Biblia

Comentario de Hebreos 11:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hebreos 11:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio superior al de Caín. Por ella recibió testimonio de ser justo, pues Dios dio testimonio al aceptar sus ofrendas. Y por medio de la fe, aunque murió, habla todavía.

11:4 — «Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín». Véase Gén 4:3-5. El sacrificio de Abel se basó en la revelación de Dios (Rom 10:17). Caín siguió la razón humana e ignoró la revelación divina, y por eso ofreció un substituto, o sea, una obra de mérito humano. Dios no lo aceptó. Compárese 1Sa 15:22.

— «por lo cual alcanzó testimonio». Véase Gén 4:4. La manera en qué Dios lo hizo no está revelada.

— «de que era justo». Compárense Mat 23:35; 1Jn 3:12.

— «dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella»; es decir, por su fe ejemplar registrada en las Sagradas Escrituras.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

por la fe. Gén 4:3-5, Gén 4:15, Gén 4:25; 1Jn 3:11, 1Jn 3:12.

mayor sacrificio. Heb 9:22; Pro 15:8; Pro 21:27; Tit 1:16; Jud 1:11.

alcanzó testimonio. Lev 9:24; 1Re 18:38; Mat 23:35; Luc 11:51.

aún habla por ella. Heb 12:1, Heb 12:24; Gén 4:10; Mat 23:35.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El sacrificio de Abel fue agradable a Dios debido a su fe, y en consecuencia fue declarado justo. Evidentemente Caín ofreció sus sacrificios sin fe (Gén 4:1-26). Abel aún nos habla porque sus obras justas se recuerdan en las Escrituras.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

MÁS EXCELENTE SACRIFICIO. Dios aceptó el sacrificio de Abel porque Abel era justo, consagrado y obediente (cf. Pro 15:8; Mat 23:35; 1Jn 3:12).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Abel. Vea Gén 4:1-15. más excelente. La razón exacta de la excelencia del sacrificio de Abel no es revelada por el escritor de Hebreos pero está implícita en Heb 12:24 (vea las notas correspondientes). Aquí se destaca la fe de Abel. Ambos hermanos sabían qué requería Dios. Abel obedeció y Caín optó por no hacerlo. Abel actuó por fe y Caín demostró su incredulidad (vea las notas sobre Gén 4:4-5). por lo cual … por ella. El antecedente en «lo cual» y «ella» fue la fe de Abel y no su ofrenda. Por medio de esa fe, él dio testimonio a todas las generaciones futuras de que una persona viene a Dios por fe para recibir su justicia. justo. Gracias a su fe, la cual demostró en obediencia al requisito específico de Dios en cuanto al sacrificio, Abel fue considerado por Dios como justo (cp. Rom 4:4-8). Cristo mismo se refirió a la justicia de Abel (Mat 23:35). El sacrificio de Caín fue evidencia de que se limitó a realizar un ritual mecánico de una manera desobediente, sin dar evidencia de una fe auténtica. Sin fe nadie puede recibir la justicia divina imputada (cp. Gén 15:6). testimonio de sus ofrendas. La ofrenda de Abel demostró algo acerca de su fe que no fue demostrado por la ofrenda de Caín.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

11:4 — «Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín». Véase Gén 4:3-5. El sacrificio de Abel se basó en la revelación de Dios (Rom 10:17). Caín siguió la razón humana e ignoró la revelación divina, y por eso ofreció un substituto, o sea, una obra de mérito humano. Dios no lo aceptó. Compárese 1Sa 15:22.
–«por lo cual alcanzó testimonio». Véase Gén 4:4. La manera en qué Dios lo hizo no está revelada.
–«de que era justo». Compárense Mat 23:35; 1Jn 3:12.
–«dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella»; es decir, por su fe ejemplar registrada en las Sagradas Escrituras.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA FE DE LA OFRENDA ACEPTABLE

Hebreos 11:4

Fue por la fe por lo que Abel Le ofreció a Dios un sacrificio más completo que Caín, y por ello obtuvo el veredicto de ser un hombre justo; porque Dios mismo dio testimonio de ese hecho sobre la base de los dones que presentó: y aunque murió a causa de su fe, todavía nos habla.

El autor de Hebreos empieza la lista de honor de la fe con el nombre de Abel, cuya historia se encuentra en Ge 4:115 . Caín era labrador, y Le trajo a Dios una ofrenda de los productos de la tierra; Abel era pastor, y Le trajo a Dios una ofrenda de sus ganados. Dios prefirió la de Abel a la de Caín y éste, amargado por la envidia, mató a su hermano y se convirtió en un paria. En el original, el sentido de la historia es difícil. Nada indica por qué Dios prefirió la ofrenda de Abel a la de Caín. Puede muy bien ser porque lo único que una persona puede ofrecer a Dios es su más preciada posesión, y ésta es la vida misma; para los Hebreos la vida estaba en la sangre. Podemos entenderlo; porque, cuando la sangre se derrama, la vida se apaga. Según ese principio, el único verdadero sacrificio a Dios era un sacrificio cruento, es decir, de sangre: Abel ofreció el sacrificio de una criatura viviente, y Caín no; por tanto, el sacrificio de Abel era más aceptable.

Tal vez el autor de Hebreos esté pensando en las leyendas de la tradición judía. Los judíos encontraron sorprendente esta historia, y la elaboraron para encontrar la razón por la que Dios rechazó el sacrificio de Caín y éste mató a su hermano Abel. La leyenda más antigua nos cuenta que siempre que Eva daba a luz tenía mellizos, un niño y una niña, que a su tiempo formaban pareja como marido y mujer. En el caso de Abel y Caín, Adán intentó hacer un cambio y decidió darle a Abel como esposa a la hermana melliza de Caín. Caín se mostró sumamente disgustado con la decisión. Para zanjar la cuestión les dijo Adán: «Id, hijos míos, a hacerle un sacrificio al Señor; y el que ofrezca el sacrificio que sea agradable a Dios, se quedará con la chica. Llevad cada uno vuestras ofrendas e id, sacrificad al Señor, y Él decidirá.» Así que Abel, que era pastor, llevó su mejor cordero al lugar del sacrificio; pero Caín, que era agricultor, llevó la peor gavilla de trigo que pudo encontrar y la puso encima del altar. Entonces descendió fuego del cielo que consumió la ofrenda de Abel sin dejar ni las cenizas, y ni tocó la ofrenda de Caín. Entonces Adán dio la muchacha como esposa a Abel, y Caín se quedó totalmente frustrado. Un día estaba Abel dormido en una montaña, y Caín le aplastó la cabeza con un pedrusco. Luego se echó el cadáver a los hombros y se puso a llevarlo, porque no sabía qué hacer con él. Vio dos cuervos que estaban peleándose, y que uno mató al otro; luego hizo un hoyo con el pico y lo enterró. Caín se dijo: «No tengo ni el sentido de este pájaro. Yo también enterraré a mi hermano en la tierra.» Y así lo hizo.

Los judíos tenían otra historia para explicar el primer asesinato. Caín y Abel no se podían poner de acuerdo sobre lo que había de poseer cada uno. Abel tuvo una idea para poner fin al desacuerdo. Caín se quedó con la tierra y todos los bienes inmuebles, y Abel tomó para sí todo lo que se movía. Pero la envidia seguía amargando el corazón de Caín. Un día le dijo a su hermano: » Quita el pie de ahí. Estás pisando mi propiedad, el llano es mío.» Abel huyó a las colinas; pero Caín le persiguió gritando: «¡Las colinas son mías!» Abel se refugió en las montañas; pero Caín seguía persiguiéndole y gritando: «¡Las montañas también son mías!» Y así, por envidia, Caín fue persiguiendo a su hermano hasta que le mató.
Esta historia encierra dos grandes verdades.

(a) La primera, la envidia. Los griegos también reconocían su horror. Demóstenes decía: «La envidia es la señal de una naturaleza que es totalmente mala.» Eurípides dijo: «La envidia es la peor de todas las enfermedades humanas.» Había un proverbio griego que decía: «La envidia no cabe en el coro de Dios.» La envidia conduce a la amargura; la amargura, al odio; el odio, al asesinato. La envidia es una cosa que puede envenenar toda la vida y matar todo lo bueno.

(b) La segunda verdad es que se tiene la impresión horripilante de que Caín descubrió un nuevo pecado. Uno de los antiguos padres griegos dijo: «Hasta ese momento no había muerto ningún ser humano para que Caín supiera matar. El diablo se lo enseñó en un sueño.» Fue Caín el que introdujo en el mundo el asesinato. Hay condenación para el pecador; pero hay una condenación aún mayor para el que enseña a otros a pecar. El tal, como le sucedió a Caín, es desterrado de la presencia de Dios.

El autor de Hebreos dice: «Aunque murió Abel a causa de su fe, todavía nos habla.» Moffatt comenta bellamente: «La muerte no es nunca la última palabra de la vida del justo.» Cuando una persona sale de este mundo, deja algo en él. Puede que sea algo malo que crezca y se extienda como un cáncer; o algo hermoso que brota y florece sin fin. Deja una influencia para bien o para mal; todos, cuando morimos, seguimos hablando. Que Dios nos conceda dejar, no un germen de maldad, sino algo precioso que produzca bendición en las vidas de los que vengan detrás.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Gén 4:4-10.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

h 500 Gén 4:5

i 501 Gén 4:4

j 502 Gén 4:10; Mat 23:35

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Abel…todavía habla. En Gn 4:10, 11 la sangre de Abel clama por justicia y venganza. Sin embargo, en este libro se habla de su fe y el mejor sacrificio que señala el sacrificio superior de Cristo (12:24) en relación con el perdón de los creyentes (9:13– 14).

un mejor sacrificio. Ni Gn 4:1– 5 ni He 11:4 explican porqué el sacrificio de Abel fue mejor sacrificio. Algunos sugieren que Abel ofreció un sacrificio de sangre por fe (cp. 9:22; 12:24) y otros que no fue la clase de sacrificio que lo hizo mejor, ya que Dios aceptaba ofrendas de cereal (cp. Lv 2:1), sino que Abel lo ofreció por fe y no en incredulidad como Caín (cp. Gn 4:4, 5).

Fuente: La Biblia de las Américas

4 super (1) Este sacrificio más excelente tipifica a Cristo quien es los verdaderos «mejores sacrificios» (9:23).

4 super (2) Lit., ella.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Abel. De hecho, nada se nos dice aquí ni en Gén 4:3-5 de cómo y por qué el sacrificio de Abel fue más aceptable, aunque es significativo el hecho de que esté implicado un sacrificio cruento (cp. Heb 12:24).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

fe… → §159; Caín…Gén 4:7-8; §178.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

T146 Un sustantivo aparece en nominativo con el infinitivo en ἐμαρτυγήθη εἶναι δίκαιος. Su significado resultante es: certificación de que era justo (aquí se usa el nominativo porque es el predicado del sujeto del verbo -BD405[1 y 2]).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, por medio de

I.e., al recibir las ofrendas de Abel

Lit., ella

Fuente: La Biblia de las Américas

g Gén_4:3-10.

Fuente: La Biblia Textual III Edición