Porque muchos andan por ahí, de quienes os hablaba muchas veces, y ahora hasta lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo.
3:18 — » Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo «. En este texto Pablo expresa una emoción profunda. El que se ocupa sinceramente en la obra de salvar almas y confirmarlas en la fe también se preocupa por ellas, y se siente muy afligido al ver la destrucción de almas causada por los enemigos de la cruz. Pablo escribió a los corintios «con muchas lágrimas» (2Co 2:4), porque había pecado entre ellos y no lo habían corregido (1Co 5:1-2). El predicaba y trabajaba entre los efesios «con muchas lágrimas» (Hch 20:19; Hch 20:31). No era indiferente hacia su condición espiritual. Habiendo hablado de muchos sufrimientos dice (2Co 11:28), «y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias». ¡He aquí la concordancia entre el denunciar fuertemente a los falsos y al mismo tiempo el derramar lágrimas por causa de ellos! Debemos estar muy preocupados por enseñar y defender la verdad contra el error, y al mismo tiempo estar preocupados por las almas que son víctimas del error. Pablo tenía la mente de Cristo. ¿Exponía el error? Sí. ¿Denunciaba el pecado? Sí. ¿Aborrecía al pecador y al falso maestro? No.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
porque muchos andan. Isa 8:11; Dan 4:37; Gál 2:14; Efe 4:17; 2Ts 3:11; 2Pe 2:10; Jud 1:13.
de los cuales os dije muchas veces. 1Co 6:9; Gál 5:21; Efe 5:5, Efe 5:6; 1Ts 4:6.
aun ahora lo digo llorando. Flp 1:4; Sal 119:136; Jer 9:1; Jer 13:17; Luc 19:41; Hch 20:19, Hch 20:30, Hch 20:31; Rom 9:2; 2Co 2:4; 2Co 11:29.
son enemigos de la cruz de Cristo. Flp 1:15, Flp 1:16; 1Co 1:18; Gál 1:7; Gál 2:21; Gál 6:12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
A diferencia de Pablo, Timoteo y Epafrodito (Flp 2:17-30; Flp 3:1-15), muchos … solo piensan en lo terrenal (v. Flp 2:19). Como creyentes debemos concentrar nuestra atención y esfuerzos en llegar al cielo puesto que es allá dónde tenemos nuestra ciudadanía (v. Flp 2:20).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
El término llorando revela la compasión e interés de Pablo por aquellos que tan trágicamente son enemigos de la cruz. En el versículo Flp 3:2 lanza una severa advertencia en contra de ellos, pero aquí llora por ellos.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ENEMIGOS DE LA CRUZ DE CRISTO. Lo más factible es que esos enemigos eran supuestos creyentes que corrompían el evangelio con su vida inmoral y las falsas doctrinas. Una de las claves de la grandeza de Pablo era el ser un hombre de intensos sentimientos cuyo corazón se conmovía profundamente cuando se tergiversaba el evangelio o cuando estaban en peligro aquéllos a quienes él servía (véanse v. Flp 3:2, nota; Gál 1:9, nota; y el ARTÍCULO LOS OBISPOS Y SUS DEBERES, P. 1554. [Hch 20:28]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
os dije muchas veces. Parece que Pablo había advertido a los filipenses en numerosas ocasiones sobre los peligros de los falsos maestros, tal como advirtió a los efesios (Hch 20:28-30). llorando. Pablo tuvo una reacción similar al advertir a los ancianos de Éfeso acerca de los peligros de los maestros falsos (Hch 20:31). enemigos de la cruz. El lenguaje de Pablo implica que estos hombres no afirmaban que se oponían a Cristo, su obra en la cruz o la salvación solo por gracia y solo por medio de la fe, sino que no procuraban la semejanza a Cristo ni lo manifestaban con una vida piadosa. Al parecer se presentaron como amigos de Cristo y es posible que ocuparan posiciones de liderazgo en la iglesia.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:18 — » Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo «. En este texto Pablo expresa una emoción profunda. El que se ocupa sinceramente en la obra de salvar almas y confirmarlas en la fe también se preocupa por ellas, y se siente muy afligido al ver la destrucción de almas causada por los enemigos de la cruz.
Pablo escribió a los corintios «con muchas lágrimas» (2Co 2:4), porque había pecado entre ellos y no lo habían corregido (1Co 5:1-2). El predicaba y trabajaba entre los efesios «con muchas lágrimas» (Hch 20:19; Hch 20:31). No era indiferente hacia su condición espiritual. Habiendo hablado de muchos sufrimientos dice (2Co 11:28), «y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias». ¡He aquí la concordancia entre el denunciar fuertemente a los falsos y al mismo tiempo el derramar lágrimas por causa de ellos! Debemos estar muy preocupados por enseñar y defender la verdad contra el error, y al mismo tiempo estar preocupados por las almas que son víctimas del error. Pablo tenía la mente de Cristo. ¿Exponía el error? Sí. ¿Denunciaba el pecado? Sí. ¿Aborrecía al pecador y al falso maestro? No.
Pablo es un ejemplo muy bueno para todo evangelista. Expresó una profunda preocupación por las almas perdidas. «Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne» (Rom 9:1-3). ¿Cuántos predicadores hablan así de los perdidos? «Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación» (Rom 10:1). ¿Cuántos evangelistas sienten el dolor expresado por Pablo en Gál 4:19? («Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros».) Al leer de las lágrimas de Pablo debemos reflexionar seriamente sobre nuestro ministerio. ¿Tenemos miedo de ser emocionales con respecto a la obra del Señor? ¿Tenemos temor de que nos llamen pentecostales si lloramos o si predicamos o enseñamos con emoción? Hay gran peligro de que el evangelio que predicamos no penetre bien en lo más profundo de nuestros propios corazones. Un evangelio que solamente sale de la boca no lleva el peso que debe llevar.
Timoteo es elogiado por Pablo en esta carta: «a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros» (2:20). En 2Ti 1:4 Pablo dice, «deseando verte, al acordarme de tus lágrimas». Timoteo era imitador de Pablo en muchas maneras. Pablo y Timoteo convirtieron y confirmaron a muchos porque no tuvieron vergüenza de derramar lágrimas al predicar, enseñar y meditar sobre la salvación de la gente.
— » enemigos de la cruz «. Los judaizantes negaban la eficacia de la cruz sola (es decir, la cruz aparte de la circuncisión y la guarda de la ley de Moisés) para salvar. Los libertinos la menospreciaban, rehusando controlar sus apetitos carnales y sujetarse a Cristo. Muchos son enemigos de la cruz porque para ellos es un tropiezo (Gál 5:11), como lo era para los judaizantes. Siempre hay quienes no desean «padecer persecución a causa de la cruz de Cristo» (Gál 6:12). Pero todo cristiano verdadero dirá con Pablo, «lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí y yo al mundo» (Gál 6:14).
¿No tenía miedo Pablo de hablar tanto de los falsos en la iglesia? ¿No había peligro de que los de afuera concluyeran que tanta falsedad en la iglesia era prueba de que no valía? Pregúntese la misma cosa con respecto al dinero. ¿No hay billetes falsos? ¡Circulan millones en billetes falsos! ¿No debemos, por eso, dejar de usar dinero? No conozco a nadie que quiera hacerlo. Seguimos usando el dinero genuino, y al mismo tiempo seguimos tratando de descubrir y acabar con todo el dinero falso.
Hay muchos enemigos de la cruz de Cristo: el catolicismo, el calvinismo, el milenarismo, el humanismo (y su fundamento básico, la evolución), el modernismo, el sectarismo de toda clase, el liberalismo en la iglesia, etcétera. Los enemigos de las Escrituras son enemigos de la cruz de Cristo: la Iglesia Católica Romana, los «testigos», los mormones, los traductores y publicadores de versiones que niegan la Deidad de Cristo, enseñan el calvinismo, etcétera.
Los enemigos de la enseñanza de Cristo y sus apóstoles son enemigos de la cruz de Cristo : Hch 2:42; 1Co 4:16-17; 1Jn 4:6; 2Jn 1:9-10. Los enemigos de la iglesia verdadera de Cristo son enemigos de la cruz de Cristo. En fin, la «cruz» es el corazón del evangelio que abarca todo el plan de Dios para la redención del hombre. Los que cambian el evangelio se oponen a la cruz de Cristo.
Además, los que llevan vidas carnales (aunque sean miembros de la iglesia) son enemigos de la cruz. Los carnales son los que no dan evidencia de un cambio de corazón, del nuevo nacimiento, de haber crucificado el viejo hombre con sus deseos y pasiones. Aunque escuchen sermones cada semana, no quieren dejar sus vicios, celos, envidias, amarguras, etcétera. Prefieren vivir carnalmente. De hecho, los enemigos de la cruz más amenazantes no son los de afuera sino los mismos miembros de la iglesia que siguen carnales, mundanos, indiferentes y rebeldes.
Fuente: Notas Reeves-Partain
1Co 1:17-18; 1Co 1:23; Gál 6:12.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Llamado a una ciudadanía celestial
Desde el pensamiento de sus propias grandes ambiciones inflamadas por el amor de Cristo, y desde el pensamiento de aquellos con un concepto equivocado de la perfección, Pablo se vuelve a pensar en otros dentro de la comunidad de la iglesia cristiana cuyas vidas sólo puede contemplar con pena y dolor.
18, 19 En dos formas la cruz es el verdadero centro del cristianismo. Es central porque creemos que a través de la muerte de Cristo sobre ella somos perdonados y aceptados por Dios y así tenemos la vida eterna. La cruz también es central para nuestra comprensión del discipulado. Jesús nos llama a cargar nuestra cruz y seguirle (Mar. 8:34; Luc. 9:23), y Pablo sabía que debía “participar en sus pa decimientos, para ser semejante a él en su muerte” (v. 10). Parece claro que fue en esta segunda manera que esta gente de quien Pablo escribe eran enemigos de la cruz de Cristo. En vez de aceptar la senda de la autonegación en el discipulado, habían hecho de sus propios apetitos físicos su dios, se jactaban en lo que en realidad era vergonzoso, y ponían sus mentes en lo terrenal. Esto quiere decir que en lugar de encontrar en la cruz tanto su salvación como su estilo de vida, estaban en un camino que podría conducir sólo a la destrucción.
20 El pensamiento de aquellos cuyas vidas están dominadas por el deseo de las cosas terrenales lleva al Apóstol a decir que los verdaderos cristianos saben que su vida y su ciudadanía están ahora en los cielos con Cristo (cf. Ef. 1:3; 2:6; Col. 3:1-4). Los filipenses podrían estar orgullosos de su ciudadanía en una colonia romana (ver la Introducción), tal como todos tenemos una ciudadanía terrenal que tiene sus privilegios y obligaciones. Pero tanto ellos como nosotros hemos de valorar encima de todo el regalo de una vida y una ciudadanía celestiales, y vivimos en la esperanza de nuestra herencia venidera que recibiremos por completo en el futuro. Así, esperamos ardientemente la reaparición en los cielos de nuestro Salvador, el Señor Jesucristo.
21 La venida de Cristo significará la transformación de nuestro cuerpo de humillación para que tenga la misma forma de su cuerpo de gloria (cf. 2 Cor. 4:16-5:4; 1 Jn. 3:2) por el poder de Dios a cuyo obrar no puede haber últimamente limitación ni impedimento. El cuerpo que tenemos no es despreciable, pero es un signo de nuestra condición “humillada” (la misma palabra se usa en el cántico de María en Luc. 1:48). Ahora nuestros cuerpos están sujetos al dolor, sufrimiento y debilidad; pero luego serán levantados inmortales e imperecederos (ver 1 Cor. 15:35-54).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) Véase Ap. 5C.
REFERENCIAS CRUZADAS
k 152 Gál 5:11; Gál 6:12
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
enemigos de la cruz. Con sus enseñanzas y conducta estos enemigos negaban la suficiencia de la muerte de Cristo para ofrecer salvación.
Fuente: La Biblia de las Américas
18 (1) Probablemente aquellos que practicaban la filosofía de los epicúreos, la cual promovía el abandono a los placeres de comer y beber, y fomentaba la gratificación propia en otras cosas, todas las cuales eran contrarias a la cruz de Cristo. En el v. 2 vemos que los judaizantes perjudicaban a los filipenses. En este versículo los epicúreos eran quienes les estaban perjudicando. Los judaizantes eran de origen judío; los epicúreos, de origen pagano.
Básicamente, la exhortación que vemos en este capítulo fue dada por causa de ambos grupos. Lo que dijo en cuanto a los judaizantes edificó a los filipenses en cuanto la manera de tratar el alma (vs.1-16), especialmente la mente, y su alusión a los epicúreos instruyó a los filipenses en cuanto a la manera de tratar el cuerpo (vs.17-21). Con respecto al alma debemos tener por basura todas las cosas religiosas, filosóficas y culturales. En cuanto al cuerpo, debemos ocuparnos de nuestras necesidades físicas, pero no debemos abandonarnos al disfrute físico excesivo.
18 (2) La cruz de Cristo puso fin a la complacencia de las concupiscencias del cuerpo físico ( Gál_5:24).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
enemigos de la cruz de Cristo. Se tiene a la vista el mal vivir (de los libertinos). El principal interés de ellos era su vientre, i.e., sus apetitos sensuales (v. Flp 3:19).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
BD151(1) La construcción simple de λέγω con un acusativo significa: mencionar en conversación.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., los cuales