Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.
4:5 Andad sabiamente — Dios nos proporciona la inteligencia y la sabiduría necesarias para evitar los lazos de Satanás (véanse 1:8, 17, 18; 3:3-5, 18; Col 1:9; Col 1:28; Col 3:16; Col 4:5). Desde el sermón del monte (Mat 7:24-27) hasta la conclusión del Nuevo Testamento, hay contrastes fuertes entre lo necios y los sabios. Por lo tanto, no andéis como «anduvisteis en otro tiempo» (3:7), «como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente» (Efe 4:17); más bien «andéis como es digno del Señor» (1:10); «andad como es digno de la vocación con que fuisteis llamados» (Efe 4:1); «andad en amor, como también Cristo nos amó» (Efe 5:2); «andad como hijos de luz» (Efe 5:8). Recordemos que de antemano Dios preparó buenas obras «para que anduviésemos en ellas» (Efe 2:10). Los cristianos son fervientes en espíritu (Rom 12:11) y, por eso, condenan los vicios de los paganos (mundanos) y buscan su salvación, pero en todo esto deben andar sabiamente. «He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas» (Mat 10:16).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Andad sabiamente. Col 3:16; Sal 90:12; Mat 10:16; Rom 16:19; 1Co 14:19-25; Efe 5:15-17; Stg 1:5; Stg 3:13, Stg 3:17.
para con los de afuera. 1Co 5:12, 1Co 5:13; 1Ts 4:12; 1Ti 3:7; 1Pe 3:1.
redimiendo el tiempo. Efe 5:16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Andad sabiamente para con los de afuera: A los primeros cristianos a menudo se les miraba con sospecha, desconfianza y desdén. Se les consideraba también como ateístas puesto que no rendían culto a ninguno de los dioses de Roma o Grecia. También muchos los calificaban de antipatriotas, debido a que no quemaban incienso delante de la imagen del emperador. Algunos acusaban a los primeros cristianos de participar en orgías ya que ellos hablaban de «ágapes» (Jud 1:12). Otros albergaban sospechas de que los cristianos eran, en realidad, caníbales, quienes se comían y bebían la sangre y el cuerpo del Señor. Con tales interpretaciones equivocadas sobre la creencia cristiana y sus prácticas desenfrenadas, era muy importante que las virtuosas e impecables vidas de los cristianos disiparan esas opiniones erradas.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
los de afuera. Esto se refiere a los incrédulos. Vea las notas sobre Efe 5:15-16. Los creyentes están llamados a vivir de tal manera que establezcan con solidez la credibilidad de la fe cristiana y que aprovechen al máximo todas las oportunidades para evangelizar.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
4:5 Andad sabiamente — Dios nos proporciona la inteligencia y la sabiduría necesarias para evitar los lazos de Satanás (véanse 1:8, 17, 18; 3:3-5, 18; Col 1:9; Col 1:28; Col 3:16; Col 4:5). Desde el sermón del monte (Mat 7:24-27) hasta la conclusión del Nuevo Testamento, hay contrastes fuertes entre lo necios y los sabios. Por lo tanto, no andéis como «anduvisteis en otro tiempo» (3:7), «como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente» (Efe 4:17); más bien «andéis como es digno del Señor» (1:10); «andad como es digno de la vocación con que fuisteis llamados» (Efe 4:1); «andad en amor, como también Cristo nos amó» (Efe 5:2); «andad como hijos de luz» (Efe 5:8). Recordemos que de antemano Dios preparó buenas obras «para que anduviésemos en ellas» (Efe 2:10).
Los cristianos son fervientes en espíritu (Rom 12:11) y, por eso, condenan los vicios de los paganos (mundanos) y buscan su salvación, pero en todo esto deben andar sabiamente. «He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas» (Mat 10:16).
«Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios» (Efe 5:15), mirando alrededor, a todos lados. El cristiano debe tener mucho cuidado, estar alerta, y nunca descuidar sus pasos. Debe mostrar claramente que se ha despojado del viejo hombre, y que se ha vestido del nuevo hombre. Esto requiere diligencia. El mundo está lleno de perversidad. Satanás ha colocado trampas en el camino para hacernos tropezar. En la carta a los efesios (6:10-20), Pablo dice que debemos vestirnos «de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo». Dice Pedro, «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar» (1Pe 5:8). En 2Ti 2:26 Pablo habla del «lazo del diablo» y de los «que están cautivos a voluntad de él». Pero afirma en 2Co 2:11 que «no ignoramos sus maquinaciones», y esto será cierto si miramos cómo andamos.
— para con los de afuera, — Mar 4:11; 1Co 5:12-13. Que los de afuera vean sabiduría en la vida de los santos. Los de afuera tienen mucho prejuicio contra los cristianos; que no hagamos nada, pues, que pudiera causar aun más prejuicio en contra de la verdad. Busquemos oportunidades para hacerles bien para ganar su favor.
El buen ejemplo de los santos es de suma importancia. Los pastores (ancianos) de la iglesia guían al rebaño siendo ejemplos de la grey (1Pe 5:3). El evangelista de ser «ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza» (1Ti 4:12). Al ser ejemplos para los hermanos, los pastores y evangelistas también lo serán para los de afuera. Para éstos el sermón de la vida de los hermanos lleva más peso que los argumentos que se hagan sobre la necesidad de obedecer al evangelio. A veces los miembros de la iglesia quieren atraer a la gente con argumentos, pero a veces ahuyenta a la gente con su vida (actitud, genio, habla, hechos). Los inconversos observan todo aspecto de la vida de los cristianos, algunos para saber más del evangelio y otros para buscar ocasión contra ellos. Pablo dijo que los corintios eran cartas «conocidas y leídas por todos los hombres» (2Co 3:2).
Los santos deben adornar la doctrina de Cristo con sus vidas fieles. Recuérdese Tit 2:10, «en todo adornen la doctrina». Los de afuera siempre piensan que los santos no sólo deben predicar a Cristo, sino que también deben mostrarlo. El sermón predicado por la vida del cristiano es convincente. Es posible que la hermana de «conducta casta y respetuosa» y con «espíritu afable y apacible» convierta a su marido incrédulo (1Pe 3:1-4), pero la palabra de Dios es blasfemada por causa de hermanas que no son «prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos» (Tit 2:5).
Al Señor le importa mucho lo que los de afuera piensen acerca de los discípulos de Cristo. Espera que sus discípulos tengan una actitud buena hacia los inconversos. Si no nos importa lo que la gente piense o diga de nosotros ¿cómo seremos sal o luz para ellos? Estos términos indican una influencia positiva. El Señor quiere que los de afuera tengan un concepto positivo del evangelio representado por las vidas de sus discípulos. Por lo tanto, no debemos ser indiferentes, pues, con respecto a la opinión que los del mundo tengan de nosotros. «Los hermanos, por amor, disculparán alguna acción o palabra indiscreta de un hermano en la fe; el mundo no hará excusa para el creyente. Por lo tanto, tened tanto más cuidado en vuestro trato con los del mundo para no ser un tropiezo para su conversión» (JFB). «El nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros (los judíos)» (Rom 2:24; 2Sa 12:14). «Procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente, para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada» (1Ts 4:11-12). «Si alguno anhela obispado… es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera » (1Ti 3:7). «Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos ?» (1Co 14:23). Dios no quiere que los indoctos o incrédulos piensen que los cristianos están locos. En los primeros siglos «los de afuera» acusaban a los cristianos de ser ateístas sin patriotismo por no creer en los ídolos oficiales del gobierno; por eso, Pedro dice, «manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación al considerar vuestras buenas obras» (1Pe 2:12).
— redimiendo el tiempo. — es decir, aprovechando la oportunidad. El tiempo pasado no puede ser redimido como si fuera un aparato electrónico empeñado. El tiempo perdido está perdido para siempre. Más bien, la expresión quiere decir «aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos» (Efe 5:16), «aprovechando cada oportunidad» (VM). Pablo emplea la figura de los comerciantes que observan bien el mercado, para saber el momento más oportuno para comprar y vender. Somos mayordomos de todo lo que Dios nos da, y no hay otra bendición más grande que el tiempo mismo. Tendremos que dar cuenta a Dios en cuanto a su uso. Nos da tiempo para toda actividad necesaria, pero es necesario ser prudentes y no necios en la administración de esta bendición. La oportunidad perdida nunca se recobrará. Tiempo es vida; no debemos desperdiciarlo.
La oportunidad no se encuentra sólo en alguna circunstancia especial, sino en las actividades normales de la vida diaria, porque el cristiano siempre puede tener una influencia positiva sobre otros (es decir, enseñarles con el ejemplo bueno) y frecuentemente se abre una puerta para enseñar con palabras también.
Jesús es nuestro ejemplo perfecto en el buen uso del tiempo. Mar 1:21-34 relata los eventos de un solo día en su vida. El eterno Señor estaba muy consciente de la brevedad del tiempo (véanse Luc 13:32-33; Jua 7:33 «un poco de tiempo estaré con vosotros»; 13:33 «aún estaré con vosotros un poco»). Era diligente en aprovechar cada minuto de su vida.
Dice Pablo que «el tiempo es corto» (1Co 7:29), y que no debemos dejar que nada (ni familia, ni lágrimas, ni alegría, ni comercio ni otro interés terrenal) nos estorbe, espiritualmente hablando. El tiempo es el haber más valioso que el hombre posee. El tiempo es vida, es riqueza. Todo hombre vivo es hombre rico, porque el tiempo mismo es su capital más importante. Es capital que se puede invertir para el bien eterno. El tiempo es sumamente valioso. Mídase con reloj o con almanaque o como uno quiera, pero siempre es precioso.
Para no desperdiciar el tiempo debemos organizarnos; es decir, formular un plan u horario (aunque sea algo flexible) para que podamos programar todas las actividades cotidianas, pero sin descuidar lo más importante. Como proponemos en el corazón lo que ofrendaremos, de la misma forma debemos proponer en el corazón con respecto a la administración sabia del tiempo, siempre buscando primeramente el reino de Dios.
Los predicadores que reciben salario para dedicarse tiempo completo a la obra están en gran peligro de desperdiciar el tiempo. Somos más o menos independientes, porque no tenemos horas fijas para el trabajo (excepto el horario para los servicios y clases), y son contadas las iglesias que exigen mucho del predicador (pero Dios lo sabe todo). Por lo tanto, se requiere mucho dominio propio y mucha disciplina de sí mismo, para hacer uso sabio del tiempo. Debemos estudiar diligentemente para preparar buenos temas y buenas clases, arreglar estudios en los hogares, y ser diligentes en programar todo el tiempo que debe ser dedicado a la obra.
También debemos apartar tiempo adecuado para la familia. Hay predicadores que han hecho una gran obra evangelizando que han perdido a sus hijos.
«Porque los días son malos» (Efe 5:16). Había severas persecuciones bajo el emperador romano Nerón en la década de los sesenta (d.C) y en el año 70 Jerusalén fue sitiada y destruida. La única esperanza para el mundo era el evangelio puro. Es importante agregar que el «evangelio social» del mundo sectario, y que es cada vez más popular entre los hermanos liberales, no tiene ningún poder ni para corregir la maldad del mundo, ni mucho menos para salvar almas.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL CRISTIANO Y EL MUNDO
Colosenses 4:5-6
Portaos con prudencia con los de fuera de la Iglesia. Aprovechad todas las oportunidades. Hablad siempre de una manera que sea agradable a los oyentes, echándole salero a vuestras palabras, sabiendo lo que conviene decir en cada caso.
Aquí hay tres advertencias breves acerca de la vida del cristiano en el mundo.
(i) El cristiano debe comportarse con prudencia y tacto con los que están fuera de la Iglesia. Tiene que ser misionero por necesidad; pero debe saber cuándo y cuándo no hablar a otros de su religión y de la de ellos. Nunca debe dar la impresión de superioridad o de censura. A pocos se habrá ganado al Cristianismo a base de discutir. El cristiano, por tanto, debe tener presente que no es tanto por sus palabras sino por su vida por lo que atraerá a otros al Evangelio. Se le impone al cristiano la grave responsabilidad de mostrar a Cristo a los demás en su vida diaria.
(ii) El cristiano debe siempre estar al loro para no dejar pasar la oportunidad. Debe agarrar al vuelo todas las oportunidades que se le presenten de trabajar para Cristo y de servir a sus semejantes. La vida y el trabajo cotidianos no dejan de ofrecer oportunidades de testificar de Cristo y de presentársele a las personas -pero hay muchos que evitan las oportunidades en vez de aprovecharlas. La Iglesia no deja de ofrecerles a sus miembros oportunidades de enseñar, cantar, visitar, trabajar para el bien de la congregación -y hay muchos que rechazan esas oportunidades en lugar de aceptarlas. El cristiano debe estar siempre al loro para servir a Cristo y a sus semejantes.
(iii) El cristiano debe tener gracia y simpatía en su manera de hablar para dar la respuesta que conviene en cada caso. Aquí tenemos una advertencia curiosa. Es desgraciadamente cierto que muchos consideran el Cristianismo una especie de santurronería sosa y una actitud en la que la risa es casi una herejía. Como dice C. F. D. Moule, aquí tenemos » la advertencia de que no debemos confundir la piedad con la sosería.» El cristiano tiene que presentar su Mensaje con el encanto y la gracia que tenía Jesús. Desgraciadamente hay demasiado en el cristianismo al uso que resulta indigesto, y demasiado poco que chisporrotea vida.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
1Ts 4:12; 1Pe 2:12; Efe 5:16.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
j 219 Mat 10:16; 1Ts 4:12; Stg 3:13
k 220 Efe 5:16
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
5 super (1) Véase la nota 16 super (1) de Ef 5.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
los de afuera. i.e., los que no son cristianos, sino paganos. La división entre ambos era aguda; la iglesia era la comunidad de creyentes, y todos los demás eran incrédulos dejado fuera.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
el tiempo… → Efe 5:16.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R625 La preposición πρός con el caso acusativo se emplea para indicar una relación viva o íntima.
R810 Aquí se usa la voz media indirecta; τὸν καιρὸν ἐξαγοραζόμενοι significa: comprando ustedes para sí mismos la oportunidad en el mercado libre (este verbo significa: redimir lo que ha caído en malas manos -H309).
T75 El presente de imperativo significa: continúen caminando.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., redimiendo
Fuente: La Biblia de las Américas
g Efe 5:16.