También tenemos la palabra profética que es aun más firme. Hacéis bien en estar atentos a ella, como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que aclare el día y el lucero de la mañana se levante en vuestros corazones.
1:19 — «Tenemos también… segura». En lugar de «también», cabe mejor la palabra «y», «Y tenemos…» (Ver. ASV., P.B.. B.J., etcétera). La transfiguración en realidad sucedió, y así, dice Pedro, tenemos la palabra profética hecha más firme. Nuestra versión dice, «segura». La palabra griega es bebaios. Significa estable, firme. Se emplea en Rom 4:16 («firme»); 2Co 1:7 («firme»); Heb 3:6 («firme»); 6:19 («segura»). Como consecuencia de la transfiguración, dice Pedro, estamos mejor confirmados en cuanto a la palabra profética que ha hablado con respecto a Cristo Jesús; es decir, las profecías respecto a Cristo fueron confirmadas por la transfiguración.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
la palabra profética. Sal 19:7-9; Isa 8:20; Isa 41:21-23, Isa 41:26; Luc 16:29-31; Jua 5:39; Hch 17:11.
hacéis bien de estar atentos. Hch 15:29; Stg 2:8; 3Jn 1:6.
como a una antorcha. Sal 119:105; Pro 6:23; Isa 9:2; Isa 60:1, Isa 60:2; Mat 4:16; Luc 1:78, Luc 1:79; Jua 1:7-9; Jua 5:35; Jua 8:12; Efe 5:7, Efe 5:8.
y el lucero de la mañana. 2Co 4:4-6; 1Jn 5:10; Apo 2:28; Apo 22:16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Tenemos también la palabra profética más segura puede parafrasearse como «tenemos la palabra profética como una confirmación más segura». Tan sólido como puede ser el reporte de un testigo (vv. 2Pe 1:16-18), hay una confirmación aun más sólida de que Jesús es quien Él dijo que era. Las Escrituras son incluso más confiables que la experiencia personal del apóstol Pedro. Ellas arrojan una luz que alumbra como una antorcha en un lugar oscuro y seguirán haciéndolo hasta que el día esclarezca (Rom 13:12-14). En otras palabras, las verdades en la Biblia seguirán apuntando a la fuente de toda verdad: Cristo, hasta que Él vuelva en gloria y majestad.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
TENEMOS TAMBIÉN LA PALABRA PROFÉTICA MÁS SEGURA. Después de contrastar las ideas humanistas con la Palabra de Dios (v. 2Pe 1:16), Pedro atestigua el origen divino de las Escrituras y afirma que toda profecía se originó en Dios y no en los hombres (cf. v. 2Pe 1:16). Eso asegura que el mensaje de Dios es infalible (sin posibilidad de equivocaciones, errores, mentiras o engaños). Es decir, la Biblia en su totalidad es fidedigna y veraz en todo lo que enseña (2Sa 23:2; Jer 1:7-9; 1Co 14:37; véase el ARTÍCULO LA INSPIRACIÓN Y LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA, P. 1756. [2Ti 3:16-17]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
la palabra profética. Aquí «palabra profética» no solo se refiere a los profetas mayores y menores, sino a todo el AT. Por supuesto, todo el AT fue escrito por «profetas» en el sentido más estricto de la palabra, ya que hablaron y escribieron la Palabra de Dios como era responsabilidad de un profeta, y en cierto sentido todos vieron por adelantado al Mesías que habría de venir (cp. Luc 24:27). más segura. Esta traducción podría indicar que el testimonio de los que presenciaron la majestad de Cristo en la transfiguración fue lo que confirmó las Escrituras. Sin embargo, aquí es crucial el orden de las palabras griegas porque no dan a entender esto, sino «tenemos más segura la palabra profética». El orden original de la frase respalda la interpretación de que Pedro pone las Escrituras por encima de la experiencia. La palabra profética (las Escrituras) es más completa, más permanente y tiene mayor autoridad que la experiencia de cualquier persona. La Palabra de Dios es una verificación más confiable de las enseñanzas acerca de la persona, la expiación y la segunda venida de Cristo que aun experiencias de primera mano que tuvieron los apóstoles mismos. hacéis bien en estar atentos. Pedro advierte a los creyentes que en vista de su posible exposición a los falsos maestros, debían prestar atención cuidadosa a las Escrituras. una antorcha que alumbra en lugar oscuro. Las tinieblas de este mundo caído impiden que las personas vean la verdad, sino hasta que la luz brilla. La luz es la lámpara de la revelación que es la Palabra de Dios (cp. Sal 119:105; Jua 17:17). el día esclarezca y el lucero de la mañana salga. Estas imágenes simultáneas marcan la parousia o aparición gloriosa de Jesucristo (cp. Luc 1:78; Apo 2:28; Apo 22:16). el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. La Segunda Venida no solo tendrá un efecto transformador en el universo entero (2Pe 3:7-13), sino que también resultará en la transformación interna de los creyentes que estén vivos cuando Jesús regrese, lo cual quitará para siempre cualquier duda que les quede. La revelación perfecta pero limitada de las Escrituras será reemplazada por la revelación perfecta y completa de Jesucristo en la segunda venida (cp. Jua 14:7-11; Jua 21:25). En ese momento las Escrituras se habrán cumplido del todo y los creyentes, hechos semejantes a Cristo (1Jn 3:1-2), tendrán conocimiento perfecto por lo cual toda profecía será cosa del pasado (vea la nota sobre 1Co 13:8-10).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:19 — «Tenemos también… segura». En lugar de «también», cabe mejor la palabra «y», «Y tenemos…» (Ver. ASV., P.B.. B.J., etcétera). La transfiguración en realidad sucedió, y así, dice Pedro, tenemos la palabra profética hecha más firme. Nuestra versión dice, «segura». La palabra griega es bebaios. Significa estable, firme. Se emplea en Rom 4:16 («firme»); 2Co 1:7 («firme»); Heb 3:6 («firme»); 6:19 («segura»).
Como consecuencia de la transfiguración, dice Pedro, estamos mejor confirmados en cuanto a la palabra profética que ha hablado con respecto a Cristo Jesús; es decir, las profecías respecto a Cristo fueron confirmadas por la transfiguración.
Algunos creen que dice Pedro que la palabra profética es más «segura» que la transfiguración. Pero eso no puede ser; Pedro VIO y OYO los eventos en el «monte santo», y las profecías del Antiguo Testamento (respecto a Cristo) no podían serle más convincentes que eso. Dice la Ver. NTP, «Por eso, creemos más firmemente en los mensajes de los profetas», que es más bien un buen comentario sobre el texto griego. Los mensajes de los profetas, con referencia a Cristo, fueron hechos más firmes por los eventos de la transfiguración.
–«a la cual… lugar oscuro». La frase «la cual» se refiere a la palabra profética. Los cristianos debemos siempre prestar atención a los profetas que hablaron (escribieron) acerca de la deidad e identidad de Jesús, el Cristo.
En lugar de «antorcha», dicen «lámpara» las Ver. B.A., H.A., P.B., 1977, ASV., etcétera. La lámpara de la profecía alumbra en un mundo oscuro por la ignorancia. Debemos darle atención, mientras que Cristo, el lucero de la mañana, anuncia la luz del día, que es el conocimiento de la verdad completamente revelada, en el corazón del cristiano. Los lectores de Pedro, en un mundo oscuro de herejías de perdición y negaciones de Jesucristo, y de sensualidad y libertinaje (2:1-19), hallarían «lámpara» en la palabra profética que habla de la venida, obra y juicio del Cristo.
–«hasta que… corazones». El lucero de la mañana es la estrella brillante que se ve cuando está a punto de amanecer. (En Apo 22:16 Cristo es llamado «la estrella resplandeciente de la mañana»). La lámpara (la profecía) no se necesita ya que ha entrado la luz del día (la verdad completamente revelada en el corazón del cristiano). Como la luz dispersa las tinieblas, así la palabra profética, confirmada aún más por la transfiguración, quitaría del corazón de los lectores cualquier ignorancia plantada por los falsos maestros, y la revelación completa de la verdad del evangelio les daría (como nos puede dar a nosotros) la brillantez de día para poder andar con esperanza y seguridad.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LAS PALABRAS DE LOS PROFETAS
2 Pedro 1:19-21
Así es que esto hace que la palabra de los profetas sea todavía más cierta para nosotros; y vosotros haréis bien en prestarle atención cuando relumbra como una lámpara en un lugar tenebroso, hasta que amanezca el día y salga la Estrella de la Mañana en nuestros corazones. Porque debéis daros cuenta, primero y principalmente, que ninguna profecía de la Escritura es cosa de interpretación privada; porque ninguna profecía se nos ha comunicado por voluntad humana a secas, sino que los profetas hablaban de parte de Dios y movidos por, el Espíritu Santo.
Este es un pasaje particularmente difícil, porque en sus dos
mitades el griego puede querer decir cosas bastante iferente;.
Vamos a ver estas posibilidades, y en cada caso considerare mos en primer lugar la menos probable.
(i) La primera frase puede querer decir: «En la profecía tenemos una garantía aún más segura, es decir, de la Segundá Venida:» Si esto es lo que dijo Pedro, quería decir que las palabras de los profetas son una garantía aún más segura che la realidad de la Segunda Venida que su propia experiencia en el Monde de la Transfiguración.
Por muy poco probable que nos parezca, no es ni mucho menos imposible que fuera esto lo que dijera. Cuando escribió esta carta había un interés tremendo en las palabras de profecía cuyo cumplimiento en el Cristianismo se veía como una prueba de su verdad. Tenemos un caso tras otro de personas que se convirtieron en los -días de la Iglesia Primitiva leyendo los libros del Antiguo Testamento y viendo que sus profecías se habían cumplido en Jesús. Estaría de acuerdo con esa actitud el declarar que la demostración más convincente de la Segunda Venida estaba en que los profetas la habían anunciado.
(ii) Pero creemos que- ha de preferirse la segunda posibilidad: «Lo que vimos en el Monte de la Transfiguración hace aún más seguro que lo que se anunció en los profetas acerca de la Segunda Venida tiene que ser verdad.»
Como quiera que lo tomemos, el sentido es que la gloria de Jesús en la cima de la montaña y las visiones de los profetas se combinan para certificar que la Segunda Venida es una realidad viviente que la humanidad debe esperar y para la cual se debe preparar.
También hay una doble posibilidad acerca de la segunda parte de este pasaje. «Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,» como dice la Reina-Valera.
(i) Muchos de los primeros estudiosos interpretaron que esto quería decir: » Cuando cualquiera de los profetas interpretaba una situación histórica o decía cómo se iba a desarrollar la Historia, no estaba expresando una opinión privada suya propia, sino comunicando una Revelación que Dios le había dado.» Este es un sentido perfectamente posible. En el Antiguo Testamento, la señal de que un profeta era falso era que hablaba por sí mismo, como si dijéramos, privadamente, y no diciendo lo que Dios le había dicho que dijera. Jeremías condena a los falsos profetas: «Hablan visión de su propio corazón, no de la boca del Señor» (Jer 23:16 ). Ezequiel dice: «¡Ay de los profetas insensatos que andan en pos de su propio espíritu y que nada han visto!» (Ez 13:3 ). Hipólito describe así cómo venían las palabras de los verdaderos profetas: «No hablaban por su propia capacidad, ni proclamaban lo que ellos mismos deseaban que sucediera; sino, primero, se les daba recta comprensión por la Palabra, y luego eran instruidos mediante visiones.»
Según este punto de vista, el mensaje de los profetas no era su opinión particular; era una Revelación de Dios y, por tanto, hay que prestar suma atención a sus palabras.
(ii) La segunda manera de tomar este pasaje es con relación a nuestra interpretación de los profetas. Pedro se enfrentaba con que los herejes y los malvados estaban interpretando en su propio interés a los profetas. Según esta opinión, con la que estamos de acuerdo, Pedro está diciendo: «Nadie puede ir a la Escritura e interpretarla como le convenGálatas»
Esto tiene una importancia práctica de primera. Pedro está diciendo que nadie tiene derecho a interpretar la Escritura, para usar su propia palabra privadamente. Entonces, ¿cómo hay que interpretarla? Para contestar a esa pregunta debemos hacernos otra: ¿Cómo recibían los profetas su mensaje? Lo recibían del Espíritu. Alguna vez hasta se ha dicho que el Espíritu de Dios usaba a los profetas como un escritor usa la pluma o un músico su instrumento. En cualquier caso, el Espíritu le daba al profeta Su mensaje. La conclusión obvia es que solamente con la ayuda de ese mismo Espíritu se puede comprender el mensaje profético. Como ya había dicho Pablo, las cosas espirituales se han de discernir espiritualmente (1Co 2:14 s). Los judíos consideraban que el Espíritu Santo tenía dos funciones: Traía la verdad de Dios a los hombres, y les permitía entender. esa verdad cuando se la comunicaba. Así que la Escritura no se ha de interpretar con inteligencia o prejuicios privados, sino con la ayuda del Espíritu Santo Que la dio.
Prácticamente esto quiere decir dos cosas.
(a) A lo largo de todas las edades el Espíritu ha estado obrando en personas estudiosas y consagradas que, bajo la dirección de Dios,, han abierto las Escrituras a la humanidad. Así que, si queremos interpretar la Escritura, no debemos nunca insistir arrogantemente en que nuestra propia interpretación débe ser correcta; debemos ir humildemente a las obras de los estudiosos para aprender lo qué pueden enseñarnos porque el Espíritu les ha enseñado a ellos.
(b) Hay más que esto. El único lugar en que el Espíritu mora y opera de una manera especial es la Iglesia; y, por tanto, la Escritura debe interpretarse a la luz de la enseñanza, la fe y la tradición de la Iglesia. Dios es nuestro Padre en la fe, pero la Iglesia es nuestra madre en la fe. Si una persona encuentra que su interpretación de la Escritura no esta de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia, debe examinarse humildemente a sí misma y preguntarse si su dirección no habrá venido de sus propios deseos más que del Espíritu Santo.
Pedro insiste en que la Escritura no consiste en las opiniones privadas de nadie, sino en la Revelación de Dios por medio de Su Espíritu; y que, por tanto, su interpretación no debe depender de las opiniones privadas de nadie sino siempre ser guiada por el mismo Espíritu Que sigue siendo especialmente operativo dentro de la Iglesia.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
1Pe 1:10-11.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Estos hechos confirman las palabras de los profetas
Los hechos a que se refiere Pedro fueron vistos por los apóstoles como un notable cumplimiento del AT (p. ej. Mat. 2:11; 2:5, 6). Jesús mismo lo había señalado a ellos (Luc. 22:37; 24:26, 27, 44; Juan 5:39) y Pedro lo había notado en su predicación (p. ej. Hech. 2:25-36; 3:22-24). Dado que tanto de la profecía se había cumplido en la primera venida de Jesús, los cristianos debían poner más atención en lo que aún falta para ser cumplido en su segunda venida. Es así en especial porque estas profecías no eran el resultado del pensamiento especulativo hu mano (como los mitos indicados en el v. 16) sino de la revelación de Dios por su Espíritu.
19 Las interpretaciones de aun más firme son diversas . Algunos piensan que está argumentando que la palabra de la profecía es más segura que la voz del cielo. Otros lo toman como lo expresó antes, que el cumplimiento de las profecías sobre la primera venida hace más fácil creer aquellas que aún deben ser cumplidas en la segunda. Antorcha es una bien conocida figura de las Escrituras (Sal. 119:105, 130), y este mundo como un lugar oscuro sin que esté presente la verdadera luz (Juan 8:12). El día se refiere al día del regreso de Cristo (3:10; Rom. 13:12). El lucero de la mañana (gr. phosphoros) es la estrella que brilla al alba y era usada en la antigüedad para referirse al planeta Venus. Aquí su uso retoma el simbolismo estelar refiriéndose a Jesús (Núm. 24:17; Luc. 1:78; Apoc. 22:16; cf. Mal. 4:2). En vuestros corazones es una frase difícil por el hecho de que la venida de Cristo será objetiva y visible. Se trata de que el regreso de Cristo traerá luz y gozo a los corazones de los suyos. Es posible, pero menos probable, que esta frase se relacione con lo que sigue; hay que tener muy en cuenta, antes que nada.
20, 21 Estos dos versículos son de gran importancia para nuestra comprensión de cómo la Escritura llegó a nosotros. Si bien Dios usó hombres, con todos sus diferentes fondos, intereses y temperamentos (véase p. ej. Jer. 1:6, 7; Amós 7:14, 15; Luc. 1:1-4) para transmitir su palabra, al mismo tiempo los guió al hablar y al escribir para nosotros (véase p. ej. Jer. 1:7; Amós 7:14-16; Mar. 12:36).
Hay que tener en cuenta, antes que nada es la misma frase que aparece en 3:3. La profecía de la Escritura es distinta de las falsas profecías a las que se alude en 2:1. Interpretación es un sustantivo que no se usa en otra parte del NT aunque sí aparece el verbo en Mar. 4:34 en cuanto a la explicación de las parábolas. A veces se considera que esta afirmación declara que la profecía puede ser entendida por un individuo sólo si es guiado por el Espíritu (algunos dirán que por la iglesia llena del Espíritu) que guió a los escritores. Esto requiere un significado antinatural para el verbo fue traída y parece mejor entender que la referencia es al origen más bien que a la comprensión de la Escritura. Esto es apoyado por varias traducciones; ninguna profecía de las Escrituras surge de la propia interpretación del profeta de eventos en el pasado, presente o futuro.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) Lit.: “portador de luz”.
REFERENCIAS CRUZADAS
s 46 Deu 18:15; Dan 7:14; Mal 4:5
t 47 Mat 17:3
u 48 Sal 119:105; Jua 1:9; Jua 5:35
v 49 Núm 24:17; Rev 2:28; Rev 22:16
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
la palabra profética. Una referencia a las Escrituras del A.T. que son el fundamento de la confianza de Pedro en cuanto a la venida de Cristo (vers. 16) y en cuanto a su presencia en el creyente.
Fuente: La Biblia de las Américas
19 (1) También denota que además de la verdad de la transfiguración del Señor, abarcada en los versículos anteriores como inoculación contra los mitos supersticiosos, la verdad de la palabra profética es usada como una confirmación más segura.
19 (2) Pedro compara la palabra de la profecía en las Escrituras con una lámpara que alumbra en lugar oscuro, lo cual indica que: (1) esta era es un lugar oscuro en medio de una noche oscura ( Rom_13:12), y todos los habitantes de este mundo se conducen y actúan en tinieblas; y (2) la palabra profética de las Escrituras, como lámpara brillante para los creyentes, trasmite una luz espiritual que resplandece en las tinieblas que los rodean (no como mero conocimiento en la letra que ellos deban aprender), guiándolos para que entren en un día brillante, y atraviesen la noche oscura hasta que esclarezca el día de la aparición del Señor. Antes de que el Señor aparezca como luz del día, necesitamos que esta palabra sea la luz que alumbra nuestros pasos.
19 (3) O, lugar sombrío, un lugar sórdido, seco y abandonado. Esto es una metáfora que denota las tinieblas de la apostasía.
19 (4) Una metáfora tocante a un tiempo venidero lleno de luz, como el amanecer de un día brillante, en el cual la estrella de la mañana aparece antes del alba en los corazones de los creyentes, quienes son iluminados y alumbrados al estar atentos a la resplandeciente palabra profética de las Escrituras. En el tiempo de la apostasía, los creyentes hacen bien en estar atentos a este asunto para que la palabra profética, como una lámpara, resplandezca en las tinieblas de la apostasía hasta que aquel día esclarezca en ellos. Esto hará que procuren con diligencia la presencia del Señor y velen de tal modo que no pierdan la oportunidad de encontrarse con el Señor en la parte secreta de Su venida (Su parusía), cuando El vendrá como ladrón (véanse las notas 27 (1) de Mt 24 y 8 (4) de 2 Ts 2). Por tanto, esta metáfora debe de aludir a la era venidera, la era del reino, un día que amanecerá a la aparición (la venida) del Señor (v.16), el Sol de justicia ( Mal_4:2) , cuya luz resplandecerá para penetrar las penumbras de la noche oscura de esta era. Antecediendo a esto, en la hora más oscura de la noche, el Señor aparecerá como la estrella de la mañana ( Rev_2:28 22:16) a aquellos que velan y esperan Su querida aparición ( 2Ti_4:8) . Ellos habrán sido iluminados por el resplandor de la palabra profética, la cual los conducirá al día que amanece.
Si estamos atentos a lo que dice la Biblia, lo cual resplandece como lámpara en lugar oscuro, El se levantará en nuestros corazones para resplandecer en las tinieblas de la apostasía donde estamos hoy, antes de Su verdadera manifestación como la estrella de la mañana.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
hasta que el día esclarezca. Posiblemente, se refiere a la segunda venida de Cristo.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
MT228 Parece que προσέχοντες se usa como un participio complementario con el verbo ποιεῖτε: hacen bien en poner atención a.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, Y tenemos la palabra profética aún más segura