Biblia

Comentario de Hebreos 11:32 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hebreos 11:32 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

¿Qué más diré? Me faltaría el tiempo para contar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los profetas.

11:32 — El autor reconoce que por falta de tiempo no puede seguir dando casos detallados que ilustran la naturaleza y los triunfos de la fe.

El orden de nombres en la lista de este versículo no es cronológico, pues el autor inspirado no está escribiendo un libro de historia. Tampoco está alabando todo hecho en la vidas de éstos, sino su fe que les condujo a victorias en la causa de Dios.

Véanse los siguientes textos: Gedeón, Judges 6:11

— 8:32; Barac, Judges 4:1 — 5:31; Sansón, Judges 13:2

— 16:31; Jefté., Jues 11:1 — 12:7; David, 1Sa 16:1

1Re 2:11; Samuel, 1 Samuel 1:125:1.

— «los profetas» mostraron gran confianza en Dios y en los mensajes y tareas que él les dio.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

¿y qué más digo? Rom 3:5; Rom 4:1; Rom 6:1; Rom 7:7.

el tiempo me faltaría. Jua 21:25.

Gedeón. Jue 6:1-40; Jue 7:1-25; Jue 8:1-35.

Barac. 1Sa 12:11; Jue 4:1-24; Jue 5:1-31.

Samsón. Jue 13:1-25; Jue 14:1-20; Jue 15:1-20; Jue 16:1-31.

Jefté. Jue 11:1-40; Jue 12:1-7.

David. 1Sa 16:1, 1Sa 16:13; 1Sa 17:1-58; Hch 2:29-31; Hch 13:22-36.

Samuel. 1Sa 1:20; 1Sa 2:11, 1Sa 2:18; 1Sa 3:1-21; 1Sa 4:1-22; 1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21; 1Sa 7:1-17; 1Sa 8:1-22; 1Sa 9:1-27; 1Sa 10:1-27; 1Sa 11:1-15; 1Sa 12:1-25; 1Sa 28:3; Sal 99:6; Jer 15:1; Hch 3:24; Hch 13:20.

y de los profetas. Mat 5:12; Luc 13:28; Luc 16:31; Hch 10:43; Stg 5:10; 1Pe 1:10-12; 2Pe 1:21; 2Pe 3:2.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Todos los hombres mencionados en este versículo ocuparon una posición de poder o autoridad, pero ninguno de ellos es elogiado por su estatura social o sus habilidades personales. Más bien son reconocidos por lo que cada uno había logrado por medio de su fe en Dios. No se listan en orden cronológico, sino en pares donde el miembro más importante se menciona primero (cp. 1Sa 12:11). Vea Jue 6:1-40; Jue 7:1-25; Jue 8:1-35; Jue 9:1-57 (Gedeón), Jue 4:1-24; Jue 5:1-31 (Barac), Jue 13:1-25; Jue 14:1-20; Jue 15:1-20; Jue 16:1-31 (Sansón), Jue 11:1-40; Jue 12:1-15 (Jefté). David. David es el único rey mencionado en este versículo. Todos los demás son jueces y profetas. David también podría ser considerado como un profeta (vea Heb 4:7; 2Sa 23:1-3; Mar 12:36). Cp. 1Sa 13:14; 1Sa 16:1; 1Sa 16:12; Hch 13:22. de Samuel y de los profetas. Samuel fue el último de los jueces y el primero de los profetas (cp. 1Sa 7:15; Hch 3:24; Hch 13:20). Tuvo la responsabilidad de ungir a David como rey (1Sa 16:13) y fue conocido como un hombre de oración e intercesión por el pueblo (1Sa 12:19; 1Sa 12:23; Jer 15:1).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

11:32 — El autor reconoce que por falta de tiempo no puede seguir dando casos detallados que ilustran la naturaleza y los triunfos de la fe.
El orden de nombres en la lista de este versículo no es cronológico, pues el autor inspirado no está escribiendo un libro de historia. Tampoco está alabando todo hecho en la vidas de éstos, sino su fe que les condujo a victorias en la causa de Dios.
Véanse los siguientes textos: Gedeón, Judges 6:11–8:32; Barac, Judges 4:1–5:31; Sansón, Judges 13:2–16:31; Jefté., Jues 11:1–12:7; David, 1Sa 16:1 — 1Re 2:11; Samuel, 1 Samuel 1:1–25:1.
–«los profetas» mostraron gran confianza en Dios y en los mensajes y tareas que él les dio.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LOS HÉROES DE LA FE

Hebreos 11:32-34

¿Y qué más púedo decir? Me faltaría tiempo para contar las historias de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, que por la fe dominaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron lo que Dios les había prometido, cerraron bocas de leones, extinguieron el poder del fuego, se libraron del filo de las espadas, sacaron fuerzas de flaqueza, se hicieron fuertes en batallas, derrotaron a ejércitos extranjeros.

En este pasaje, nuestro autor recorre la historia de su pueblo; y de ella se le presentan a la memoria unas figuras emblemáticas tras otras. No las pone en ningún orden especial; pero, cuando consideremos las cualidades sobresalientes de cada una, advertiremos la línea de pensamiento que las enlaza. La historia de Gedeón se nos cuenta en Jueces 6 y 7. Con sólo trescientos hombres Gedeón venció a los madianitas, que tenían atemorizado a Israel, obteniendo una victoria que quedó grabada indeleblemente en la memoria de su pueblo. La historia de Barac está en Jueces 4 y 5. Bajo la inspiración de la profetisa Débora, Barac reunió a diez mil hombres jóvenes, y se enfrentó con los terribles cananeos con sus novecientos carros de hierro, y obtuvo una victoria casi increíble. Fue algo así como si una compañía de infantería casi desarmada hubiera derrotado a una división de tanques. La historia de Sansón, el que siempre peleó solo, se encuentra en Jueces 13 a 16. En la soledad de su espléndida fuerza, una y otra vez arrostró las situaciones más adversas, y siempre salió vencedor. Fue el azote de los filisteos. La historia de Jefté está en Jueces 11 y 12. Era hijo ilegítimo, lo que le redujo a una situación de destierro y a una vida fuera de la ley; pero cuando los amonitas tenían atemorizado a Israel, se le pidió que volviera, y obtuvo una tremenda victoria, aunque su voto le costó la vida de su hija. Luego se menciona a David que, para sorpresa de muchos y suya propia, de zagalejo llegó a ser preferido a sus hermanos y ungido rey (1S 16:1-13 ). Luego se menciona a Samuel, que le nació a su madre como respuesta a la oración y después de larga esterilidad (I Samuel 1), y que una y otra vez aparece solo como el único hombre de Dios fuerte y fiel en medio de un pueblo atemorizado, descontento y rebelde. Y luego vienen los profetas, que uno tras otro dieron fiel testimonio personal de Dios.

La lista completa nos presenta a hombres que arrostraron dificultades increíbles en su fidelidad a Dios. Eran hombres que no creían que Dios estaba de parte de los grandes batallones, y que estaban dispuestos a asumir riesgos tremendos y hasta aterradores por Él. Se trataba de hombres que aceptaron alegre, valiente y confiadamente, las tareas que Dios les encomendó, que eran irrealizables en términos humanos. Eran hombres que no tenían miedo de quedarse solos y de arrostrar dificultades tremendas por ser leales a Dios. El cuadro de honor de la Historia incluye a los que prefirieron estar en la minoría con Dios antes que en la mayoría con el mundo.
En la segunda parte del pasaje, el autor de Hebreos dice, en frases que parecen una ráfaga de ametralladora, lo que hicieron estos hombres y otros como ellos. Para la mayor parte de nosotros se pierde gran parte del impacto porque no nos damos cuenta de que cada una de estas frases es un epígrafe. Para los que conocían bien las Escrituras en la versión griega, cada una de estas frases haría sonar la campanilla del recuerdo. La palabra que usa para dominar reinos es la que usa el historiador judío Josefo refiriéndose a David. La frase para hacer justicia es la descripción de David en 2S 8:15 . La expresión para cerrar bocas de leones es la que se usa de Daniel en Dn 6:18; Dn 6:23 . La frase extinguieron el poder del fuego se refiere directamente a Sadrac, Mesac y Abed-pego en Dn 3:19-28 . Cuando dice que se libraron del filo de las espadas dirige el pensamiento a la forma en que se libró Elías de la amenaza de muerte según 1R 19:1 ss, y Eliseo según 2R 6:31 ss. El clarinazo se hicieron fuertes en batallas, derrotaron a ejércitos extranjeros, retrotraería el pensamiento inmediatamente a las hazañas inolvidables de los macabeos.

La frase sacar fuerzas de flaqueza traería a la pantalla de la memoria muchas escenas. Nos recuperaría la de la extraordinaria curación de Ezequías, cuando ya se había vuelto de cara a la pared para morir (2R 20:1-7 ). Y, tal vez más probablemente cuando estaba escribiendo nuestro autor, sus lectores se acordarían del épico y sangriento incidente de Judit, uno de los libros del Antiguo Testamento griego. Hubo un tiempo cuando Israel estaba amenazado por los ejércitos de Nabucodonosor al mando de su general Holofernes. El pueblo judío de Betulia había decidido rendirse al cabo de cinco días, porque se le habían acabado las reservas de comida y de agua. En el pueblo vivía una viuda judía llamada Judit. Era muy rica y muy hermosa, pero había vivido en luto solitario desde que murió su marido Manasés. Se puso su ropa más vistosa, y convenció a su pueblo para que la dejara ir al campamento de los asirios. Consiguió entrar a la presencia de Holofernes, y le hizo creer que estaba convencida de que la derrota de su pueblo era el castigo por sus pecados. Se ofreció a introducirle subrepticiamente en Jerusalén; y, una vez que se había ganado su confianza, cuando él se quedó dormido después de mucho beber, ella le mató con su propia daga, le cortó la cabeza y se la llevó a su pueblo. Los traidores fueron silenciados, y la derrota inminente se transformó en una victoria tumultuosa. La debilidad femenina se había tomado fortaleza.

El autor de Hebreos está tratando aquí de inspirar nuevo valor y un sentido de responsabilidad nuevo recordándoles a sus lectores su pasado. No lo hace de una manera obvia, sino con un arte exquisito. No les recuerda abiertamente las cosas, sino les da pistas para que las recuerden por sí mismos. Cuando Oliver Cromwell estaba haciendo los preparativos para la educación de su hijo Richard, dijo: «Me gustaría que aprendiera un poco de Historia.» Cuando estemos desanimados, recordemos, y nos animaremos. A Dios no se Le ha achicado el brazo, ni se Le ha disminuido el poder. Lo que hizo una vez, puede hacerlo de nuevo; porque el Dios de la Historia es el mismo que adoramos hoy.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Jue 4:1-24; Jue 5:1-31; Jue 6:1-40; Jue 7:1-25; Jue 10:1-18; Jue 11:1-40; Jue 12:1-15; Jue 13:1-25; Jue 14:1-20; Jue 15:1-20; Jue 16:1-31; Jue 1:1-36 y 2 Sm.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

x 571 Jue 6:11

y 572 Jue 4:6

z 573 Jue 13:24

a 574 Jue 11:1

b 575 1Sa 16:13

c 576 1Sa 3:20

d 577 Hch 3:24

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Muchos de estos personajes basaron su testimonio y perseverancia en la realidad de Dios y en la esperanza de sus promesas. Muchas de esas historias las encontramos en el A.T., mientras que otras provienen de una época posterior en la historia judía.

Fuente: La Biblia de las Américas

Gedeón (Jue 6:11; Jue 8:32); Barac (Jue 4:6-24; Jue 5:1-31); Sansón (Jue 13:24-25; Jue 14:1-20; Jue 15:1-20; Jue 16:1-31); Jefté (Jue 11:1-40; Jue 12:1-7); David (1Sa 16:1-23; 1Sa 17:1-58); Samuel (1Sa 7:1-17; 1Sa 8:1-22; 1Sa 9:1-27; 1Sa 10:1-27).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Gedeón…Jue 6:11-40; Jue 7:1-25; Jue 8:1-32; Barac…Jue 4:6-24; Jue 5:1-31; Sansón…Jue 13:2-25; Jue 14:1-20; Jue 15:1-20; Jue 16:1-31; Jefté…Jue 11:1-40; Jue 12:1-7; David…1Sa 16:11Re 2:11; Samuel…1Sa 1:1-28; 1Sa 2:1-36; 1Sa 3:1-21; 1Sa 4:1-22; 1Sa 5:1-12; 1Sa 6:1-21; 1Sa 7:1-17; 1Sa 8:1-22; 1Sa 9:1-27; 1Sa 10:1-27; 1Sa 11:1-15; 1Sa 12:1-25; 1Sa 13:1-23; 1Sa 14:1-52; 1Sa 15:1-35; 1Sa 16:1-23; 1Sa 17:1-58; 1Sa 18:1-30; 1Sa 19:1-24; 1Sa 20:1-42; 1Sa 21:1-15; 1Sa 22:1-23; 1Sa 23:1-29; 1Sa 24:1-22; 1Sa 25:1.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R1126 El participio adverbial διηγούμενον se usa de una manera poética y se describe el tiempo como algo que se aleja y deja que el escritor hable acerca de Gedeón y de los demás (el participio tiene un sentido condicional: si yo cuento -T157).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

g Jue 6:11Jue 8:32.

11.32 g Jue 4:6Jue 5:31.

11.32 g Jue 13:2Jue 16:31.

11.32 g Jue 11:1Jue 12:7.

11.32 g 1Sa 16:11Re 2:11.

11.32 g 1Sa 1:11Sa 25:1.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

Biblia Peshitta 2006 Notas:

[6] 11.32 Arameo, Naftaj.

Fuente: Peshitta en Español