Según las promesas de Dios esperamos cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia.
3:13 — «Pero nosotros esperamos». La palabra «pero» introduce un contraste. Ya había hablado Pedro acerca de la destrucción del presente universo, en el día de Dios; ahora habla de lo que Dios ha prometido: cielos nuevos y tierra nueva. Sobre la palabra «esperamos», usada tres veces (los vv. 12,13, y 14), véase ver. 12, comentarios.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
cielos nuevos y tierra nueva. Isa 65:17; Isa 66:22; Apo 21:1, Apo 21:27.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
ESPERAMOS… CIELOS NUEVOS. Véase Heb 11:10, nota.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
cielos nuevos y tierra nueva. La «promesa» de un universo nuevo está arraigada en el AT (p. ej. Sal 102:25; Isa 65:17; Isa 66:22). La palabra «nueva» alude a novedad cualitativa porque es algo diferente por completo a lo anterior y no solo es nueva en sentido cronológico. mora la justicia. El universo es nuevo en cualidad porque la justicia ha establecido su residencia permanente y exclusiva (cp. Isa 60:19-22; Apo 21:1-7).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:13 — «Pero nosotros esperamos». La palabra «pero» introduce un contraste. Ya había hablado Pedro acerca de la destrucción del presente universo, en el día de Dios; ahora habla de lo que Dios ha prometido: cielos nuevos y tierra nueva.
Sobre la palabra «esperamos», usada tres veces (los vv. 12,13, y 14), véase ver. 12, comentarios.
–«según sus promesas». Véanse 1:4,11, comentarios. El ver. 4 habla de cómo los escarnecedores se burlaban de la promesa de Cristo de volver, y el ver. 9 dice que Dios no es lento en cuanto a su promesa.
Sobre tales promesas, véanse Jua 14:1-4; Luc 20:34-36; Apo 21:1-8. Aquí cito de mi comentario NOTAS SOBRE APOCALIPSIS, con referencia a 21:1: «Como Isaías habló por inspiración acerca de la era mesiánica bajo la figura de cielos nuevos y tierra nueva (Isa 65:17-25; Isa 66:22-24), ahora la misma figura es empleada para referirse al estado glorioso y final del pueblo de Dios en la eternidad. Este texto (21:1) no enseña, ni la Biblia en otros textos, que esta misma tierra será renovada para que ella sea habitada mil años (según algunos) o eternamente (según otros). Esta expresión (de cielo nuevo y tierra nueva) indica un lugar, estado o condición, en el cual vivirán los redimidos eternamente (donde «mora la justicia» — 2Pe 3:13)».
–«cielos nuevos y tierra nueva». Véanse Apo 21:1, comentario (citado arriba); Heb 11:10. Hay dos palabras en el griego para decir «nuevo»: neos y kainos. La primera significa lo que es nuevo en tiempo; lo que es reciente. La segunda, la usada en este pasaje, significa lo que es nuevo en calidad, naturaleza y forma. Dice Pedro que va a haber cielos y tierra nuevos en calidad y naturaleza, contrastados con los quemados y disueltos. Considérense Mat 27:60; Jua 19:41. El sepulcro se llama «nuevo» (kainos) porque ¡nunca había sido usado! Pudo haber tenido mucho tiempo de haberse excavado, pero era «nuevo» en calidad; era sin uso. (No era sepulcro «reciente» — neos; sino nuevo en calidad — kainos). Los cielos y tierra nuevos no van a ser estos mismos cielos y tierra físicos, nada más renovados. Lo que Pedro llama «cielos nuevos y tierra nueva» va a ser algo nuevo en calidad y naturaleza.
Hay doctrinas acerca del llamado «milenio» que apelan a esta escritura de Pedro (3:13) para probar que Cristo reinará con los santos en «los cielos nuevos y la tierra nueva» por un largo período, o milenio, antes del fin del mundo. Nótense el orden de eventos según Pedro: (1) el ver. 7, los cielos y la tierra de ahora guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. (2) el ver. 10, el Señor vendrá y luego la destrucción de fuego. (3) el ver. 13, después de esto la promesa de cielos nuevos y tierra nueva. Nada se dice de cierto reinado de Cristo de mil años, ni de la resurrección de los santos buenos para reinar con él en una tierra renovada, y todo esto antes del juicio final.
Preguntamos: ¿A dónde fue Jesús a prepararnos un lugar (Jua 14:2-3)? ¿A algún lugar en este mundo? Fue al cielo, y donde él está es donde vamos a estar los fieles.
El cielo, la morada de Dios, ha de ser la morada eterna de los santos (Flp 3:20). Véase 1Pe 1:4, comentarios.
–«en los cuales mora la justicia». Véanse Apo 21:27; 1Co 6:9; Heb 12:14. Al pecado nunca se le ha permitido quedarse en la presencia del que es Luz, y en quien no hay tinieblas algunas (1Jn 1:5). Algunos ángeles fueron rebeldes pero fueron echados del cielo al Tártaro (2:4). Ningún hombre pecador podrá ir al cielo. El pecado entró en el mundo cuando Adán y Eva pecaron (Rom 5:12), y esto produjo muerte espiritual (separación). Solamente los redimidos del pecado, por la sangre de Cristo, podrán volver a vivir (estar unidos con Dios) para siempre.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Isa 65:17; Isa 66:22; Apo 21:1.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— morada de rectitud: El texto griego emplea el término dikaiosine, tan rico y complejo. En este pasaje, cualquiera de sus significados fundamentales: justicia, rectitud, salvación (o fuerza salvadora ), puede ser válido. Ver notas a 2Pe 1:1; 2Pe 2:21.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
f 141 Isa 65:17; Rev 21:1
g 142 Isa 66:22
h 143 Isa 11:5; Mat 6:33; Heb 12:11; Stg 3:18
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
13 (1) Después de la disolución de todas las cosas materiales, la promesa de Dios como Su palabra que perdura para siempre todavía existirá para que en ella Su pueblo redimido confíe y espere, con la expectación de un nuevo universo. No debemos poner nuestra esperanza en los elementos visibles, sino en lo que la palabra de Dios promete como destino nuestro, es decir, en los cielos nuevos y la tierra nueva, los cuales todavía no tenemos a la vista.
13 (2) Los cielos nuevos y la tierra nueva son los cielos antiguos y la tierra antigua después de ser renovados y transformados mediante el fuego del juicio de Dios, tal como el nuevo hombre es nuestro viejo hombre renovado y transformado ( Col_3:9-10 ; 2Co_3:18).
13 (3) O, hace su hogar.
13 (4) La justicia es el factor principal por el cual Dios juzga a todas las criaturas de Su antigua creación en Su juicio gubernamental. Por consiguiente, en estos dos libros acerca del gobierno de Dios este asunto se recalca una y otra vez ( 1Pe_2:23-24 ; 3:12, 14; 4:18; 2Pe_1:1 ; 2:5, 7-8, 21; 3:13). El asunto principal que vemos en los escritos de Juan es el amor de Dios expresado en Su vida; en los escritos de Pablo, la gracia de Dios distribuida en Su economía; y en los escritos de Pedro, la justicia de Dios mantenida en Su gobierno. La vida, la economía y el gobierno de Dios son las estructuras básicas del ministerio de los tres apóstoles respectivamente. La vida es de amor, la economía es por gracia y el gobierno se basa en la justicia. Esta justicia morará en los cielos nuevos y la tierra nueva, saturando de manera prevaleciente el nuevo universo de Dios, y así lo mantendrá totalmente bajo el orden de justicia de Dios, de tal modo que nunca más habrá necesidad de juicio.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
nuevos Cielos… → Isa 65:17; Isa 66:22; Apo 21:1.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
g Isa 65:17; Isa 66:22; Rev 21:1.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
§ O “donde mora la justicia”.