Comentario de Filipenses 2:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!

2:8 — » condición de hombre «. «Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo» (Heb 2:14). Véanse también Jua 1:14; Heb 4:15-16; 1Pe 2:20-22.

— » Se humilló a sí mismo «. La encarnación de Cristo era un acto supremo de humildad (humillación). Además, no buscó los honores altos (los que son para reyes y príncipes), sino que se asociaba con los pobres. No exigió para sí mismo las dignidades y prerrogativas humanas como lo hicieron los líderes civiles y religiosos de su tiempo. «Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve» (Luc 22:27). Si el Gran Monarca se portó así, cuanto más los hermanos de Filipos y los de todo lugar debemos portarnos humildemente. Si Cristo mismo obedeció las leyes de Dios, ¡cuán importante son la humildad y la obediencia ante los ojos de Dios!

— » obediente hasta la muerte «. «Hasta la sangre», dice Heb 12:4. Muchos están dispuestos a obedecer si les es conveniente y si no hay peligro, pero la verdadera obediencia a Dios puede ser causa de nuestra muerte. Debemos ser como los soldados que saben que la obediencia a sus superiores bien puede ser obediencia «hasta la muerte». «Se fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida» (Apo 2:10).

— » y muerte de cruz «. Su muerte no fue un accidente, sino que fue «entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios» (Hch 2:23, BAS). Tampoco murió como soldado u otro héroe, entre gritos de gloria, sino murió como muere un maldito (Gál 3:13) sobre una cruz romana. Fue una muerte vergonzosa como la de un malhechor (Isa 53:12), y el sufrimiento fue prolongado. La muerte de Jesús sobre el madero demuestra ampliamente cómo Dios aborrece el pecado. Sabemos que el pecado es una cosa abominable ante los ojos de Dios porque ¡he aquí la clase de muerte que se requería para expiar el pecado!

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

estando en la condición de hombre. Mat 17:2; Mar 9:2, Mar 9:3; Luc 9:29.

se humilló a sí mismo. Pro 15:33; Hch 8:33; Heb 5:5-7; Heb 12:2.

haciéndose obediente hasta la muerte. Sal 40:6-8; Isa 50:5, Isa 50:6; Mat 26:39, Mat 26:42; Jua 4:34; Jua 15:10; Heb 5:8, Heb 5:9; Heb 10:7-9.

y muerte de cruz. Deu 21:23; Sal 22:16; Jua 10:18; Jua 12:28-32; Jua 14:31; Gál 3:13; Tit 2:14; Heb 12:2; 1Pe 2:24; 1Pe 3:18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

en la condición: Esta es la tercera palabra que Pablo utiliza para mostrar a los filipenses que Jesucristo es completamente Dios desde toda la eternidad y también completamente hombre. En los versículos precedentes Pablo describe a Jesús como poseedor de la naturaleza de Dios y asumiendo la naturaleza de un siervo. Jesús vino a la tierra con la identidad de un hombre. Aquí la palabra condición apunta a las características externas de Jesús: tenía la presencia, los actos y los modales de un hombre.

se humilló a sí mismo: Jesús tomó voluntariamente el rol de un siervo; nadie lo forzó a hacerlo.

obediente: Aun cuando jamás pecó y no merecía morir, eligió morir para que los pecados del mundo pudieran cargarse a su cuenta. Como consecuencia, podría traspasar su justicia a la cuenta de todos aquellos que creen en Él (2Co 5:21; Gál 1:4).

hasta la muerte, y muerte de cruz: Pablo describe las profundidades de la humillación de Cristo al recordar a sus lectores que Cristo murió por medio de la más cruel de las formas de pena capital, la crucifixión. Los romanos reservaban la muerte agónica de la crucifixión para los esclavos y los extranjeros, y los judíos consideraban la muerte en la cruz como una maldición de Dios (Deu 21:23; Gál 3:13).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

en la condición de hombre. No es una simple repetición de la última frase en el v. Flp 2:7, sino un cambio del enfoque celestial al terrenal. La humanidad de Cristo se describe ahora desde el punto de vista de quienes lo vieron. Pablo implica que así tuviera el aspecto exterior de un hombre, su esencia iba mucho más allá de su apariencia, y la mayoría de las personas fueron incapaces de trascender su percepción natural para reconocerlo como Dios (cp. Jua 6:42 ; Jua 8:48). se humilló a sí mismo. Además de la humillación propia de la encarnación, Jesús se hizo todavía más humilde al abstenerse de derechos humanos normales y sujetarse a persecución y sufrimiento a manos de los incrédulos (cp. Isa 53:7; Mat 26:62-64; Mar 14:60-61; 1Pe 2:23). obediente hasta la muerte. Aun más allá de la persecución, Jesús fue al extremo más bajo de la humillación al morir como un delincuente, en obediencia al plan de Dios para Él (cp. Mat 26:39; Hch 2:23). de cruz. Vea las notas sobre Mat 27:29-50. Otra humillación adicional consistió en que la muerte de Jesús no fue por medios corrientes, sino que se produjo por medio de la crucifixión, la forma de muerte más desgarradora y degradante jamás inventada. Los judíos aborrecían este mecanismo de ejecución (Deu 21:23; vea la nota sobre Gál 3:13).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2:8 — » condición de hombre «. «Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo» (Heb 2:14). Véanse también Jua 1:14; Heb 4:15-16; 1Pe 2:20-22.
— » Se humilló a sí mismo «. La encarnación de Cristo era un acto supremo de humildad (humillación). Además, no buscó los honores altos (los que son para reyes y príncipes), sino que se asociaba con los pobres. No exigió para sí mismo las dignidades y prerrogativas humanas como lo hicieron los líderes civiles y religiosos de su tiempo. «Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve» (Luc 22:27). Si el Gran Monarca se portó así, cuanto más los hermanos de Filipos y los de todo lugar debemos portarnos humildemente. Si Cristo mismo obedeció las leyes de Dios, ¡cuán importante son la humildad y la obediencia ante los ojos de Dios!
— » obediente hasta la muerte «. «Hasta la sangre», dice Heb 12:4. Muchos están dispuestos a obedecer si les es conveniente y si no hay peligro, pero la verdadera obediencia a Dios puede ser causa de nuestra muerte. Debemos ser como los soldados que saben que la obediencia a sus superiores bien puede ser obediencia «hasta la muerte». «Se fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida» (Apo 2:10).
— » y muerte de cruz «. Su muerte no fue un accidente, sino que fue «entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios» (Hch 2:23, BAS). Tampoco murió como soldado u otro héroe, entre gritos de gloria, sino murió como muere un maldito (Gál 3:13) sobre una cruz romana. Fue una muerte vergonzosa como la de un malhechor (Isa 53:12), y el sufrimiento fue prolongado. La muerte de Jesús sobre el madero demuestra ampliamente cómo Dios aborrece el pecado. Sabemos que el pecado es una cosa abominable ante los ojos de Dios porque ¡he aquí la clase de muerte que se requería para expiar el pecado!

Fuente: Notas Reeves-Partain

Mat 26:39; Jua 4:34; Jua 6:38; Heb 5:8; Heb 12:2; Hch 2:23; 1Co 1:17-18; 1Co 2:2.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Véase Ap. 5C.

REFERENCIAS CRUZADAS

o 75 Heb 2:9; Heb 10:5

p 76 Isa 50:5; Jua 10:17; Heb 5:8

q 77 Deu 21:23; Gál 3:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

muerte de cruz. Para los judíos, era maldito todo aquel que moría colgado de un madero ( Dt 21:23; Gá 3:13), y para los romanos, la muerte de cruz era una muerte degradante a la cual sus ciudadanos no podían ser condenados.

Fuente: La Biblia de las Américas

8 (1) Cuando Cristo se hizo semejante a los hombres, entrando en la condición humana, fue hallado en Su porte exterior como hombre.

8 (2) Es decir, la apariencia exterior, la semblanza. Esta es una repetición específica de la noción de semejanza que se encuentra en el v.7. La apariencia de Cristo en Su humanidad, lo que los hombres veían, era Su porte exterior de hombre.

8 (3) Humillarse fue un paso adicional en el despojamiento de Sí mismo. La autohumillación de Cristo manifestó Su despojamiento.

8 (4) La muerte de cruz es el punto culminante de la humillación de Cristo. Para los judíos era una maldición ( Deu_21:22-23). Para los gentiles era una sentencia de muerte impuesta sobre malhechores y esclavos ( Mat_27:16-17 , Mat_27:20-23). Por esto, era vergonzoso morir así ( Heb_12:2).

La humillación del Señor abarca siete pasos: (1) el despojarse a Sí mismo; (2) el tomar forma de esclavo; (3) el hacerse semejante a los hombres; (4) el humillarse; (5) el hacerse obediente; (6) el ser obediente hasta la muerte; y (7) el ser obediente hasta la muerte de cruz.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

BD447(8) Δέ se usa para denotar una explicación o una intensificación: aun la muerte en una cruz.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego