Comentario de 1 Tesalonicenses 5:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.

5:18 Dad gracias en todo, — Si estamos “siempre gozosos” (5:16) y si oramos sin cesar (5:17), constantemente daremos gracias a Dios en todo. Desde luego, no hemos de dar gracias por todo evento y toda circunstancia de la vida, pero sí debemos dar gracias a pesar de las circunstancias más desfavorables. No sólo debemos tener gratitud en el corazón, sino que debemos expresarla a Dios.

“Y sed agradecidos” (Col 3:15; véanse Col. 1:3, 12; 2:7; 3:17; «Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias» (Col 4:2); «dando siempre gracias por todo al Dios y Padre» (Flp 1:3; Flp 1:12-21; Flm 1:4) a través de oraciones y cantos (Col 3:16). El pueblo de Dios es un pueblo agradecido y constantemente da gracias a Dios.

Debemos ser agradecidos y alabar a Dios por sus atributos y perfecciones: es eterno, inmutable, omnipotente, omnisciente, omnipresente, perfecto en amor, en justicia, en misericordia y en fidelidad. ¡Siempre alabemos a Dios! Psalms 100:4; 147:87; 1Cr 29:13. Bajo la ley de Moisés el pueblo ofrecía el «sacrificio de paz en acción de gracias » (Lev 7:15), y ahora su pueblo ofrece «sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre» (Heb 13:15). Véanse también Apo 4:9; Apo 7:11-12.

Debemos ser agradecidos y alabar a Dios por su gracia hacia nosotros en proveernos un Salvador, Jesucristo. 1Co 1:4; 1Co 15:57; Tit 2:11. Debemos ser agradecidos por haber obedecido al evangelio (Rom 6:17-18), y ahora debemos dejar todas las «palabras deshonestas… que no convienen»; más bien, ahora debe haber muchas acciones de gracias » (Efe 5:4). Seamos «arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe… abundando en acciones de gracias » (Col 2:7). «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias » (Flp 4:6).

Debemos ser agradecidos y alabar a Dios por toda bendición espiritual en Cristo (Efe 1:3): la redención, el perdón, la reconciliación, el privilegio de orar, de cantar, de ofrendar, de ofrecer el cuerpo en sacrifico vivo, etc. Cada primer día de la semana debemos dar gracias por el pan sin levadura y la copa para conmemorar el cuerpo y la sangre de Cristo (Mat 26:26-27). Obsérvese que Jesús bendijo el pan y dio gracias por la copa. A veces en lugar de dar gracias por el pan o la copa algún hermano dirá, «bendice este pan» o «bendice esta copa», pero al dar gracias a Dios nosotros mismos bendecimos el pan y la copa. «La copa de bendición que bendecimos» (1Co 10:16). Al dar gracias por el pan, bendecimos el pan; al dar gracias por la copa, bendecimos la copa. ¡No dejemos de dar gracias por el pan y la copa!

Debemos ser agradecidos y dar gracias a Dios por las Escrituras (2Ti 3:16-17; 2Pe 1:3; Jud 1:3).

Debemos ser agradecidos y dar gracias a Dios por las iglesias fieles. Rom 1:8; Flp 1:3; 1Ts 3:9; 2Ts 1:3. Debemos ser muy agradecidos por la congregación de la cual somos miembros si es iglesia fiel, como también por las otras iglesias fieles del área donde vivimos.

«¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?» (Sal 116:12). «El es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas» (Hch 17:25): el alimento, la ropa, el techo y toda provisión necesaria. «Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación» (Stg 1:17). No hablemos nunca de «buena suerte», sino de la providencia de Dios. Los que dan gracias a sus «estrellas de buena suerte» no ponen su confianza en el Creador sino en la creación (Rom 1:25). Antes de comer debemos dar gracias por los alimentos (Mat 14:19; Jua 6:11). «Y habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos (los marineros, soldados y otros en la nave), y partiéndolo, comenzó a comer» (Hch 27:35). No tengamos vergüenza, pues, de dar gracias a Dios por los alimentos que comemos en un restaurante u otro lugar público.

Debemos ser agradecidos y dar gracias a Dios por el empleo o el negocio, pues por este medio Dios pone pan sobre la mesa para nosotros. Deu 8:17-18.

Debemos ser agradecidos y siempre dar gracias a Dios por nuestra familia. 1Ti 5:4; Efe 6:1-3; Tit 2:3-5. Los esposos deben dar gracias a Dios los unos por los otros.

Debemos dar gracias por las pruebas. Hch 5:41; Hch 16:25; Rom 5:3-5; 2Co 12:8-10; Stg 1:2-4.

Dios aborrece la ingratitud. «Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias» (Rom 1:21). «Habrá hombres… ingratos» (2Ti 3:2). Recuérdese Gén 40:14; Gén 40:23; cuando en la cárcel José interpretó el sueño del jefe de los coperos, explicándole que sería restaurado a su puesto, le dijo, «Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te ruego que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa… Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó». También cuando Jesús limpió a los diez leprosos, «Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios, sino este extranjero?» (Luc 17:12-18). En el vasto mundo no hay pecado más horrendo que la ingratitud.

— porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. — Es posible que esta frase se refiera a las últimas tres exhortaciones, pues son tres cosas bien relacionadas: estar siempre gozoso, orar sin cesar y no dejar de dar gracias a Dios.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

dad gracias en todo. Efe 5:20; Flp 4:6; Col 3:17; Job 1:21; Sal 34:1; Heb 13:15.

porque esta es la voluntad de Dios. 1Ts 4:3; 1Pe 2:15; 1Pe 4:2; 1Jn 2:17.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La gratitud debería caracterizar la vida del cristiano en cualquier circunstancia, no agradecer por todo, sino en todo. Pablo declara con énfasis que esta es la voluntad de Dios. Un ejemplo del AT. sobre esto se encuentra en la vida de Job cuando perdió su dinero, sus hijos, y su salud. Bendijo el nombre de Dios a pesar de sus tragedias personales, no debido a ellas. Nada habla con mayor poder de andar con Dios que la continua gratitud.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Dad gracias. La falta de gratitud es una característica de los incrédulos (cp. Rom 1:21; 2Ti 3:1-5). «Esta es la voluntad de Dios» incluye los vv. 1Ts 5:16-17.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:18 Dad gracias en todo, — Si estamos “siempre gozosos” (5:16) y si oramos sin cesar (5:17), constantemente daremos gracias a Dios en todo. Desde luego, no hemos de dar gracias por todo evento y toda circunstancia de la vida, pero sí debemos dar gracias a pesar de las circunstancias más desfavorables. No sólo debemos tener gratitud en el corazón, sino que debemos expresarla a Dios.
“Y sed agradecidos” (Col 3:15; véanse Col. 1:3, 12; 2:7; 3:17; «Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias» (Col 4:2); «dando siempre gracias por todo al Dios y Padre» (Flp 1:3; Flp 1:12-21; Flm 1:4) a través de oraciones y cantos (Col 3:16). El pueblo de Dios es un pueblo agradecido y constantemente da gracias a Dios.
Debemos ser agradecidos y alabar a Dios por sus atributos y perfecciones: es eterno, inmutable, omnipotente, omnisciente, omnipresente, perfecto en amor, en justicia, en misericordia y en fidelidad. ¡Siempre alabemos a Dios! Psalms 100:4; 147:87; 1Cr 29:13. Bajo la ley de Moisés el pueblo ofrecía el «sacrificio de paz en acción de gracias » (Lev 7:15), y ahora su pueblo ofrece «sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre» (Heb 13:15). Véanse también Apo 4:9; Apo 7:11-12.
Debemos ser agradecidos y alabar a Dios por su gracia hacia nosotros en proveernos un Salvador, Jesucristo. 1Co 1:4; 1Co 15:57; Tit 2:11. Debemos ser agradecidos por haber obedecido al evangelio (Rom 6:17-18), y ahora debemos dejar todas las «palabras deshonestas… que no convienen»; más bien, ahora debe haber muchas acciones de gracias » (Efe 5:4). Seamos «arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe… abundando en acciones de gracias » (Col 2:7). «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias » (Flp 4:6).
Debemos ser agradecidos y alabar a Dios por toda bendición espiritual en Cristo (Efe 1:3): la redención, el perdón, la reconciliación, el privilegio de orar, de cantar, de ofrendar, de ofrecer el cuerpo en sacrifico vivo, etc. Cada primer día de la semana debemos dar gracias por el pan sin levadura y la copa para conmemorar el cuerpo y la sangre de Cristo (Mat 26:26-27). Obsérvese que Jesús bendijo el pan y dio gracias por la copa. A veces en lugar de dar gracias por el pan o la copa algún hermano dirá, «bendice este pan» o «bendice esta copa», pero al dar gracias a Dios nosotros mismos bendecimos el pan y la copa. «La copa de bendición que bendecimos» (1Co 10:16). Al dar gracias por el pan, bendecimos el pan; al dar gracias por la copa, bendecimos la copa. ¡No dejemos de dar gracias por el pan y la copa!
Debemos ser agradecidos y dar gracias a Dios por las Escrituras (2Ti 3:16-17; 2Pe 1:3; Jud 1:3).
Debemos ser agradecidos y dar gracias a Dios por las iglesias fieles. Rom 1:8; Flp 1:3; 1Ts 3:9; 2Ts 1:3. Debemos ser muy agradecidos por la congregación de la cual somos miembros si es iglesia fiel, como también por las otras iglesias fieles del área donde vivimos.
«¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?» (Sal 116:12). «El es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas» (Hch 17:25): el alimento, la ropa, el techo y toda provisión necesaria. «Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación» (Stg 1:17). No hablemos nunca de «buena suerte», sino de la providencia de Dios. Los que dan gracias a sus «estrellas de buena suerte» no ponen su confianza en el Creador sino en la creación (Rom 1:25). Antes de comer debemos dar gracias por los alimentos (Mat 14:19; Jua 6:11). «Y habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos (los marineros, soldados y otros en la nave), y partiéndolo, comenzó a comer» (Hch 27:35). No tengamos vergüenza, pues, de dar gracias a Dios por los alimentos que comemos en un restaurante u otro lugar público.
Debemos ser agradecidos y dar gracias a Dios por el empleo o el negocio, pues por este medio Dios pone pan sobre la mesa para nosotros. Deu 8:17-18.
Debemos ser agradecidos y siempre dar gracias a Dios por nuestra familia. 1Ti 5:4; Efe 6:1-3; Tit 2:3-5. Los esposos deben dar gracias a Dios los unos por los otros.
Debemos dar gracias por las pruebas. Hch 5:41; Hch 16:25; Rom 5:3-5; 2Co 12:8-10; Stg 1:2-4.
Dios aborrece la ingratitud. «Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias» (Rom 1:21). «Habrá hombres… ingratos» (2Ti 3:2). Recuérdese Gén 40:14; Gén 40:23; cuando en la cárcel José interpretó el sueño del jefe de los coperos, explicándole que sería restaurado a su puesto, le dijo, «Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te ruego que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa… Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó». También cuando Jesús limpió a los diez leprosos, «Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios, sino este extranjero?» (Luc 17:12-18). En el vasto mundo no hay pecado más horrendo que la ingratitud.
— porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. – Es posible que esta frase se refiera a las últimas tres exhortaciones, pues son tres cosas bien relacionadas: estar siempre gozoso, orar sin cesar y no dejar de dar gracias a Dios.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Efe 5:20; Col 3:15-17.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

n 174 Efe 5:20; Col 3:17

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

18 (1) Porque todas las cosas cooperan para nuestro bien, a fin de que seamos transformados y conformados a la imagen de Cristo ( Rom_8:28-29).

18 (2) Esta cláusula modifica las tres exhortaciones anteriores. Dios quiere que vivamos una vida de regocijo, de oración, y llena de acciones de gracias. Tal vida es una gloria para Dios y avergüenza a Su enemigo.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro