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Comentario de Hebreos 11:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hebreos 11:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero ellos anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por eso Dios no se avergüenza de llamarse el Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad.

11:16

— «Pero anhelaban una mejor» que Canaán o aún que Mesopotamia.

— «esto es, celestial». El objeto de sus anhelos y expectaciones no era la tierra de Canaán, ni la de Mesopotamia. Dado que no volvieron a Mesopotamia, y se consideraban peregrinos en Canaán, obviamente buscaban una tierra celestial.

— «por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos». Debido a su gran expresión de fe, Dios tomó sobre sí el nombre de «Dios de ellos» (Gén 17:7; Gén 28:13; Gén 32:9; Éxo 3:6; Éxo 3:15; Éxo 4:5; Mar 12:26).

— «porque les ha preparado una ciudad». Véanse 6:15; 9:15; 11:10, comentario. Les preparó, dice el texto griego, empleando el tiempo pretérito. Es decir, en sus consejos y propósitos eternos, Dios sabía (la presciencia) que les daría la vida eterna en los cielos a consecuencia de su fe. Compárese Mat 25:34.

Este pasaje hace evidente que estos patriarcas creían en la inmortalidad del alma. Además entendían que las promesas tenían aplicación espiritual, pues en cuanto a Canaán literal no se les permitió poseerlo, «ni aun para asentar un pie» (Hch 7:5). Su gran fe les condujo a esperar el cumplimiento de las promesas en el mundo venidero, o celestial.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

anhelaban una mejor. Heb 11:14; Heb 12:22.

Dios no se avergüenza Heb 2:11.

de llamarse Dios de ellos. Gén 17:7, Gén 17:8; Éxo 3:6, Éxo 3:15; Isa 41:8-10; Jer 31:1; Mat 22:31, Mat 22:32; Mar 12:26; Luc 20:37; Hch 7:32.

porque les ha preparado una ciudad. Heb 11:10; Heb 13:14; Mat 25:34; Luc 12:32; Flp 3:20.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

DIOS NO SE AVERGÜENZA. A los que honran a Dios viviendo como «extranjeros y peregrinos» (1Pe 2:11) y deseando la patria mejor. Dios los honrará al llamarse Dios de ellos (v. Heb 11:16). No se avergonzará de reconocerlos como sus propios hijos (cf. Éxo 3:6).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Dios de ellos. Al presentarse a Moisés, Dios se refirió a sí mismo como «el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob» (Éxo 3:6; cp. Gén 28:13; Mat 22:32). Esta es una fórmula significativa de pacto mediante la cual un individuo o un pueblo se identificaba con Dios y Él con ellos (cp. Lev 26:12). una ciudad. Vea la nota sobre Heb 12:22.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

11:16 — «Pero anhelaban una mejor» que Canaán o aún que Mesopotamia.
–«esto es, celestial». El objeto de sus anhelos y expectaciones no era la tierra de Canaán, ni la de Mesopotamia. Dado que no volvieron a Mesopotamia, y se consideraban peregrinos en Canaán, obviamente buscaban una tierra celestial.
–«por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos». Debido a su gran expresión de fe, Dios tomó sobre sí el nombre de «Dios de ellos» (Gén 17:7; Gén 28:13; Gén 32:9; Éxo 3:6; Éxo 3:15; Éxo 4:5; Mar 12:26).
–«porque les ha preparado una ciudad». Véanse 6:15; 9:15; 11:10, comentario. Les preparó, dice el texto griego, empleando el tiempo pretérito. Es decir, en sus consejos y propósitos eternos, Dios sabía (la presciencia) que les daría la vida eterna en los cielos a consecuencia de su fe. Compárese Mat 25:34.
Este pasaje hace evidente que estos patriarcas creían en la inmortalidad del alma. Además entendían que las promesas tenían aplicación espiritual, pues en cuanto a Canaán literal no se les permitió poseerlo, «ni aun para asentar un pie» (Hch 7:5). Su gran fe les condujo a esperar el cumplimiento de las promesas en el mundo venidero, o celestial.

Fuente: Notas Reeves-Partain

REFERENCIAS CRUZADAS

r 538 Mat 4:17; Mat 25:34; Flp 3:20

s 539 Éxo 3:15; Mat 22:32; Hch 7:32

t 540 Heb 12:22; Rev 21:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Lit., no se avergüenza de ellos, de ser

Fuente: La Biblia de las Américas