Siervos, obedeced a los que son vuestros amos en la tierra con temor y temblor, con sinceridad de corazón, como a Cristo;
6:5 — «Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor». El evangelio no prohíbe la esclavitud. Pero el evangelio sí ha tenido mucho que ver con la abrogación de la esclavitud en el mundo. La enseñanza de Cristo obra como la luz que ilumina las mentes de los hombres, y obra como la levadura (Mat 13:33). Ha elevado a la mujer que era víctima de muchos abusos en el tiempo de los césares. Ha producido mejores leyes en el mundo. Ha influido en las artes y en la literatura del mundo. En fin, ha tenido su impacto sobre la civilización humana. Los hermanos que quieren hacer leyes para controlar todo aspecto de la conducta de los cristianos deben recordar esta sencilla verdad: el evangelio no prohíbe todas las cosas que ellos prohíben en cuanto a la conducta de los cristianos. Grábese bien en la mente el hecho de que no hay ley que prohíba la esclavitud. ¿Cuántos hermanos estarían dispuestos a tolerar esta práctica ahora? Si fuera legal, y si algún hermano quisiera tener esclavos, ¿con qué textos se prohibiría? No hay textos bíblicos que lo hagan. Pero es muy probable que muchos hermanos la prohibirían con leyes fabricadas por ellos mismos. Hay enseñanzas básicas que cubren todo aspecto de nuestra vida, pero no hay reglamentos para toda faceta de la vida como suponen algunos. Cada vez que algún hermano es tentado a formular alguna ley, y excomulgar a los que no se conforman a ella, recuérdese: ¿Ni la esclavitud fue prohibida por el evangelio!Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
siervos, obedeced. Gén 16:9; Sal 123:2; Mal 1:6; Mat 6:24; Mat 8:9; Hch 10:7, Hch 10:8; Col 3:22; 1Ti 6:1-3; Tit 2:9, Tit 2:10; 1Pe 2:18-21.
a vuestros amos terrenales. Flm 1:16.
con temor y temblor. 1Co 2:3; 2Co 7:15; Flp 2:12; 1Pe 3:2.
con sencillez de vuestro corazón. Efe 6:24; Jos 24:14; 1Cr 29:17; Sal 86:11; Mat 6:22; Hch 2:46; 2Co 1:12; 2Co 11:2, 2Co 11:3.
como a Cristo. Efe 1:1-23; 1Co 7:22; Col 3:17-24.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Un gran porcentaje de la población del Imperio Romano lo conformaban los siervos o esclavos. Estas personas se consideraban una mera propiedad y podían ser maltratados e incluso asesinados por sus amos sin que ello provocara una investigación por parte del estado. En la iglesia, los ricos que poseían esclavos partían el pan en la mesa del Señor como iguales junto a sus esclavos. Sin duda algunos esclavos estuvieron dotados espiritualmente y ministraron a personas que estaban sobre ellos en la escala social.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Siervos, obedeced. Vea la nota sobre Col 3:22-25 ; Col 4:1. Los esclavos en las culturas griega y romana no tenían derechos legales y eran tratados como bienes intercambiables. Había mucho maltrato y eran muy pocos los esclavos que tenían condiciones de vida aceptables. La Biblia no habla en contra de la esclavitud como tal pero sí en contra de los atropellos y el maltrato (cp. Éxo 21:16; Éxo 21:26-27; Lev 25:10; Deu 23:15-16). La admonición de Pablo se aplica igual de bien a todos los empleados. El término «obedeced» se refiere a una sumisión continua al amo o empleador terrenal, y la única excepción tendría que ver con algún mandato que implique la desobediencia directa a la Palabra de Dios, como se ilustra en Hch 4:19-20. Vea las notas sobre 1Ti 6:1-2; Tit 2:9-10; 1Pe 2:18-20. terrenales. Es decir, humanos. con temor y temblor. No es miedo, sino respeto a su autoridad. Así un empleador no merezca respeto por derecho propio (vea 1Pe 2:18), de todas maneras debe dársele con sinceridad genuina, como si uno sirviera a Cristo mismo. Servir bien al empleador es servir bien a Cristo. Cp. Col 3:23-24.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
6:5 — «Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor». El evangelio no prohíbe la esclavitud. Pero el evangelio sí ha tenido mucho que ver con la abrogación de la esclavitud en el mundo. La enseñanza de Cristo obra como la luz que ilumina las mentes de los hombres, y obra como la levadura (Mat 13:33). Ha elevado a la mujer que era víctima de muchos abusos en el tiempo de los césares. Ha producido mejores leyes en el mundo. Ha influido en las artes y en la literatura del mundo. En fin, ha tenido su impacto sobre la civilización humana.
Los hermanos que quieren hacer leyes para controlar todo aspecto de la conducta de los cristianos deben recordar esta sencilla verdad: el evangelio no prohíbe todas las cosas que ellos prohíben en cuanto a la conducta de los cristianos. Grábese bien en la mente el hecho de que no hay ley que prohíba la esclavitud. ¿Cuántos hermanos estarían dispuestos a tolerar esta práctica ahora? Si fuera legal, y si algún hermano quisiera tener esclavos, ¿con qué textos se prohibiría? No hay textos bíblicos que lo hagan. Pero es muy probable que muchos hermanos la prohibirían con leyes fabricadas por ellos mismos. Hay enseñanzas básicas que cubren todo aspecto de nuestra vida, pero no hay reglamentos para toda faceta de la vida como suponen algunos. Cada vez que algún hermano es tentado a formular alguna ley, y excomulgar a los que no se conforman a ella, recuérdese: ¿Ni la esclavitud fue prohibida por el evangelio!
Quererlo o no, es necesario dejar que la palabra obre a través de sus enseñanzas básicas y generales cuando no da ley explícita ni implícita con respecto a alguna cuestión o práctica. Si Dios quiere obrar en esta manera, ¿quiénes somos nosotros para que obremos de otro modo?
— «con temor y temblor», expresión que indica profundo respeto por la autoridad que nos hace obedecer y sujetarnos, para no ser castigados. Véase Flp 2:12.
— «con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo», con corazón singular, con «sincera fidelidad» (2Co 11:3). Es interesante observar que la palabra «sencillez» se traduce también como «generosidad» en 2Co 8:2, dando a entender que si el corazón es sencillo o singular, seremos generosos en la ofrenda a Dios. La sencillez de corazón que el siervo debe poseer se explica en el siguiente versículo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
AMOS Y ESCLAVOS
Efesios 6:5-9
Esclavos: obedeced a vuestros amos humanos con temor y temblor, con sinceridad de corazón, como serviríais a Cristo mismo. No hagáis las cosas solo cuando os están viendo. No hagáis nada para congraciaros con la gente. Hacedlo todo como esclavos de Cristo, cumpliendo de corazón la voluntad de Dios. Ofreced vuestro servicio de buena voluntad, como a Cristo, y no como a las personas. Estad seguros de que cada uno de nosotros, ya sea esclavo o libre, será recompensado por el Señor por todo lo que haya hecho bien. En cuanto a vosotros, amos, portaos igualmente con vuestros esclavos. Dejaos de amenazas. Porque debéis saber muy bien que ellos y vosotros tenéis un Amo en el Cielo que no hace discriminación entre unos y otros.
Cuando Pablo escribía a los esclavos de la Iglesia Cristiana, tenía numerosos destinatarios.
Se ha calculado que había 60,000,000 esclavos en el imperio romano. En los días de Pablo, una terrible especie de pereza se cernía sobre los ciudadanos de Roma. Roma era el ama del mundo, y por tanto estaba por debajo de la dignidad de un romano el trabajar. Casi todos los trabajos los hacían los esclavos. Hasta los médicos y los maestros, los amigos más íntimos de los emperadores, los secretarios que estaban a cargo de su correspondencia y sus finanzas, eran esclavos.
A menudo había lazos de profundo aprecio y afecto entre amo y esclavo. Plinio escribe a un amigo diciéndole que estaba profundamente afectado porque algunos de sus bien amados esclavos habían muerto. Tiene dos consuelos, aunque no son suficientes para aliviar su dolor: «Siempre he estado dispuesto a manumitir a mis esclavos (porque su muerte no parece totalmente intempestiva cuando han vivido lo suficiente para recibir la libertad); el otro consuelo es que les he permitido hacer una especie de testamento, que yo cumplo tan a rajatabla como si fuera legal.» Así hablaba un amo amable.
Pero básicamente la vida del esclavo era hosca y terrible. Ante la ley no era una persona, sino una cosa. Aristóteles establece que no puede haber nunca verdadera amistad entre amo y esclavo, porque no tienen nada en común, «porque un esclavo es una herramienta viva, de la misma manera que una herramienta es un esclavo inanimado.» Varrón, escribiendo sobre agricultura, divide los aperos en tres clases: los articulados, los inarticulados y los mudos. Los articulados comprenden a los esclavos; los inarticulados, al ganado, y los mudos, los vehículos y las herramientas. El esclavo no es mejor que una bestia por el hecho de poder hablar. Catón aconseja a uno que se va a hacer cargo de una granja que pase revista y se descarte de todo lo que ya no sirva. Que se deshaga también de los esclavos viejos dejándolos morirse de hambre en el montón de basura. Cuando algún esclavo se ponga enfermo, es un derroche absurdo mantenerle sus raciones normales.
La ley era absolutamente clara. El abogado romano Gayo, en sus Instituciones, establece: » Queremos advertir que se acepta universalmente el hecho de que el amo tiene poder de vida y muerte sobre el esclavo.» Si el esclavo intentaba escaparse, en el mejor de los casos se le marcaba en la frente con un hierro candente una F de fugitivus, y en el peor se le mataba.
Lo terrible de la condición del esclavo era que estaba totalmente a merced de los caprichos de su amo. Augusto crucificó a un esclavo porque mató su perdiz amaestrada. Vedio Polión arrojó a un esclavo vivo a las feroces lampreas de su estanque porque se le había caído y roto una copa de cristal.
Juvenal cuenta que una matrona romana mandó matar a un esclavo simplemente porque se enfureció con él. A las protestas de su marido, respondió: «¿Es que consideras persona a un esclavo? ¿Dices que no ha hecho nada malo? Bien; pues lo mando porque me da la gana: mi voluntad es razón suficiente.» A las esclavas que estaban al servicio de sus señoras a menudo estas les arrancaban el pelo a tirones y les arañaban las mejillas con sus uñas. Juvenal habla de un amo «al que le encanta el sonido de los azotes cruelmente administrados, considerándolo más dulce que el canto de las sirenas,» o «que alucina al escuchar el tintineo de las cadenas,» o «que llama al torturador a marcar con hierro candente a los esclavos porque dice que le faltan dos toallas.» Un escritor latino establece: «Lo que quiera que un amo le haga a un esclavo inmerecidamente, por ira, voluntariamente, involuntariamente, por despiste, después de cuidadosa investigación, a sabiendas, por desconocimiento -es juicio, justicia y ley.»
Es sobre ese terrible trasfondo como se ha de leer el consejo de Pablo a los amos y a los esclavos.
AMOS Y ESCLAVOS
Efesios 6:5-9 (conclusión)
El consejo de Pablo a los esclavos nos ofrece el Evangelio del obrero cristiano.
(i) No les dice que se ‘rebelen; les dice que sean cristianos donde y como estén. El gran mensaje del Cristianismo a todas las personas es que es donde Dios nos ha colocado donde debemos vivir la vida cristiana. Las circunstancias puede que nos sean contrarias, pero eso solo hace mayor el desafío. El Evangelio no nos ofrece una evasión de las circunstancias, sino la posibilidad de conquistarlas.
(ii) Les dice a los esclavos que no deben hacer bien su trabajo solamente cuando los están mirando; deben hacerlo sabiendo que Dios los ve. Cualquier parte del trabajo que realice un cristiano debe ser suficientemente buena para ofrecérsela a Dios. El problema que el mundo ha tenido que arrostrar siempre, y no menos hoy, no es fundamentalmente económico, sino religioso. Nunca haremos que los hombres sean buenos trabajadores simplemente mejorando sus condiciones de trabajo o aumentando suspmolumentos. Es un deber cristiano el tener en cuenta estas cosas; pero por sí no producirán nunca mejores resultados. Y aún menos lograremos buenos trabajos aumentando la vigilancia y multiplicando las sanciones. El secreto de una buena labor es que se haga para Dios.
Pablo tiene también algo que decirles a los amos. Deben recordar que ellos también están al servicio de Dios. Los amos también deben tener presente que Dios también ve todo lo que ellos hacen. Sobre todo deben recordar que llegará el día en que tanto ellos como los que están a sus órdenes se tendrán que presentar ante el juicio de Dios; y- entonces los baremos del mundo no serán los que se apliquen.
Todos los problemas laborales se resolverían si trabajadores y empresarios siguieran las instrucciones de Dios.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Cómo deben ser las relaciones entre esclavos y amos, Efe 6:5-9
Análisis de discurso
Este último pasaje, con el que cierra la sección iniciada en Efe 5:15, describe la manera en la que las relaciones familiares entre esclavos y amos han de conducirse. Al igual que el pasaje anterior, Efe 6:1-4, éste es parte de la estructura arbórea que inició en Efe 5:18 y Efe 5:21.
Sed llenos de Espíritu (Efe 5:18)
Sometidos
unos a otros (Efe 5:21)
Esposas – esposos (Efe 5:22-33)
Hijos – padres (Efe 6:1-4)
Esclavos – amos (Efe 6:5-9)
El pasaje al igual que los dos anteriores, también inicia dirigiéndose a los esclavos y llamándoles a la obediencia, para luego señalar los deberes de sus amos. Al mandato principal, obedeced, le siguen una serie de siete frases preposicionales que califican y modifican la manera en que tal obediencia se ha de dar. Se concluyen las indicaciones al esclavo en el v. Efe 6:8 con un enunciado que señala la motivación y razón última de la obediencia de un esclavo cristiano: su recompensa viene del Señor. El imperativo de Efe 6:5 está en tiempo presente como el de Efe 6:1, y con ello se indica una actitud permanente y constante de obediencia.
El pasaje supone que tanto esclavos como amos son cristianos, y es a ellos que se dirige. No son indicaciones generales a todos los esclavos y a todos los amos, aunque se busca influenciar a éstos últimos de manera positiva. Para la relación de esclavos cristianos con amos no cristianos véase 1Pe 2:18-21.
La larga sección que inició en Efe 5:15 y concluyó en Efe 6:9 viene como conclusión preliminar de toda la sección parenética de la segunda mitad de la carta (Efe 4:1-32; Efe 5:1-33; Efe 6:1-20). La nueva humanidad que Dios está creando en Cristo (Efe 1:10), tiene sus primicias y expresión concreta en la iglesia. Jesús hizo la paz mediante la entrega voluntaria de su vida en la cruz. Con su resurrección y ascensión fue declarado Señor soberano sobre todas los poderes de la creación (Efe 1:20-23). Así hizo posible nuestra reconciliación con Dios y los unos con los otros (Efe 2:11-22).
La iglesia está llamada a mantener la unidad con el poder del Espíritu, con su fruto (Efe 4:1-6) y dones (Efe 4:7-11) y así edificar y hacer crecer el cuerpo de Cristo, para que como su maestro, viva una vida de servicio (Efe 4:12-16) y testimonio profético ante el mundo (Efe 5:1-14). Por ello es que su conducta y misión al mundo deben ser impecables. Como el principio de la nueva humanidad que Dios está creando, ha de evitar en su vida en comunidad aquellos pecados y vicios que la destruyen y cultivar un estilo de vida caracterizado por la entrega y sacrificio para el bien de los demás (Efe 4:17-32; Efe 5:1-14). De manera especial y estratégica, ello debe ser una realidad en las relaciones domésticas (Efe 5:18-33; Efe 6:1-9).
TÍTULO: Nuestro título es Cómo deben ser las relaciones entre esclavos y amos. Puede también ponerse alguno de los siguientes títulos: Los deberes de los esclavos y patrones, la responsabilidad mutua entre siervos y amos.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
El referirse a los esclavos ya era en sí algo inusual. Nos podemos imaginar, como antes sucedió con las esposas y los hijos, lo que significó que al leer la carta en las congregaciones del valle de Licos, en este punto la carta se dirigiera a los esclavos y que los interpelara a ellos directamente. Este hecho muestra el respeto por su dignidad humana y su lugar prominente en la iglesia y el reino de Cristo. Si esta idea no es clara en la traducción, se puede resaltar traduciendo: “Ustedes, esclavos, obedezcan ”. El traductor no tendrá dificultad en encontrar los términos que en su cultura se refieren a las personas que ocupan el lugar más bajo en la escala laboral. Aún cuando en el mundo moderno supuestamente no existe la esclavitud, muchas formas de trabajo y empleo equivalen a la esclavitud de aquellas épocas; algunos incluso son más inhumanos. Términos como siervo, peón, sirviente, etc., pueden servir como equivalentes.
Terrenales es un adjetivo que se refiere al hecho de que son amos de acuerdo con las costumbres, normas y formas de estructurar la sociedad en la que los lectores de la carta viven. Esto en sí ya es un juicio de valor pues limita el grado de autoridad e importancia de dichos amos. Muchos de ellos se creían “eternos” y pensaban que su señorío reflejaba una estructura cósmica y permanente. El texto cuestiona ese supuesto. Es como si el autor dijera, “ellos son sus amos por ahora en este mundo”. Esta expresión contrasta con la de Efe 6:9 donde se refiere a Jesús como el Amo celestial. DHH y TLA traducen: «Esclavos, obedezcan ustedes a los que aquí en la tierra son sus amos». Otros ejemplos son: «Esclavos, obedeced a vuestros amos de este mundo /en este mundo terrenal» (BNM); «Esclavos, obedezcan a sus patrones de este mundo » (BL); «Esclavos obedeced a vuestros amos de la tierra » (NBE).
Es cierto que una lectura superficial parece sugerir que el apóstol no está más que perpetuando las estructuras de opresión del imperio romano. Que su mensaje con respecto a la esclavitud apoya el status quo. En un sentido, es cierto que no encontramos aquí un manifiesto que denuncia abiertamente la esclavitud y busca su abolición. Sin embargo, si leemos con cuidado el pasaje, descubriremos que de manera sutil y un tanto críptica (cf. James C. Scott, 1990 y Rafael Aguirre 2001), el autor propone una sociedad alternativa, igualitaria y justa. Sus medios no son los de la rebelión armada del gladiador esclavo Espartaco; su rebelión “armada” es la de la resistencia pacífica y no violenta; son las semillas del reino de Dios, “entrega y servicio mutuo”, que son «como la semilla de mostaza que el agricultor siembra en la tierra. A pesar de ser la más pequeña de todas las semillas del mundo, cuando crece se hace la más grande de las plantas del huerto. ¡Tiene ramas bien grandes, y hasta los pájaros pueden hacer nidos bajo su sombra!» (Mar 4:31-32, TLA).
Notablemente, la obediencia (cf. arriba el comentario a obedeced en Efe 6:1) que aquí se exige de los esclavos se califica con una serie de siete frases, además de otras palabras más sutiles, que muestran su carácter liberador.
La primera es: a vuestros amos terrenales (cf. Col 3:22). Aquí encontramos la idea implícita de que existe un Amo no terreno, sino celestial, lo cual nos remite a Efe 1:20-23, que describe el supremo señorío de Jesús sobre todos los poderes del universo. De inmediato se le recuerda a los esclavos que ellos están sometidos y deben su lealtad y obediencia últimas al Señor por excelencia, Jesús el Cristo (cf. Efe 6:9). Sin embargo, en las circunstancias actuales, deben también obedecer a sus amos terrenales.
La segunda frase, con temor y temblor, indica la actitud de respeto reverente (se usa también en 1Co 2:3; 2Co 7:15; Flp 2:12). Indica el cómo se ha de manifestar tal obediencia, con pronta solicitud. La palabra temor puede tener el sentido sutil de su uso bíblico con respecto al temor de Dios (Pro 1:7). Frase sapiencial que apunta al corazón de la genuina piedad. En otras palabras, “sirvan a sus amos en este mundo por respeto a Dios”. Se usa la misma expresión para señalar la actitud de las esposas hacia sus esposos (Efe 5:33). El hecho de que se usen dos palabras, temor y temblor, para describir tal actitud, sirve para poner énfasis e intensificar la idea del respeto. Por eso, la frase se puede traducir “con profundo respeto”. Ciertamente supone la idea de temblar a causa del miedo al castigo por un trabajo mal hecho (cf. Rom 13:3-4). Lo cual sería otra manera de indicar que nuestro trabajo no ha de ser mal hecho. Ambos términos también pueden traducirse: “Honren a sus amos y no les ofendan”. El traductor puede expresar esta idea pensando en aquellas maneras por las cuales se comunica la idea de respeto en su cultura. En algunos casos se inclina la cabeza, siempre se habla de usted, se usan términos que comunican el respeto, etc.
La tercera frase preposicional es con sencillez de vuestro corazón. La preposición en puede significar el cómo se hace o la esfera (o actitud básica) en que dicha acción se realiza. La palabra sencillez indica la pureza de motivación, de vuestro corazón, y la entrega integra al servicio. La idea es que el servicio y obediencia al amo se hacen genuinamente, sin engaños, lealtades divididas o pretensiones; sin dar la impresión de que se hace algo, pero en realidad con otra intención. Por eso se puede traducir así: “no hagan creen a sus amos que los respetan sin ser cierto”. ¡Cuánta actualidad tiene esta enseñanza!
En el Asia Menor, como en el resto del imperio, las relaciones de patronazgo, patrón-cliente, eran la norma dominante en las relaciones sociales. En ellas, el patrón, que era socialmente más poderoso, hacía favores a la gente necesitada, los clientes, quienes le correspondían haciéndole favores y servicios. Era una relación asimétrica, del poderoso hacia los subordinados. Aunque era una relación entre personas libres, la actitud y principios se manifestaban en las relaciones familiares. El padre, patrón poderoso, repartía generosamente bienes a sus subordinados (esposa, hijos y esclavos) quienes a su vez le correspondían con una actitud servil y con falsos e insinceros elogios. Pablo introduce aquí un elemento que socava dicho sistema de patronazgo.
Además, la manera que mejor ilustra el tipo de servicio que debemos dar a nuestros amos terrenos esta contenida en la expresión como a Cristo. Sin duda, para el cristiano el servicio a Cristo es el que se hace con mayor devoción y entrega y con las más puras motivaciones. Así es como el cristiano ha de servir a sus amos. Por eso se puede traducir diciendo: “tal como sirven a Cristo”, “considerándolo como un servicio a Cristo”. La obediencia a Cristo es la norma con la cual medimos nuestro servicio a nuestros amos terrenos.
El v. Efe 6:6 reitera y amplia lo que se acaba de decir en el anterior con respecto a la manera en que hemos de servir a nuestros amos. Nuevamente, como es común en esta carta, se ofrece primero un ejemplo negativo y luego se refuerza el lado positivo. Hay un dicho castizo que dice: “al ojo del amo engorda el caballo.” Esto ilustra lo que Pablo tiene en mente en este verso, no sirviendo al ojo. La persona cristiana no debe portarse bien y cumplir con sus tareas únicamente cuando la está viendo su amo, para evitar así castigos o recibir elogios. No se debe contentar con llenar las apariencias y parecer externamente que ha cumplido su obligación. Debe poner todo su empeño y corazón. El texto también tiene el sentido de hacer el trabajo con el objeto de que éste sea apreciado por su señor. Se refiere a la actitud por la cual todo se hace para impresionar, para ganar la atención y lograr el reconocimiento y la aprobación del jefe o amo. Lleva implícita la idea de que se realiza una tarea solo por llenar las apariencias y ganar beneficios personales. Esa es la motivación y meta principal de la ética laboral de algunos, lo cual les reporta beneficios económicos o de posición en la escala laboral. Se puede traducir: “no solo cuando los están observando”.
Los que quieren agradar a los hombres es una expresión muy descriptiva que retrata una práctica social común en la cultura de aquellos días. Se refiere al esfuerzo desmedido de personas que buscan como un fin último el elogio y la alabanza de sus superiores. En las relaciones patrón-cliente era muy común esta actitud. Se daba desde las relaciones en las esferas más altas del poder, entre el Cesar y sus cortesanos, hasta el patronazgo y las relaciones domésticas. Los subordinados, a fin de ganar la benevolencia y beneplácito de sus benefactores, hacían cuanto podían para serles agradables. Era una forma denigrante de servilismo. En nuestra traducción debemos evitar el uso de hombres y cambiarlo por “personas”. Notemos cómo expresan éstas ideas nuestras versiones. El ejemplo de traducción de la TLA es digno de considerar. Véanse también los dos siguientes ejemplos: «No sirvan solamente cuando los vigilan o para que los feliciten los hombres, sino que sean como siervos de Cristo, que cumplen de todo corazón la voluntad de Dios» (BL); «no por servilismo o para halagarlos, sino como siervos de Cristo que cumplen con toda el alma la voluntad de Dios» (BP).
Los cristianos reconocen una verdad fundamental: Son siervos de Cristo. A él le deben su lealtad y obediencia y por amor a él se comportan como sus siervos en todo lo que hacen. Y esto lo hacen sin importar si los están supervisando o no. En todo momento hacen su trabajo con esmero y dedicación. Obedecen la voluntad de sus amos terrenos por amor a su Amo celestial. Ellos siempre deben trabajar como lo hacen quienes se reconocen como siervos o esclavos del Mesías Jesús. Sean reconocidos o no, viven con la satisfacción de que su Amo en el cielo conoce su trabajo y les da su aprobación. Evitan así el servilismo denigrante de otros y recuperan su dignidad y honra humana a pesar de que son esclavos.
Además se añade una explicación a la cláusula anterior: de corazón haciendo la voluntad de Dios. Así es como los cristianos obedecen y hacen la voluntad de Dios (cf. Efe 1:1): de corazón, o “con toda el alma”. Esta última expresión es equivalente a lo que encontramos en Mat 22:37 y Mar 12:30 con respecto al más grande mandamiento. La idea es que uno cumple su deber poniendo todo su ser en ello. Esta idea se puede captar traduciendo: “cumple la voluntad de Dios con todo tu ser”, o “usa todos tus recursos/fuerzas para hacer lo que Dios quiere”.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Col 3:22-25; Col 4:1.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— con profundo respeto: Lit. con temor y temblor. Es esta una expresión peculiar y casi estereotipada para expresar sentimientos de respeto y veneración (ver 1Co 2:3; 2Co 7:15; Flp 2:12).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
k 328 1Ti 6:1; 1Pe 2:18
l 329 Flp 2:12
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
5 (1) En cuanto a la relación entre esclavos y amos, el apóstol exhortó primero a los esclavos porque las dificultades provenían mayormente de ellos.
5 (2) En los tiempos del apóstol los esclavos eran comprados por sus amos, y los amos tenían derecho sobre sus vidas. Algunos esclavos y algunos amos llegaron a ser hermanos en la iglesia.
Como hermanos en la iglesia, eran iguales y no había distinción entre ellos (véase Col_3:11), pero en casa, los que eran esclavos todavía estaban obligados a obedecer a los hermanos que eran sus amos según la carne.
5 (3) El temor es el motivo interior para servir, y el temblor es la actitud exterior.
5 (4) Ser sencillo significa ser puro en motivo y tener un solo propósito.
5 (5) La relación entre esclavos y amos es también un tipo de nuestra relación con Cristo, quien es nuestro Amo. Debemos ser como esclavos y obedecerle con sencillez de corazón.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
O, Esclavos
Lit., los
Lit., según la carne
Lit., en