No es por obras, para que nadie se gloríe.
2:9 — «no por obras, para que nadie se gloríe». Los hombres se glorían en las obras de su propia invención. No podemos gloriarnos en hacer las obras que Dios manda. La palabra «obras» en este texto, como también en Rom 3:27; Rom 4:2; Rom 4:4-6, son las obras de los que quieren salvarse sin Cristo sino por sus propias «buenas obras». Los tales no ven la necesidad de obedecer al evangelio de Cristo ni de hacer las obras que Cristo requiere.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Rom 3:20, Rom 3:27, Rom 3:28; Rom 4:2; Rom 9:11, Rom 9:16; Rom 11:6; 1Co 1:29-31; 2Ti 1:9; Tit 3:3-5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
NO POR OBRAS. Nadie puede ser salvo por buenas obras de amor ni grandes esfuerzos por obedecer los mandamientos de Dios. La persona se salva por la gracia de Dios. Las razones para eso son las siguientes:
(1) Todos los que no son salvos están muertos espiritualmente (v. Efe 2:1), bajo el dominio de Satanás (v. Efe 2:2), esclavizados al pecado (v. Efe 2:3) y bajo la condenación de Dios (v. Efe 2:3).
(2) Para ser salvo uno debe recibir la provisión de Dios de salvación (vv. Efe 2:4-5), recibir el perdón del pecado (Rom 4:7-8), obtener la vida espiritual, ser liberado del poder de Satanás y del pecado (Col 1:13), ser hecho una nueva criatura (v. Efe 2:10; 2Co 5:17) y recibir el Espíritu Santo (Jua 7:37-39; Jua 20:22). Ningún esfuerzo propio, por grande que sea, puede lograr lo anterior.
(3) Lo que produce la salvación es la gracia de Dios por la fe (vv. Efe 2:5, Efe 2:8).
El don de gracia de Dios incluye lo siguiente:
(a) Primero se produce el llamado al arrepentimiento y a la fe (Hch 2:38). Junto con ese llamado viene la obra del Espíritu Santo dentro de la persona, que le da el poder o la capacidad de responder a Dios,
(b) Los que responden en fe y arrepentimiento y aceptan a Cristo como Señor y Salvador reciben gracia adicional para ser regenerados o nacidos de nuevo mediante el Espíritu (véase el ARTÍCULO LA REGENERACION, P. 1455. [Jua 3:3]) y ser llenos del Espíritu (Efe 5:18; Hch 1:8; Hch 2:38).
(c) Los que llegan a ser nuevas criaturas en Cristo reciben continua gracia para vivir la vida cristiana, resistir el pecado y servir a Dios (Rom 8:13-14; 2Co 9:8). Los creyentes se esfuerzan por agradar a Dios mediante su gracia que obra dentro de ellos (1Co 15:10). La gracia de Dios obra dentro de los creyentes consagrados tanto «el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Flp 2:12-13). De principio a fin, la salvación es por la gracia de Dios (véase el ARTÍCULO LA FE Y LA GRACIA, P. 1582. [Rom 5:21]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
2:9 — «no por obras, para que nadie se gloríe». Los hombres se glorían en las obras de su propia invención. No podemos gloriarnos en hacer las obras que Dios manda.
La palabra «obras» en este texto, como también en Rom 3:27; Rom 4:2; Rom 4:4-6, son las obras de los que quieren salvarse sin Cristo sino por sus propias «buenas obras». Los tales no ven la necesidad de obedecer al evangelio de Cristo ni de hacer las obras que Cristo requiere.
Pero Pablo dice en Tit 3:4-5 que Dios «nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hechos, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo». Es importante observar que Pablo emplea el tiempo pasado con respecto a nuestras obras; él habla de las «obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho » en el tiempo pasado, antes de obedecer al evangelio.
Pablo dice la misma cosa en 2Ti 1:9, «quien nos salvó… no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo».
Todos los hombres — por buenos y justos que hayan sido — han pecado (Rom 3:23) y, por lo tanto, todos necesitan de un salvador. El caso de Cornelio (Hch 10:1-2; Hch 10:22) es un buen ejemplo; era «piadoso y temeroso de Dios… hacía muchas limosnas… oraba a Dios siempre… varón justo», pero tuvo que oír «palabras por las cuales serás salvo, y toda tu casa» (Hch 11:24). Por lo tanto, Pedro «mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús» (Hch 10:48).
— «para que nadie se gloríe». La jactancia «queda excluida» «por la ley de la fe» (el evangelio) (Rom 3:27). Las obras de ley humana (preceptos religiosos, códigos morales, tradiciones, buenas obras según la cultura, etc.) permiten y aun promueven la jactancia y el gloriarse en ellas. Al hacer estas obras los hombres crean su «propia justicia» (Rom 10:3; Flp 3:9). Pero la salvación no proviene de tales obras.
Sin embargo, cuando Dios requiere algo — cuando El manda ciertas obras — es necesario hacerlas. Pero en éstas no tenemos por qué gloriarnos. Por ejemplo, Pablo dice en 1Co 9:16, «Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!» Pablo predicó el evangelio — que es una muy buena obra — pero no podía gloriarse, porque era mandamiento de Dios.
Cuando hacemos los mandamientos de Dios, no podemos gloriarnos. Por lo tanto, cuando el hombre es bautizado, no puede gloriarse, porque está sencillamente obedeciendo un mandamiento de Dios.
Por lo tanto, es obvio que Pablo no habla en este texto (Efe 2:9) de las obras que debemos hacer como cristianos. Dice Hch 10:35, «que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia» (dice la Versión Hispano-americana, «obra justicia»). Pablo dice que lo que vale es «la fe que obra por el amor» (Gál 5:6). También dice, «ocupaos en vuestra salvación» (Flp 2:12, dice la Versión Moderna, «llevad a cabo la obra de vuestra misma salvación»).
Stg 2:24 dice, «el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe». Dice el falso maestro que las obras del cristiano no tienen nada que ver con la justificación, sino solamente con la santificación, pero dice Santiago, » justificado por las obras «. ¿A quién creeremos? ¿A Santiago o al falso maestro?
Fuente: Notas Reeves-Partain
Rom 3:28; 1Co 1:29; 2Ti 1:9; Tit 3:5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
t 87 Rom 3:20; Stg 2:22
u 88 1Co 1:29
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
no por obras. La salvación no se obtiene por lo que podamos hacer; si fuera por obras, excluiría la gracia divina (Ro 11:6).
Fuente: La Biblia de las Américas
no por obras… Esto es, no con base en obras.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., de; i.e., como resultado de
Fuente: La Biblia de las Américas
Esto es, no con base en obras.