Comentario de Efesios 1:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

En amor nos predestinó por medio de Jesucristo para adopción como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad,

habiéndonos predestinado. Efe 1:11; Rom 8:29, Rom 8:30.

para ser adoptados hijos suyos. Jer 3:4, Jer 3:19; Ose 1:10; Jua 1:12; Jua 11:52; Rom 8:14-17, Rom 8:23; 2Co 6:18; Gál 4:5, Gál 4:6; Heb 12:5-9; 1Jn 3:1; Apo 21:7.

por medio Jesucristo. Jua 20:17; Gál 3:26; Heb 2:10-15.

según el puro afecto de su voluntad. Efe 1:9, Efe 1:11; Dan 4:35; Mat 1:25; Mat 11:26; Luc 10:21; Luc 11:32; Rom 9:11-16; 1Co 1:1, 1Co 1:21; Flp 2:13; 2Ts 1:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

PREDESTINADO. Véase el ARTÍCULO LA ELECCIÓN Y LA PREDESTINACIÓN, P. 1684. [Efe 1:4-5].

ADOPTADOS. Véase 1Jn 3:1, nota.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

en amor. Esta frase debe colocarse al comienzo del v. Efe 1:5 porque introduce el motivo divino del propósito de Dios en su elección soberana. Cp. Efe 2:4; Deu 7:8. habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos. Los padres humanos pueden brindar su amor, sus recursos y su herencia a un hijo adoptivo, pero no sus características peculiares y distintivas. No obstante, Dios de forma milagrosa otorga su propia naturaleza a quienes ha elegido y que han confiado en Cristo. Él los convierte en hijos suyos a la imagen de su Hijo divino y no solo les concede las riquezas y bendiciones de Cristo, sino su misma naturaleza (cp. Jua 15:15; Rom 8:15).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

EL PLAN DE DIOS

Efesios 1:5-6

Él decidió en Su amor antes que empezara el tiempo adoptarnos por medio de Jesucristo como Suyos, en el buen propósito de Su voluntad, para que todos alaben la gloria del don generoso que nos ha dado gratuitamente en el Amado.

En este pasaje Pablo nos habla del plan de Dios. Una de las alegorías que usa más de una vez acerca de lo que Dios hace por los hombres es la de la adopción (Cp. Rm 8:23 ; Gal 4:5 ). Dios nos ha adoptado en Su familia como hijos.

En el mundo antiguo, donde estaba en uso la ley romana, esto resultaría todavía más claro que entre nosotros. Porque allí la familia se basaba en lo que se llamaba la patria potestas, la autoridad del padre. Un padre tenía poder absoluto sobre sus hijos durante toda su vida. Podía vender a un hijo suyo corno esclavo, y hasta matarle. Dión Casio nos dice que » la ley de los Romanos le confiere al padre una autoridad absoluta sobre sus hijos, y sobre la totalidad de la vida de sus hijos. Le confiere autoridad, si así lo desea, de meterle preso, azotarle, hacerle trabajar en sus propiedades como esclavo encadenado y hasta matarle. Ese derecho continúa existiendo aunque el hijo sea lo suficientemente mayor como para cumplir una parte activa en asuntos políticos, aunque se le haya tenido por digno de ocupar el puesto de magistrado, y aunque le tengan respeto todas las personas.» Es absolutamente cierto que, cuando un padre estaba juzgando a su hijo, se suponía que convocara a los varones adultos de la familia a consulta; pero no lo tenía que hacer por obligación.

Se daba el caso de que un padre condenara a su hijo a muerte. Salustio (La conspiración de Catilina, 39) dice que Aulo Fulvio se unió al rebelde Catilina. Fue apresado durante un viaje, y devuelto a su lugar de origen. Y su padre dio orden de que se le matara. El padre. lo hizo aplicando su autoridad privada, dando como razón que » él le había engendrado, no para Catilina contra su país, sino para su país contra Catilina.»

Según la ley romana, un hijo no podía poseer nada; y cualquier herencia que se le legara o cualquier regalo que se le hiciera eran propiedad de su padre. No importaba la edad del hijo, ni los honores y responsabilidades que hubiera alcanzado; estaba siempre totalmente bajo el poder de su padre.
En tales circunstancias, es obvio que la adopción era una decisión muy seria. Era, sin embargo, bastante frecuente, porque se adoptaban hijos muchas veces para asegurarse de que no se extinguiera la familia. El ritual de la adopción tiene que haber sido muy impresionante. Se llevaba a cabo mediante una venta simbólica, en la que se usaban monedas y balanzas. El padre real vendía a su hijo dos veces, y dos veces le recuperaba simbólicamente; finalmente le vendía por tercera vez, y a la tercera iba la vencida. Después, el padre adoptivo tenía que ir al praetor, uno de los magistrados Romanos principales, y solicitar la legalización de la adopción. Solamente después de completar todo esto se consideraba definitiva la adopción.

Cuando la adopción se había realizado, era totalmente vinculante. La persona que había sido adoptada tenía todos los derechos de un hijo legítimo en la nueva familia, y perdía todos los derechos que le correspondieran por su familia anterior. A los ojos de la ley era una nueva persona; hasta tal punto que hasta todas las deudas y obligaciones que le pudieran corresponder por su familia anterior quedaban abolidas como si no hubieran existido nunca.
Eso es lo que Pablo dice que Dios ha hecho por nosotros. Estábamos totalmente en poder del pecado y del mundo. Dios, por medio de Jesús, nos ha liberado de ese poder, y Su adopción borra el pasado y nos hace nuevas criaturas.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Jua 1:12; Rom 8:15-16; Rom 8:23; Gál 4:4; 1Jn 3:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “sin tacha delante de él. Pues en amor (5) nos predeterminó”.

REFERENCIAS CRUZADAS

n 13 2Ts 2:13; 1Pe 1:2

ñ 14 Rom 8:15; Rom 8:29; Gál 4:5

o 15 Rom 8:23

p 16 Rom 8:28

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

nos predestinó para adopción. El creyente ha sido escogido para ser miembro de la familia de Dios (Ro 8:15, 16, 29).

Fuente: La Biblia de las Américas

5 (1) O, marcándonos de antemano. Marcar de antemano es el proceso, mientras que la predestinación es el propósito, el cual es determinar cierto destino de antemano. Primero Dios nos escogió y luego nos marcó de antemano, es decir, antes de la fundación del mundo, con cierto destino.

5 (2) La acción de Dios de marcarnos de antemano tenía como fin destinarnos para filiación, para ser Sus hijos. Fuimos predestinados para ser hijos de Dios aun antes de ser creados. Así que, como criaturas de Dios necesitamos ser regenerados por El de manera que participemos de Su vida para ser Sus hijos. La filiación implica no sólo tener la vida sino también la posición de hijo. Los que han sido señalados por Dios tienen la vida para ser Sus hijos y la posición de heredarlo a El. Ser hechos santos -ser santificados al infundirse Dios en nosotros y luego al mezclar Su naturaleza con nosotros- es el proceso, el procedimiento, mientras que ser hijos de Dios es el objetivo, la meta, y es un asunto de ser unidos al Hijo de Dios y conformados a cierto modelo, a saber, a la imagen misma del Hijo primogénito de Dios ( Rom_8:29 Col_1:15), a fin de que todo nuestro ser, incluyendo nuestro cuerpo ( Rom_8:23), sea hecho hijo por Dios.

5 (3) La frase por medio de Jesucristo significa por medio del Hijo de Dios, el Redentor. Por medio de El fuimos redimidos para ser hijos de Dios, quienes tienen la vida y posición de hijos de Dios.

5 (4) Esto revela que Dios tiene una voluntad, en la cual está Su beneplácito. Dios nos predestinó para que fuésemos Sus hijos conforme a Su placer, conforme al deleite de Su corazón. A diferencia del libró de Romanos, Efesios no habla desde el punto de vista de la condición pecaminosa del hombre, sino desde el punto de vista del beneplácito del corazón de Dios. Por lo tanto, Efesios es más profundo y más elevado.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

predestinado. Dios ha determinado de antemano que los que creen en Cristo serán adoptados en Su familia y hechos conformes a Su Hijo (cp. Rom 8:29). Esto comporta una elección de parte de Dios (Efe 1:4), la cual se hace por amor (v. Efe 1:4); está basada en la benevolencia de Su perfecta voluntad (vv. Efe 1:5; Efe 1:9; Efe 1:11); su objetivo es glorificar a Dios (v. Efe 1:14); pero esto no releva al hombre de su responsabilidad en creer el evangelio a fin de que se lleve a cabo en él personalmente la predestinación de Dios (v. Efe 1:13).

adoptados hijos. Véase nota en Rom 8:15.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Lit., habiéndonos predestinado

O, a la buena intención, y así en el vers. 9

Fuente: La Biblia de las Américas