Comentario de 2 Pedro 1:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Su divino poder nos ha concedido todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad por medio del conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia.

1:3 — «Como todas… piedad». Este versículo subraya la completa suficiencia de la Voluntad Revelada de Dios, la fe del evangelio, y así da seguridad al creyente de que suple todas sus necesidades para la vida espiritual. (¡El gnóstico no podía suplir cosa adicional! Tampoco pueden suplir nada las supuestas revelaciones modernas de las iglesias sectarias).

La vida aquí referida es la espiritual y eterna (Jua 14:6; Jua 11:25-26; Efe 2:1; Efe 2:5; Col 3:3-4; 1Jn 5:11; 1Jn 5:20). La palabra «piedad» viene de la griega, eusebeian, compuesta de eu (bien) y sebeian (adorar, como en Rom 1:25). La vida espiritual es manifestada en hechos de piedad o devoción correspondientes, y no en el libertinaje de los gnósticos.

— «nos han sido… poder». El divino poder de Dios ha otorgado todas las cosas conducentes a la vida y a la piedad, dice la Ver. H.A. El verbo «otorgado» en el griego (doreomai) es del tiempo que da a entender que es un hecho pasado, cuyos efectos continúan. Esta palabra griega significa dar libremente, presentar, u otorgar, y da a entender generosidad. Aparece también en el próximo versículo, y en Mar 15:45 («concedió», Ver. H.A.).

«Todas las cosas», aquí referidas, constituyen «la fe una vez dada a los santos» (Jud 1:3). Este poder de Dios es «divino» (theios, palabra que ocurre en Hch 17:29, divinidad). El origen de toda bendición espiritual en Cristo (Efe 1:3) es el mismo poder de Dios. Compárese Rom 8:32. ¿Podían los gnósticos reclamar tal cosa para su «gnosis», y probarlo?

— «mediante el conocimiento». Otra vemos damos con epignosis, como en el ver. 2. Esta donación del Dios Todopoderoso, de todas las cosas pertenecientes a la vida y a la piedad del hombre, es realizada por medio de este conocimiento. Por eso la Palabra de Dios es viva y eficaz (Heb 4:12) y permanece para siempre; revela la verdad que hace renacer al hombre y le libra (1Pe 2:23; 1Pe 2:25; Jua 8:32). La vida eterna para el hombre consiste en conocer a Dios (Jua 17:3), que es saber de él y aprobar sus caminos al obedecerle en todo.

— «de aquel que nos llamó». La invitación divina (1Pe 2:9; 1Pe 2:21; 1Pe 3:9; 1Pe 5:10). Efe 1:17-23 trata en detalle lo que va involucrado en esta invitación, o llamamiento. Dios no salva incondicionalmente a un cierto número de hombres, según el calvinismo. El llama a todos por el evangelio (Mar 16:15-16; Apo 22:17).

— «por su gloria y excelencia». Muchos manuscritos antiguos dicen «propia gloria y excelencia», y así se traduce en las Ver. Mod., JTD., B.J., ASV, H.A. No fue por alguna gloria y excelencia nuestra que el hombre pecador pueda ser llamado a la vida eterna, ¡sino por la de él!

La palabra griega arete significa excelencia, sea en moralidad (Flp 4:8) o en poder (como en el caso de Dios en este versículo, o en 1Pe 2:9). A veces se traduce «virtud» (ver. 5).

Este versículo 3 está tan lleno de información, que es un gran resumen del mensaje total de la Biblia. Dios hizo uso de su poder divino, demostrando así su gloria, al hacer posible el rescate del hombre pecador, con milagros e inspiración, para revelar al hombre el conocimiento de la verdad que ha sido predicada, llamando así al pecador a la vida espiritual, manifestada en hechos de piedad. Con razón dice Pablo en Efe 2:8-9 que «esto» de la salvación por gracia por medio de la fe no es del hombre (de su gloria y excelencia), sino que es don de Dios.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Como todas las cosas. Sal 84:11; Rom 8:32; 1Co 3:21-23; 1Ti 4:8.

por su divino poder. Sal 110:3; Mat 28:18; Jua 17:2; 2Co 12:9; Efe 1:19-21; Col 1:16; Heb 1:3.

por el conocimiento. 2Jn 1:3.

de aquel que nos ha llamado. Rom 8:28-30; Rom 9:24; 1Co 1:9; Efe 4:1, Efe 4:4; 1Ts 2:12; 1Ts 4:7; 2Ts 2:14; 2Ti 1:9; 1Pe 1:15; 1Pe 2:9, 1Pe 2:21; 1Pe 3:9; 1Pe 5:10.

por su gloria y virtud. 2Pe 1:5; Rut 3:11; Pro 12:4; Pro 31:10, Pro 31:29; Flp 4:8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El apóstol Pablo identifica el divino poder al que se hace referencia aquí, como «el poder de su resurrección» (Flp 3:10; Flp 4:13). Este poder es el tercer recurso que Pedro enumera en su carta para vivir en santidad (v. 2Pe 1:1).

por su gloria y excelencia: Estas palabras sugieren las cualidades de Jesús que atraen a los creyentes a Él. La gloria que vio Juan en Jesús (Jua 1:14) era su autoridad y poder. La gloria que vio Pedro probablemente se manifestó en la transfiguración (vv. 2Pe 1:16-18). La virtud de Jesús es su excelencia moral que continuamente despertaba la admiración y el respeto de sus discípulos.

 EN FOCO

«Divino poder»

(Gr.  dseios dónamis) (2Pe 1:3) # en Strong G2304; G1411; naturaleza divina (Gr.  dseios físis) (2Pe 1:4) # en Strong G2304; G5449: Estas son expresiones únicas en el NT. El divino poder es el poder que Dios usó para levantar a Cristo de la muerte y es ese mismo poder el que está disponible para la Iglesia (Efe 1:19, Efe 1:20). Este divino poder nos provee con la habilidad espiritual de vivir una vida santa. La naturaleza divina es la naturaleza que caracteriza a Dios, una naturaleza que se expresa en santidad, virtud, justicia, amor y gracia (2Pe 1:5-7). Al regenerarse con la naturaleza divina, los creyentes pueden mostrar las mismas características.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

COMO TODAS LAS COSAS QUE PERTENECEN A LA VIDA Y LA PIEDAD. El amor del Padre celestial, la salvación por medio de Jesucristo, la intercesión de Cristo por los creyentes en el cielo, la presencia del Espíritu Santo dentro de ellos y su bautismo, la comunión de los santos y la Palabra inspirada de Dios son suficientes para satisfacer todo lo que los creyentes necesitan para la vida y la piedad (Mat 11:28-30; Heb 4:16; Heb 7:25; Heb 9:14).

(1) No se necesita más sabiduría humana, técnica ni teoría para completar la suficiencia de la Palabra de Dios que revela la perfecta salvación en Cristo. Las palabras de Jesús, la fe apostólica del NT y la gracia de Dios fueron suficientes en los primeros días de la iglesia para satisfacer las necesidades de los perdidos, y son igualmente suficientes hoy. No hay nada en absoluto que pueda ofrecer más altura, profundidad, fortaleza y ayuda que lo que Jesucristo proclamó y proveyó, de lo cual los apóstoles testificaron en la revelación bíblica. Sólo Jesucristo es «el camino, y la verdad, y la vida» (Jua 14:6).

(2) Si el evangelio que se sustenta parece deficiente en este tiempo, es porque ese evangelio es algo menos que el evangelio de Cristo y de los apóstoles.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

todas las cosas que pertenecen a la vida. El cristiano genuino tiene seguridad eterna de salvación y perseverará y crecerá porque ha recibido todo lo necesario para sustentar la vida eterna mediante el poder de Cristo. piedad. Ser piadoso es vivir con reverencia, lealtad y obediencia hacia Dios. Pedro quiere dar a entender que el creyente genuino no debe pedir a Dios «algo más» (como si faltara algo necesario para sustentar su crecimiento, fortaleza y perseverancia) a fin de volverse piadoso, porque ya tiene todos los recursos espirituales que manifiestan, sustentan y perfeccionan la vida que agrada a Dios. su divino poder. Se refiere a Jesucristo, cuyo poder es la fuente de la suficiencia y la perseverancia del creyente (cp. Mat 24:30; Mar 5:30; Luc 4:14; Luc 5:17; Rom 1:4; 2Co 12:9). el conocimiento de aquel. «Conocimiento» es una palabra clave en Segunda Pedro (vv. 2Pe 1:2; 2Pe 1:5-6; 2Pe 1:8; 2Pe 2:20; 2Pe 3:18). En todas las Escrituras, este concepto implica un conocimiento íntimo (Amó 3:2), y hasta se usa para aludir a la intimidad y las relaciones sexuales en el matrimonio (Gén 4:1). El conocimiento de Cristo que se destaca aquí no es un conocimiento superficial o una simple comprensión superficial de los hechos acerca de Cristo, sino una participación genuina y personal de la vida con Cristo que se basa en el arrepentimiento de los pecados y la fe personal en Él (cp. Mat 7:21). nos llamó por su gloria y excelencia. Este llamado, como siempre sucede al mencionarse en las epístolas del NT, es el llamado eficaz a la salvación (cp. 1Pe 1:15; 1Pe 2:21; 1Pe 5:10; vea la nota sobre Rom 8:30). Este llamado a la salvación se basa en el entendimiento que adquiera el pecador sobre la majestad revelada de Cristo y su excelencia moral que constituyen evidencias irrefutables de que Él es Señor y Salvador. Esto implica que en el evangelismo debe hacerse una presentación clara de la persona y la obra de Cristo como Dios y hombre, y esto atraerá los hombres a la salvación (cp. 1Co 2:1-2). La cruz y la resurrección revelan con mucha claridad su «gloria y excelencia».

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1:3 — «Como todas… piedad». Este versículo subraya la completa suficiencia de la Voluntad Revelada de Dios, la fe del evangelio, y así da seguridad al creyente de que suple todas sus necesidades para la vida espiritual. (¡El gnóstico no podía suplir cosa adicional! Tampoco pueden suplir nada las supuestas revelaciones modernas de las iglesias sectarias).
La vida aquí referida es la espiritual y eterna (Jua 14:6; Jua 11:25-26; Efe 2:1; Efe 2:5; Col 3:3-4; 1Jn 5:11; 1Jn 5:20). La palabra «piedad» viene de la griega, eusebeian, compuesta de eu (bien) y sebeian (adorar, como en Rom 1:25). La vida espiritual es manifestada en hechos de piedad o devoción correspondientes, y no en el libertinaje de los gnósticos.
–«nos han sido… poder». El divino poder de Dios ha otorgado todas las cosas conducentes a la vida y a la piedad, dice la Ver. H.A. El verbo «otorgado» en el griego (doreomai) es del tiempo que da a entender que es un hecho pasado, cuyos efectos continúan. Esta palabra griega significa dar libremente, presentar, u otorgar, y da a entender generosidad. Aparece también en el próximo versículo, y en Mar 15:45 («concedió», Ver. H.A.).
«Todas las cosas», aquí referidas, constituyen «la fe una vez dada a los santos» (Jud 1:3). Este poder de Dios es «divino» (theios, palabra que ocurre en Hch 17:29, divinidad). El origen de toda bendición espiritual en Cristo (Efe 1:3) es el mismo poder de Dios. Compárese Rom 8:32. ¿Podían los gnósticos reclamar tal cosa para su «gnosis», y probarlo?
–«mediante el conocimiento». Otra vemos damos con epignosis, como en el ver. 2. Esta donación del Dios Todopoderoso, de todas las cosas pertenecientes a la vida y a la piedad del hombre, es realizada por medio de este conocimiento. Por eso la Palabra de Dios es viva y eficaz (Heb 4:12) y permanece para siempre; revela la verdad que hace renacer al hombre y le libra (1Pe 2:23; 1Pe 2:25; Jua 8:32). La vida eterna para el hombre consiste en conocer a Dios (Jua 17:3), que es saber de él y aprobar sus caminos al obedecerle en todo.
–«de aquel que nos llamó». La invitación divina (1Pe 2:9; 1Pe 2:21; 1Pe 3:9; 1Pe 5:10). Efe 1:17-23 trata en detalle lo que va involucrado en esta invitación, o llamamiento. Dios no salva incondicionalmente a un cierto número de hombres, según el calvinismo. El llama a todos por el evangelio (Mar 16:15-16; Apo 22:17).
–«por su gloria y excelencia». Muchos manuscritos antiguos dicen «propia gloria y excelencia», y así se traduce en las Ver. Mod., JTD., B.J., ASV, H.A. No fue por alguna gloria y excelencia nuestra que el hombre pecador pueda ser llamado a la vida eterna, ¡sino por la de él!
La palabra griega arete significa excelencia, sea en moralidad (Flp 4:8) o en poder (como en el caso de Dios en este versículo, o en 1Pe 2:9). A veces se traduce «virtud» (ver. 5).
Este versículo 3 está tan lleno de información, que es un gran resumen del mensaje total de la Biblia. Dios hizo uso de su poder divino, demostrando así su gloria, al hacer posible el rescate del hombre pecador, con milagros e inspiración, para revelar al hombre el conocimiento de la verdad que ha sido predicada, llamando así al pecador a la vida espiritual, manifestada en hechos de piedad. Con razón dice Pablo en Efe 2:8-9 que «esto» de la salvación por gracia por medio de la fe no es del hombre (de su gloria y excelencia), sino que es don de Dios.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA GRANDEZA DE JESUCRISTO

PARA LA HUMANIDAD

2 Pedro 1:3-7

Como Su poder divino nos ha concedido todas las cosas que son necesarias para la vida verdadera y para la verdadera religión por medio del conocimiento de Aquel Que nos llamó a Su propia gloria y excelencia; y como por medio de estos dones se nos han concedido unas promesas preciosas y grandísimas para que por ellas podamos escapar de la corrupción del mundo causada por los deseos innobles, y llegar a ser partícipes de la naturaleza divina; puesto que todo esto es así, aplicad toda vuestra energía a la tarea de equipar vuestra fe con coraje; vuestro coraje, con conocimiento; vuestro conocimiento, con autodominio; vuestro autodominio, con estabilidad; vuestra estabilidad, con piedad; vuestra piedad, con afecto fraternal; vuestro afecto fraternal, con amor cristiano.

En los versículos 3 y 4 encontramos una tremenda y comprehensiva descripción de Jesucristo.

(i) Él es el Cristo de poder. En Él radica el poder divino que no puede ser derrotado ni frustrado en última instancia. En este mundo, una de las tragedias de la vida es que el amor está con frecuencia tan falto de recursos que no puede dar lo que quiere dar, ni puede hacer lo que quiere hacer; y debe, muy a menudo, mostrarse y quedar impotente mientras la persona amada se enfrenta con el desastre. Pero el amor de Cristo siempre está respaldado por Su poder; y es, por tanto, un amor victorioso.

(ii) Él es el Cristo de la generosidad. Él nos otorga todas las cosas necesarias para la vida verdadera y la verdadera religión. La palabra que usa Pedro para religión es eusébeia, cuyo sentido característico es religión práctica. Pedro está diciendo que Jesucristo nos dice lo que es la vida y entonces nos capacita para vivirla como es debido. Él nos da una religión que no es evasión de la vida sino triunfante implicación o inserción en ella.

(iii) Él es el Cristo de preciosas y grandísimas promesas. Eso no quiere decir tanto que Él nos trae grandes y preciosas promesas como que en Él estas promesas se hacen realidad. Pablo expresa la misma idea de manera un poco diferente cuando dice que todas las promesas de Dios son Sí y Amén en Jesucristo (2Co 1:20 ). Eso es decir que Cristo dice: «Sí, así sea,» a estas promesas; Él las confirma y garantiza. Esto se ha expresado también de la siguiente manera: Una vez que conocemos a Jesucristo, siempre que nos encontramos en la Sagrada Escritura una promesa que empieza con las palabras «quienquiera que,» nosotros podemos decirnos inmediatamente: «Ese soy yo.»

(iv) Él es el Cristo por Quien nos evadimos de la corrupción del mundo. Pedro tenía que enfrentarse con los antinomistas, que usaban la gracia de Dios como una licencia para pecar. Proclamaban que la gracia era suficientemente amplia para cubrir cualquier pecado; tergiversaban la doctrina evangélica de la justificación del pecador por la fe en Jesucristo convirtiéndola en la justificación del pecado. El que una persona hable así sólo puede significar que quiere pecar. Pero Jesucristo es la Persona que puede ayudarnos a vencer la seducción de los deseos del mundo y limpiarnos con Su presencia y poder. Mientras vivamos en este mundo, el pecado no perderá nunca del todo su fascinación sobre nosotros; pero tenemos la defensa contra ella en la presencia de Cristo.

(v) Él es el Cristo Que nos hace participantes de la naturaleza divina. Aquí Pedro está usando otra vez una expresión que los pensadores paganos conocían muy bien. Ellos hablaban mucho de participar de la naturaleza divina. Pero había esta diferencia: ellos creían que el hombre tiene una participación en la naturaleza divina en virtud de ser hombre. Todo lo que las personas tienen que hacer es vivir de acuerdo con la naturaleza divina de la que ya participan. El problema es que la experiencia lo contradice abiertamente. Por todas partes vemos amargura, odio, vicio, crimen; por todas partes vemos el fracaso moral, la impotencia y la frustración. El cristianismo dice que la humanidad puede llegar a participar de la naturaleza divina. Considera con realismo la condición humana, pero al mismo tiempo no le pone límites a su potencialidad. «Yo he venido -dijo Jesús- para que tenga vida, y la tengan en abundancia» (Jn 10:10 ). Como dijo uno de los primeros grandes padres de la Iglesia: «Él se hizo lo que nosotros somos para hacernos lo que El es.» El hombre tiene en sí la capacidad para participar de la naturaleza de Dios -pero esa potencialidad sólo se puede hacer realidad en Jesucristo.

PERTRECHOS PARA EL CAMINO

2 Pedro 1:3-7 (continuación)

Pedro dice que debemos aplicar todas nuestras energías para equiparnos con una serie de grandes cualidades. La palabra que usa para equipar es epijoréguein, que usa otra vez en el versículo 11 hablando de ser generosamente agraciados* con el derecho de entrada en el Reino eterno.

Esta es una de las muchas palabras griegas que tienen un trasfondo pictórico. El verbo epijoréguein viene del nombre jorégós, que quiere decir literalmente el director de un coro. Tal vez la mayor contribución que hizo Grecia, y especialmente Atenas, al mundo fueron los grandes dramas de hombres como Esquilo, Sófocles y Eurípides, que todavía figuran entre nuestras más apreciadas posesiones. Todos estos dramas necesitaban coros numerosos y era, por tanto, muy caro montarlos. En los grandes días de Atenas había ciudadanos pudientes y generosos que asumían voluntariamente el deber de reunir, mantener, entrenar y equipar tales coros a sus propias expensas. Estos dramas se representaban en las grandes fiestas religiosas. Por ejemplo, en la ciudad de Dionysia se ponían tres tragedias, cinco comedias y cinco ditirambos- Había que encontrar personas que proveyeran los coros para todo esto, lo que podía elevarse a 3.000 dracmas. Los que se hacían cargo de esa empresa a costa de su propio bolsillo y por amor a sus ciudades se llamaban jorégoi, y joréguein era el verbo que se usaba para designar esa empresa. La palabra sugiere hasta un cierto derroche. No quería decir equipar a lo pobre o miserablemente, sino aportando generosamente todo lo necesario para una representación noble Epijoréguein salió al ancho mundo y amplió su significado, no solamente al equipamiento de un coro, sino a asumir responsabilidad por cualquier clase de equipamiento. Puede querer decir equipar a un ejército con las provisiones necesarias; o equipar a un alma con todas las virtudes necesaria0para la vida. Pero siempre subyace en ello esta idea de una generosidad desbordante en la provisión que se hace para el equipamiento.

Así es que Pedro exhorta a sus lectores a que equipen, sus vidas con todas las virtudes; y ese equipamiento no debe limitarse al mínimo necesario, sino ser abundante y generoso. La misma palabra estimula a no contentarse con nada menos que la vida más preciosa y espléndida.

Pero hay algo más detrás de esto. En los versículos 5 y 6 Pedro sigue diciéndonos que debemos, como dice la versión Reina-Valera, añadir nuevas virtudes hasta que todo culmina en el amor cristiano. Detrás de esto hay una idea estoica. Los estoicos insistían en que en la vida debe haber continuamente lo que ellos llamaban prokopé, progreso moral. Prokopé se puede usar para el avance de un ejército hacia su objetivo. En la vida cristiana tiene que haber un avance moral constante. Moffatt cita un dicho: «La vida cristiana no debe ser un espasmo inicial seguido por una inercia crónica.» Desgraciadamente, eso es lo que es a veces: un momento de entusiasmo, cuando uno se da cuenta de la maravilla del Cristianismo, y luego un fracaso en poner por obra la vida cristiana mediante un progreso continuo.

Esto nos conduce todavía a otra idea básica. Pedro dice a sus lectores que apliquen toda su energía a esta empresa. Es decir: En la vida cristiana; el supremo esfuerzo personal debe cooperar con la gracia de Dios. Como dice Pablo: «Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el Que en vosotros produce así el querer como el hacer, por Su buena voluntad (Fil 2:12 s). Es verdad que todo es por fe; pero una fe que no desemboca en vida no es verdadera fe, como Pablo habría admitido cordialmente. La fe no es sólo entrega confiada a las promesas de Cristo; también es entrega obediente a Sus demandas.

Bigg señala que Aristóteles, en su Ética a Nicómaco, dice que hay tres teorías sobre el origen de la felicidad. (i) Es algo que se puede obtener mediante la disciplina, la educación y la formación de hábitos correctos. (ii) Es cuestión de asignación divina, don de Dios. (iii) Todo es cuestión de suerte.

La verdad es que, como lo ve el cristiano, la felicidad depende tanto del don de Dios como de nuestro propio esfuerzo. No nos ganamos la Salvación, pero al mismo tiempo tenemos que aplicar todas nuestras energías para conseguir el objetivo de una vida de amor. Bengel, comentando este pasaje, nos pide que lo comparemos con la parábola de las Diez Vírgenes, cinco de las cuales eran prudentes y cinco insensatas. Escribe: «La llama es lo que Dios nos imparte sin ningún esfuerzo por nuestra parte; pero el aceite es lo que cada persona debe aportar a la vida mediante su propio estudio y esfuerzo fiel, para que la llama se alimente y crezca.» .

La fe no nos exime de hacer las obras; la generosidad de Dios no absuelve a la persona del esfuerzo. La vida alcanza su nivel más noble y elevado cuando nuestro esfuerzo coopera con la gracia de Dios para producir el resultado necesario y deseado.

LA ESCALA DE LAS VIRTUDES (1)

2 Pedro 1:3-7 (Continuación)

Consideremos la lista de virtudes que tienen que irse añadiendo las unas a las otras. Vale la pena notar que en el mundó antiguo tales listas eran muy corrientes. Era un mundo en el que los libros no eran ni muchos menos tan baratos y fáciles de adquirir como lo son ahora. La instrucción, por tanto, tenía que llevarse a cabo en la mente del alumno; y las listas que se memorizaban fácilmente eran una de las maneras más corrientes de inculcar instrucción. Una forma ingeniosa de enseñarle a un niño los nombres de las virtudes era por medio de un juego de fichas que se podían ganar o perder, cada una de las cuáles llevaba el nombre de una de las virtudes. Las listas de virtudes eran corrientes en los primeros escritos cristianos. Pablo nos da la de los frutos del Espíritu: Amor; gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fidelidad, amabilidad, dominio propio (Gal 5:22 s). En las Epístolas Pastorales se exhorta al hombre de Dios a que se proponga la integridad, la piedad, la fe, el amor, la firmeza, la gentileza (1 Timoteo 6: I1). En El Pastor de Hermás (Visiones 3.8.1-7), fe, autodominio, sencillez, inocencia y reverencia; comprensión y amor son hijas las unas de las otras. En la Epístola de Bernabé (2), el temor y la resistencia son los ayudadores de la fe; la paciencia y el autodominio son nuestros aliados; y cuando éstos están presentes una persona puede desarrollar y poseer sabiduría, prudencia, comprensión y conocimiento. Miremos ahora una a una las etapas del crecimiento cristiano que nos da la lista de virtudes de esta carta.

(i) Empieza por la fe (pistis); todo arranca de ella. Para Pedro la fe es la convicción de que lo que Jesucristo dice es verdad y que nosotros nos podemos entregar a Sus promesas y consagrar a Sus demandas. Es de una certeza incuestionable que el camino a la felicidad y a la paz y a la fuerza en la Tierra y en el Cielo es aceptar Su palabra.

(ii) A la fe hay que añadir lo que la Reina-Valera llama virtud, y nosotros hemos llamado coraje. La palabra griega es areté; es muy rara en el Nuevo Testamento, pero es la palabra griega suprema para virtud en cualquier sentido de la palabra. Quiere decir excelencia. Tiene dos direcciones especiales en las que se mueve su sentido. (a) arete es lo que podríamos llamar excelencia operativa y eficiente. Para dar dos ejemplos de su uso tomados de esferas muy diferentes: se puede usar de una tierra que es fértil; y se puede usar de las obras poderosas de los dioses. Arete es la virtud que hace que una persona sea buena ciudadana y amiga; es la virtud que nos hace expertos en la técnica de vivir como es debido. (b) Areté quiere decir a menudo coraje. Plutarco dice que Dioses una esperanza de arete, no una excusa para la cobardía. En 2 Macabeos 6:31 leemos que Eleazar murió antes que ser falso a las leyes de Dios y de sus padres; y la historia termina con el dicho de que dejó en su muerte un ejemplo de noble coraje (arete) y un memorial de virtud, para los jóvenes y para toda la nación.

En este pasaje no es necesario escoger entre los dos sentidos; están los dos ahí. La fe debe conducir, no a la vida retirada del claustro o la celda, sino a una vida efectiva en el servicio de Dios y de la humanidad; y debe conducir al valor de mostrar siempre a Quién se pertenece y sirve.

(iii) Al coraje debe añadirse conocimiento. La palabra griega es gnósis. En el lenguaje ético griego hay dos palabras que tienen un significado similar aunque con una diferencia significativa. Sofía es sabiduría, en el sentido de «conocimiento de las cosas divinas y humanas y de sus causas.» Es el conocimiento de las primeras causas y de las cosas profundas y últimas. Gnósis es conocimiento práctico; es la habilidad de aplicar el conocimiento último que da sofía a las situaciones particulares. Gnósis es el conocimiento que le permite a una persona decidir rectamente y actuar honorable y eficazmente en las circunstancias de la vida cotidiana. Así que a la fe hay que añadirle coraje y eficacia; al coraje y la eficacia debe añadírseles la sabiduría práctica para andar por la vida.

LA ESCALA DE LAS VIRTUDES (2)

2 Pedro 1:3-7 (conclusión)

(iv) Al conocimiento práctico hay que añadir autocontrol o dominio propio. La palabra griega es enkráteia, que quiere decir literalmente la habilidad de tener las riendas de uno mismo. Ésta es una virtud de la que hablaron y pensaron y escribieron mucho los griegos. Con respecto a la persona y sus pasiones Aristóteles distingue cuatro estados en la vida. Está sófrosyné, en la que la pasión ha sido totalmente sojuzgada a la razón; podríamos llamarla perfecta templanza. Está akolasía, que es precisamente lo opuesto; es el estado en el que la razón está totalmente sometida a la pasión; podríamos llamarlo concupiscencia incontrolable. Entre estos dos estados está akrasía, en la que la razón lucha pero la pasión prevalece; podríamos llamarlo incontinencia. Está enkráteia, en la que la razón lucha contra la pasión y prevalece; lo llamamos autocontrol, o dominio propio.


Enkráteia
es una de las grandes virtudes cristianas; y el lugar que ocupa es un ejemplo del realismo de la ética cristiana. Esa ética no contempla una situación en la que una persona está desposeída de toda pasión, sino una situación en la que las pasiones permanecen, pero están bajo perfecto control y a su servicio, y no como sus tiranas.

(v) Al autodominio debe añadirse firmeza. La palabra griega es hypomoné. Crisóstomo llamaba a hypomoné «la Reina de las Virtudes.» En la Reina-Valera se traduce corrientemente por paciencia; pero paciencia es una palabra demasiado pasiva. Hypomoné siempre tiene un trasfondo de coraje. Cicerón definía patientia, su equivalente latino como: «El sufrir voluntario y cotidiano de cosas duras y difíciles por causa del honor y de la utilidad.» Didimo de Alejandría escribe sobre el temple de Job: «No es que el hombre justo no deba tener sentimientos, aunque debe soportar pacientemente todo lo que le aflija; pero es una virtud auténtica cuando una persona siente profundamente las cosas con las que lucha, pero sirí embargo desprecia el dolor por causa de Dios.» Hypomoné no se limita a aceptar y sufrir; siempre mira hacia delante. Se dice de Jesús, por el autor de Hebreos, que por el gozo que tenía por delante, soportó la cruz despreciando la vergüenza (He 12:2 ). Eso es hypomoné, la firmeza cristiana. Consiste en aceptar con coraje todo lo que la vida nos pueda hacer, y transformar hasta el peor suceso en otro paso adelante y hacia arriba.

(vi) A la firmeza hay que añadir piedad. La palabra griega es eusébeía, que es imposible de traducir. Hasta piedad es inadecuada, porque conlleva a veces la sugerencia de algo que no es totalmente atractivo: la beatería. La gran característica de eusébeia es que mira en dos direcciones. La persona que tiene eusébeia siempre adora a Dios correctamente y Le da lo que Le es debido; pero también sirve siempre correctamente a sus semejantes y les da lo que les es debido. La persona que es eusebés (el adjetivo correspondiente) está en la debida relación tanto con Dios como con sus semejantes. Eusébeia es piedad, pero en su aspecto más práctico.

La mejor manera de ver el significado de esta palabra será considerando al hombre que los griegos tenían como su más prístino ejemplo. Ese hombre era Sócrates, a quien Jenofonte describe como sigue: «Era tan piadoso y devotamente religioso que no daría un paso fuera de la voluntad del Cielo; tan justo y recto que jamás profirió la injuria más insignificante a ningún alma viviente; tan en control de sí mismo, tan templado, que nunca ni en ninguna situación escogió lo más agradable en lugar de lo mejor; tan sensato, tan sabio, y tan prudente que nunca erraba al distinguir lo mejor de lo peor» (Jenofonte: Memorabilia 1.5.8-11).

En latín la palabra es pietas; y Warde Fowler describe la idea romana del hombre que poseía esa cualidad: «Está por encima de las seducciones de la pasión individual y de la tranquilidad egoísta; (pietas es) un sentimiento del deber que nunca abandona a la persona; en primer lugar para con los dioses, después para con el padre y la familia, el hijo y la hija; el pueblo y la nación.»

i -1

Eusébeia es la palabra griega más próxima a religión; y cuando empezamos a definirla, vemos el carácter intensamente práctico de la religión cristiana. Cuando una persona se hace cristiana, asume una doble obligación: para con Dios, y para con sus semejantes.

(vii) A la piedad hay que añadir afecto fraternal. La palabra original es filadelfta, que quiere decir literalmente el amor de los hermanos. Su enseñanza es que hay una clase de devoción religiosa que separa a la persona de sus semejantes. Los derechos de sus semejantes se convierten en una intromisión en su vida de oración, de estudio de la Palabra de Dios y meditación. Las demandas ordinarias de las relaciones humanas se hacen molestas. Epicteto, el gran filósofo estoico, no se casó nunca. Decía medio en broma que hacía mucho más por el mundo siendo un filósofo por libre que si hubiera producido » dos o tres mocosos.» » ¿Cómo puede el que tiene que enseñar a la humanidad salir corriendo para traer algo con que calentar el agua para el baño de su bebé?» Lo que Pedro está diciendo aquí es que hay algo que no funciona como es debido cuando la religión considera molestas las exigencias de las relaciones personales.

(viii) La escala de las virtudes cristianas debe culminar en el amor cristiano. El afecto a los hermanos no es bastante; el cristiano debe aspirar a un amor que es tan amplio como el amor de Dios, Que hace salir Su sol sobre los justos y los injustos, y envía Su lluvia sobre los malos y los buenos. El cristiano debe mostrar a todas las personas el amor que Dios le ha mostrado a él.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

1Ti 4:7; 1Pe 2:9.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

El medio ha sido provisto por Dios

Pedro está tan entusiasmado por su tema que el gr. no es de lo más pulido, pero el sentido es claro. El progreso en la vida cristiana se hace posible y práctico por dos factores: el poder y las promesas de Dios. Dios hace conocer su llamamiento a la persona que responde a Jesucristo. Al conocerle, los creyentes tienen libremente todos los recursos ne cesarios que los capacitan para obrar el proceso de santificación, o sea de crecer a la imagen de Jesús. Estos recursos nos son asegurados por las promesas mismas de Dios.

3 Por su propia gloria y excelencia se refiere al carácter divino y la elevada cualidad moral de la vida y persona de Jesús que atrajo a Pedro a seguirle y formó la base de la predicación de aquellos que no le habían visto en carne. En algunas traducciones dice “a su propia gloria” considerando esto como el propósito para el cual somos llamados, pero es menos probable. Puede ser que Pedro esté pensando en la transfiguración cuando habla de la gloria de Jesús, y de su propio llamado (Luc. 5:1-11) cuando menciona su bondad, pero es más proba ble que tenga en mente el impacto total de Jesús sobre cualquiera que llega a él en fe (cf. Juan 1:14). La misma palabra se usa en este sentido en 1 Ped. 2:9 donde se traduce “virtudes” o “alabanzas”.

4 Mediante ellas se refiere a la gloria y excelencia de Cristo. Debido a la calidad de su vida, el creyente puede recibir la promesa de compartir la misma naturaleza de Dios. Esta enseñanza concuerda con Rom. 6 en que, debido a quien es Cristo y a la fe unitiva con él, el cristiano disfruta de la posibilidad de una vida aquí y ahora libre del pecado y su contaminación, una vida en continuo crecimiento para ser más como Jesús. Corrupción es el proceso firme de disolución al cual están sujetas todas las cosas mortales. Esta vino al mundo como un resultado directo de la caída (Gén. 3) que a su vez surgió por haberse entregado la humanidad a las bajas pasiones (DHH, “malos deseos”). La frase puede entenderse de ese modo o puede referirse a las inevitables consecuencias del pecado en cada generación. En cualquier caso, el camino de Dios para huir está en aferrarse a sus promesas (como las que dio Jesús en Juan 15:1-18 y Juan 16 y que Pedro citó en 1 Ped. 2:9) por medio de lo cual se llega a compartir la naturaleza divina. (Mediante ellas significa que es así al aplicarlas a la vida.) Las ideas que respaldan esta frase pueden buscarse en pasajes como Juan 1:12 y 1 Jn. 3:2, 3.

Notas. 3 Su puede parecer como que se refiere a Jesús según el v. 2. Concedido (que se traduce dadas en el versículo siguiente) es una palabra poco común (que se usa sólo aquí y en Mar. 15:45), que enfatiza en la liberalidad del don. Vida es la abundancia de la vida eterna que Jesús nos da (Juan 10:10). Piedad es el carácter como el de Cristo que esa vida produce.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) “Su poder divino”, אAB; J18: “Jehová por su poder”.

REFERENCIAS CRUZADAS

h 7 Jua 17:3

i 8 1Ti 3:16

j 9 2Ti 1:9; 1Pe 2:9

k 10 2Co 4:6; 2Ts 2:14

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

todo cuanto…a la vida y a la piedad. La expresión todo cuanto enfatiza la plena provisión que Dios ha hecho para la vida del creyente. La piedad implica una actitud de reverencia y un estilo de vida agradable a Dios.

el verdadero conocimiento. Los recipientes de esta carta han llegado a tener un genuino conocimiento de Cristo, que les ayudará a diferenciar entre la verdadera y la falsa doctrina (v. 2:1).

Fuente: La Biblia de las Américas

3 (1) El capítulo dos muestra que esta epístola, tal como 2 Timoteo, 2 Juan, 3 Juan y Judas, fue escrita en los tiempos de la degradación y apostasía de la iglesia. Por consiguiente, la apostasía fue la circunstancia en la que se escribió este libro. La carga del escritor era inyectarles a los creyentes el antídoto contra el veneno de la apostasía. La obra salvadora de Dios consiste en que El mismo se imparte en Su Trinidad a los creyentes a fin de ser la vida y la provisión de vida para ellos. Esta es la economía de Dios, el plan de Dios. La apostasía distrajo de la economía de Dios a los creyentes llevándolos a la lógica humana de filosofías confusas. Esto no los condujo a participar del árbol de la vida, el cual da vida, sino a participar del árbol del conocimiento, el cual produce muerte ( Gén_2:9 , Gén_2:16-17). De este modo la serpiente engañó y sedujo a Eva ( Gén_3:1-6) . A fin de tomar medidas contra este veneno mortal, el apóstol en su epístola sanadora primero recetó el poder divino como el antídoto más fuerte y más eficaz. Esto les provee a los creyentes todas las cosas que pertenecen a la vida divina que genera y suministra (no el conocimiento que mata) y a la piedad que expresa a Dios (no la demostración de la sabiduría humana). Esta rica provisión divina, de la cual se habla detalladamente en los versículos siguientes (hasta el v.11), es más que suficiente para dar a los creyentes la capacidad de llevar una vida cristiana adecuada y de vencer la apostasía satánica.

Divino denota la divinidad eterna, ilimitada y todopoderosa de Dios. Por tanto, el poder divino es el poder de la vida divina, la cual está relacionada con la naturaleza divina.

3 (2) Es decir, impartido, infundido y plantado en nosotros por el Espíritu vivificante y todo-inclusivo, quien nos regenera y mora en nosotros ( 2Co_3:6 , 2Co_3:17 Jua_3:6 ; Rom_8:11) .

3 (3) «Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad» componen los varios aspectos de la vida divina, tipificados por las riquezas del fruto de la buena tierra en el Antiguo Testamento. Estas cosas son aquello a lo cual da sustantividad la fe que Dios nos asignó como porción para que sea nuestra herencia.

3 (4) La vida es interior y nos capacita para vivir, y la piedad es exterior y es la expresión externa de la vida interna. La vida es la energía interior, la fortaleza interior, para producir la piedad exterior, la cual lleva a la gloria y produce gloria.

3 (5) Véase la nota 2 (2) de 1 Ti 2.

3 (6) Se nos imparte todas las cosas que pertenecen a la vida mediante el pleno conocimiento de Dios, el cual nos es trasmitido y. revelado por Su palabra. Esto viene a ser la fe (objetiva) en la cual nuestra fe (subjetiva) es producida.

3 (7) Se refiere a un conocimiento cabal conforme a la experiencia.

3 (8) Se refiere a Dios, quien es nuestro Salvador y Señor Jesucristo (vs.1-2). El nos llamó a Su gloria y virtud por medio de ellas. Sus discípulos contemplaron Su gloria y virtud (v.16; Jua_1:14) y fueron atraídos por las mismas. Luego, por esta gloria y virtud, los llamó a ellas. Lo mismo ocurre con todos los que creen en Cristo.

3 (9) O, a.

3 (10) Es decir, la expresión de Dios, Dios expresado en esplendor.

3 (11) Lit., excelencia (véase la nota 8 (7) de Fil 4), la cual denota la energía de vida que nos capacita para vencer todo obstáculo y para exhibir en nuestro vivir todos los atributos excelentes. La gloria es la meta divina; la virtud es la energía y la fuerza de vida que nos capacita para alcanzar la meta. Esta virtud, junto con todas las cosas que pertenecen a la vida, nos ha sido dada por el poder divino, pero necesita ser desarrollada en el camino a la gloria.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

la Vida y la Piedad… Esto es, JesúsJua 14:6; Hch 5:20; 1Ti 3:16; Tit 1:1; Isa 11:2.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R533 Los dativos ἰδίᾳ, δόξῃ y ἀρετῇ tienen un sentido instrumen tal: por.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, a

O, virtud

Fuente: La Biblia de las Américas

g 1Pe 2:9.

Fuente: La Biblia Textual III Edición