Comentario de Hebreos 13:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Salgamos pues a él, fuera del campamento, llevando su afrenta.
13:13 — «Salgamos, pues, a él, fuera del campamento». Según la idea judaica, lo de fuera del campamento significaba lo inmundo. Pero era necesario para el judío «salir del campamento» (dejar el judaísmo representado por Jerusalén, un mero campamento temporario, y no una ciudad permanente) para obtener la salvación del alma, porque fue allí donde el Mesías padeció por todos. No había esperanza (ni la hay hoy en día) en la descendencia carnal. La única manera de hallar la aceptación de Dios es por medio de llevar el vituperio de Cristo. — «llevando su vituperio». Véanse 11:26; 1Pe 4:14. Tenemos que identificarnos con Cristo. Tenemos que ser de él y sufrir por él exactamente como si hubiéramos estado presentes aquel día que él salió de la ciudad para ser crucificado. Considérese el ejemplo de Pablo, Flp 3:3-8. Volver al judaísmo para evitar la persecución (o por otro motivo) habría sido para los hermanos hebreos el rehusar identificarse con el Salvador y llevar su vituperio.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Heb 11:26; Heb 12:3; Mat 5:11; Mat 10:24, Mat 10:25; Mat 16:24; Mat 27:32, Mat 27:39-44; Luc 6:22; Hch 5:41; 1Co 4:10-13; 2Co 12:10; 1Pe 4:4, 1Pe 4:14-16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
SALGAMOS, PUES, A ÉL. Seguir a Cristo comprende salir «fuera del campamento». Para los creyentes judíos, destinatarios originales de esta carta, el campamento representaba el judaísmo. Para los creyentes de hoy, representa el mundo con todos sus placeres pecaminosos, valores impíos y metas temporales. Tienen que compartir la humillación que sufrió Cristo a fin de seguirlo, comprender su sacrificio, ser su amigo, identificarse con Él y anunciar al mundo su fidelidad a las normas y los propósitos del Señor. Al salir por la puerta, se dan cuenta de que son extranjeros y peregrinos en la tierra (v. Heb 13:14; Heb 11:13), pero no es que no tengan ciudad, pues esperaban «la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios» (Heb 11:10; Heb 11:14; Heb 11:16; Heb 13:14).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
13:13 — «Salgamos, pues, a él, fuera del campamento». Según la idea judaica, lo de fuera del campamento significaba lo inmundo. Pero era necesario para el judío «salir del campamento» (dejar el judaísmo representado por Jerusalén, un mero campamento temporario, y no una ciudad permanente) para obtener la salvación del alma, porque fue allí donde el Mesías padeció por todos. No había esperanza (ni la hay hoy en día) en la descendencia carnal. La única manera de hallar la aceptación de Dios es por medio de llevar el vituperio de Cristo.
–«llevando su vituperio». Véanse 11:26; 1Pe 4:14. Tenemos que identificarnos con Cristo. Tenemos que ser de él y sufrir por él exactamente como si hubiéramos estado presentes aquel día que él salió de la ciudad para ser crucificado. Considérese el ejemplo de Pablo, Flp 3:3-8. Volver al judaísmo para evitar la persecución (o por otro motivo) habría sido para los hermanos hebreos el rehusar identificarse con el Salvador y llevar su vituperio.
Fuente: Notas Reeves-Partain
NOTAS
(1) O: “vituperio por él; su vituperio”.
REFERENCIAS CRUZADAS
z 705 Hch 7:58; Rom 15:3; 2Co 12:10; 1Pe 4:14
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
fuera del campamento. Es una referencia a la separación de Cristo del judaísmo. Los adherentes al judaísmo evidentemente estaban oponiéndose y atacando a la comunidad hebrea cristiana, a los cuales este libro se envía. Además, como el Señor sufrió y murió, así sus seguidores deben estar dispuestos a sufrir y hasta morir en su propósito de permanecer fieles al que murió por ellos.
Fuente: La Biblia de las Américas
13 (1) Fuera del campamento y hasta dentro del velo (6:19) son dos puntos muy notables en este libro. Pasar más allá del velo significa entrar en el Lugar Santísimo, donde el Señor está entronizado en gloria, y salir del campamento significa salir de la religión, de donde el Señor fue arrojado. Esto significa que debemos estar en nuestro espíritu, donde ahora, en nuestra experiencia, está el Lugar Santísimo propiamente dicho, y fuera de la religión, donde hoy en día está el verdadero campamento. Cuanto más estemos en nuestro espíritu, disfrutando al Cristo celestial, más saldremos del campamento de la religión, siguiendo a Jesús en Sus sufrimientos. Estar en nuestro espíritu y disfrutar al Cristo glorificado nos capacita para salir del campamento de la religión y seguir al Jesús rechazado. Cuanto más permanezcamos en nuestro espíritu para tener contacto con el Cristo celestial, quien está en la gloría, más saldremos del campamento de la religión e iremos al humilde Jesús para sufrir con El. Al tener contacto con Cristo en los cielos y al disfrutar Su glorificación, recibimos energía para tomar el angosto camino de la cruz en la tierra y para llevar el vituperio de Jesús. Primero, este libro nos presenta una visión clara del Cristo celestial y del Lugar Santísimo celestial, y luego nos muestra cómo andar en la tierra en el camino de la cruz, es decir, cómo ir a Jesús fuera del campamento, fuera de la religión, llevando el vituperio de Jesús. Incluso Moisés, después de que los hijos de Israel adoraron al becerro de oro (Ex 32), se fue a un lugar fuera del campamento, donde todo aquel que buscaba al Señor iba para reunirse con él, porque tanto la presencia como el hablar del Señor estaban allí (Éxo_33:7-11). Debemos salir del campamento para disfrutar la presencia del Señor y para oír Su hablar. Todas estas cosas son necesarias para tener una vida de iglesia apropiada y práctica.
El Lugar Santísimo, el camino de la cruz (lo cual vemos representado en la frase: «Salgamos, pues, a El, fuera del campamento, llevando Su vituperio»), y el reino, son tres asuntos cruciales presentados en este libro. El Lugar Santísimo con su rico suministro nos capacita para seguir el angosto y difícil camino de la cruz, el cual nos conduce al reino en su manifestación a fin de obtener el galardón de la gloria.
13 (2) Véase la nota 12 (3) .