Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos y calumnia, junto con toda maldad.
4:31 — «Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira», el disgusto, el resentimiento, etc. — «gritería y maledicencia», la lengua desenfrenada, debido a soltar las emociones para ventilar el disgusto y el resentimiento. La persona de mal genioFuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
toda amargura. Sal 64:3; Rom 3:14; Col 3:8, Col 3:19; Stg 3:14, Stg 3:15.
ira. Efe 4:26; Pro 14:17; Pro 19:12; Ecl 7:9; 2Co 12:20; Gál 5:20; Col 3:8; 2Ti 2:23; Tit 1:7; Stg 1:19; Stg 3:14-18; Stg 4:1, Stg 4:2.
gritería. 2Sa 19:43; 2Sa 20:1, 2Sa 20:2; Pro 29:9, Pro 29:22; Hch 19:28, Hch 19:29; Hch 21:30; Hch 22:22, Hch 22:23; 1Ti 3:3; 1Ti 6:4, 1Ti 6:5.
maledicencia. Lev 19:16; 2Sa 19:27; Sal 15:3; Sal 50:20; Sal 101:5; Sal 140:11; Pro 6:19; Pro 10:18; Pro 18:8; Pro 25:23; Pro 26:20; Jer 6:28; Jer 9:4; Rom 1:29, Rom 1:30; 1Ti 3:11; 1Ti 5:13; 2Ti 3:3; Tit 2:3; Tit 3:2; Stg 4:11; 1Pe 2:1; 2Pe 2:10, 2Pe 2:11; Jud 1:8-10; Apo 12:10.
y toda malicia. Gén 4:8; Gén 27:41; Gén 37:4, Gén 37:21; Lev 19:17, Lev 19:18; 2Sa 13:22; Pro 10:12; Pro 26:24, Pro 26:25; Ecl 7:9; Rom 1:29; 1Co 5:8; 1Co 14:20; Col 3:8; Tit 3:3; 1Jn 3:12, 1Jn 3:15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La vida antigua procede de un corazón hostil de amargura, busca su propia satisfacción, habla maledicencia y desea el mal para los demás. ¿Cómo podemos quitar de nosotros toda amargura? Al permitir que Dios llene nuestro corazón con su perfecto amor. La vida nueva es benigna, se manifiesta en acciones de bondad y está dispuesta a perdonar los errores en que los demás incurren.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Estos versículos resumen los cambios en la vida de un creyente que se mencionaron en los vv. Efe 4:17-30. «Amargura» refleja un resentimiento reprimido que puede estallar en cualquier momento. «Enojo» tiene que ver con rabia en la efervescencia del momento. «Ira» es una hostilidad más interna y profunda. «Gritería» es el bullicio de una contienda fuera de control. «Maledicencia» es calumnia. «Malicia» es el término griego genérico para el mal que es la raíz de todos los vicios.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
4:31 — «Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira», el disgusto, el resentimiento, etc.
— «gritería y maledicencia», la lengua desenfrenada, debido a soltar las emociones para ventilar el disgusto y el resentimiento. La persona de mal genio — «genio fuerte» o «carácter fuerte» — no ha limpiado su corazón. La gritería y maledicencia son el «mal tesoro» de que Jesús habla, sacado de un corazón malo. La lengua es «un fuego, un mundo de maldad», (Stg 3:2-12). La «maledicencia» incluye la blasfemia, falsas acusaciones, el chisme y toda clase de palabra injuriosa.
«toda malicia», la mala voluntad y mala disposición que tiene el deseo de perjudicar a otros. Recuérdese que la definición básica de la palabra «amor» (agapao) es buena voluntad.
Estos términos describen la condición de corazón que resulta si no nos despojamos del viejo hombre (ver. 22). Los males mencionados en el ver. 31 pertenecen al viejo hombre y no al nuevo hombre; no son cualidades del cristiano.
En particular estas palabras describen la conducta de la persona que no controla el enojo y que no está dispuesta a perdonar. Cuando hay amor en el corazón, no cabe la amargura, etc.
La persona de genio amargado sufre muchas consecuencias negativas, y no solamente espirituales, sino también mentales y aun físicas. No conviene dejar que otros nos provoquen tanto. Es necesario practicar el dominio propio y siempre controlar las emociones. Nuestra reacción a las provocaciones no debe ser como la reacción de los mundanos.
No se puede negar que otros nos pueden afligir. Pero la aflicción más grande y dañina es la que nos hacemos a nosotros mismos. Es imperativo que cada cristiano entienda que esta lista de cosas mencionadas por Pablo (amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia, malicia) son la reacción de la persona provocada, y no son en ningún sentido necesarias o ineludibles. Estas palabras describen la reacción del viejo hombre a las provocaciones de la vida, pero el cristiano se ha renovado en el espíritu de su mente y se ha vestido del nuevo hombre.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Finalmente, el autor resume sus exhortaciones de carácter ético con seis términos que representan las prohibiciones que ha indicado previamente (dos de ellas de repiten aquí, la ira y el mal uso de las palabras). Muchos comentaristas consideran que estos términos describen un proceso progresivo que parte de la amargura y culmina en la maledicencia. Es decir, una persona amargada cultiva el enojo, que a su vez resulta en la ira, la cual se expresa en gritos y maledicencia. La malicia sería una manera aún más general y abstracta para describir todo tipo de maldad, es decir, aquello que por naturaleza es malo.
Enojo e ira son sinónimos, y es difícil hacer una clara diferencia entre ellos. Se usan tanto en el AT (LXX) como en el NT intercambiablemente y a menudo aparecen juntos. Algunos los distinguen en cuanto a su duración. El enojo dura menos que la ira. Es decir, el enojo es la explosión iracunda pero pasajera y momentánea, mientras que la ira es el rencor sedimentado y el deseo deliberado de dañar al otro. Sin embargo, algunos los distinguen diciendo que el enojo se refiere al resentimiento interno mientras que la ira, a la manifestación externa del enojo.
Se debe dar el peso que tiene la repetición del adjetivo toda. Esa repetición, además de calificar este catálogo de vicios, tiene el propósito de señalar que debemos deshacernos de ellos de manera total y radical. No se deben tolerar ni un poco. Es lo que ha puesto de relieve la BL con su traducción: «Arranquen de raíz entre ustedes: los disgustos, los arrebatos, el enojo, los gritos las ofensas y toda clase de maldad». NBE usa el verbo «desterrad».
El carácter abstracto de las palabras usadas en este versículo (y el siguiente) puede ser un problema para el traductor, sobre todo en idiomas que prefieren expresiones más concretas. La explicación dada a términos y expresiones en los párrafos anteriores, sirven de ayuda al respecto. Ya anteriormente habíamos recomendado usar giros que comuniquen mejor las ideas abstractas. A continuación ofrecemos algunos ejemplos. El ejemplo de traducción de la TLA presentado arriba es de ayuda.
A los seis vicios anteriores el autor contrapone tres virtudes fundamentales que son fruto y manifestación de la nueva vida, fruto de la presencia del Espíritu en nosotros. Esas virtudes reproducen el carácter mismo de Jesús el Mesías.
Debemos observar la importancia que tiene el pronombre recíproco unos con otros que se repite dos veces. Este pone énfasis en la centralidad que la vida en comunidad tiene para el autor. Estas son el tipo de virtudes que ennoblecen y fortalecen la vida comunitaria. Dan por sentada la realidad de la maldad entre nosotros y tienen la meta de vencerla y conquistarla.
Los tres palabras clave aquí (dos adjetivos y un participio) con las que el apóstol habla de una actitud permanente de bondad, misericordia y perdón caracterizan las relaciones entre cristianos. Además, como es el caso con las prohibiciones anteriores, se remata el mandato apelando a una realidad extraordinaria y definitiva: Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. El modelo para dicha conducta es Dios mismo en su actitud hacia nosotros (recordar Mat 18:15-35). No existe mayor estímulo para hacer el bien.
Misericordiosos es una palabra que describe un sentimiento profundo, “en las entrañas”, de amor y compasión (BJ traduce «entrañables» y NBE «de buen corazón»). Es la actitud de quien sufre ante la miseria y maldad ajena y es movido a la acción para remediar esos males. A veces se traduce como «compasivo» (DHH, TLA, BNM, LPD, BP) o «comprensivo» (BL).
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Col 3:8.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
s 250 Stg 3:14
t 251 Col 3:8
u 252 Tit 3:2