¿Dónde está, pues, vuestra bienaventuranza? Porque os doy testimonio de que si hubiera sido posible, os habríais sacado vuestros ojos para dármelos.
4:15 — ¿Dónde, pues, está esa satisfacción (sentido de bendición, LBLA) que experimentabais (lit., la felicitación de vosotros, LBLA margen)? — Los gálatas se consideraban a sí mismos dichosos por haber aceptado el evangelio predicado por Pablo. Les dio muchas bendiciones y, por eso, mucha satisfacción. Les trajo mucha felicidad. Pero, ¿era genuina o fingida esa satisfacción? ¿Era una bendición superficial y pasajera? ¿Era pura espuma todas sus expresiones de gozo y felicidad? Si la llegada del evangelio les trajo tanta felicidad, ¿por qué la rechazaron? Si en verdad la llegada de Pablo les bendecía tanto, ¿Sería placentera otra visita de Pablo? ¿Tenían ganas de recibirlo otra vez? (¿Qué pasa cuando alguno es bautizado? Hay felicitación, hay mucho gozo, aun lágrimas. Pero ¿todavía habrá felicitaciones y gozo unos meses o años después?) — Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos. — Esta es una metáfora o expresión proverbial de gran afecto y sacrificio que expresaba la deuda personal a un benefactor, porque los ojos se consideran los miembros más preciosos del cuerpo. Dios guardó a Jacob «como a la niña de su ojo» (Deu 32:10; véanse también Sal 78:18; Pro 7:2). «Si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti» (Mat 5:29).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
esa satisfacción, o aquel sentido de bendición. Gál 3:14; Gál 5:22; Gál 6:4; Luc 8:13; Rom 4:6-9; Rom 5:2; Rom 15:13.
os doy testimonio. Rom 10:2; 2Co 8:3; Col 4:13.
si hubiéseis podido. Gál 4:19; Rom 9:3; 1Ts 2:8; 1Ts 5:13; 1Jn 3:16-18.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
satisfacción que experimentabais. «Satisfacción» también puede traducirse «bendición» o «felicidad». Pablo señala que los gálatas habían estado felices y contentos con su predicación del evangelio (cp. Hch 13:48) y se extraña de que se hubieran puesto en su contra. sacado vuestros propios ojos. Este puede ser lenguaje figurado (cp. Mat 5:29; Mat 18:9), o una indicación de que la enfermedad corporal de Pablo (vea la nota sobre el v.Gál 4:13) había afectado de alguna manera su vista (cp. Gál 6:11). En cualquier caso, refleja el gran amor que los gálatas habían expresado hacia el apóstol en un comienzo.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
4:15 — ¿Dónde, pues, está esa satisfacción (sentido de bendición, LBLA) que experimentabais (lit., la felicitación de vosotros, LBLA margen)? — Los gálatas se consideraban a sí mismos dichosos por haber aceptado el evangelio predicado por Pablo. Les dio muchas bendiciones y, por eso, mucha satisfacción. Les trajo mucha felicidad. Pero, ¿era genuina o fingida esa satisfacción? ¿Era una bendición superficial y pasajera? ¿Era pura espuma todas sus expresiones de gozo y felicidad? Si la llegada del evangelio les trajo tanta felicidad, ¿por qué la rechazaron? Si en verdad la llegada de Pablo les bendecía tanto, ¿Sería placentera otra visita de Pablo? ¿Tenían ganas de recibirlo otra vez? (¿Qué pasa cuando alguno es bautizado? Hay felicitación, hay mucho gozo, aun lágrimas. Pero ¿todavía habrá felicitaciones y gozo unos meses o años después?)
— Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos. — Esta es una metáfora o expresión proverbial de gran afecto y sacrificio que expresaba la deuda personal a un benefactor, porque los ojos se consideran los miembros más preciosos del cuerpo. Dios guardó a Jacob «como a la niña de su ojo» (Deu 32:10; véanse también Sal 78:18; Pro 7:2). «Si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti» (Mat 5:29).
Algunos no solamente creen que Pablo sufría de una oftalmía, sino que ésta fue relacionada con su experiencia en el camino a Damasco, pero según esta teoría cuando el Señor Jesús envió a Ananías a Saulo para que recibiera la vista (Hch 9:17-18), el milagro hecho fue deficiente. Si la sanidad de los ojos de Saulo no era perfecta, tal vez otros milagros de sanidad no eran perfectos.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Este versículo contiene dos elementos. El primero es una pregunta retórica, y el segundo, una afirmación que refuerza el sentimiento que dicha pregunta procura provocar. La traducción de ambos no presenta mayores dificultades, aunque sí la interpretación teológica. Se puede intentar una traducción que dé algunas luces para entender el sentido de lo que Pablo dice. La pregunta quiere hacer reflexionar a los gálatas sobre el motivo del cambio en su actitud: ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais?, «¿qué pasó con aquella alegría que sentían?» (DHH96), «¿cómo se perdió la alegría de ese tiempo?» (BL).
El término griego para “felicidad” es makarismos, el mismo que se usa en las “bienaventuranzas” del sermón del monte. Se trata de la alegría que Dios concede a los suyos, y por eso, de una bendición especial. Pablo se refiere así a la gran alegría que los gálatas tuvieron al principio, cuando recibieron la buena noticia de la salvación en Cristo.
La afirmación dice, literalmente, “les doy testimonio”. Es mejor cambiar esta expresión por otra equivalente, pues en el ambiente de las iglesias evangélicas de América Latina “dar testimonio” ha adquirido un significado propio, en general referente a compartir una conversión o alguna otra experiencia especial con Dios. Las versiones presentan opciones tales como «puedo decir en favor de ustedes que [ ]» (DHH96), «estoy seguro de que [ ]» (BP), «me consta que [ ]» (NVI), «pues reconozco que [ ]» (BL), «porque hago constar en vuestro honor que [ ]» (NBE).
En algunos contextos de América Latina se entendería bien la frase literal: Si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos. En la antigüedad se hallaba muy extendida esta idea de poner los ojos como ejemplo de lo más valioso que una persona posee (cf. Deu 32:10; Mat 18:9). Nuestro equivalente es “la niña de los ojos”, aunque también se usa “las perlas de la Virgen”. Se puede usar un equivalente regional, siempre y cuando signifique algo muy valioso. Lo que Pablo dice es que fue tanta la alegría de los gálatas después de su conversión, que habrían hecho cualquier cosa para mostrarle su gratitud. TLA cambia la estructura de la oración y pone la pregunta en segundo lugar: «Yo sé muy bien que, de haberles sido posible, hasta se hubieran sacado los ojos para dármelos. ¿Qué pasó con toda esa alegría?»
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
REFERENCIAS CRUZADAS
b 202 Rev 2:4
c 203 Gál 6:11
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
15 (1) Anteriormente los gálatas consideraban una bendición que Pablo se quedara con ellos y que les predicara el evangelio. De ello se alegraban y se gloriaban. Eso llegó a ser la expresión de su bienaventuranza. Sin embargo, ahora que se habían apartado del evangelio que Pablo predicó, el apóstol les preguntó:»¿Dónde, pues, está vuestra bienaventuranza, vuestra felicidad, vuestro sentimiento de ser bendecidos?»
15 (2) Los gálatas apreciaban la predicación de Pablo y lo amaban hasta tal punto que se habrían sacado sus propios ojos para dárselos a él. Esto tal vez indique que la debilidad física de Pablo (v.13) estaba en sus ojos. Quizá lo confirma su uso de letras grandes cuando les escribió (6:11). Esta debilidad también puede haber sido el aguijón en su carne, una debilidad física, acerca de la cual oró que le fuera quitada ( 2Co_12:7-9).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Lit., la felicitación de vosotros mismos
O, Pues os doy testimonio
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit. me los disteis.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
?V. 15a:? ?¿Dónde, pues, está vuestra bienaventuranza??56? ?Pablo hace esta pregunta ya sea porque en un tiempo él mismo habla llamado bienaventurados a los gálatas a causa de la constancia de su gran fe, o porque en verdad puede llamarse bienaventuradas a las personas que poseen las cualidades que Pablo habla elogiado en los gálatas. O a lo sumo podría pensarse también que esta pregunta pone de manifiesto la discreción del apóstol quien, en lugar de decir, como hubiera querido hacerlo: «¿Dónde está ahora esa reverenda que teníais hacia mí, esa estima, y ese respeto rayano en adoración?», con mucha delicadeza prefiere atribuir estos sentimientos a la bienaventuranza de los gálatas antes que a su propio prestigio personal, siguiendo con ello el ejemplo de Cristo quien también solía atribuir sus milagros a la fe de aquellos en quienes se hacían estos milagros,?57? si se opta por una interpretación sencilla: Pablo les pregunta, extrañado, por la fe en Cristo en la que antes habían hallado su bienaventuranza, y los reprocha (por querer apartarse de ella).??V. 15b:? ?Porque os doy testimonio de que si hubiera sido posible, os habríais sacado vuestros ojos y me los habríais dado.?San Jerónimo opina que esto es una hipérbole.?58? No veo por qué tenga que ser necesariamente una hipérbole. De lo dicho en párrafos anteriores se hace patente que los gálatas pusieron en peligro hasta su propia vida por causa del apóstol. No habría sido de extrañar, pues, que “se hubieran sacado también los ojos» en caso de ser posible, es decir, si Pablo mismo lo hubiese permitido y si hubiese habido una necesidad para ello (de otra manera, ¿por qué no habría de ser posible, siendo que ellos estaban dispuestos a hacerlo?). Pero podría ser también que el apóstol esté hablando de «ojos» en un sentido oculto, queriendo aludir con ello a una velada reprensión, a saber: en un tiempo, los gálatas habían sometido al apóstol sus ojos, vale decir su mente, con la mayor buena voluntad, para recibir instrucción en la fe que convierte en necios a los sabios y en ciegos a los que pretenden ver. Y estos mismos gálatas dan ahora pasos atrás, de modo que su propio ojo les es ocasión de caer; y en tal caso, el Señor nos mandó sacarlo y echarlo de nosotros (?Mt. 5:29?).?Ahí ves lo que significa si un pastor descuida las ovejas de Cristo: ese amor tan grande, esa fe tan fuerte, esa devoción religiosa tan sincera de los gálatas -¡cuán pronto las destruyeron los apóstoles falsos!Bastó un breve tiempo durante la ausencia del apóstol. ¿Qué hará el diablo donde no hay ningún pastor, o de haberlo, uno que nunca va a ver a las ovejas de Cristo ni las apacienta? ¿Pueden acaso las ovejas ser guardadas por el mero título, nombre y potestad de su pastor? Pues esto es lo que se cree: con tal que permanezcan ilesos los títulos etc., también la iglesia está en perfecto estado (?Lat.? illaesa).?