Biblia

Comentario de 2 Tesalonicenses 2:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 2 Tesalonicenses 2:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Nadie os engañe de ninguna manera; porque esto no sucederá sin que venga primero la apostasía y se manifieste el hombre de iniquidad, el hijo de perdición.

2:3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, — Mat 7:15-20; Hch 20:28-31; 1Ti 4:1-3 (en este texto Pablo usa la misma palabra, apostasía, y se refiere a dos doctrinas originadas por el clero romano); véanse también 2Ti 3:1-9; 2Pe 2:1-22; Judas.

Hoy en día muchos hermanos liberales piensan y dicen que los hermanos conservadores causamos problemas sobre “opiniones” cuando insistimos en la autonomía de cada congregación y condenamos la práctica de centralizar los fondos de muchas iglesias en una “iglesia patrocinadora” para que ésta se encargue de alguna obra evangelística o benévola para toda la hermandad, como también la práctica de establecer escuelas y otras instituciones con los fondos no sólo de individuos sino también de las iglesias de Cristo. Todos deberíamos considerar seriamente cómo se originó la gran apostasía de la cual Pablo habla, porque uno de los primeros pasos fue el cambio del obispado. Según Hch 20:17; Hch 20:28 los ancianos son los obispos, pero en algunas iglesias se inició la práctica de elevar a uno de los ancianos sobre los demás, y de llamarle el obispo. Después, a este “obispo” se le dio autoridad sobre otras congregaciones. Así pues, el primer paso de la apostasía fue el rechazo de la autonomía de cada congregación (Hch 14:23). Sin lugar a dudas, muchos pensaban que este cambio fue una cosa muy insignificante, un asunto de “puras opiniones”, pero paso a paso llegó a ser la gigantesca jerarquía católica romana.

Lo que todo cristiano debe tener bien grabado en la mente es el sencillo hecho de que cuando se cambia el gobierno de la iglesia, se cambia también su doctrina y práctica. Esto es obvio, porque el cambio de gobierno es el cambio de autoridad, y cambio de ley, de lo cual resultarán docenas de cambios al culto y a toda actividad de la iglesia. En seguida presentamos una lista de digresiones de la fe preparada por Wilbur Fields (College Press):

(1) Obispos ejercen autoridad sobre ancianos (presbíteros). Siglo segundo.

(2) “Bautismo” infantil mencionado por primera vez — Cerca del año 150 D. C.

(3) Muchos ritos paganos — velas, incienso, vestimentas, etc. — añadidos al culto cristiano. Siglo tercero.

(4) Primer credo humano (concilio ecuménico de Nicea) — 325 D. C. Este fue el primer documento escrito substituyó las Escrituras.

(5) Cristianismo nombrado oficialmente como la única religión del estado — 394 D. C. Al principio cuando la iglesia fue fiel al Señor, fue perseguida y nunca hubiera sido nombrada como la religión oficial del estado.

(6) Se le otorga a María el título “Madre de Dios” — 431 D. C.

(7) Confesión de pecados a un sacerdote humano — Cerca de 457 D. C. Hecho obligatoria en el año 1215 D. C.

(8) Cena del Señor llegó a ser una misa (sacrificio) y misas por los muertos llegaron a ser frecuentes — Siglo sexto.

(9) El papa gana autoridad universal — Cerca del año 606 D. C.

(10) Transubstanciación — 1215 D. C.

(11) Indulgencias — Cerca del año 1164 D. C.

(12) Adoración de imágenes legalizada — Cerca del año 800 D.C.

(13) Tradición hecha igual a las Escrituras — Cerca del año 1545 D. C.

(14) Libros apócrifos añadidos a la Biblia — 1546 D. C. (Véase Apo 22:18-19).

(15) Purgatorio — Originado en el siglo décimo. Hecho oficial, 1438 D. C.

(16) La gente es privada de la copa de la comunión — Cerca del año 1414 D. C.

(17) Celibato promovido (405 D. C.) y hecho obligatorio (1123 D. C.). (Véase 1Ti 4:1-3).

(18) Aspersión autorizada — 1311 D. C.

(19) Concepción inmaculada de María — 1854 D. C.

(20) Infalibilidad del papa — 1870 D. C.

(21) Asunción corporal de María al cielo — 1950 D. C.

— y se manifieste el hombre de pecado (ANOMIAS, iniquidad, sin ley, Mat 7:23), el hijo de perdición (condenado a la perdición; compárese Jua 17:12) , — La apostasía iba a producir este “hombre de pecado, el hijo de perdición”; es decir, la apostasía vendría lentamente, pues la apostasía fue un proceso largo. La historia revela claramente el desarrollo de esta apostasía y cómo ineludiblemente trajo consigo el oficio del papado (“el hombre de pecado”).

Muchos confunden “el hombre de perdición” con el “anticristo” (1Jn 2:18; 1Jn 2:22; 1Jn 4:3; 2Jn 1:7), pero Juan explica que el anticristo es aquel que niega que Cristo ha venido en carne. Desde el primer siglo hasta el presente ha habido muchos anticristos (“han surgido muchos anticristos”, 1Jn 2:18). Los más numerosos anticristos son los testigos del Atalaya que afirman que Cristo no era Dios sino “un dios”. Otros anticristos son los pentecosteses que afirman que Jesús es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Lo más terrible es que en la actualidad hasta hermanos en Cristo, queriendo enfatizar la humanidad de Cristo, enseñan que al venir a la tierra Cristo se despojó a sí mismo de sus atributos o que nunca los manifestó. El campeón de esta doctrina dijo públicamente al hermano que se le oponía, “Usted y yo no servimos al mismo Jesús”. Esto es muy cierto, pues estos hermanos sirven a un Jesús que no existe.

“Aquí está un resumen de las descripciones del hombre de pecado:

(1) Se opone todo lo que se llama Dios.

(2) Se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto.

(3) Se sienta en el templo de Dios.

(4) Se exhibe a sí mismo como si fuera Dios.

(5) Su aparición fue impedido por alguna fuerza que ya existía cuando Pablo escribió esta carta 2:6, 7.

(6) El misterio de la iniquidad, que conduciría a su aparición, ya estaba obrando cuando Pablo escribió esta carta 2:7.

(7) Continuará existiendo hasta que el Señor venga 2:8.

(8) El Señor lo destruirá con el resplandor de su venida 2:8.

(9) El muestra poder, señales y prodigios mentirosos 2:9.

(10) Viene con todo engaño de iniquidad 2:10”. (WF).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Nadie os engañe. Mat 24:4-6; 1Co 6:9; Efe 5:6.

sin que venga antes la apostasía. 1Ti 4:1-3; 2Ti 3:1-3; 2Ti 4:3, 2Ti 4:4.

el hombre de pecado. 2Ts 2:8-10; Dan 7:25; 1Jn 2:18; Apo 13:11.

el hijo de perdición. Jua 17:12; Apo 17:8, Apo 17:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Cuando Pablo escribió 1 Tesalonicenses, los discípulos estaban en peligro de perder la esperanza en la Segunda Venida. En esta carta corregía el extremo opuesto, que Jesús ya había venido. Pablo restablece el equilibrio en la iglesia al describir algunos sucesos importantes que precederían al día del Señor (1Ts 5:1-11), en particular la apostasía, y la aparición del hombre de pecado. Pablo declara que la apostasía vendría primero. El término griego que se traduce apostasía significa comúnmente una rebelión militar. Pero en las Escrituras esta palabra se utiliza con relación a rebelarse contra Dios. Así, ciertas personas interpretan este versículo para referirse a una deserción de la verdad durante este tiempo. Esta apostasía rebelde prepararía el camino para el anticristo. Otros traducen el término como partida y lo entienden como una referencia al arrebatamiento. Esto quiere decir que el hombre de pecado no puede ser revelado hasta que Cristo venga a llevarse a su iglesia para estar con Él. En lo que respecta a la palabra misma, puede referirse a un alejamiento espiritual, o a una partida física. Cualquiera sea la forma en que se entienda, es un suceso que ocurre antes que el hombre de pecado sea revelado. Pablo no utiliza el título anticristo para este hombre, pero su descripción de él es análoga a la descripción que hace Juan del anticristo (1Jn 2:18; Apo 13:1-18). El hombre de pecado llevará al mundo a la rebelión contra Dios (v. 2Ts 2:10), hará milagros mediante el poder de Satanás (v. 2Ts 2:9), y finalmente se presentará como un dios para ser adorado (v. 2Ts 2:4).

 PARA VIVIRLO

Pensar en el futuro

Como muchas personas de hoy día, los discípulos tesalonicenses eran vulnerables a las advertencias y los anuncios urgentes relativos al futuro (2Ts 2:1, 2Ts 2:2). Por supuesto, ciertos maestros falsos de ese tiempo complacían los intereses de las personas en tales asuntos, y jugaban con sus esperanzas más grandes y con los peores temores sobre la venida de Cristo (2Ts 2:3; 1Ts 5:2-5). En respuesta, Pablo apela a la razón y al pensamiento crítico basados en las claras instrucciones que les había dado (2Ts 2:3-12, 2Ts 2:15).

• Mientras leemos 2 Tesalonicenses hoy día, así como los lectores originales de la carta, necesitamos «mantenernos firmes y asirnos de las tradiciones que se nos han enseñado», las verdades de la Palabra de Dios. Tenemos que evitar conjeturas caprichosas y temerosas sobre sucesos relacionados con la venida del Señor y en vez de eso, estar ocupados con nuestras responsabilidades presentes (2Ts 3:6-13).

 

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

NO VENDRÁ SIN QUE ANTES. Pablo explica los acontecimientos que señalarán el comienzo del día del Señor y describe la destrucción del hombre de pecado y de los impíos al fin del mundo. La secuencia de los acontecimientos es como sigue:

(1) Durante toda la época de la iglesia, «está en acción el misterio de la iniquidad» (v. 2Ts 2:7), recordando que viene el fin; el mal se volverá cada vez más desenfrenado a medida que se acerca el fin de la historia.

(2) Al ir cobrando fuerza ese poder, la apostasía en la iglesia alcanzará proporciones alarmantes (v. 2Ts 2:3; cf. Mat 24:12; 2Ti 4:3-4).

(3) El que refrena (i.e., «lo que lo detiene») el «misterio» se quita entonces de en medio (vv. 2Ts 2:6-7).

(4) Luego se manifiesta el hombre de pecado (vv. 2Ts 2:3-4; 2Ts 2:7; 2Ts 2:9-10).

(5) La apostasía llega a su clímax en plena rebelión contra Dios y su Palabra; Dios envía un engaño poderoso a los que no aman la verdad (vv. 2Ts 2:9-11).

(6) Más tarde al hombre de pecado se le destruye junto con los que se deleitaron en la maldad (v. 2Ts 2:12; esto ocurre cuando Cristo vuelve después de la tribulación, es decir, al fin del mundo (v. 2Ts 2:8; Apo 19:20-21).

VENGA LA APOSTASÍA, Y SE MANIFIESTE EL HOMBRE DE PECADO. Véase el ARTÍCULO LA ÉPOCA DEL ANTICRISTO, P. 1732. [2Ts 2:3-4], para un estudio sobre «la apostasía» y «el hombre de pecado».

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

ARTÍCULO

La época del anticristo

2Ts 2:3-4 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

Según la Biblia, viene el anticristo (cf. 1Jn 2:18), el artífice de la final embestida violenta contra Cristo y los santos poco antes que Cristo establezca su reino en la tierra. Pablo se refiere al anticristo como “el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2Ts 2:3). También se le describe en la Biblia como “una bestia” que sube del mar (Apo 13:1-10), “una bestia escarlata” (Apo 17:3) y “la bestia” (Apo 17:8; Apo 17:16; Apo 19:19-20; Apo 20:10).

SEÑALES DE LA VENIDA DEL ANTICRISTO. A diferencia del arrebatamiento (véase el ARTÍCULO EL ARREBATAMIENTO, p. 1724 [1Ts 4:16-17]), la venida del anticristo no será sin advertencia. Varias señales indican su venida y aparición.

Por lo menos tres acontecimientos deben ocurrir antes que aparezca sobre la tierra:

(1) “el misterio de la iniquidad”, que ya está obrando en el mundo, se ha de intensificar (2Ts 2:7);

(2) sucederá “la apostasía” (2Ts 2:3);

(3) será quitado de en medio “quien al presente lo detiene” (2Ts 2:7).

(1) El “misterio de la iniquidad”, esa actividad secreta de los poderes del mal que son evidentes en todo el mundo (véase 2Ts 2:7, nota), aumentará hasta que llegue a su clímax en el ridículo completo y el desacato de las normas y los mandamientos que se consideran sagrados en la Biblia. Debido a un espíritu prevaleciente de pecado, el amor de muchos se enfriará (Mat 24:10-12; Luc 18:8). Pero habrá un remanente que se mantendrá fiel a la fe apostólica revelada en el NT (Mat 24:13; Mat 25:10; Luc 18:7; véase Apo 2:7, nota). Por medio de esos fieles creyentes, la iglesia seguirá luchando, esgrimiendo la espada del Espíritu (véase Efe 6:11, nota).

(2) Ocurrirá “la apostasía”, que significa: “partida”, “caída” o “abandono”. En los últimos días, muchos de la iglesia profesante se apartarán de las verdades bíblicas,

(a) Tanto Cristo como Pablo describieron un cuadro deprimente de la condición moral, espiritual y doctrinal de gran parte de la iglesia visible al concluir la época actual (cf. Mat 24:5; Mat 24:10-13; Mat 24:24; 1Ti 4:1; 2Ti 4:3-4). Pablo en particular subraya que a las iglesias las invadirán los impíos en los últimos días,

(b) Esa “apostasía” dentro de la iglesia tendrá dos dimensiones:

(i) La apostasía teológica es la desviación y el rechazo de parte o de toda la enseñanza original de Cristo y los apóstoles (1Ti 4:1; 2Ti 4:3). Los falsos dirigentes ofrecerán “salvación” y gracia barata y pasarán por alto la exigencia de Cristo del arrepentimiento, la separación de la inmoralidad y la fidelidad a Dios y a sus normas (2Pe 2:1-3; 2Pe 2:12-19). Serán populares los evangelios falsos que se centran en los deseos humanos y en metas egoístas (véase 2Ti 4:3-4, nota),

(ii) La apostasía moral es la interrupción de la relación salvadora que se tiene con Cristo y la vuelta al pecado y la inmoralidad. Es posible que los apóstatas proclamen la doctrina correcta y la enseñanza del NT, pero abandonen las normas de moralidad de Dios (Isa 29:13; Mat 23:25-28; véase el ARTÍCULO APOSTASÍA PERSONAL, p. 1774 [Heb 3:12]). Muchas iglesias tolerarán lo que sea, a cambio del aumento de asistentes, dinero, éxito y honor (véase 1Ti 4:1, nota). El evangelio de la cruz con su llamado a sufrir (Flp 1:29), a renunciar radicalmente al pecado (Rom 8:13), a sacrificarse por el reino de Dios y a negarse a sí mismo se volverá algo extraño (Mat 24:12; 2Ti 3:1-5; 2Ti 4:3).

(c) Tanto la historia de la iglesia como la apostasía profetizada de los últimos días les advierten a todos los creyentes que no den por sentado el progreso continuo del reino de Dios a través de todas las épocas hasta el fin. En algún momento de la historia de la iglesia, la rebeldía contra Dios y su Palabra alcanzará proporciones increíbles. En el día del Señor caerá la ira de Dios sobre los que rechazan su verdad (1Ts 5:2-9). (d) Por lo tanto, el triunfo definitivo del reino de Dios y su justicia en el mundo no depende del progresivo aumento de éxito de la iglesia profesante, sino de la final intervención de Dios cuando entre en el mundo con juicio justo (Apo 19:1-21; Apo 20:1-15; Apo 21:1-27; Apo 22:1-21; véanse 2Ts 2:7-8; 1Ti 4:1, nota; 2Pe 3:10-13; y el libro de Jud 1:1).

(3) Un acontecimiento decisivo debe ocurrir antes que pueda revelarse “el hombre de pecado” y pueda comenzar el día del Señor (2Ts 2:2-3), es decir, el quitar “de en medio” a alguien (2Ts 2:7) o algo que “detiene” el poder secreto de la iniquidad y al inicuo (2Ts 2:3-6). Cuando sea quitado de en medio el que lo detiene, puede comenzar el día del Señor (2Ts 2:6-7).

(a) “Quien al presente lo detiene” pudiera entenderse mejor como referencia al Espíritu Santo, quien es el único que tiene el poder para detener el mal, al inicuo y a Satanás (2Ts 2:9). Se alude a quien lo detiene con el artículo masculino “él” (2Ts 2:7) y con “lo que” (2Ts 2:6). Asimismo, a la palabra traducida “Espíritu” del griego se puede aludir con el pronombre masculino o el neutro (véanse Gén 6:3; Jua 16:8, nota; Rom 8:13; véase Gál 5:17 sobre la obra del Espíritu en la restricción del pecado),

(b) Al principio de los siete años de tribulación, el Espíritu Santo será “quitado de en medio”. Eso no significa que sea quitado del mundo, sino sólo que cesará su influencia restrictiva de la iniquidad y la entrada del anticristo. Serán quitadas todas las limitaciones contra el pecado y comenzará la rebelión inspirada por Satanás. Sin embargo, el Espíritu todavía permanecerá en la tierra durante la tribulación para convencer de sus pecados a las personas, convertirlas a Cristo y capacitarlas (Apo 7:9; Apo 7:14; Apo 11:1-11; Apo 14:6-7).

(c) Al quitar de en medio al Espíritu Santo, el inicuo puede entrar en la escena (2Ts 2:3-4). Dios enviará una influencia engañosa sobre todos los que se niegan a amar la verdad (véase 2Ts 2:11, nota); ellos aceptarán las pretensiones del inicuo, y la sociedad humana se degenerará hasta una profundidad de depravación jamás vista,

(d) El ministerio del Espíritu Santo de restricción del pecado se efectúa mayormente por medio de la iglesia, que es su templo (1Co 3:16; 1Co 6:19). Por eso, muchos intérpretes de las Escrituras creen que la separación del Espíritu es una indicación clara de que el arrebatamiento de los fieles ocurrirá al mismo tiempo (1Ts 4:17); es decir, el retomo de Cristo para reunir con Él a sus iglesias y librarlas de la ira venidera (1Ts 1:10) ocurrirá antes del principio del día del Señor y de la revelación del inicuo (véase el ARTÍCULO EL ARREBATAMIENTO, p. 1724 [1Ts 4:16-17]).

(e) Algunos eruditos creen que “quien lo detiene” 2Ts 2:6 se refiere al Espíritu Santo y a su ministerio restrictivo, mientras que en 2Ts 2:7 “lo detiene” se refiere a los creyentes reunidos con Cristo y quitados de en medio, es decir, arrebatados para encontrarse con Cristo en el aire para estar con el Señor (1Ts 4:17).

LAS ACTIVIDADES DEL ANTICRISTO. Al comenzar el día del Señor, se revelará “el inicuo”. Será un gobernante mundial que hará un pacto con Israel siete años antes del fin del mundo (véase Dan 9:27, nota).

(1) Su verdadera identificación será confirmada tres años y medio después que rompa su pacto con Israel, llegue a ser el gobernante mundial, se declare a sí mismo como Dios, profane el templo en Jerusalén (véase el ARTÍCULO LA GRAN TRIBULACIÓN, p. 1328 [Mat 24:21]), prohíba el culto a Dios (véase 2Ts 2:4; 2Ts 2:8-9), y causa desolación en la tierra de Palestina (véanse Dan 9:27, nota; Dan 11:36-45, nota).

(2) El anticristo afirmará que es Dios y perseguirá severamente a los que permanezcan fieles a Cristo (véanse Dan 7:8; Dan 7:24-25, notas; Apo 11:6-7; Apo 13:7; Apo 13:15-18). Exigirá adoración, evidentemente desde un gran templo que emplea como centro de sus pronunciamientos (cf. Dan 7:8; Dan 7:25; Dan 8:4; Dan 11:31; Dan 11:36). Los seres humanos han procurado ese estado divino desde el principio de la creación (véanse 2Ts 2:8, nota; Apo 13:8; Apo 13:12, notas; y el ARTÍCULO LA GRAN TRIBULACIÓN, p. 1328 [Mat 24:21]).

(3) El “inicuo” demostrará mediante el poder de Satanás grandes prodigios, maravillas y milagros para propagar el error (2Ts 2:9). “Prodigios mentirosos” se refiere a milagros sobrenaturales genuinos que engañan a las personas para que acepten una mentira,

(a) Es posible que esas demostraciones de lo sobrenatural sean vistas por televisión alrededor del mundo. Millones serán impresionados, engañados y persuadidos por ese aparente caudillo carismático porque ellos no tienen un compromiso profundo ni amor por la verdad de la Palabra de Dios (2Ts 2:9-12).

(b) Tanto las palabras de Pablo (2Ts 2:9) como las de Jesús (Mat 24:24) deben prevenir a los creyentes contra la suposición de que todo lo milagroso viene de Dios. Las manifestaciones aparentes del Espíritu (1Co 12:7-10) y supuestas experiencias de Dios o del Espíritu deben probarse por la fidelidad de la persona a Cristo y a las Escrituras.

LA DERROTA DEL ANTICRISTO. Al final de la tribulación, Satanás reunirá muchas naciones en Armagedón bajo la dirección del anticristo y hará la guerra contra Dios y su pueblo en una batalla que abarcará todo el mundo (véase Apo 16:16, nota). Cuando llegue ese momento, Cristo volverá e intervendrá de manera sobrenatural para destruir al anticristo, a sus ejércitos y a todos los que desobedecen el evangelio (véanse Dan 11:45, nota; Apo 19:15-21, notas). Además Cristo atará a Satanás y establecerá su reino en la tierra (Apo 20:1-6).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

la apostasía. El día del Señor no puede venir hasta que suceda el abandono deliberado de una profesión anterior de fe, lealtad o compromiso. Este término se usaba para aludir a una rebelión militar, política o religiosa. Algunos han sugerido, con base en evidencias lingüísticas cuestionables, que esto se refiere a «partida» en el mismo sentido de «arrebatamiento». Sin embargo, el contexto apunta a una deserción religiosa que se describe de forma detallada en el v. 2Ts 2:4. El lenguaje indica un acontecimiento específico y no una apostasía general que existe en la actualidad y siempre estará presente hasta el fin. Lo que Pablo tiene en mente es un alejamiento y traición total que se conoce como la apostasía. Es un suceso específico que puede identificarse con claridad y es único por ser el acto consumado de rebelión con implicaciones definitivas al final de los tiempos. La clave para identificar el suceso consiste en identificar a su personaje principal, a quien Pablo llama «el hombre de pecado». Algunos textos lo traducen aquí como «el hombre inicuo» pero no existe una diferencia real en significado porque pecado equivale a iniquidad (1Jn 3:4). Es el mismo hombre que se describe como «un príncipe que ha de venir» (Dan 9:26) y el «cuerno pequeño» (Dan 7:8), a quien Juan llama «la bestia» (Apo 13:2-10; Apo 13:18) y es conocido por la mayoría como el anticristo. El contexto y el lenguaje identifican con claridad a una persona real en el tiempo futuro que hace en realidad todas las cosas que se profetizan en las Escrituras acerca de él. También es llamado el «hijo de perdición» o destrucción, una expresión que también se aplicó a Judas Iscariote (Jua 17:12). La apostasía consiste en la abominación desoladora que tiene lugar a la mitad de la tribulación y de la cual se habla en Dan 9:27; Dan 11:31 y Mat 24:15 (vea las notas correspondientes). Este hombre no es Satanás, aunque la fuerza detrás de su ser y sus acciones es Satanás mismo (v. 2Ts 2:9) y su motivación consiste en los deseos del diablo (cp. Isa 14:13-14). Pablo se refiere al máximo acto de apostasía que revela al anticristo final y fija el curso para los acontecimientos que abren paso al día del Señor. Al parecer, será visto como alguien que apoya la religión para que Dios y Cristo no sean considerados como sus enemigos hasta que cometa la apostasía. Se exalta a sí mismo y se opone a Dios con su entrada blasfema en el templo, el lugar para la adoración exclusiva a Dios, y al declararse a sí mismo como Dios y exigir la adoración del mundo entero. En este acto satánico de deificación personal comete la gran apostasía y el desafío más insolente a Dios. Durante los primeros tres años y medio de la tribulación mantiene relaciones con Israel pero las interrumpe después (cp. Dan 9:27) y durante los últimos tres años y medio tiene lugar la gran tribulación bajo su mandato (cp. Dan 7:25; Dan 11:36-39; Mat 24:15-21; Apo 13:1-8), la cual culmina con el día del Señor.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2:3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, — Mat 7:15-20; Hch 20:28-31; 1Ti 4:1-3 (en este texto Pablo usa la misma palabra, apostasía, y se refiere a dos doctrinas originadas por el clero romano); véanse también 2Ti 3:1-9; 2Pe 2:1-22; Judas.
Hoy en día muchos hermanos liberales piensan y dicen que los hermanos conservadores causamos problemas sobre “opiniones” cuando insistimos en la autonomía de cada congregación y condenamos la práctica de centralizar los fondos de muchas iglesias en una “iglesia patrocinadora” para que ésta se encargue de alguna obra evangelística o benévola para toda la hermandad, como también la práctica de establecer escuelas y otras instituciones con los fondos no sólo de individuos sino también de las iglesias de Cristo. Todos deberíamos considerar seriamente cómo se originó la gran apostasía de la cual Pablo habla, porque uno de los primeros pasos fue el cambio del obispado. Según Hch 20:17; Hch 20:28 los ancianos son los obispos, pero en algunas iglesias se inició la práctica de elevar a uno de los ancianos sobre los demás, y de llamarle el obispo. Después, a este “obispo” se le dio autoridad sobre otras congregaciones. Así pues, el primer paso de la apostasía fue el rechazo de la autonomía de cada congregación (Hch 14:23). Sin lugar a dudas, muchos pensaban que este cambio fue una cosa muy insignificante, un asunto de “puras opiniones”, pero paso a paso llegó a ser la gigantesca jerarquía católica romana.
Lo que todo cristiano debe tener bien grabado en la mente es el sencillo hecho de que cuando se cambia el gobierno de la iglesia, se cambia también su doctrina y práctica. Esto es obvio, porque el cambio de gobierno es el cambio de autoridad, y cambio de ley, de lo cual resultarán docenas de cambios al culto y a toda actividad de la iglesia. En seguida presentamos una lista de digresiones de la fe preparada por Wilbur Fields (College Press):
(1) Obispos ejercen autoridad sobre ancianos (presbíteros). Siglo segundo.
(2) “Bautismo” infantil mencionado por primera vez – Cerca del año 150 D. C.
(3) Muchos ritos paganos – velas, incienso, vestimentas, etc. – añadidos al culto cristiano. Siglo tercero.
(4) Primer credo humano (concilio ecuménico de Nicea) – 325 D. C. Este fue el primer documento escrito substituyó las Escrituras.
(5) Cristianismo nombrado oficialmente como la única religión del estado – 394 D. C. Al principio cuando la iglesia fue fiel al Señor, fue perseguida y nunca hubiera sido nombrada como la religión oficial del estado.
(6) Se le otorga a María el título “Madre de Dios” – 431 D. C.
(7) Confesión de pecados a un sacerdote humano – Cerca de 457 D. C. Hecho obligatoria en el año 1215 D. C.
(8) Cena del Señor llegó a ser una misa (sacrificio) y misas por los muertos llegaron a ser frecuentes – Siglo sexto.
(9) El papa gana autoridad universal – Cerca del año 606 D. C.
(10) Transubstanciación – 1215 D. C.
(11) Indulgencias – Cerca del año 1164 D. C.
(12) Adoración de imágenes legalizada – Cerca del año 800 D.C.
(13) Tradición hecha igual a las Escrituras – Cerca del año 1545 D. C.
(14) Libros apócrifos añadidos a la Biblia – 1546 D. C. (Véase Apo 22:18-19).
(15) Purgatorio – Originado en el siglo décimo. Hecho oficial, 1438 D. C.
(16) La gente es privada de la copa de la comunión – Cerca del año 1414 D. C.
(17) Celibato promovido (405 D. C.) y hecho obligatorio (1123 D. C.). (Véase 1Ti 4:1-3).
(18) Aspersión autorizada – 1311 D. C.
(19) Concepción inmaculada de María – 1854 D. C.
(20) Infalibilidad del papa – 1870 D. C.
(21) Asunción corporal de María al cielo – 1950 D. C.
— y se manifieste el hombre de pecado (ANOMIAS, iniquidad, sin ley, Mat 7:23), el hijo de perdición (condenado a la perdición; compárese Jua 17:12) , — La apostasía iba a producir este “hombre de pecado, el hijo de perdición”; es decir, la apostasía vendría lentamente, pues la apostasía fue un proceso largo. La historia revela claramente el desarrollo de esta apostasía y cómo ineludiblemente trajo consigo el oficio del papado (“el hombre de pecado”).
Muchos confunden “el hombre de perdición” con el “anticristo” (1Jn 2:18; 1Jn 2:22; 1Jn 4:3; 2Jn 1:7), pero Juan explica que el anticristo es aquel que niega que Cristo ha venido en carne. Desde el primer siglo hasta el presente ha habido muchos anticristos (“han surgido muchos anticristos”, 1Jn 2:18). Los más numerosos anticristos son los testigos del Atalaya que afirman que Cristo no era Dios sino “un dios”. Otros anticristos son los pentecosteses que afirman que Jesús es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Lo más terrible es que en la actualidad hasta hermanos en Cristo, queriendo enfatizar la humanidad de Cristo, enseñan que al venir a la tierra Cristo se despojó a sí mismo de sus atributos o que nunca los manifestó. El campeón de esta doctrina dijo públicamente al hermano que se le oponía, “Usted y yo no servimos al mismo Jesús”. Esto es muy cierto, pues estos hermanos sirven a un Jesús que no existe.
“Aquí está un resumen de las descripciones del hombre de pecado:
(1) Se opone todo lo que se llama Dios.
(2) Se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto.
(3) Se sienta en el templo de Dios.
(4) Se exhibe a sí mismo como si fuera Dios.
(5) Su aparición fue impedido por alguna fuerza que ya existía cuando Pablo escribió esta carta 2:6, 7.
(6) El misterio de la iniquidad, que conduciría a su aparición, ya estaba obrando cuando Pablo escribió esta carta 2:7.
(7) Continuará existiendo hasta que el Señor venga 2:8.
(8) El Señor lo destruirá con el resplandor de su venida 2:8.
(9) El muestra poder, señales y prodigios mentirosos 2:9.
(10) Viene con todo engaño de iniquidad 2:10”. (WF).

Fuente: Notas Reeves-Partain

1Ti 4:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— la gran rebelión: Lit. apostasía. Término griego que se aplicaba tanto a una sublevación política, como al abandono de una creencia religiosa. El autor de esta carta lo utiliza en este segundo sentido, evocando, sin duda, pasajes del AT sobre todo del libro de Daniel (Dan 9:27; Dan 11:31; Dan 12:11).

— el destinado a la perdición: Lit. el hijo de la perdición.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) “Apostasía.” Gr.: a·po·sta·sí·a. Este sustantivo viene del verbo a·fí·ste·mi, “pararse lejos de”. El sustantivo tiene el sentido de “deserción; abandono; rebelión”. Véase Hch 21:21, n.

(2) “Desafuero”, אB; ADVgSyp: “pecado”.

(3) O: “de la aniquilación”. Véase Mat 7:13, n.

REFERENCIAS CRUZADAS

g 31 Mat 13:25; 1Ti 4:1; 2Ti 2:18; 2Ti 4:3; 2Pe 2:1; 1Jn 2:18

h 32 Mat 7:15; Mat 13:41; Mat 24:24; Hch 20:29; 2Jn 1:7

i 33 Mat 13:30

j 34 2Pe 2:3

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

apostasía. Aquí se refiere a la rebelión contra Dios promovida por el anticristo en los últimos días (v. 2 Ti 3:1– 5; 2 Pd 3:3– 6).

hombre de pecado. Tal vez la frase se refiera a aquel que es llamado en Dn 9:26 el príncipe que ha de venir, en Dn 7:8 el cuerno pequeño y en Ap 13:2– 10 la bestia . A través de los siglos se han sugerido varias interpretaciones, pero el contexto y el lenguaje indican que el hombre de pecado es una persona real que hará las cosas que aquí se le atribuyen.

el hijo de perdición. O, el hijo de destrucción . Se refiere a aquel que será destruido (i.e., el hombre de pecado). En Jn 17:12, Jesús aplica este nombre a Judas Iscariote.

Fuente: La Biblia de las Américas

3 (1) O, seduzca; «No sólo dando una falsa impresión, sino verdaderamente desviando» (Vincent).

3 (2) Es decir, abandonando (abandonando el camino recto de la economía de Dios como se revela en las Escrituras).

3 (3) El anticristo, según lo profetizado en Dan_7:20-21 , Dan_7:24-26 ; 9:27; 11:36-37; Rev_13:1-8 , Rev_13:12-18 ; 19:19-20. El será el hombre sin ley, o sea que cambiará las leyes, destruirá y corromperá a muchos a un grado inconcebible, blasfemará contra Dios, y engañará a los hombres. Por lo tanto, el Señor lo destruirá completamente, y él llegará a ser el hijo de perdición.

3 (4) Lit., el no tener ley. Véase la nota 4 (2) de 1 Jn 3.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

la apostasía. Una revuelta agresiva y culminante contra Dios, la cual preparará el camino para la aparición del hombre de pecado (cp. 1Ti 4:1-5; 2Ti 3:1-5).

hombre de pecado. Lit., de ilegalidad, como una especie de personificación de la iniquidad. Aunque es cierto que las fuerzas de la iniquidad estaban ya obrando en tiempos de Pablo y lo están hoy (cp. v. 2Ts 2:7, ya está en acción el misterio de la iniquidad), el hombre de pecado (llamado también aquel inicuo, v. 2Ts 2:8) es un individuo del futuro, que subirá al poder durante los días de la tribulación. También Juan reconoció la presencia de muchos anticristos en su tiempo (1Jn 2:18), así como la venida de un gran Anticristo en el futuro (Apo 11:7; Apo 13:1-10).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Se inserta no vendrá para suplir elipsis del original; sin que antes… Otra traducción posible: sin que primero; iniquidad… → §123.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R1202 Note que aquí no se expresa la apódosis (inserte: esto no puede suceder).

B166 En el N.T. rara vez aparece en la tercera persona el subjuntivo prohibitivo (pero aquí aparece): que nadie los engañe.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Algunos mss. antiguos dicen: sin ley

Fuente: La Biblia de las Américas

. no sucederá.

2.3 rtf1fbidisansiansicpg1252deff0fonttblf0fromanfprq2fcharset2 Wingdings 3; N sin que primero.

2.3 iniquidad g §123.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

* Literalmente, “apostasía,” el tiempo final, el rechazo definitivo hacia Dios.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento