Comentario de Santiago 1:22 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pero sed hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
1:22 — «Pero sed hacedores de la palabra». La Palabra, recibida con mansedumbre, y que está implantada en uno, debe estar obrando efectivamente en él. Le toca al cristiano ser hacedor de la ley (4:11). Mat 7:24-27 es un buen comentario sobre este versículo. También en la parábola del sembrador (Mat 13:18-23, Mar 4:3-20, Luc 8:11-15) vemos la necesidad de producir fruto con el mensaje divino oído.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
sed hacedores de la palabra. Stg 4:17; Mat 7:21-25; Mat 12:50; Mat 28:20; Luc 6:46-48; Luc 11:28; Luc 12:47, Luc 12:48; Jua 13:17; Rom 2:13; Flp 4:8; Col 3:17; 1Jn 2:3; 1Jn 3:7; 3Jn 1:11; Apo 22:7.
engañándoos a vosotros mismos. Stg 1:26; Isa 44:20; Abd 1:3; 1Co 3:18; 1Co 6:9; 1Co 15:33; Gál 6:3, Gál 6:7; 2Ti 3:13; Tit 3:3; 2Pe 2:13; 1Jn 1:8; Apo 12:9.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores: Los creyentes que escuchan la Palabra de Dios (v. Stg 1:19) deben recibirla con un espíritu manso (v. Stg 1:21), aplicándola a sus vidas diarias. Escuchar y no obedecer es engañarse.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
sed hacedores. El hecho de que Santiago llame a los creyentes a ser «hacedores» y no solo a hacer, indica que todos los aspectos de su personalidad y estilo de vida deberían caracterizarse por la obediencia a Dios. Vea las notas sobre Mat 7:21-28. engañándoos. Lit. «razonar a un lado» o «justificarse de paso». Esta palabra se empleaba en matemática para identificar todos los cálculos equivocados. Los que profesan ser cristianos y se contentan solo con oír la Palabra han hecho cálculos muy malos en su vida espiritual.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:22 — «Pero sed hacedores de la palabra». La Palabra, recibida con mansedumbre, y que está implantada en uno, debe estar obrando efectivamente en él. Le toca al cristiano ser hacedor de la ley (4:11).
Mat 7:24-27 es un buen comentario sobre este versículo. También en la parábola del sembrador (Mat 13:18-23, Mar 4:3-20, Luc 8:11-15) vemos la necesidad de producir fruto con el mensaje divino oído.
Santiago usa el imperativo presente al decir, «sed», dando a entender que sus lectores deben estar llegando a ser hacedores de la Palabra, y quedarse activos en ello continuamente. El tiempo presente en el griego enfatiza lo que es habitual o de duración. Algunos de los hermanos habían llegado a un estado de haber oído la Palabra y se contentaban con ello; no la ponían por obra continuamente. Los versículos siguientes desarrollan el tema introducido en esta frase del versículo 22.
–«Y no tan solamente oidores». El propósito bíblico de oír es que se produzca fe (Rom 10:17), y la fe obra (Stg 2:22). Al ser algunos culpables de ser solamente oidores, es obvio que les faltaba fe. ¡No estaban oyendo con el fin de obrar! Estos hermanos contenían conocimiento (pues estaban oyendo), pero no tenían mucho fruto (Jua 15:8), porque no tenían mucha fe.
–«engañándoos a vosotros mismos». Uno se engaña a sí mismo porque cree que está bien con Dios, ya que asiste fielmente a presentaciones de la Palabra predicada y que oye. Pero la verdad es que con solamente oír no está sirviendo al Señor. Es víctima de la falacia de su razonamiento. El oír es un medio, ¡no un fin! Se priva a sí mismo el que cree que basta ser oyente fiel. Al contrario, el oír tiene el diseño de producir la fe que obra, y el fiel es el que oye con ese fin.
Fuente: Notas Reeves-Partain
OÍR Y HACER
Santiago 1:22-24
Demostrad que sois realizadores del Evangelio, y no sólo oidores; porque los que creen que con oír ya es bastante se engañan a sí mismos. Porque, si uno oye el Mensaje y no actúa en consecuencia, es como el que se mira en el espejo la cara que le dio la naturaleza; le echa una ojeada y se va, y se olvida en seguida de la clase de hombre que es.
De nuevo nos presenta Santiago con su maestría pictórica probada dos de sus cuadros gráficos. Lo primero de todo, nos presenta al que va a la reunión de la iglesia, y oye la lectura y la exposición del Evangelio, y cree que con eso ya es cristiano. Tiene los ojos cerrados al hecho de que lo que se lee y se oye en la iglesia tiene que vivirse. Todavía se suele identificar el ir a la iglesia y el leer la Biblia con el Cristianismo, pero eso no es ni la mitad del camino. Lo realmente importante es trasladar a la acción lo que hemos escuchado.
En segundo lugar, Santiago dice que esa persona es como la que se mira en el espejo -los espejos no se hacían entonces de vidrio, sino de metal pulimentado–, ve los defectos que le desfiguran el rostro y desmelenan el cabello, y se va y se olvida de su aspecto, así es que no hace nada para mejorar. Al escuchar la Palabra de la verdad se le revela a uno cómo es y cómo debería ser. Ve lo que está mal; y lo que tiene que hacer para remediarlo; pero, si no hace más que oír, se queda como estaba, y no le ha servido de nada.
Santiago nos recuerda que lo que oímos en la iglesia lo tenemos que vivir fuera -o no tiene sentido que lo oigamos.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Mat 7:21-27; Luc 11:28; Rom 2:13.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
p 43 Lev 18:5; Deu 7:11; 1Sa 15:22; Mat 7:21; Rom 10:5; 1Jn 3:7
q 44 2Ti 3:13; Tit 3:3
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
engañándoos… Lit. calculando mal para vosotros mismos.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R947 El negativo se usa con μόνον a causa de que se sobreentiende el imperativo γίνεσθε.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit. calculando mal para vosotros mismos.