sino que sea la persona interior del corazón, en lo incorruptible de un espíritu tierno y tranquilo. Esto es de gran valor delante de Dios.
3:4 — «sino el interno… de Dios». El texto griego es expresado literalmente muy bien por la Ver. P.B., que dice, «sino el hombre escondido del corazón en lo incorruptible del espíritu tranquilo y manso y que es delante de Dios de gran precio». Así dice también la Ver. ASV, intercalando la palabra «ornato» en lugar de «lo» (en el ornato incorruptible). Es que el texto griego emplea la palabra «ornato» una sola vez, en el ver. 3. La idea de «ornato» se implica en el ver. 4, al continuar el mismo pensamiento, y por eso algunas versiones suplen esta palabra. Los dos versículos contrastan los dos ornatos. Pedro contrasta el exterior que depende de ropas y joyas y peinados, y el interior que es el «hombre» secreto, que no se ve, que consiste en un espíritu tranquilo y manso. El primero no es malo (si no refleja orgullo ni en él se confía), pero el segundo importa más, y más logra en alcanzar fines de consecuencia eterna. De él la mujer cristiana depende para influir en otros.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
sino el interno. Sal 45:13; Sal 51:6; Mat 23:26; Luc 11:40; Rom 2:29; Rom 6:6; Rom 7:22; 2Co 4:16; Efe 4:22-24; Col 3:3, Col 3:9, Col 3:10.
incorruptible ornato. 1Pe 1:23.
espíritu afable, o tierno. 1Pe 3:15; Sal 25:9; Sal 147:6; Sal 149:4; Isa 11:4; Isa 29:19; Isa 57:15; Isa 61:1; Mat 5:5; Mat 11:29; Mat 21:5; 2Co 10:1; Gál 5:23; Efe 4:2; Col 3:12; 2Ti 2:25; Tit 3:2; Stg 1:21; Stg 3:13-17.
y apacible, o sereno. Sal 131:2; Jer 51:59; 1Ts 4:11; 2Ts 3:12; 1Ti 2:2.
grande estima delante de Dios. 1Sa 16:7; Sal 147:10, Sal 147:11; Sal 149:4; Luc 16:15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
el interno, el del corazón: La esposa cristiana tiene que ocuparse de desarrollar los aspectos intangibles de su persona, los cuales no son llamativos, pero están vinculados con todos los aspectos de la vida. El incorruptible ornato involucra cualidades internas que no se deterioran ni se desvanecen como el maquillaje, las joyas o la vestimenta (v. 1Pe 3:3).
espíritu afable y apacible: Pedro incentiva a las esposas cristianas a mostrar actitudes que no demanden derechos personales, actitudes que no sean duras o irritantes, sino que suavicen y tranquilicen.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
un espíritu afable y apacible. Esta es la belleza que nunca se marchita como sucede al cuerpo físico. «Afable» también significa manso y humilde, mientras que «apacible» describe el carácter de sus acciones y reacciones hacia su esposo y la vida en general. Esto es algo valioso y estimable no solo para su esposo, sino también para Dios.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:4 — «sino el interno… de Dios». El texto griego es expresado literalmente muy bien por la Ver. P.B., que dice, «sino el hombre escondido del corazón en lo incorruptible del espíritu tranquilo y manso y que es delante de Dios de gran precio». Así dice también la Ver. ASV, intercalando la palabra «ornato» en lugar de «lo» (en el ornato incorruptible). Es que el texto griego emplea la palabra «ornato» una sola vez, en el ver. 3. La idea de «ornato» se implica en el ver. 4, al continuar el mismo pensamiento, y por eso algunas versiones suplen esta palabra. Los dos versículos contrastan los dos ornatos.
Pedro contrasta el exterior que depende de ropas y joyas y peinados, y el interior que es el «hombre» secreto, que no se ve, que consiste en un espíritu tranquilo y manso. El primero no es malo (si no refleja orgullo ni en él se confía), pero el segundo importa más, y más logra en alcanzar fines de consecuencia eterna. De él la mujer cristiana depende para influir en otros.
Sobre el «hombre escondido», Véanse Rom 7:22; 2Co 4:16; Col 3:10.
La gran importancia del ornato interno se ve en que no es corruptible. Véase 1:4. La belleza exterior, tanto natural como artificial, siempre se marchita, se borra, y pasa. ¡Cómo conviene a la mujer cristiana dar más importancia al ornato imperecedero! Hay hermanas en la fe que pasan mucho más tiempo ante el espejo que ante la Biblia. Ellas no valoran los dos ornatos como Pedro los estima.
En lugar de «afable y apacible», la Ver. Mod. dice, «manso y sosegado». La persona mansa soporta con paciencia la provocación. (Véanse Mat 5:5; Mat 11:29). La persona sosegada, o tranquila, no crea bulla; no provoca. Está quieta. (Véanse 2Ts 3:12; 1Ti 2:12, «en silencio»).
“Delante de Dios,” pues él ve el interior del hombre, el corazón, el ornato interno es de gran valor. «Mucho precio» dice esta versión en Mar 14:3, y «costosos» en 1Ti 2:9.
La esposa, cuya conducta es casta y respetuosa, y que da más importancia al ornato interno que al exterior, es un gran tesoro para su marido. Ella tiene muy buena influencia.
Fuente: Notas Reeves-Partain
NOTAS
(1) O: “el hombre secreto”. Lit.: “el hombre escondido”.
REFERENCIAS CRUZADAS
i 143 Rom 7:22; Efe 3:16
j 144 2Co 4:16; Efe 4:24; Col 3:10
k 145 Pro 25:28; Col 3:12
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
4 (1) El hombre interior escondido en el corazón tiene el incorruptible ornato de un espíritu manso y sosegado. Esto indica que el espíritu manso y sosegado que está en nosotros es el hombre interior escondido en nuestro corazón. Nuestro corazón está compuesto de todas las partes de nuestra alma la mente, la parte emotiva y la voluntad y de la parte principal de nuestro espíritu: la conciencia ( Heb_4:12). Nuestro espíritu está en el centro de todo esto; por eso, nuestro espíritu es el hombre interior escondido en nuestro corazón. Como esposas, el atavío que las hermanas en el Señor tienen ante Dios debe ser su ser interior: el hombre escondido en su corazón, ataviado de un espíritu manso y tranquilo. Este atavío espiritual es de alta estima delante de Dios y es incorruptible, no como los atavíos materiales de peinados ostentosos, de adornos de oro y de vestidos, todo lo cual es corruptible.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
el interno, el del corazón. Cp. Efe 3:16.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., la persona oculta en el corazón
O, la cualidad