Biblia

Comentario de Hebreos 11:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hebreos 11:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac. El que había recibido las promesas ofrecía a su hijo único,

11:17,18

— Véase Gén 22:1-19.

— «Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac»; es decir, mostró que estuvo dispuesto a hacerlo, y que lo habría hecho si Dios no les hubiera restringido (Gén 22:11-12). Para Abraham el hecho ya era suceso, tan completas fueron sus intenciones de ofrecerle. Mentalmente, sucedió el sacrificio. Véase Gén 22:16.

— «y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito». La grandeza de la fe de Abraham se evidencia en que iba a quitar la vida del único hijo suyo, de quien dependía la promesa de Dios de que Abraham tuviera una descendencia numerosa (Gén 17:17-21; Gén 21:12). Pero no dudó del mandamiento de Dios que pareció contradecir a los mismos propósitos de Dios.

Según Rom 9:6-9, el significado completo de la palabra «descendencia» para Abraham en Isaac es la espiritual por medio de Cristo Jesús.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

por la fe Abraham. Gén 22:1-12; Stg 2:21-24.

cuando fue probado. Deu 8:2; 2Cr 32:31; Job 1:11, Job 1:12; Job 2:3-6; Pro 17:3; Dan 11:35; Zac 13:9; Mal 3:2, Mal 3:3; Stg 1:2-4; Stg 5:11; 1Pe 1:6, 1Pe 1:7; 1Pe 4:12; Apo 3:10.

ofreció a Isaac. 2Co 8:12.

recibido las promesas. Heb 7:6.

ofrecía su unigénito. Gén 22:2, Gén 22:16; Jua 3:16.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Cuando Abraham fue probado, creyó que Dios podía levantar de entre los muertos a Isaac (Gén 22:5) si fuera necesario. El incidente es figura de lo que Dios ha hecho por nosotros. Isaac estuvo prácticamente muerto, pero Dios proveyó un carnero para sacrificar en su lugar (Gén 22:9-14). Con Dios todo es posible. Él es el Todopoderoso, y su Hijo ha triunfado sobre la muerte (Jua 11:38-44; 1Co 15:54-57; Apo 1:18).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

unigénito. Isaac no fue el único hijo de Abraham, el patriarca ya había tenido a Ismael con Agar la sierva de Sara (Gén 16:1-16). El término se refiere a alguien que es único en origen e irreemplazable en su clase (cp. Jua 1:14). Isaac fue el único hijo nacido conforme a la promesa de Dios y fue el único heredero de esa promesa divina. La cita de Gén 21:12 confirma este punto.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Vea Gén 22:1-18. Abraham demostró otra vez su fe por su disposición a devolver a Dios su hijo de la promesa (Isaac), a quien había recibido de forma milagrosa por causa de su fe. Se requeriría un milagro todavía mayor para reemplazar a Isaac por medios naturales. Abraham todavía tenía confianza plena en que Dios resucitaría a su hijo. Cp. Rom 4:16-21.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

11:17,18 — Véase Gén 22:1-19.
–«Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac»; es decir, mostró que estuvo dispuesto a hacerlo, y que lo habría hecho si Dios no les hubiera restringido (Gén 22:11-12). Para Abraham el hecho ya era suceso, tan completas fueron sus intenciones de ofrecerle. Mentalmente, sucedió el sacrificio. Véase Gén 22:16.
–«y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito». La grandeza de la fe de Abraham se evidencia en que iba a quitar la vida del único hijo suyo, de quien dependía la promesa de Dios de que Abraham tuviera una descendencia numerosa (Gén 17:17-21; Gén 21:12). Pero no dudó del mandamiento de Dios que pareció contradecir a los mismos propósitos de Dios.
Según Rom 9:6-9, el significado completo de la palabra «descendencia» para Abraham en Isaac es la espiritual por medio de Cristo Jesús.

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL SACRIFICIO SUPREMO

Hebreos 11:17-19

Fue por su fe por lo que Abraham estuvo dispuesto a ofrecer en sacrificio a Isaac cuando Dios le puso a prueba. Estaba dispuesto a ofrecer en sacrificio hasta a su hijo único, aunque se le había dicho: «Será por la línea de Isaac por la que tendrás descendencia.» Estuvo dispuesto a hacer aquello porque consideraba que Dios podía devolverle a su hijo. Yasí fue como le recibió otra vez, lo que es una parábola de la Resurrección.

La historia de Isaac, que se nos cuenta en Ge 22:1-18 , es el relato sumamente dramático de cómo Abraham asumió la prueba suprema de que se le demandara la vida de su único hijo. En cierto sentido esta historia ha caído en descrédito. Se la excluye de programas de educación cristiana porque se considera que enseña algo inaceptable de Dios. O se mantiene que todo sucedió solamente para que Abraham aprendiera que Dios no quiere sacrificios humanos. No cabe duda de que eso es verdad; pero, si queremos ver esta historia en toda su grandeza y como la vio el autor de Hebreos, tenemos que tomarla en su valor facial. Fue la respuesta de un hombre al que se pidió que Le ofreciera a Dios a su propio hijo.

(i) Esta historia nos enseña que debemos estar dispuestos a sacrificar lo que nos es más querido por nuestra fidelidad a Dios. Ha habido muchos que le han sacrificado la carrera a lo que consideraban que era la voluntad de Dios. J. P. StRuthers era pastor de la Iglesia Reformada Presbiteriana en Greenock, una congregación pequeña que, no es ni falso ni descortés decir, tenía un gran pasado pero no tenía futuro. Si hubiera estado dispuesto a dejar la iglesia de sus padres, hubiera podido escoger el mejor púlpito del país, con las más considerables ventajas económicas; pero lo sacrificó todo por lo que consideraba su fidelidad a la voluntad de Dios.
A veces uno tiene que sacrificar sus relaciones personales. Puede que se sienta llamado por Dios a una tarea en una esfera difícil y en un lugar poco atractivo, y tal vez su novia no está dispuesta a arrostrarlo con él. Él tiene que escoger entre lo que cree la voluntad de Dios y unas relaciones que significan mucho para él. Cuando Bunyan estaba en la cárcel, le preocupaba lo que sería de su familia si le ejecutaban. Especialmente, no le dejaba el recuerdo de su hijita ciega, a la que quería tanto. » ¡Oh! -decía-, me veía en aquellas circunstancias como un hombre que tuviera que derribar su propia casa sobre las cabezas de su mujer y de sus hijos; y creía que tenía que hacerlo, que tenía que hacerlo.»
Abraham era un hombre que estaba dispuesto a sacrificarle a Dios hasta lo que le era más querido. Esto sucedía una y otra vez en la Iglesia Primitiva. En una familia, uno de los miembros se hacía cristiano y los otros no; los hijos se convertían a Cristo, y los padres no. La espada descendía sobre aquella casa; y, a menos que hubiera habido personas que amaban a Cristo más que a todo lo demás, hoy no existiría la Iglesia.
Dios debe ocupar el primer puesto en nuestras vidas, o no estará en ellas. Se cuenta de dos niños a los que dieron como regalo un arca de Noé de juguete. Habían oído contar la historia del Antiguo Testamento, y decidieron que ellos también querían hacer un sacrificio. Pasaron revista a los animales del arca de juguete, y por último se decidieron por una oveja que tenía una pata rota. Lo único que estaban dispuestos a darle a Dios era un juguete roto que no les importaba. Así es como mucha gente está dispuesta a sacrificarle algo a Dios; pero sólo lo más querido y lo mejor es bastante bueno para dárselo a Él.

(ii) Abraham es el modelo del que acepta lo que no puede entender. Dios le hizo aquella demanda incomprensible. Dios le había prometido que, por medio de Isaac, sus descendientes se multiplicarían hasta llegar a ser una nación poderosa por la que vendría bendición a todas las demás. El cumplimiento de la promesa dependía de la vida de Isaac; y parecía que Dios quería acabar con esa vida. Como dijo Crisóstomo: «Las cosas de Dios parecían luchar con las cosas de Dios, y la fe luchar con la fe, y el mandamiento luchar con la promesa.» A todos nos llega alguna vez algo que parece que no tiene razón de ser y que desafía toda explicación. Es entonces cuando uno pelea la batalla más difícil: el aceptar lo que no puede entender. Entonces a uno no le queda más que obedecer, y decir: » ¡Dios, Tú eres amor! En eso afianzo mi fe.»
(iii) Abraham es el modelo del hombre que, en la prueba, encontró la salida. Si le tomamos la palabra a Dios y nos lo jugamos todo por Él, hasta cuando parezca que nos encontramos ante un muro negro se abrirá una salida.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Gén 22:1-14; Stg 2:21.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “Abrahán, al ser sometido a prueba, ha ofrecido (por decirlo así)”.

(2) O: “procedió a”.

REFERENCIAS CRUZADAS

u 541 Gén 22:1

v 542 Gén 22:9; Jua 3:16

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

único hijo. Isaac era el único hijo de Abraham con su esposa Sara (cp. Lc 7:12; 9:38; Jn 1:14, 18; 3:16; 1 Jn 4:9).

Fuente: La Biblia de las Américas

ofreció a Isaac. Cp. Gén 22:1; Stg 2:21. Esta fue una prueba muy severa, porque sólo a través de Isaac podía Abraham recibir las promesas del Señor.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

probado…Gén 22:1-14.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R885 Προσέφερεν tiene el sentido de un imperfecto interrumpido (¡intentó ofrecer! -T65).

BD342(5) El verbo perfecto προσενήνοχεν aparece con referencia a un evento del A.T. e implica que este evento aún retiene su (ejemplar) significado (un ejemplo permanente).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, unigénito

Fuente: La Biblia de las Américas

g Gén_22:1-14.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

† Por supuesto que Isaac no era literalmente el único hijo de Abrahán; el término griego indica primacía.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento