Comentario de Colosenses 3:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
La palabra de Cristo habite abundantemente en vosotros, enseñándoos y amonestándoos los unos a los otros en toda sabiduría con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando con gracia a Dios en vuestros corazones.
3:16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, — «Que more en vosotros, no como un huésped que pasa un día o dos allí, sino como un habitante de la casa que jamás sale de ella» (Lutero, citado por B-S). La palabra de Cristo «debe gobernar todo pensamiento, palabra, y hecho» (GH). «El que tiene oídos, oiga» (Mat 13:9); «estáis llenos de… todo conocimiento» (Rom 15:14); «En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti» (Sal 119:11); «asidos de la palabra de vida» (Flp 2:16); «usa bien la palabra de verdad» (2Ti 2:15). Esta exhortación equivale a «sed llenos del Espíritu Santo» (Efe 5:18). Son textos paralelos. Es imposible ser llenos del Espíritu Santo si la palabra de Cristo no mora en abundancia en nosotros.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
la palabra de Cristo. Jua 5:39, Jua 5:40; 2Ti 3:15; Heb 4:12, Heb 4:13; 1Pe 1:11, 1Pe 1:12; Apo 19:10.
habite en vosotros. Deu 6:6-9; Deu 11:18-20; Job 23:12; Sal 119:11; Jer 15:16; Luc 2:51; Jua 15:7; 1Jn 2:14, 1Jn 2:24, 1Jn 2:27; 2Jn 1:2.
en abundancia. 1Ti 6:17; Tit 3:6.
toda sabiduría. Col 1:9; 1Re 3:9-12, 1Re 3:28; Pro 2:6, Pro 2:7; Pro 14:8; Pro 18:1; Isa 10:2; Efe 1:17; Efe 5:17; Stg 1:5; Stg 3:17.
enseñandoos. Col 1:28; Rom 15:14; 1Ts 4:18; 1Ts 5:11, 1Ts 5:12; 2Ts 3:15; Heb 12:12-15.
con salmos. Mat 26:30; 1Co 14:26; Efe 5:19; Stg 5:13.
y canciones espirituales. 1Cr 25:7; Neh 12:46; Sal 32:7; Sal 119:54; Cnt 1:1; Isa 5:1; Isa 26:1; Isa 30:29; Apo 5:9; Apo 14:3; Apo 15:3.
cantando con gracia. Col 4:6; Sal 28:7; Sal 30:11, Sal 30:12; Sal 47:6, Sal 47:7; Sal 63:4-6; Sal 71:23; Sal 103:1, Sal 103:2; Sal 138:1; 1Co 14:15.
al Señor. Col 3:23.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La palabra de Cristo more en abundancia es aparentemente un pensamiento paralelo a la afirmación de Pablo en (Efe 5:18), donde dice que hay que estar «llenos del Espíritu». Tanto aquí como en Efesios, el resultado de estar «llenos» del Espíritu o de la palabra de Cristo es cantar (Efe 5:19-21). Los salmos se refieren a aquellos que se encuentran en el AT. «el cancionero» de la iglesia de los comienzos, así como de Israel. Los himnos serían las canciones de la iglesia que reflejaban la nueva verdad en Cristo. Se encuentran ejemplos de tales himnos en Col 1:15-20; Flp 2:5-11; 1Ti 3:16.
cánticos espirituales serían otra clase de canciones de alabanza a Dios.
EN FOCO
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«Paz»
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(Gr. eirene) (Col 1:2; Col 3:15; Efe 2:17; Flp 1:2; Flp 4:7) # en Strong G1515; gobierne (Gr. brabeúo) (Col 3:15) # en Strong G1018: El término griego eirene tiene una variedad de significados, dentro de los que se incluye «unidad», «tranquilidad» y «concordia», y corresponde a la palabra hebrea shalom, que significa principalmente «totalidad». En el NT. se utiliza esta palabra griega para describir la relación armoniosa entre la gente (Rom 14:19), el orden que produce un gobierno (Hch 24:2) y la reconciliación entre Dios y una persona por medio de la obra salvadora de Cristo (Efe 2:17). En Col 3:15, Pablo alienta a los creyentes a dejar que «la paz de Dios gobierne en vuestros corazones». La palabra griega traducida gobierne significa «actuar como árbitro» o «arbitrar». La paz de Dios debe actuar como un árbitro cuando la ira, la envidia y otras pasiones surjan en nuestro corazón.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
LA PALABRA DE CRISTO MORE EN ABUNDANCIA EN VOSOTROS. Constantemente se debe leer y estudiar la palabra de Cristo (Le., la Biblia), meditar en ella y acompañarla con oración hasta que more con toda su riqueza en el corazón. Cuando el creyente pueda testificar de eso, sus pensamientos, palabras, acciones y motivaciones estarán bajo la influencia y el control de Cristo (Sal 119:11; Jua 15:7; véase 1Co 15:2, nota). Debieran emplearse salmos, himnos y cánticos espirituales para enseñar la Palabra y exhortar a los creyentes a llevar una vida de obediencia a Cristo (véase Efe 5:19, nota sobre los cánticos espirituales).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
La palabra de Cristo. Se trata de las Escrituras inspiradas por el Espíritu Santo, la palabra de revelación que Él trajo al mundo. more en abundancia en vosotros. Vea las notas sobre Efe 5:18. «More» significa «que viva en» o «que se sienta en casa», y «en abundancia» tiene que ver con cantidades exuberantes. Las Escrituras deberían empapar todos los aspectos de la vida del creyente y controlar todo pensamiento, palabra y acción (cp. Sal 119:11; Mat 13:9; Flp 2:16; 2Ti 2:15). Este concepto es paralelo al de ser llenos del Espíritu que se describe en Efe 5:18 porque los resultados de cada uno son los mismos. Ahora bien, en Efe 5:18 el poder y la motivación para todos los efectos es la llenura del Espíritu Santo mientras que aquí es el hecho de que la Palabra de Dios mora en abundancia. Lo cierto es que ambas realidades son la misma. El Espíritu Santo llena la vida controlada por su Palabra. Esto demuestra que la llenura del Espíritu no es una experiencia de éxtasis emocional, sino un control asiduo de la vida como resultado de la obediencia a la verdad de la Palabra de Dios. salmos e himnos y cánticos espirituales. Vea la nota sobre Efe 5:19.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, — «Que more en vosotros, no como un huésped que pasa un día o dos allí, sino como un habitante de la casa que jamás sale de ella» (Lutero, citado por B-S). La palabra de Cristo «debe gobernar todo pensamiento, palabra, y hecho» (GH). «El que tiene oídos, oiga» (Mat 13:9); «estáis llenos de… todo conocimiento» (Rom 15:14); «En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti» (Sal 119:11); «asidos de la palabra de vida» (Flp 2:16); «usa bien la palabra de verdad» (2Ti 2:15).
Esta exhortación equivale a «sed llenos del Espíritu Santo» (Efe 5:18). Son textos paralelos. Es imposible ser llenos del Espíritu Santo si la palabra de Cristo no mora en abundancia en nosotros.
— enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia (con acción de gracias, LBLA) en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales — «Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones» (Efe 5:19). El cantar es hablar un mensaje, dar una enseñanza o exhortación, con melodía.
Es correcto «dar lo mejor al Maestro» y, por eso, son importantes la melodía, el compás, etc., pero es necesario siempre recordar que el cantar no es para divertirnos. No conviene enfatizar lo precioso de la melodía, ni la belleza de las voces y su capacidad para cantar las notas más altas o las más bajas. ¿Por qué tienen muchas iglesias un coro? ¿Quiénes lo componen? Desde luego, los que cantan mejor en el sentido de agradar a los oyentes. Es muy obvio que el propósito del coro — al igual que el propósito de los instrumentos de música en el culto — es para divertir a la gente. Tales cosas no agradan a Dios sino a la gente carnal.
El cantar himnos no es una mera formalidad o ceremonia, sino que es un acto de adoración; los cantos son mensajes importantes que alaban a Dios y edifican a la iglesia. Hay mucha enseñanza, exhortación y aliento en los himnos que cantamos. Hay alimento rico en el servicio de cantos. Dios no quiere el culto voluntario (culto basado en los mandamientos de los hombres, 2:20-23), sino el culto espiritual (p. ej., oraciones, cánticos espirituales).
Por eso, el cantar no debe servir como un timbre o campana para empezar el culto. Muchos hermanos tienen el vicio de llegar tarde al culto y no participar en el primer canto (o en los primeros cantos). Algunos entran durante esta parte del culto e interrumpen la adoración de otros. (Los que por cualquier causa lleguen tarde deben esperar en la entrada hasta que termine el canto o la oración; si llegan durante el sermón, deben ocupar los asientos de atrás, para causar menos estorbo.)
Al cantar al Señor le ofrecemos el «fruto de labios», pero si nuestro servicio no viene del corazón El no lo acepta. «En espíritu y en verdad es necesario que adoren» (Jua 4:24). «Habéis obedecido de corazón» (Rom 6:17) para obtener el perdón de pecados, y es necesario seguir obedeciendo y sirviendo a Dios de corazón. Debemos siempre acercarnos a Dios «con corazón sincero» (Heb 10:22). Por lo tanto, al cantar himnos a Dios, si lo que decimos con los labios no es la convicción, el sentimiento, el deseo o el gozo del corazón, entonces nuestro servicio de cantos no es aceptable. Esto es comparable al participar indignamente de la cena del Señor; es decir, se participa con los labios (comiendo el pan y bebiendo la copa), pero no se discierne el cuerpo del Señor y, por esa causa, «juicio come y bebe para sí» (1Co 11:29).
Jesús y los apóstoles cantaron: «Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos» (Mat 26:30). Cuando el carcelero metió a Pablo y Silas «en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo», «a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían» (Hch 16:25). «Por tanto yo te confesaré entre los gentiles, y cantaré a su nombre» (Rom 15:9). «¿Qué, pues?… cantaré con el espíritu (es decir, en una lengua), pero cantaré también con el entendimiento (es decir, con interpretación de la lengua)» (1Co 14:15; véase el v. 16). «En medio de la congregación te alabaré (te cantaré himnos, LBLA)» Heb 2:12. «¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas» (Stg 5:13). Santiago no dice, «Cante rock and roll o canciones rancheras», sino alabanzas a Dios.
«Y cantaban un cántico nuevo delante del trono… y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra». (Los 144,000 son todos los redimidos, pues sólo éstos pueden cantar de la redención).
Al cantar himnos alabamos al Señor (cantando y alabando al Señor en vuestros corazones», Efe 5:19). «¡Oh padre, eterno Dios!… ¡Bendito Salvador!… ¡Espíritu de Dios!»; «A nuestro Padre Dios alcemos nuestra voz, ¡Gloria a él!… A nuestro Salvador demos con fe loor, ¡Gloria a él!… Espíritu de Dios, elevo a ti mi voz, ¡Gloria a ti!»; «¡Loor a Ti, mi Dios! Loor a ti»; etc. Alabamos a Dios por su poder, sabiduría, fidelidad, amor, misericordia, justicia, etc.
Al cantar himnos damos gracias al Señor (3:15, «sed agradecidos»; «dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre del Señor Jesucristo», Efe 5:20). En los himnos expresamos el gozo que sentimos en el corazón por todos sus favores. Muchos cantos son expresiones de gratitud a Dios. ¡Qué importante es que los cantemos de corazón! El evangelio cambia el cantar de la gente. Las canciones del mundo son temas de sensualidad y toda forma de carnalidad. Pero los salmos, himnos y cánticos espirituales de los cristianos son expresiones de gratitud a Dios.
El cantar es un medio eficaz (poderoso) de hacer que el mensaje de Dios llegue al corazón. Cuando cincuenta o cien (o quinientas) voces se unen para cantar «Estad por Cristo firmes», tiene un impacto fuerte sobre los participantes. Al cantar enseñamos, exhortamos y edificamos, los unos a los otros. Los himnos nos edifican, nos consuelan y nos animan a ser más consagrados al Señor. Al cantar himnos hacemos peticiones a Dios, confesamos pecados y hablamos de la necesidad continua de la ayuda de Dios. Al cantar himnos estamos expresando emociones, tales como: amor, gratitud, gozo, ánimo, paz, tristeza, contentamiento.
El «himno de invitación» («A Jesucristo ven sin tardar»; «¡Cuan tiernamente nos está llamando!») es un medio fuerte de mover el corazón de la persona que esté cerca del reino. Si el mensaje del predicador ha llegado al corazón de algún inconverso, entonces el himno de invitación — ya anunciado antes del sermón — bien puede moverle a confesar a Cristo y a ser bautizado; es decir, lo ideal es que haya continuidad de la exhortación entre el sermón y el himno de invitación: el evangelista invita y luego al terminar el mensaje, inmediatamente la iglesia, al ponerse de pie con sus himnarios abiertos al himno de invitación, comienza a cantar «Oh, no rechaces la verdad». Esta práctica ha movido a miles de almas hacia la obediencia. Pero parece que este concepto nunca ha tenido importancia o valor para muchos directores de cantos. La práctica común es que después del sermón, aunque el predicador se haya dedicado fervientemente a invitar a los perdidos, el director de cantos se levanta, toma su tiempo para pasar al frente, anuncia el número del himno, espera hasta que todos hayan encontrado el himno y luego anuncia, «Si lo tienen, vamos a cantarlo.» Esto no es nada menos que una distracción innecesaria para el invitado, como si el himno de invitación no tuviera nada que ver con la invitación hecha por el predicador.
¿Cuál es la prueba de que la paz de Dios gobierna en nuestros corazones (3:15) y que la palabra de Cristo mora en abundancia en nosotros (3:16)? Si la paz de Dios gobierna en nuestros corazones, y si la palabra de Cristo mora en abundancia en nosotros, (1) se manifestará en la conversación. «Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes» (Deu 6:6-7); (2) también cantaremos himnos a Dios, no sólo en los servicios, sino también, estando en nuestra casa, andando por el camino (o viajando en el automóvil), al acostarnos y al levantarnos, como también en el trabajo, etc., porque «de la abundancia del corazón la boca habla» (Mat 12:34).
¿Por qué hay tantos músicos que se hacen ricos cantando y grabando canciones? La gente no compra casetes y discos simplemente para escuchar la música, sino también para cantarla. Muchísimas canciones son muy corruptas porque el corazón de la gente es corrupto y, por eso, tales canciones son muy populares. Así también los cristianos quieren cantar himnos para alabar a Dios y para edificarse a sí mismo y a otros. El cantar himnos es un medio eficaz, un vehículo muy apropiado, para expresar los pensamientos y emociones; por lo tanto, si la paz de Dios gobierna en nuestros corazones, y si la palabra de Cristo mora en abundancia en nosotros, continuamente la boca hablará y cantará de Cristo y las cosas que pertenecen a la salvación. «Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos» (2Co 13:5). Aquí está una manera de examinarnos: ¿nos gusta cantar himnos? ¿cuándo? ¿solamente en los servicios de la iglesia? ¿Nos gusta más la canción mundana?
— con salmos — Los salmos (p. ej., los de David) alaban a Dios, exaltando su nombre, poder, atributos y obras. Los salmos nos instruyen; Jesús y los apóstoles los citaban, para enseñar y para comprobar lo que enseñaban. «Originalmente un salmo era una canción acompañada de un instrumento de cuerdas… Con el uso la idea de acompañamiento cesó» (MRV). Algunos de los que usan instrumentos musicales en el culto dicen que la palabra PSALLONTES, traducida «alabando» (Efe 5:19) significa cantar con instrumentos. «PSALMOIS, los Salmos en el Antiguo Testamento originalmente con acompañamiento musical» (ATR). Es cierto que bajo el Antiguo Testamento se tocaban instrumentos con los cantos; y es cierto que en la versión Septuaginta (versión griega del Antiguo Testamento), la palabra PSALLO se usaba para indicar tanto el tocar como el cantar, pero cuando Pablo escribió estas cartas a los colosenses y efesios, la palabra PSALMOIS ya no significaba «con acompañamiento musical».
Este verbo (PSALLO) se halla en Rom 15:9 («cantaré»); 1Co 14:15 («cantaré») Stg 5:13 («cante alabanzas»); y en Efe 5:19 («alabando»). No hay ninguna versión que traduzca el verbo PSALLO como «tocar» en el Nuevo Testamento. Para el siglo primero la palabra PSALLO ya había perdido el significado de tocar y cantar, y significó simplemente cantar. Los israelitas usaban los instrumentos por el mandamiento de Dios (2Cr 29:25), pero no hay tal mandamiento para la iglesia.
Pablo habla del instrumento con el cual se alaba a Dios en la iglesia: el corazón («alabando al Señor en vuestros corazones). El significado radical de la palabra PSALLO es tañer, y se aplicó a todos los sonidos producidos por la vibración de las cuerdas de cualquier instrumento. Es muy razonable que se usara, pues, con referencia a la voz humana, que es el sonido que sale de los pulmones y de la boca del hombre, habiendo pasado por las cuerdas vocales. «La voz humana es el más complicado, delicado y perfecto instrumento musical conocido por el hombre. Como instrumento musical es la perfección de la obra del Creador, y es capaz de producir combinaciones y armonía musicales mucho más dulces y variadas que las de cualquier instrumento de fabricación humana, aun más que aquellos inventados por David» (DL).
Las iglesias evangélicas son muy inconsecuentes. Denuncian las muchas prácticas de la iglesia católica romana que carecen de apoyo bíblico (tales como el rosario, la misa, el quemar incienso, el invocar a María y los «santos», etc.), pero se quedan con los instrumentos de música. Durante los primeros seis siglos no se usaron instrumentos de música en la iglesia. Es otra invención de La Iglesia Católica Romana.
— e himnos y cánticos espirituales. — Los «himnos» dan alabanza a Dios, con acción de gracias y súplicas, expresando nuestra dependencia de Dios. Los «cánticos espirituales» dan expresión a una gran variedad de temas espirituales, basados en las palabras reveladas por el Espíritu Santo. «Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren» (Jua 4:24); por lo tanto, los himnos que cantamos deben estar en perfecta armonía con la palabra de Dios, expresando pensamientos espirituales, para que en ellos nuestros espíritus puedan tener comunión con Dios. Debemos ser estrictos en lo que predicamos y enseñamos, y debemos ser estrictos en lo que cantamos. No conviene cantar lo que no podemos enseñar en el púlpito y en las clases. Las iglesias de Cristo que usan himnarios publicados por los sectarios deben rechazar los himnos que enseñen error (p. ej., acerca del Espíritu Santo o el reino).
El cantar es, pues, un medio efectivo de introducir la palabra de Cristo en el corazón. Hemos de enseñar y exhortar los unos a los otros por medio de himnos, armonizando los pensamientos y sentimientos del corazón con el mensaje del himno. Este es el fin y propósito del servicio de cantos. Que el pensamiento presentado por medio de himnos se lleve al corazón. El instrumento musical no transmite los pensamientos y sentimientos de los himnos al corazón de los que oyen. Más bien distrae y estorba en lugar de ayudar. Dios conoce al hombre y sabía lo que sería mejor para llevar a cabo su propósito; por eso, no autorizó el uso del instrumento mecánico, sino solamente la voz. Los que introducen los instrumentos musicales en el culto rechazan la sabiduría de Dios, y la sustituye con la sabiduría humana (DL).
— cantando con gracia en vuestros corazones al Señor — Es correcto denunciar el uso de instrumentos mecánicos en el culto, pero si nosotros no empleamos el instrumento correcto (el corazón), nuestros cantos tampoco serán aceptables. Al cantar en cada reunión los mismos himnos, ¡qué fácil es cantar sin pensar en lo que decimos! Es posible y muy fácil cantar muchos himnos sin concentrarnos en la letra. Si cantamos sin meditar en el mensaje del himno para alabar de corazón a Dios (como también para exhortarnos los unos a los otros), nuestro servicio viene siendo una ceremonia vacía, semejante a las rutinas sectarias.
Fuente: Notas Reeves-Partain
— canciones inspiradas: Es muy probable que el autor de la carta aluda aquí a las intervenciones espontáneas sugeridas por el Espíritu Santo en el curso de las reuniones litúrgicas (ver 1Co 12:7 ss; 1Co 14:16).
— con un corazón profundamente agradecido: Otra posible traducción: desde lo profundo del corazón y a impulsos de la gracia.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Rom 15:14; Efe 5:19-20; 1Ts 5:11.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) “Del Cristo”, P46אcBCcDVg; א*: “del Señor”; AC*: “de Dios”.
(2) Lit.: “himnos”. Gr.: hý·mnois; lat.: hý·mnis.
(3) “A Jehová”, J7,8,13,14,16,17; CcDc(gr.): toi Ky·rí·oi; P46אABC*D*VgSyh,p: “a Dios”. Véase Ap. 1D.
REFERENCIAS CRUZADAS
m 187 1Co 2:7; Col 2:3
n 188 Col 1:28; Tit 2:1
ñ 189 Deu 31:19; 1Co 14:26
o 190 Efe 5:19
p 191 1Cr 16:23; Sal 30:4; Sal 147:7
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
palabra de Cristo. Es decir, la palabra de Dios. Esta debe ser la fuente y base de nuestra sabiduría, enseñanza, amonestación y alabanza.
Fuente: La Biblia de las Américas
16 (1) La palabra hablada por Cristo. Dios, en Su economía neotestamentaria, habla en el Hijo, y el Hijo no solamente habla por Sí mismo en los evangelios, sino también mediante Sus miembros, los apóstoles y profetas, en el libro de Hechos, en las epístolas y en Apocalipsis. Todas estas maneras de hablar pueden considerarse la palabra de Cristo.
En este pasaje, el llenar interior de la vida espiritual que rebosa en alabanzas y cánticos está relacionado con la palabra, mientras que en el pasaje paralelo, Efe_5:18-20, está relacionado con el Espíritu. Esto indica que la palabra es el Espíritu ( Jua_6:63 b). Una vida cristiana normal debe ser una vida llena de la palabra, para que el Espíritu rebose de alabanzas y melodías de loor desde lo profundo de los creyentes.
Este libro gira en torno a Cristo como nuestra Cabeza y vida. Es por medio de Su palabra que El ejerce Su función como Cabeza y nos suministra Sus riquezas. Por lo tanto, se da énfasis en este libro a la palabra de Cristo. Efesios trata de la iglesia como el Cuerpo de Cristo. La manera en que nosotros podemos vivir una vida normal de iglesia consiste en ser llenos en nuestro espíritu hasta la medida de toda la plenitud de Dios. Por esta razón, Efesios pone énfasis en el Espíritu. Allí se hace hincapié en el Espíritu Santo y en nuestro espíritu una y otra vez; incluso la palabra es considerada el Espíritu ( Efe_6:17). Sin embargo, en Colosenses los dos espíritus se mencionan solamente una vez (1:8; 2:5). En Efesios vemos que la palabra tiene como fin lavarnos de nuestra vida natural ( Efe_5:26) y pelear en contra del enemigo ( Efe_6:17); mientras que aquí la palabra tiene como fin revelar a Cristo (1:25-27) en Su preeminencia, centralidad y universalidad.
16 (2) Lit., esté en casa, resida, habite. La palabra del Señor debe tener suficiente lugar dentro, de nosotros para poder operar y ministrar las riquezas de Cristo a nuestro ser interior.
16 (3) Las riquezas de Cristo ( Efe_3:8) están en Su palabra. Esta palabra tan rica debe habitar en nosotros ricamente.
16 (4) La expresión en toda sabiduría también puede ser colocada en la oración de tal manera que modifique enseñándoos y exhortándoos.
16 (5) Enseñándoos y exhortándoos y cantando modifican al verbo morar. Esto indica que la manera de permitir que la palabra del Señor more ricamente en nosotros es enseñar, exhortar y cantar.
16 (6) Lit., a vosotros mismos.
16 (7) Debemos enseñar y exhortar no solamente con palabras sino también con salmos, himnos y cánticos espirituales.
16 (8) Véanse las notas 14 (6) y 17 (1) de Jn 1.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Los salmos e himnos y cánticos espirituales deben ser los que enseñan y amonestan.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
DIOS… TR registra Señor.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R690 El pronombre reflexivo ἑαυτούς se usa con un sentido recíproco (es decir, por ἀλλήλων; comp. T43 y Col 3:13).
M45 Parece que los dativos ψαλμοῖς, ὕμνοις y ᾠδαῖς son más bien dativos de acompañamiento y no de instrumento: con.
M75 Es difícil saber si ἐν significa dentro de (un individuo) o entre (un grupo de personas), en la frase ἐν ὑμῖν. [Editor. Parece que la exhortación se da a un grupo de creyentes, especialmente en vista de las cláusulas siguientes que aparecen en plural y del sentido de ἑαυτούς. Así que, ἐν ὑμῖν probablemente signifique: entre nosotros.]
M78 La frase ἐν πάσῃ σοφίᾳ es adverbial si se une a las palabras que la siguen: de otra manera, tendría un matiz de significado diferente; de acompañamiento. En tanto que la frase ἐν τῇ χάριτι quizá signifique: con gracia (un uso adverbial). [Editor. Parece que la frase prepositiva ἐν πάσῃ σοφίᾳ se acomoda mejor a la cláusula siguiente que a la precedente; porque el adverbio πλουσίως califica suficientemente al imperativo que precede, y el sustantivo σοφίᾳ da mejor sentido si modifica a διδάσκοντες y no a ἐνοικείτω.]
TGr166 Los participios se usan como imperativos y deben traducirse: en toda sabiduría (inserte: sean ustedes) maestros y exhórtense ustedes mismos; con salmos, himnos y cantos (inserte: sean ustedes) gozozos cantantes (comp. R946; BD468[2] y MT181).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Algunos mss. dicen: del Señor; otros dicen: de Dios
Lit., en su gracia
Fuente: La Biblia de las Américas
El TR registra Seu241?or.