Comentario de 2 Pedro 2:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero éstos, maldiciendo lo que no entienden, como animales irracionales que por naturaleza han sido creados para presa y destrucción, también perecerán en su perdición.

2:12 — «Pero éstos». Son los falsos maestros, con los cuales en el ver. 10 se comparan los ángeles poderosos.

— «hablando mal de cosas que no entienden». Literalmente, «blasfemando en lo que no entienden». Nótese «blasfemar» en los vv. 10 y 11.

— «como animales… propia perdición».

La Ver. H.A. da una traducción muy pegada al orden de las palabras de este versículo en el texto griego: «Mas aquéllos, como bestias irracionales, nacidas por naturaleza para presa y corrupción, difamando cosas que no entienden, perecerán en su propia corrupción».

Los gnósticos no ejercían más control sobre sus pasiones carnales que los animales que siguen solamente sus instintos. Portándose como meros animales, no merecían otro fin que el del animal, que es el ser tomado preso y destruido.

Hay en el griego un juego de palabras en la frase «perecerán en su propia perdición». En su obra de destruir los falsos maestros iban a destruirse a sí mismos; o, en su propia corrupción serían corrompidos. La palabra griega, phtheiro quiere decir destruir, o corromper (sustantivo: destrucción o corrupción). La palabra aparece en 1:4 y 2:19 (corrupción); Jud 1:10 (se corrompen). En este versículo aparece tres veces: (1) animales nacidos para destrucción, (2) perecerán (o se destruirán, o se corromperán), (3) en su propia perdición (o destrucción, o corrupción). Su falsa doctrina destruiría almas, y en esta obra de destrucción ellos mismos lograrían su propia destrucción en el infierno. Su filosofía y sus hechos serían los medios de su propia destrucción.

Col 2:18 habla del mismo falso maestro (el gnóstico), afectando «culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto». Se entremetía en lo que no había visto y, según Pedro, difamaba cosas que no entendía. Compárese 1Ti 1:6-7, en cuanto a los judaizantes.

Véase NOTAS SOBRE Jud 1:10, comentarios.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

como bestias brutas. Sal 49:10; Sal 92:6; Sal 94:8; Jer 4:22; Jer 5:4; Jer 10:8, Jer 10:21; Jer 12:3; Eze 21:31; Jud 1:10.

perecerán en su propia perdición. 2Pe 2:19; 2Pe 1:4; Pro 14:32; Jua 8:21; Gál 6:8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

como animales irracionales: Se compara el comportamiento de los falsos maestros con el de los animales porque actúan en ignorancia de las realidades de la muerte y del juicio. Como animales, también reaccionan sólo a las circunstancias presentes, sin pensar en las consecuencias de sus acciones. Ellos echan maldiciones sobre las cosas que no entienden, como un perro enfurecido ataca a alguien que siente que lo está amenazando. Dado que actúan como animales, terminarán como animales; su corrupción interior será la causa de su destrucción, como a veces es necesario darle muerte a un perro con rabia para que no siga causando daño a otros. La frase perecerán en su propia corrupción puede significar realmente «corruptos por su propia vida corrupta». Esa es la ironía de un estilo de vida pecaminoso: esos mismos placeres al final se vuelven desagradables. La sensualidad es auto-destructiva.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

como animales irracionales. Cp. Jud 1:10. Los maestros falsos no tienen sensibilidad al poder y la presencia de los demonios o de los ángeles santos, sino que como bestias salvajes, insubordinados, insolentes y arrogantes, embisten en el campo sobrenatural y maldicen personas, cosas y entes que ni siquiera entienden. perecerán. Puesto que viven como bestias que son «nacidos para presa y destrucción», los falsos maestros serán matados como bestias. Los falsos maestros no pueden ir más allá de sus propios instintos y en consecuencia serán destruidos por la necedad de esas pasiones.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2:12 — «Pero éstos». Son los falsos maestros, con los cuales en el ver. 10 se comparan los ángeles poderosos.
–«hablando mal de cosas que no entienden». Literalmente, «blasfemando en lo que no entienden». Nótese «blasfemar» en los vv. 10 y 11.
–«como animales… propia perdición».
La Ver. H.A. da una traducción muy pegada al orden de las palabras de este versículo en el texto griego: «Mas aquéllos, como bestias irracionales, nacidas por naturaleza para presa y corrupción, difamando cosas que no entienden, perecerán en su propia corrupción».
Los gnósticos no ejercían más control sobre sus pasiones carnales que los animales que siguen solamente sus instintos. Portándose como meros animales, no merecían otro fin que el del animal, que es el ser tomado preso y destruido.
Hay en el griego un juego de palabras en la frase «perecerán en su propia perdición». En su obra de destruir los falsos maestros iban a destruirse a sí mismos; o, en su propia corrupción serían corrompidos. La palabra griega, phtheiro quiere decir destruir, o corromper (sustantivo: destrucción o corrupción). La palabra aparece en 1:4 y 2:19 (corrupción); Jud 1:10 (se corrompen). En este versículo aparece tres veces: (1) animales nacidos para destrucción, (2) perecerán (o se destruirán, o se corromperán), (3) en su propia perdición (o destrucción, o corrupción). Su falsa doctrina destruiría almas, y en esta obra de destrucción ellos mismos lograrían su propia destrucción en el infierno. Su filosofía y sus hechos serían los medios de su propia destrucción.
Col 2:18 habla del mismo falso maestro (el gnóstico), afectando «culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto». Se entremetía en lo que no había visto y, según Pedro, difamaba cosas que no entendía. Compárese 1Ti 1:6-7, en cuanto a los judaizantes.
Véase NOTAS SOBRE Jud 1:10, comentarios.

Fuente: Notas Reeves-Partain

ENGAÑARSE A UNO MISMO Y A OTROS

2 Pedro 2:12-14

Pero éstos, como bestias salvajes que no reconocen más ley que la de sus instintos, nacidas para ser apresadas y destruidas, hablan mal de lo que no saben; su propia corrupción los destruirá a ellos; y llegarán a sentirse defraudados, perdiendo hasta la recompensa que se prometían con su iniquidad. Consideran un placer el libertinaje a la luz del día. Son manchas y defectos, regodeándose en sus disipaciones, andando de parranda con sus camarillas entre vosotros. Tienen los ojos repletos de adulterio, insaciables de contemplar el pecado. Atrapan las almas que no están firmemente cimentadas en la fe. Tienen corazones entrenados para la ambición a rienda suelta de cosas que no tienen derecho a tener. Son criaturas malditas.

Pedro se lanza a una invectiva imponente que reverbera un ardor feroz y una indignación moral llameante.

Los malvados son como bestias brutas, esclavos de sus instintos animales. Pero la bestia nace para la cautividad y la muerte, dice Pedro; no puede tener otro destino. Aún así hay algo autodestructivo en el placer carnal. El hacer de tal placer el todo y la finalidad de la vida es una táctica suicida y, a fin de cuentas, hasta el placer se pierde. La enseñanza de Pedro aquí es esta, y es eternamente válida. Si una persona se dedica a estos placeres carnales, acaba por destruirse en su salud física y en su carácter intelectual y espiritual, pero ni siquiera a ese precio puede disfrutar. El glotón acaba por destruir su apetito, el borracho su salud, el sensual su cuerpo, el autopermisivo su carácter y paz mental.

Estas personas se refocilan en las orgías a plena luz del día, en las jaranas disolutas y en el libertinaje desmadrado. Son manchas en la comunidad cristiana; son como los defectos de los animales, que los descalifican para ser ofrecidos a Dios. Una vez más debemos notar que lo que Pedro está diciendo no es solamente verdad religiosa sino también sano sentido común. Los placeres del cuerpo está demostrado que están sujetos a la ley de rendimientos decrecientes. Por sí mismos pierden su emoción de tal manera que con el-paso del tiempo se vuelven menos y menos gratificantes. El .lujo tiene que volverse más y más lujoso; el vino tiene que fluir más y más abundante; hay que llegar a todo para hacer la emoción más aguda e intensa. Además uno se hace menos y menos capaz de gozar esos placeres. Se ha entregado a una vida que no tiene futuro y a un placer que acaba en dolor.

Pedro prosigue. En el versículo 14 usa una frase extraordinaria que estrictamente no se puede traducir. La hemos traducido: «Tienen ojos llenos de adulterio.» La traducción literal sería: » Tienen ojos que están llenos de una adúltera.» El sentido más probable es que ven a una posible adúltera en cualquier mujer, planteándose cómo pueden persuadirla para gratificar sus deseos. » La mano y el ojo -dicen los maestros judíos- son los agentes de bolsa del pecado.» Como dijo Jesús, tales personas miran para codiciar (Mt 5:28 ). Han llegado a tal punto que no pueden mirar a nadie sin una incitación lujuriosa.

Como Pedro lo expresa, hay en todo esto una deliberación terrible. Tienen corazones entrenados en una ambición a rienda suelta para cosas que no tienen derecho a poseer. Nos ha requerido toda una frase el traducir una sola palabra, pleonexía, que quiere decir el deseo de tener más de las cosas que uno no tiene derecho ni a desear, menos aún de tener. El cuadro es terrible. La palabra que usa para entrenado se usa de los atletas que se ejercitan para los juegos. Aquellas personas han entrenado sus mentes de hecho para que no se concentren más que en deseos prohibidos. Han peleado deliberadamente con su conciencia hasta destruirla; han luchado intencionadamente con sus mejores sentimientos hasta conseguir estrangularlos.

Todavía queda en este pasaje una acusación más. Ya sería bastante malo el que estas personas se engañaran a sí mismas; todavía es peor el que engañen a los demás. Atrapan las almas que no están fundadas firmemente en la fe. La palabra que se usa para atrapar es deleázein, que quiere decir pescar con cebo. Una persona llega a ser realmente mala cuando se propone hacer igualmente malos a los demás. Cada persona debe cargar con la responsabilidad de sus propios pecados; pero el añadirse la responsabilidad por los pecados de otros es asumir una carga insoportable.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

REFERENCIAS CRUZADAS

z 80 Pro 19:29; Jud 1:10

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

12 (1) Lit., seres vivientes (incluyendo al hombre); se refiere a hombres que viven como animales.

12 (2) O, desprovistos de razón, sin tener conciencia acerca de asuntos morales. El sentido más elevado en el hombre es su espíritu, del cual la conciencia es la parte dirigente. Desde la caída del hombre, la conciencia ha regido al hombre bajo el gobierno de Dios. Algunos han perdido toda sensibilidad ( Efe_4:19 y la nota), habiendo renunciado al reconocimiento propio de su conciencia al negar a Dios ( Rom_1:23-32). Los herejes del primer siglo, tales como los saduceos del judaísmo antiguo ( Hch_23:8) y los modernistas del cristianismo actual, caen en esta categoría. Ellos han negado al Señor hasta lo indecible por lo que su conciencia está cauterizada e inconsciente ( 1Ti_4:2 y la nota 2), como si no tuviesen espíritu ( Jud_1:10, cfr. 19); Por tanto, vienen a ser como animales irracionales, como criaturas de instinto, destinados por naturaleza a ser apresados, mediante su concupiscencia, por Satanás, el destructor del hombre, para que sean corrompidos hasta ser destruidos. Esta escena nos muestra que el hombre caído puede ser como un animal irracional.

12 (3) Indica que están destinados a ser apresados para destrucción, a ser hechos esclavos de la corrupción (v.19). Por el suministro de vida mediante la provisión divina (1:3-4), nosotros podemos escapar de esta corrupción que produce destrucción. Véase la nota 1 (5) , punto 3.

12 (4) La misma palabra griega significa corrupción.

12 (5) La misma palabra griega significa corrompidos, refiriéndose a la destrucción causada por la corrupción.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

M36 Φθαρήσονται, ἀδικούμενοι μισθὸν ἀδικίας pudiera equivaler a un acusativo en aposición con una oración: ellos perecerán, lo cual es la propia recompensa por su maldad, malos como son; si sólo pudiera tomarse la voz media ἀδικούμενοι como transitiva; pero esto no está basado en pruebas (la lectura variante con κομιούμενοι, por supuesto, suaviza la construcción, pero le quita a la oración algo de su significado).

BD152(1) Ἐν οἷς ἀγνοοῦσιν después de βλασφημέω significa: en cuestiones que ellos ignoran (comp. la expresión más inteligible que se encuentra en Jud 1:10).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., para presa y destrucción

O, perecerán del todo en su propia destrucción

Fuente: La Biblia de las Américas

Es decir, como por instinto natural.

Fuente: La Biblia Textual III Edición