Biblia

Comentario de Hebreos 5:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hebreos 5:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

De esto tenemos mucho que decir, aunque es difícil de explicar, porque habéis llegado a ser tardos para oír.

5:11 — Con este versículo se comienza una desviación del tema central del sacerdocio de Cristo que es según el orden de Melquisedec. La desviación continúa hasta el fin del capítulo 6; luego de nuevo el autor trata este gran tema. El autor condena la inhabilidad de los hermanos hebreos para comprender bien estos asuntos profundos, debida esta inhabilidad a su falta de atención al estudio de la Palabra de Dios. En el capítulo 6 les exhorta a madurar su entendimiento y conocimiento de la Palabra de Dios. Les advierte contra la apostasía; les anima a ser más diligentes, y para esto les presenta el ejemplo de Abraham.

— «difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír». La dificultad consistió en la condición espiritual de los oyentes, y no en el autor de la epístola, como tampoco en el tema mismo. La palabra tardos es traducción de la palabra griega nothros, que encierra la idea de no empujar. Se emplea en 6:12, «perezosos». Esta condición espiritual de los hebreos era una a la cual habían llegado («os habéis hecho»). Nótese en el versículo siguiente, «habéis llegado a ser». A este estado conduce la negligencia o descuidado espiritual (2:1-3), al endurecimiento de corazón, y a la incredulidad (3:7,8,12,13).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

tenemos mucho que decir. 1Re 10:1; Jua 6:6; Jua 16:12; 2Pe 3:16.

tardos para oir. Isa 6:10; Mat 13:15; Mar 8:17, Mar 8:18, Mar 8:21; Luc 24:25; Hch 28:27.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Aunque el autor de Hebreos tiene mucho más que decir sobre el sacerdocio de Cristo, sería difícil de explicar a los lectores de su carta porque son tardos para oír. Cuando estas personas escucharan la Palabra de Dios no la aceptarían con rapidez (Heb 6:11, Heb 6:12). Deberían crecer más en la fe, por lo tanto explicarles la verdad sería difícil.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Acerca de esto. Algunas versiones traducen «de quien» con referencia a la relación entre Cristo y Melquisedec como sumos sacerdotes. Por razones de lógica y estilo, debe concluirse que el v. Heb 5:11 introduce toda la sección que va de Heb 5:11 al Heb 6:12. El mismo verbo griego que se traduce aquí «os habéis hecho» ocurre en los puntos extremos de esta sección: «os habéis hecho tardos» (v. Heb 5:11) y «no os hagáis perezosos» (Heb 6:12). tardos. El letargo espiritual de los hebreos y su respuesta tardía a la enseñanza del evangelio prevenía la recepción de enseñanzas adicionales en ese momento. Esto recuerda a los creyentes que el no apropiarse de la verdad del evangelio produce un rezago serio en el progreso espiritual y la incapacidad para entender o asimilar enseñanzas adicionales (cp. Jua 16:12). Esta situación también existe entre los gentiles que han recibido la verdad revelada, bien fuera por revelación natural o general de Dios en la creación (Rom 1:18-20). El rechazo de esa revelación resulta en un proceso gradual de endurecimiento (Rom 1:21-32). Los hebreos no solo habían recibido la misma revelación general, sino que también recibieron revelación especial en las Escrituras del AT (Rom 9:4), el Mesías mismo (Rom 9:5) y la enseñanza de los apóstoles (Heb 2:3-4). Hasta que los hebreos obedecieran la revelación que habían recibido y obtuvieran salvación eterna (v. Heb 5:8), cualquier enseñanza adicional sobre el sacerdocio del Mesías conforme al sacerdocio de Melquisedec no sería de provecho para ellos.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:11 — Con este versículo se comienza una desviación del tema central del sacerdocio de Cristo que es según el orden de Melquisedec. La desviación continúa hasta el fin del capítulo 6; luego de nuevo el autor trata este gran tema. El autor condena la inhabilidad de los hermanos hebreos para comprender bien estos asuntos profundos, debida esta inhabilidad a su falta de atención al estudio de la Palabra de Dios. En el capítulo 6 les exhorta a madurar su entendimiento y conocimiento de la Palabra de Dios. Les advierte contra la apostasía; les anima a ser más diligentes, y para esto les presenta el ejemplo de Abraham.
–«difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír». La dificultad consistió en la condición espiritual de los oyentes, y no en el autor de la epístola, como tampoco en el tema mismo. La palabra tardos es traducción de la palabra griega nothros, que encierra la idea de no empujar. Se emplea en 6:12, «perezosos». Esta condición espiritual de los hebreos era una a la cual habían llegado («os habéis hecho»). Nótese en el versículo siguiente, «habéis llegado a ser». A este estado conduce la negligencia o descuidado espiritual (2:1-3), al endurecimiento de corazón, y a la incredulidad (3:7,8,12,13).

Fuente: Notas Reeves-Partain

RESISTIRSE A CRECER

Hebreos 5:11-14

La historia que se me ha encargado que os transmita sobre esta cuestión es larga, difícil de contar y de comprender, porque os habéis vuelto duros de oído. Porque, por supuesto: a estas alturas ya deberíais ser maestros, por todo el tiempo que ha pasado desde que escuchasteis el Evangelio por primera vez; y, sin embargo, todavía necesitáis que se os digan los sencillos elementos del principio del Mensaje de Dios. Os habéis sumido en un estado en el que necesitáis leche en lugar de alimento sólido; porque, está claro que si alguien está en la etapa de la lactancia, no puede saber de veras qué es la integridad cristiana, porque no es más que un bebé. Pero el alimento sólido está para los que han alcanzado la mayoría de edad, para los que, por el desarrollo de la debida clase de hábito, ya han llegado a la etapa en que tienen la percepción entrenada para distinguir entre el bien y el mal.

Aquí el autor de Hebreos trata de las dificultades que se le presentan al intentar presentarles a sus lectores un concepto adecuado del Evangelio.

Tiene que enfrentarse con dos dificultades. La primera, que el orbe completo de la fe cristiana no es en absoluto nada fácil de entender, ni se puede entender en un día. La segunda, que la percepción de sus lectores está embotada: La palabra que usa (nóthrós) está henchida de significado. Quiere decir la mente lenta, obtusa, torpe para entender,. dura de oído y distraidilla para retener. Se usa esta palabra para los miembros insensibles de un animal enfermo. Se usa también de una persona que tiene la percepción y cerrazón de una piedra. Ahora bien: esto parece que se refiere a los que se dedican a predicar y a enseñar; pero, en realidad, se puede aplicar a todos los que piensan, es decir, que son personas. Sucede a menudo que esquivamos enseñar lo que es difícil; nos defendemos diciendo que es que nuestros alumnos no lo van a entender. Es una de las tragedias de la iglesia que se hace tan poco esfuerzo para enseñar nuevos conocimientos y pensamientos. Es verdad que eso tiene sus dificultades. Es verdad que a veces se enfrenta uno con el » muermo» de las mentes perezosas y con los prejuicios militantes de las mentes cerradas. Pero la tarea nos sigue desafiando. El autor de Hebreos no se desmarcaba de dar su mensaje, aunque fuera difícil, y torpe la mente de los alumnos. Consideraba que su suprema responsabilidad era transmitir las verdades que conocía.

Su queja era que hacía mucho tiempo que sus lectores eran cristianos, pero seguían siendo bebés, lejos todavía de la mayoría de edad. El contraste entre el cristiano maduro y el niño, o entre la leche y el alimento sólido, aparece con cierta frecuencia en el Nuevo Testamento (1Pe 2:2 ; 1Co 2:6 ; 1Co 3:2 ; 1Co 14:20 ; Ef 4:13 ss). Hebreos dice que, para entonces, ya deberían ser maestros. Esto no hay que tomarlo literalmente. El decir que una persona estaba capacitada para enseñar era la manera griega de decir que dominaba suficientemente un asunto. El autor dice que siguen necesitando que alguien les enseñe los sencillos elementos (stoijeia) del Evangelio. Esta palabra griega tiene una variedad de significados. En gramática quiere decir las letras del alfabeto, el A B C; en física, los cuatro elementos básicos que componen el mundo; en geometría, los elementos como el punto y la linea recta; en filosofía, los principios elementales con los que empieza el estudiante.

Al autor de Hebreos le da pena que, aunque hace bastantes años que sus alumnos son cristianos, todavía no han salido de los rudimentos; son como niños, que no saben la diferencia entre lo bueno y lo malo. Aquí nos encontramos cara a cara con un problema que acecha a la Iglesia en cada generación: el de la iglesia que se niega a crecer.

(i) El cristiano que se niega a crecer en conocimiento. Puede que haya caído en lo que alguien ha llamado «la incapacidad culpable que es el resultado de no aprovechar la oportunidad.» Háy personas que siempre están diciendo que lo que era bastante bueno para sus padres también lo es para ellos. Hay cristianos que no han desarrollado su fe desde hace treinta o cuarenta o cincuenta o sesenta años. Hay cristianos que se niegan a rajatabla a intentar entender los descubrimientos que se han hecho en la investigación biblica y el pensamiento teológico. Son mayores en edad y en otras cosas, pero se dan por contentos con una estatura espiritual que no ha desarrollado. Son cristianos bonsáis.
Son como un cirujano que se negara a usar las nuevas técnicas y los diversos equipos con los que se están salvando tantas vidas y remediando tantos males, porque dijera: «Lo que era bastante bueno para Galeno, también lo es para mí.» Son como un médico que se negara a usar las nuevas medicinas y técnicas de diagnóstico y de tratamiento, y dijera: «Lo que aprendí en la universidad hace cincuenta años sigue siendo bastante para mí.» En las cosas espirituales es todavía peor. Dios es infinito; Sus riquezas son inestrutables, y mientras dure el día debemos seguir avanzando.

(ii) Hay personas que no han crecido en conducta. Se le puede perdonar a un chaval que se chupe el dedo o que coja una rabieta; pero hay muchos que tienen aspecto de adultos y muchas cosas de niños. Sería bueno que todos pudiéramos hacer nuestras las palabras de Pablo: «Cuando me hice mayor, dejé las cosas de niño» (1Co 13:11 ).

Los casos de falta de desarrollo son patéticos; y el mundo está lleno de gente cuya vida espiritual se ha detenido. Dejaron de aprender hace años, y su conducta espiritual es la de un niño. Es verdad que Jesús dijo que el espíritu de un niño es la cosa más grande del mundo; pero hay una diferencia tremenda entre la auténtica actitud de, la infancia y el infantilismo. Peter Pan es un personaje encantador de cuentos; pero la persona que se niega a crecer da grima. Cuidémonos de no seguir en la infancia espiritual cuando ya deberíamos haber alcanzado la mayoría de edad en la fe.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Un llamado a aprender y progresar

Antes de iniciar el argumento de los caps. 7-10, el autor aporta tanto advertencias (5:11-6:8) como palabras de aliento (6:9-20). Su enseñanza sobre Cristo en su función de sumo sacerdote no será captada o aplicada por aquellos que son tardos para oír e indispuestos a elaborar las implicaciones más profundas de la fe. Cualquiera que siga eludiendo el alimento sólido nunca puede ser un cristiano maduro (5:11-14). Por cierto, la resistencia al crecimiento espiritual puede llevar a la gente a estar entre los que recayeron o se rebelaron completamente contra Dios, porque han endurecido sus corazones contra él (6:1-8).

A pesar de la seriedad de esta advertencia, el autor está persuadido de la realidad de la consagración de aquellos a quienes se dirige. Pero quiere que cada uno de ellos muestre la misma diligencia que mostró en el pasado, poniendo por obra las implicaciones de su esperanza cristiana en la vida cotidiana y persistiendo en la fe y paciencia hasta el fin (6:9-12). Habiendo alcanzado cierto nivel de madurez, pareciera que algunos no estaban dispuestos a seguir más adelante. Para renovar su confianza en Dios el autor les recuerda que el Señor confirmó su promesa a Abraham con un juramento, y que él ha garantizado de la misma manera el sumo sacerdocio de Jesús en el Sal. 110:4. La esperanza que esto nos ofrece es como ancla del alma, segura y firme (6:13-20). Sólo la incredulidad hará que la gente pierda lo que ha sido alcanzado para nosotros por nuestro sumo sacerdote.

11-14 Los lectores de la carta se habían vuelto tardos para oír, o más literalmente “perezosos con respecto a lo que se oye”. A pesar de su entusiasmo inicial como cristianos, cierta pereza ha brotado en su interior y el autor teme que ahora no estén dispuestos a aceptar las implicaciones más profundas del evangelio para responder con fe y obediencia (cf. 2:1-4; 3:1-4:2, donde el tema clave es el de responder a lo que se ha oído). Una señal de ese retraso es su indisposición o incapacidad para ser maestros. Después de cierto tiempo, cualquier persona instruida en la fe debe ser capaz de enseñarla a otros (cf. 3:13; 10:24, 25; 1 Tes. 5:11; 1 Ped. 3:15). Si los creyentes quieren que se les enseñe desde los primeros rudimentos de las palabras de Dios (DHH, “de nuevo las cosas más sencillas de la palabra de Dios”) cuando debieran estar comunicando la enseñanza cristiana básica a otros y deseando alimento sólido para sí mismos, ha surgido un caso serio de retraso en el crecimiento espiritual. Como en el ámbito físico, la leche es el alimento adecuado para un niño, pero el alimento sólido es para los maduros. El autor hace equivaler la leche espiritual con lo que describe (lit.) como “los primeros principios de los oráculos de Dios” (gr. ta stoicheaia tes archeŒs ton logioŒn tou Theou). Esto puede significar que los lectores necesitan algunas líneas directrices para interpretar el AT (“los oráculos de Dios”) desde un punto de vista cristiano. Más específicamente, la expresión puede ser un paralelo con lo que en 6:1 se describe como las doctrinas elementales de Cristo (gr. ton tes archeŒs tou Christou loŒgon). El alimento sólido incluirá una comprensión más profunda de la verdad bíblica fundamental (como en los caps. 7-10). Un niño espiritual es de hecho definido como alguien que no es capaz de entender la palabra de justicia, o sea la enseñanza que puede motivarlo a la justicia (cf. 12:11). Además, los cristianos inmaduros no tienen los sentidos entrenados para discernir entre el bien y el mal por una continua práctica de responder a la revelación divina.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) Lit.: “difícil de interpretar”.

REFERENCIAS CRUZADAS

t 186 2Pe 3:16

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

tardos para oír… Lit. lentos a los oídos.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R523 Ταῖς ἀκοαῖς se usa como un locativo (probablemente es dativo de referencia -T220). [Editor. En esencia, la traducción: en la esfera de oir es similar a: en lo que se refiere a oir.]

R1076 El infinitivo λέγειν es complementario del adjetivo δυσερμήνευτος (no se debe destacar el tiempo de λέγειν -R1081): difícil de interpretación para explicarlo, es decir, difícil de explicar de manera inteligente. (comp. B377).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, El

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. lentos a los oídos.

Fuente: La Biblia Textual III Edición