antioquía de Pisidia (a unos 1.100 m sobre el nivel del mar) a donde Pablo se dirigió Pablo al salir de Perge, debieron traer algún alivio a la fiebre causada por la malaria. Aunque la malaria es una enfermedad seria que debilita en gran medida, sus ataques no son continuos. Pablo pudo haber ministrado en los intervalos de descanso de la fiebre.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
4:13 — Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; — Puesto que los hermanos gálatas cometían un error grave, Pablo les recuerda su nobleza cuando por primera vez oyeron el evangelio. Esto parece indicar que en esa ocasión Pablo no había pensado llegar con ellos (o no pensaba detenerse mucho con ellos). Ha habido mucha especulación acerca de la enfermedad de Pablo, y si esta enfermedad fue «el aguijón» en su carne (2Co 12:7), pero la Biblia no dice y la especulación no edifica.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Pablo continúa apelando a su buena relación con los gálatas, una relación que él espera restablecer. El inicio de la oración con vosotros sabéis implica que la circunstancia que permitió la predicación del apóstol en Galacia es de conocimiento general entre los hermanos y hermanas. Algunas versiones comunican esto bien: «Como ya saben» (DHH96), «pero bien sabéis» (BJ), “bien recordáis” (Vidal: 103). Aún más específico es lo siguiente: “Seguro lo tienen muy fresco en la memoria”, o “es del conocimiento de todos ustedes”.
La palabra griega que se usa aquí significa tanto “primera vez” como “anterior”, lo cual no deja claro cuántas veces visitó Pablo las comunidades de Galacia. Aquí parece referirse al primer encuentro del apóstol con los gálatas.
Pablo utiliza dos verbos muy fuertes para indicar la actitud de rechazo que era de esperar que tuvieran los gálatas ante su estado físico. El primero significa “despreciar”, “tener por nada”, y el segundo, literalmente, “escupir”, pero en este contexto se refiere a un gesto ritual que se usaba como forma de alejar los malos espíritus y las desgracias. En muchas regiones del mundo, incluyendo algunas de América Latina, el acto de escupir delante de una persona, o peor aún, hacerlo directamente sobre ella, sigue siendo un gesto extremo de humillación y desprecio. Las versiones intentan comunicar la fuerza de estos verbos: No me despreciasteis ni desechasteis, «no me despreciaron ni me rechazaron» (DHH96), «no me mostrasteis desprecio ni repulsa» (BJ), «no me trataron con desprecio ni desdén» (NVI), «no me despreciasteis ni me hicisteis ningún desaire» (NBE), «vencisteis la tentación de despreciarme o evitar mi contagio» (BP).
Para Pablo lo más importante es que los gálatas no sólo vencieron la tentación, sino que también reconocieron en el enfermo al mensajero de la salvación. El adversativo griego usado aquí (“en lugar de ello”, “más bien”) marca un fuerte contraste entre la manera de recibir los gálatas a Pablo la primera vez y el tratamiento actual: Antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. En Pablo el término ángel, que también significa “mensajero”, siempre se refiere a un mensajero del cielo, a un ser celestial.
El verbo griego que generalmente se traduce como “recibir” u “hospedar” expresa la idea de bienvenida afectuosa mejor que otros verbos más comunes usados por Pablo. Varias versiones reflejan bien el sentido de este verbo: «Sino que me recibieron como si fuera un mensajero de Dios, como si del mismo Cristo se tratara» (BA), «al contrario, me recibieron como a un ángel de Dios, ¡como si se tratara del mismo Cristo Jesús!» (DHH96), «al contrario, me recibieron en sus hogares como si yo fuera un ángel de Dios, ¡o Jesucristo mismo!» (TLA).
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
— una enfermedad: Se desconoce la naturaleza concreta de esta enfermedad. El contexto insinúa una enfermedad con manifestaciones externas de aspecto desagradable: úlceras, llagas supurantes, etc. Tampoco existen sólidos puntos de apoyo para relacionar este pasaje con 2Co 12:7-9 (ver nota a ese texto).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
y 199 Hch 16:6
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
enfermedad física. Es imposible establecer con certeza el mal que Pablo sufría (2 Co 12:7– 8; 1 Ts 3:3– 4). Pero Pablo indica que predicó a los gálatas por primera vez a causa de una enfermedad que lo detuvo en esa región.
Fuente: La Biblia de las Américas
13 super (1) En su primer viaje ministerial, Pablo tuvo que quedarse en Galacia a causa de una debilidad física. Mientras estaba allí, predicaba el evangelio a los gálatas.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
la Buena Noticia… O el Evangelio…
Fuente: Biblia Textual IV Edición
TGr90 Lo más probable es que el adjetivo comparativo τὸ πρότερον haya sido usado por el apóstol en grado superlativo y no como un verdadero comparativo; así que significa: originalmente, en el mismo principio (pero es posible el sentido de verdadero comparativo: la primera vez -T30; éste significa: anteriormente; -M98). [Editor. Parece que τὸ πρότερον tiene un sentido adverbial: anteriormente; comp. 1Ti 1:13 .]
M106 La frase prepositiva con διά significa: a causa de una enfermedad.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., debilidad de la carne
O, la vez anterior
Fuente: La Biblia de las Américas
?V. 13, 14:? Pues vosotros sabéis que a causa de la debilidad de la carne os anuncié el evangelio al principio; y lo que pudo ser una prueba (?Lat.? tentatio) para vosotros en mi carne, no lo despreciasteis ni desechasteis, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.?Esta «debilidad de la carne», San Jerónimo la relaciona con los gálatas, como con gente cuya debilidad y ánimo aún muy carnal había impedido a Pablo predicarles las cosas espirituales.?53? Es una interpretación que no puedo aprobar. Antes bien, se trata de un modo de hablar común en Pablo con que él expresa lo endeble de su condición. Pues la «debilidad» de que habla era esa impotencia a causa de la cual los apóstoles eran considerados totalmente incapaces e insignificantes, pobres como eran, despreciados, sujetos además a múltiples persecuciones, y, como lo expresa Pablo al escribir a los corintios (?1 Co. 4:9?), «los últimos de todos» según la carne y a los ojos de los hombres. Y no obstante, en esa su debilidad obraban milagros y superaban a todo el mundo por el vigor de su prédica y su obra. Así que la definición «de la carne» no debe relacionarse ni con el apóstol ni con los gálatas, sino que debe ser tomada en un sentido absoluto, así como la usa aquí el apóstol, y puesta en contraste con el espíritu. Así ocurre también en ?Romanos 1? (v. 3, 4): «El cual fue hecho del linaje de David según la carne, y fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad», etc., y en ?1 Pedro 3? (v. 18): «Cristo a la verdad fue muerto en la carne pero vivificado en espíritu». En forma análoga se entiende también en este texto la «debilidad de la carne», a saber, la incapacidad que existe conforme a la carne, si no echas de ver la fuerza que existe en el espíritu.??Que esta «debilidad» empero tiene realmente el significado que acabo de señalar, surge con toda claridad de 2 Corintios capítulos 11 y 12, donde Pablo reseña todo lo que habla hecho Y padecido. «De buena gana», dice allí (?2 Co. 12:9?), «me gloriaré en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo», y «su poder se perfecciona en la debilidad»; además (v. 10): «cuando soy débil, entonces soy fuerte». Constituye pues una eximía gloria de los gálatas el no haberse sentido ofendidos por tales cosas ofensivas, a diferencia de todos los demás, que se escandalizaron con ellas y se rieron de los apóstoles, ya sea por la debilidad de la carne, ya sea por la necedad del mensaje de la cruz, en el que se enseñaba que hay una vida futura, y que deben desdeñarse todas las cosas del presente. ¡Y precisamente en éstas se basan los hombres al jactarse de sus propias fuerzas! No así los gálatas; al contrario: ellos recibieron a Pablo «como a un ángel, como a Cristo mismo», sin duda con la mayor reverencia y humildad. Acerca de las «pruebas para los gálatas», San Jerónimo da diversas interpretaciones, de las cuales, a mi juicio, la ultima es la correcta: «Se trata de los ultrajes, las persecuciones y tribulaciones similares que los gálatas habían visto padecer a Pablo en su carne, y que todavía padecía, de parte de los judíos particularmente y también de parte de los gentiles, a causa de su predicación de Cristo. Estas persecuciones etc. las padeció ‘en su carne’, es decir, ante los hombres (pues en el espíritu, ‘Dios siempre se mostraba victorioso en él por medio de Cristo’, como el apóstol afirma en otra parte?54? ) Para los gálatas, todo esto no fue motivo para despreciar a Pablo ni para desecharlo, a pesar de que constituía para ellos una tentación sumamente fuerte de abandonar la palabra de la fe por temor a aquellos peligros». Pues también hoy día esta tentación hace caer muy pronto a muchos, cuando ven a personas que por la verdad de Dios son víctimas de padecimientos y aflicciones. En cambio, a los gálatas de aquel entonces, esta tentación no los hizo flaquear en lo más mínimo, a pesar de que veían cómo el apóstol era afligido por todo esto. Como señal de virtud verdaderamente apostólica es elogiado por Pablo el comportamiento de los gálatas quienes haciendo caso omiso de todo y rechazando victoriosos la tentación aquella, recibieron al apóstol como a Cristo. ¿No te parece que lo hicieron a riesgo de su vida y todos sus bienes? ¿No te parece que a causa de Pablo, ellos derivaron hacia sí mismos la violencia y la ira de todos los adversarios de Pablo? No pudieron recibir a Pablo sin provocar a quienes lo perseguían; más aun: los exasperaron tanto más por cuanto no sólo recibieron a Pablo, sino que lo recibieron como a un ángel, como a Cristo, es decir, con la mayor reverencia U este mismo Pablo al cual los adversarios cubrieron de afrentas y buscaron matar como al peor de todos los hombres.??A base de este pasaje, San Jerónimo dirige una advertencia a los obispos. «Aprendan ellos del apóstol», dice, «el cual llama ‘hermanos’ a los gálatas sumidos en el error y en la ignorancia; aprendan de aquel que tras la increpación pronuncia las conciliadoras palabras: ‘Os ruego’. Lo que les ruega es que ‘sean imitadores de él, así como él es imitador de Cristo’ (?1 Co. 11:1?). Esto abate el orgullo de los obispos, los cuales, como si estuviesen colocados en una alta atalaya, apenas se rebajan a mirar a los mortales y a dirigir una palabra a sus consiervos (?Mt. 18:28-32?).»??Cité estas palabras porque en nuestro siglo es considerado un milagro, e incluso algo peor que la impiedad, si uno siquiera menciona los vicios de los obispos. Quién sabe qué cosas más habría dicho Jerónimo si hubiese visto cómo una buena parte de los obispos de nuestros días sobrepasan en fastuosidad a los reyes y príncipes, y cómo por otra parte, en lo que a vida cristiana o conocimiento de Cristo se refiere, no están a la par ni de un hombre sin letras o una pobre mujer. Pablo en cambio se acuerda muy bien de lo que habla escrito a Timoteo: «Redarguye, ruega, reprende, insta a tiempo y fuera de tiempo, con toda paciencia» etc. (?2 Ti. 4:2?). La misma enseñanza la repite en la presente carta también con su ejemplo personal: No lanza excomuniones sobre los gálatas, no grita «¡A la hoguera con ellos!», no los declara rotundamente herejes, no agrava más y más su situación, sino que lanza sobre ellos el fuego del amor y el ardor de su corazón. Y así lo hace porque su afán era matar no a los hombres mismos sino los vicios y errores de los hombres. Pablo no sabe de los rayos de una sentencia judicial;?55? sólo sabe del rayo de la palabra de Dios y del trueno del evangelio como único medio con que los pecadores son muertos (con respecto al pecado, ?Ro. 6:11?) y vivificados.?
Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero
§ Parece ser que como Pablo estaba retrasado por su enfermedad, tuvo la oportunidad de compartir la buena noticia con los gálatas.