Comentario de 1 Pedro 3:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Porque así también se adornaban en tiempos antiguos aquellas santas mujeres que esperaban en Dios y estaban sujetas a sus propios maridos.

3:5 — “Porque así… sus maridos». Pedro ahora presenta la fuerza del ejemplo. Las mujeres santas del Antiguo Testamento (véase Heb 11:11; Heb 11:35), porque esperaban en Dios (Véanse 1:3; 1Ti 5:5), continuamente (tiempo imperfecto, en el texto griego) se adornaban de la manera ya descrita por Pedro en los versículos anteriores. Su adorno principal consistía en su conducta casta y respetuosa, su naturaleza mansa y serena, y su sujeción a sus maridos.

Hoy en día a la mujer moderna la mente carnal inculca la idea de que la sujeción al marido es denigrante. Esta es una mentira del diablo. La mujer fue hecha para el hombre (Gén 2:18; 1Co 11:9), y halla la culminación de su carrera en su papel de esposa sumisa, ayudando a su (propio) marido.

Esta versión dice «a sus maridos», pero el texto griego dice «a sus propios maridos». Varias versiones dicen «propios». Véase Tit 2:4-5.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

santas mujeres. Pro 31:10, Pro 31:30; Luc 8:2, Luc 8:3; Hch 1:14; Hch 9:36; 1Ti 2:10; 1Ti 5:10; Tit 2:3, Tit 2:4.

que esperaban en Dios. 1Sa 2:1; Jer 49:11; Luc 2:37; 1Ti 2:15; 1Ti 5:5; Heb 11:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Porque así también: Estos métodos han sido probados por mujeres espirituales de generaciones previas, y han demostrado que dan honor a Dios y que son efectivos.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

santas mujeres. Ciertas mujeres del AT (en particular Sara, v. 1Pe 3:6) son modelos de belleza interior, carácter, modestia y sumisión para su marido (vea las notas sobre Pro 31:10-31).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

3:5 — “Porque así… sus maridos». Pedro ahora presenta la fuerza del ejemplo. Las mujeres santas del Antiguo Testamento (véase Heb 11:11; Heb 11:35), porque esperaban en Dios (Véanse 1:3; 1Ti 5:5), continuamente (tiempo imperfecto, en el texto griego) se adornaban de la manera ya descrita por Pedro en los versículos anteriores. Su adorno principal consistía en su conducta casta y respetuosa, su naturaleza mansa y serena, y su sujeción a sus maridos.
Hoy en día a la mujer moderna la mente carnal inculca la idea de que la sujeción al marido es denigrante. Esta es una mentira del diablo. La mujer fue hecha para el hombre (Gén 2:18; 1Co 11:9), y halla la culminación de su carrera en su papel de esposa sumisa, ayudando a su (propio) marido.
Esta versión dice «a sus maridos», pero el texto griego dice «a sus propios maridos». Varias versiones dicen «propios». Véase Tit 2:4-5.

Fuente: Notas Reeves-Partain

NOTAS

(1) O: “esposas”.

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo