Por nada estéis afanosos; más bien, presentad vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
4:6 — » por nada estéis afanosos «, Mat 6:24-34. Dios nos ha dado la vida; ¿no nos dará lo necesario para sostenerla? Nos ha dado el espíritu y el cuerpo; ¿no podemos creer que también nos dará alimento y ropa? Estúdiese Mat 4:4 a la luz de Deu 8:3-4; lo que nos sostiene no es el alimento que se compra en el supermercado, sino la voluntad Dios. No era necesario que Jesús convirtiera piedras en pan para comer, porque Dios le podía sostener con aire si hubiera sido su voluntad. Léase frecuentemente el Sal 104:1-35 que nos recuerda que Dios cuida de su creación. Los del mundo viven preocupados porque no conocen a Dios, pero los que confían en Dios suben a un nivel más alto de vida. El afán de este siglo ahoga la palabra y la hace infructuosa, Luc 8:14. El afán del cristiano indica falta de fe y confianza en Dios.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
por nada estéis afanosos. Dan 3:16; Mat 6:25-33; Mat 10:19; Mat 13:22; Luc 10:41; Luc 12:29; 1Co 7:21, 1Co 7:32; 1Pe 5:7.
sean conocidas vuestras peticiones. Pro 15:8; Cnt 2:14; Mat 6:8.
en toda oración. Gén 32:7-12; 1Sa 1:15; 1Sa 30:6; 2Cr 32:20; 2Cr 33:12, 2Cr 33:13; Sal 34:5-7; Sal 51:15; Sal 55:17, Sal 55:22; Sal 62:8; Pro 3:5, Pro 3:6; Pro 16:3; Jer 33:3; Mat 7:7, Mat 7:8; Luc 18:1, Luc 18:7; Luc 12:22; Efe 6:18; Col 4:2; 1Ts 5:17, 1Ts 5:18; 1Pe 4:7; Jud 1:20, Jud 1:21.
con acción de gracias. 1Sa 7:12; 2Co 1:11; Efe 5:20; Col 3:15, Col 3:17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Pablo exhorta a los filipenses a orar en relación con sus circunstancias en lugar de afligirse por ellas.
Por nada estéis afanosos: Si bien la misma palabra describe en Flp 2:20 la preocupación de Timoteo por los filipenses, aquí Pablo usa esta palabra para referirse a la ansiedad. Prohíbe a los filipenses que se angustien en relación con sus propios problemas. En lugar de eso ellos deben entregar sus problemas a Dios en oración y confiar en que Él va a proveer la liberación.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
POR NADA ESTÉIS AFANOSOS. El remedio esencial para las preocupaciones es la oración, por las siguientes razones:
(1) Mediante la oración se renueva la confianza en la fidelidad del Señor al echar toda ansiedad y preocupación sobre Él, que cuida de sus hijos (Mat 6:25-34; 1Pe 5:7).
(2) La paz de Dios viene a guardar el corazón y la mente de sus hijos como resultado dé la comunión que ellos tienen con Jesucristo (vv. Flp 4:6-7; Isa 26:3; Col 3:15).
(3) Dios los fortalece para hacer todo lo que El quiere que ellos hagan (v. Flp 4:13; Flp 3:20, nota; Efe 3:16).
(4) Los creyentes reciben misericordia, gracia y ayuda en la hora de necesidad (Heb 4:16).
(5) Están seguros de que Dios obra en todo para el beneficio de ellos (véanse v. Flp 4:11, nota; Rom 8:28, nota).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Por nada estéis afanosos. Vea las notas sobre Mat 6:26-33. La ansiedad y la preocupación indican una falta de confianza en la sabiduría, soberanía y poder de Dios. Deleitarse en el Señor y meditar en su Palabra es el mejor antídoto contra la ansiedad (Sal 1:2). peticiones … oración y ruego, con acción de gracias. La gratitud a Dios acompaña toda oración verdadera. en toda. Todas las dificultades están dentro de los propósitos de Dios.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
4:6 — » por nada estéis afanosos «, Mat 6:24-34. Dios nos ha dado la vida; ¿no nos dará lo necesario para sostenerla? Nos ha dado el espíritu y el cuerpo; ¿no podemos creer que también nos dará alimento y ropa? Estúdiese Mat 4:4 a la luz de Deu 8:3-4; lo que nos sostiene no es el alimento que se compra en el supermercado, sino la voluntad Dios. No era necesario que Jesús convirtiera piedras en pan para comer, porque Dios le podía sostener con aire si hubiera sido su voluntad. Léase frecuentemente el Sal 104:1-35 que nos recuerda que Dios cuida de su creación. Los del mundo viven preocupados porque no conocen a Dios, pero los que confían en Dios suben a un nivel más alto de vida.
El afán de este siglo ahoga la palabra y la hace infructuosa, Luc 8:14. El afán del cristiano indica falta de fe y confianza en Dios.
En lugar de vivir preocupados por los asuntos personales, recordemos el ejemplo de Timoteo (2:20) «que tan sinceramente se interese por vosotros». No debemos estar tan preocupados por nosotros mismos, sino más bien por otros hermanos: «que los miembros todos se preocupen los unos por los otros» (1Co 12:25).
— » sean conocidas vuestras peticiones «, no para informar a Dios («porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis», Mat 6:8), sino como un ejercicio necesario de nuestra fe. «Aún seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto», Eze 36:37. En el tiempo de problemas y angustia nos conviene imitar al rey Ezequías cuando fue amenazado por el rey de Siria: «Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías delante de Jehová», 2Re 19:14.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA PAZ DE LA ORACIÓN CREYENTE
Filipenses 4:6-7
No os preocupéis por nada; sino en todas las cosas, con oración y súplica, con acción de gracias, hacedle saber a Dios vuestras peticiones. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo lo imaginable, montará la guardia sobre vuestros corazones y mentes en Jesucristo.
Para los Filipenses, la vida no podía por menos de ser preocupante. Hasta el ser un ser humano, y por lo tanto vulnerable a todos los azares y avatares de esta vida mortal es ya en sí una situación preocupante; y en la Iglesia primitiva, a las preocupaciones normales de la condición humana se añadía la preocupación de ser cristiano, lo que suponía llevar la vida en la mano. La solución de Pablo era la oración. Como dice M. R. Vincent: «La paz es el fruto de la oración creyente.» En este pasaje está comprimida toda una filosofía de la oración. ‘
(i) Pablo insiste en que podemos llevar absolutamente-todo a Dios en oración. Como se ha dicho hermosamente: «No hay nada demasiado grande para el poder de Dios; ni nada demasiado pequeño para Su cuidado paternal.» Un niño puede llevarle todo a su padre o madre, seguro de que sea lo que sea lo que le suceda encontrará interés: sus pequeños triunfos o desilusiones, sus heridas o cortes pasajeros; de la misma manera podemos nosotros llevarle nuestras cosas a Dios, seguros de Su interés y ayuda.
(ii) Podemos presentarle nuestras oraciones, nuestras súplicas y nuestras peticiones a Dios; podemos orar por nosotros mismos. Podemos pedirle perdón por el pasado, podemos pedirle las cosas que necesitamos en el presente, y la ayuda y dirección para el futuro. Podemos llevar nuestro pasado y presente y futuro a la presencia de Dios. Podemos orar por otros. Podemos encomendar al cuidado de Dios a los que tenemos cerca y lejos que están en el ámbito de nuestra memoria y de nuestro corazón.
(iii) Pablo establece que «la acción de gracias debe ser el acompañamiento universal de la oración.» El cristiano debe tener el sentimiento, como ha dicho alguien, de que toda su vida está, como si dijéramos, suspendida entre bendiciones pasadas y presentes.» Todas las oraciones deben incluir, sin duda, el dar gracias por el gran privilegio de la misma oración. Pablo insiste en que debemos dar gracias en todo, en el dolor y en la alegría igualmente. Esto implica dos cosas: gratitud, y perfecta sumisión a la voluntad de Dios. Sólo cuando estamos totalmente convencidos de que Dios hace todas las cosas bien y para bien podemos realmente sentir hacia Él la perfecta gratitud que demanda la oración creyente.
Cuando oramos, debemos siempre recordar tres cosas. Debemos recordar el amor de Dios, que siempre desea sólo lo mejor para nosotros. Debemos recordar la sabiduría de Dios, Que es el único que sabe lo que es mejor para nosotros. Debemos recordar el poder de Dios, Que es el único que puede hacer que suceda lo que es mejor para nosotros. El que ore con una confianza perfecta en el amor, la sabiduría y el poder de Dios encontrará la paz de Dios.
El resultado de la oración creyente es que la paz de Dios será el centinela que guarde nuestros corazones. La palabra que usa Pablo (frurein) es el término militar para montar la guardia. Esa paz de Dios, dice Pablo, como dice la ReinaValera, sobrepasa todo entendimiento. Eso no quiere decir que sea tan misteriosa que la mente humana no la pueda entender, aunque eso también es cierto. Quiere decir que la paz de Dios es tan preciosa que la mente humana, con toda su habilidad y conocimiento, nunca la puede producir; no es algo que uno se puede ingeniar; es exclusivamente un don de Dios. El camino a la paz consiste en confiarnos a nosotros mismos y todo lo que nos es querido en las amorosas manos de Dios.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Flp 4:9; Mat 6:25-34; 1Pe 5:7.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
m 177 Mat 6:25; Luc 12:22; 1Pe 5:7
n 178 Rom 12:12; Stg 1:5
ñ 179 Sal 145:18; Jua 16:23
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
6 (1) Es decir, preocupados. Los afanes, provenientes de Satanás, son la suma total de la vida humana, y perturban la vida de los creyentes al vivir éstos a Cristo; el ser comprensivos es la suma de una vida en que se vive a Cristo y es algo que proviene de Dios. Estas dos son contrarias.
6 (2) La palabra griega frecuentemente se traduce con ( Jua_1:1 Mar_9:19 2Co_5:8 ; 1Jn_1:2) . Denota movimiento en cierta dirección, en el sentido de una unión y comunicación viva, lo cual implica comunión. Por lo tanto, el sentido de delante de Dios aquí es en comunión con Dios.
6 (3) La oración es general y su esencia es la adoración y la comunión; la petición es especial, y se hace por necesidades específicas.
6 (4) No dice y sino con Tanto nuestra oración como nuestra petición deben ir acompañadas de nuestras acciones de gracias al Señor.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
M45 Τῇ προσευχῇ y τῇ δεήσει deben entenderse como dativos de acompañamiento, y no como dativos instrumentales: con oración y súplica.