Biblia

Comentario de 1 Juan 2:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Juan 2:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados han sido perdonados por causa de su nombre.

2:12 — “Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.” Les escribió Juan a los “hijitos” (teknon) (sí no a los hermanos en general, según 2:1, entonces a los más recién convertidos; compárese 1Pe 2:2) porque Dios les había perdonado (1:7,9; 2:2) “por su nombre.” Esta frase quiere decir a base del nombre de Jesucristo; es decir, a base de lo que ha hecho él que lleva ese nombre (2:1,2; Jua 14:6; Hch 4:12). Compárense Sal 25:11; Sal 79:9. Hacer algo Dios por su nombre es hacer lo que es consecuente con su carácter y naturaleza, y no tan solamente cómo se llama.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

os escribo. 1Jn 2:7, 1Jn 2:13, 1Jn 2:14, 1Jn 2:21; 1Jn 1:4.

hijitos. 1Jn 2:1.

vuestros pecados os son perdonados. 1Jn 1:7, 1Jn 1:9; Sal 32:1, Sal 32:2; Luc 5:20; Luc 7:47-50; Luc 24:47; Hch 4:12; Hch 10:43; Hch 13:38; Rom 4:6, Rom 4:7; Efe 1:7; Col 1:14.

por su nombre. Sal 25:11; Sal 106:8; Jer 14:7; Efe 4:32.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Estos versículos contienen dos conjuntos de tres clasificaciones, que describen a los lectores de Juan como hijitospadres y jóvenes. Estas tres clasificaciones no corresponden a grupos de edad física ni a etapas espirituales. Sino al parecer cada grupo es una referencia a todos los lectores de Juan. Por ejemplo, como hijitos saben que sus pecados les son perdonados. Como padres, no sólo tienen una relación con Dios, sino también tienen un conocimiento de Dios que proviene de la obediencia a sus mandamientos. Como jóvenes, son fuertes. La repetición de este triple conjunto es para dar énfasis. Juan expresa que el objetivo de escribir esta epístola fue su progreso espiritual. La segunda referencia a los hijos (v. 1Jn 2:13) se debe traducir como ha escrito en vez del tiempo presente, dejando a los tres grupos equilibrados.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Desde el punto de vista de Dios solo existen dos familias: los hijos de Dios y los hijos del diablo (vea Jua 8:39-44). Juan recuerda en estos versículos a sus lectores que como cristianos han sido perdonados y han llegado a conocer a Dios como su Padre celestial. Como resultado de esto, son parte de la familia de Dios y no deben amar la familia del diablo ni dar su lealtad al mundo controlado por él (vea el v. 1Jn 2:15). La palabra «hijitos» en el v. 1Jn 2:12 se aplica en general a descendientes de cualquier edad, a diferencia de una palabra griega diferente que también se traduce «hijitos» en el v. 1Jn 2:13 y que sí se refiere a niños pequeños (vea la nota sobre los vv.1Jn 2:13-14). escribo … he escrito. Juan repite el mensaje en estos versículos para subrayar la certeza de que pertenecían a la familia de Dios. El primer «escribo» es desde la perspectiva de Juan mientras que el segundo «escribo» anticipa la perspectiva de sus lectores al recibir la carta.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2:12 — “Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.” Les escribió Juan a los “hijitos” (teknon) (sí no a los hermanos en general, según 2:1, entonces a los más recién convertidos; compárese 1Pe 2:2) porque Dios les había perdonado (1:7,9; 2:2) “por su nombre.” Esta frase quiere decir a base del nombre de Jesucristo; es decir, a base de lo que ha hecho él que lleva ese nombre (2:1,2; Jua 14:6; Hch 4:12). Compárense Sal 25:11; Sal 79:9. Hacer algo Dios por su nombre es hacer lo que es consecuente con su carácter y naturaleza, y no tan solamente cómo se llama.

Fuente: Notas Reeves-Partain

RECORDANDO QUIÉNES SOMOS

1 Juan 2:12-14

Os estoy escribiendo a vosotros, hijitos, porque se os han perdonado vuestros pecados por causa de Su nombre.

Os estoy escribiendo a vosotros, padres, porque habéis llegado a conocer al Que es desde el principio.

Os estoy escribiendo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno.

Os he escrito a vosotros, pequeñitos, porque habéis llegado a conocer al Padre.

Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis llegado a conocer al Que es desde el principio.

Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la Palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al Maligno.

Este es un pasaje precioso; y sin embargo, a pesar de toda su belleza, presenta sus problemas de interpretación. Empezaremos por notar dos cosas que son seguras.

Primera, en cuanto a su forma, este pasaje no es exactamente poesía, pero sí es algo que se le parece. Y esto se ha de tener en cuenta en su interpretación.

Segunda, en cuanto a su contenido, Juan le ha estado advirtiendo a su pueblo de los peligros de la oscuridad y de la necesidad de andar en la luz, y ahora dice que en todos los casos su mejor defensa está en recordar lo que son y lo que se ha hecho por ellos. Sean quienes sean, sus pecados les han sido perdonados; sean quienes sean, conocen al Que es desde el principio; sean quienes sean, tienen la fuerza que puede enfrentarse al Maligno y vencerle. Cuando aconsejaron a Nehemías que buscara cobardemente su seguridad, su respuesta fue: «¿Un hombre como yo ha de huir?» (Neh 6:11 ). Y cuando el cristiano es tentado, su respuesta bien puede ser: «¿Debe un hombre como yo rebajarse a esta locura, o mancharse las manos con esta guarrería?» La persona que ha sido perdonada, que conoce a Dios y que es consciente de que puede reclamar una fuerza superior a la suya tiene una gran defensa contra la tentación al recordar sencillamente estas cosas.

Pero en este pasaje hay problemas. El primero es bien sencillo. ¿Por qué dice Juan tres veces estoy escribiendo, y otras tres veces Os he escrito? La Vulgata traduce ambas por el presente, scribo; y se ha sugerido que Juan cambia de tiempo simplemente para evitar la monotonía que producirían seis tiempos presentes seguidos. También se ha sugerido que los tiempos pasados son lo que se llama en griego el aoristo epistolar. Los autores de cartas griegos tenían la costumbre de usar el pasado en vez del presente para ponerse en la posición del lector. Para el escritor de una carta, una cosa puede que fuera presente, porque estaba sucediendo en ese momento; pero para el lector de la carta seria pasada, porque para entonces ya habría sucedido. Para poner un ejemplo sencillo: Un escritor de carta griego podría decir igualmente bien: «Hoy voy al pueblo,» u «Hoy fui al pueblo.» Ese es el aoristo epistolar o del autor de cartas. Si fue así aquí, no hay realmente ninguna diferencia entre el estoy escribiendo y el he escrito de Juan.

Es más probable que la interpretación sea la siguiente. Cuando Juan dice estoy escribiendo está pensando en lo que está escribiendo en ese preciso momento y lo que todavía tiene que decir; pero cuando dice he escrito está pensando en lo que ya les ha escrito a sus corresponsales, y ellos lo han leído. El sentido sería entonces que la totalidad de la carta, la parte ya escrita, la que se está escribiendo y la que está por escribirse, todo está diseñado para recordarles a los cristianos quién y cúyos son, y qué se ha hecho por ellos.

Para Juan tenía una importancia suprema el que el cristiano recordara su posición y los beneficios que tenía en Jesucristo, porque estas cosas serían su defensa contra el error y contra el pecado.

EN CADA ETAPA

1 Juan 2:12-14 (continuación)

El segundo problema que se nos presenta es más difícil, y también más importante. Juan usa tres títulos para dirigirse a los que está escribiendo: los llama hijitos; en el versículo 12. la palabra griega es teknía, y en el versículo 13 paidía; teknía indica un niño pequeño de edad, y paidía un niño pequeño en experiencia y, por tanto, necesitado de enseñanza y disciplina. Los llama padres. Los llama jóvenes. La cuestión es: ¿A quién está escribiendo Juan? Se han propuesto tres respuestas.

(i) Se ha sugerido que debemos tomar estas palabras como representando a tres grupos de edades en la iglesia -niños, padres y jóvenes. Los niños tienen la dulce inocencia de la niñez y del perdón. Los padres tienen la sabiduría madura que se alcanza con la experiencia cristiana. Los jóvenes tienen la fuerza que les permite ganar su batalla personal con el Maligno. Esto es de lo más atractivo; pero hay tres razones que nos hacen dudar de adoptarlo como el único sentido del pasaje.

(a) Hijitos es una de las expresiones favoritas de Juan. La usa también en 2:1,28; 3:7; 4:4; 5:21; y está claro que en los otros casos no está pensando en niños en términos de edad, sino en cristianos de los que él mismo es el padre espiritual. Para entonces debe de encontrarse muy cerca de los cien años de edad; todos los miembros de sus iglesias pertenecían a una generación mucho más joven, y para él eran todos niñitos de la misma manera que un maestro o profesor puede seguir hablando de sus chicos cuando ya son hombres Hechos y derechos.

(b) El hecho de que el pasaje es poético nos hace pensar dos veces antes de adoptar una interpretación literal y prosaica tomando como intencionada una clasificación tan seca y exacta. El literalismo y la poesía no se dan fácilmente juntos.

(c) Tal vez la mayor dificultad está en que las bendiciones de las que habla Juan no son posesión exclusiva de ninguna

edad. El perdón no pertenece exclusivamente a los niños; un cristiano puede ser joven en la fe y tener sin embargo una madurez maravillosa; la fuerza para vencer al tentador no pertenece -a Dios gracias- exclusivamente a la juventud. Estas bendiciones pertenecen a toda la vida cristiana y no solamente a una cierta edad.

No decimos que no haya una idea de grupos por edades en este pasaje. La hay sin duda; pero Juan tiene una manera de decir las cosas que se puede tomar de dos formas, una más estrecha y otra más amplia; y, aunque el sentido más estrecho también está aquí, debemos ir más allá de él para encontrar el significado pleno.

(ii) Se ha sugerido que hemos de encontrar aquí dos grupos. El razonamiento es que hijitos o niñitos describe a los cristianos en general, y que los cristianos en general se dividen en dos grupos: los padres y los jóvenes, es decir, los jóvenes y los ancianos, los maduros y los que no lo son todavía. Eso es perfectamente posible, porque el pueblo de Juan debe de haberse acostumbrado hasta tal punto a que él los llamara hijitos míos que no relacionarían esta expresión con una edad determinada, y todos se incluirían en esa categoría.

Se sugiere que en cada caso las palabras incluyen a todos los cristianos, y que no se pretende ninguna clasificación. Todos los cristianos parecen chiquillos, porque todos pueden recuperar la inocencia por el perdón de Jesucristo. Todos los cristianos son como padres, plenamente maduros, responsables, que pueden pensar y aprender su camino cada vez más profundamente hacia el pleno conocimiento de Jesucristo. Todos los cristianos son como los jóvenes, con una energía vigorosa para luchar y ganar sus batallas contra el tentador y su poder. Podemos empezar por tomar estas palabras como una clasificación de los cristianos en tres grupos, por edades; pero llegamos a ver que las bendiciones de cada grupo son las de todos los grupos, y que cada uno de nosotros se encuentra incluido en todos los grupos.

LOS DONES DE DIOS EN CRISTO

1 Juan 2:12-14 (conclusión)

Este pasaje presenta claramente los dones de Dios a todos los hombres en Jesucristo.

(i) Está el don del perdón por medio de Jesucristo. Este era el mensaje esencial del Evangelio y de los primeros predicadores. Fueron enviados a predicar el arrepentin—iiento y el perdón de los pecados (Lc 24:47 ). Fue el mensaje de Pablo en Antioquía de Pisidia que a todos los hombres se proclamaba mediante Jesucristo el perdón de pecados (Hch 13:38 ). Ser perdonado es estar en paz con Dios, y ese es precisamente el don que; Jesús trajo a los hombres.

Juan usa la curiosa frase por medio de Su nombre (versículo 12). El perdón viene por medio del nombre de Jesucristo. Los judíos usaban el nombre de una manera muy especial. El nombre no es simplemente la palabra por la que se llama a una persona; representa todo el carácter de una persona en tanto en cuanto se ha dado a conocer a los demás. Este uso es muy corriente en el Libro de los Salmos. «En Ti confiarán los que conocen Tu nombre» (Sal 9:10 ). Está claro que esto no quiere decir que los que saben que Dios se llama Jehová pondrán su confianza en El, sino que los que conocen la naturaleza de Dios en tanto en cuanto ha sido revelada a los hombres estarán dispuestos a poner su confianza en Él, porque saben cómo es. El salmista ora: «Por amor de Tu nombre, oh Señor, perdona mi culpa» (Sal 25:11 ), que, para todos los intereses y propósitos quiere decir por causa de Tu amor y misericordia. La base de la oración del salmista es el carácter de Dios como él sabe que Dios es. «Por amor de Tu nombre -dice el salmista-, condúceme y guíame» (Sal 31:3 ). Puede presentar su petición solamente porque conoce el nombre -el carácter de Dios. «Algunos presumen de carros de combate -dice el salmista-, y otros de su caballería; pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios» (Sal 20:7 ). Algunas personas ponen su confianza en las cosas terrenales; pero nosotros confiaremos en Dios, porque conocemos Su naturaleza.

Así es que Juan quiere decir que se nos asegura el perdón porque conocemos el carácter de Jesucristo. Sabemos que en El vemos a Dios. Vemos en Él el amor sacrificial y la paciente misericordia; por tanto sabemos que así es Dios, y por tanto podemos estar seguros de que hay perdón para nosotros.

(ii) Está el don del creciente conocimiento de Dios. Sin duda Juan estaba pensando en su propia experiencia. Ya era un hombre muy anciano; estaba escribiendo alrededor del año 100 d C. Había vivido con Cristo setenta años, en los cuales había pensado en Él y llegado a conocerle mejor de día en día. Para los judíos, el conocimiento no era algo meramente intelectual. Conocer a Dios no era simplemente conocerle con el conocimiento del filósofo; era conocerle como se conoce a un amigo. En hebreo conocer se usa de la íntima relación entre el esposo y la esposa, y especialmente el acto sexual, la más íntima de todas las relaciones (cp. Ge 4:1 ). Cuando Juan habla del creciente conocimiento de Dios no quería decir que el cristiano llegara a ser un teólogo eminente; quería decir que a lo largo de los años llegaría a una relación más íntima con Dios.

(iii) Está el don de la fuerza victoriosa. Juan considera la lucha con la tentación como una lucha personal. No habla en abstracto de conquistar el mal; habla de conquistar al Maligno. Ve el mal como un poder personal que trata de apartarnos de Dios. Una vez Robert Louis Stevenson, hablando de una experiencia que él nunca contó en detalle dice: «¿Conocéis la estación de ferrocarril de Edimburgo? Una vez yo me encontré allí con Satanás.» Seguramente no hay nadie que no haya experimentado el ataque del tentador, el asalto personal sobre su virtud o su lealtad. Es en Cristo en Quien recibimos el poder para resistir y vencer este ataque. Para tomar una analogía humana muy sencilla -todos sabemos que hay algunas personas en cuya presencia es fácil ser malo, y otras en cuya presencia es necesario ser bueno. Cuando andamos con Jesús, estamos andando con Alguien Cuya compañía nos puede permitir vencer los asaltos del Maligno.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Sal 25:11; Mat 9:2; Luc 24:47.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— les escribo: También es posible una puntuación un tanto distinta a la adoptada en la presente traducción; según esa puntuación, la traducción debería ser: Les escribo esto, hijos míos: se les han perdonado los pecados en nombre de Jesús. A ustedes, los mayores, les escribo: Conocen al que existe desde el principio; etc.

— Dios… Jesús: En realidad, en el texto griego no figuran expresamente estos nombres propios. El contexto los avala, y de ahí la traducción adoptada; pero aquel en cuyo nombre se perdonan los pecados, podría ser también Dios Padre.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

La familia de fe. Hay dos secuencias, cada una de ellas dirigida a tres destinatarios, hijitos (niñitos), padres y jóvenes. Con todo tipo de recursos dialécticos se ha procurado definir estas tres clases y el cambio de tiempo de verbo entre Os escribo y Os he escrito (vv. 13c, 14). Se puede inferir que el conocimiento concuerda con los padres antiguos en la fe y la fuerza con los jó venes. Pero como todas las cualidades que menciona Juan deberían hallarse en todos los creyentes, mejor es considerar la división como un recurso estilístico para poner mayor énfasis. Como lo dice C. H. Dodd ( The Johannine Epistles, MNTC, 1946): “Todos los cristianos son (por gracia, no por naturaleza) niños en inocencia y dependencia del Padre celestial, jóvenes en fuerza, padres en experiencia.” Juan señala que sus lectores cuentan con el perdón de sus pecados, el conocimiento de Dios, la palabra de Dios que mora en ellos, y la victoria sobre el maligno.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

a 56 Luc 24:47; Hch 4:12; Hch 10:43

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

En estos vers., Juan se dirige a los lectores como si fueran padres, jóvenes y niños. Estos términos se refieren probablemente a creyentes en sus distintas etapas de crecimiento cristiano. Padres, los de mayor madurez y experiencia; jóvenes, los que tienen suficiente madurez para vencer al maligno; niños, los recién convertidos y por tanto, más susceptibles a las falsas enseñanzas.

Fuente: La Biblia de las Américas

12 (1) Véase la nota 1 (1) .

12 (2) El perdón de los pecados constituye el elemento básico del evangelio de Dios ( Luc_24:47 ; Hch_5:31 ; 10:43; 13:38). Por medio de esto, los creyentes que reciben a Cristo son regenerados y llegan a ser hijos de Dios ( Jua_1:12-13).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

M12 ¿Es la repetición de γράφω (y ἔγραψα) un caso de identidad de significado entre el presente y el aoristo epistolar que indica que el escritor es indiferente en cuanto a los dos? ¿O debemos suponer que hay una interrupción después del verbo γράφω que se repite tres veces, seguida por un triple aoristo retrospectivo; o tomar los aoristos como si se refirieran al Evangelio, o suponer que hubo desplazamiento?

T73 En los vv. 12 y sigs., γράφω aparece tres veces, luego ἔγραψα tres veces (quizás para favorecer la novedad; al autor de esta epístola le encanta variar los tiempos) que pudieran referirse a algún escrito anterior. [Editor. Parece que ἔγραψα se usa como un aoristo epistolar y se refiere a esta epístola (comp. los vv. 1Jn 2:21, 1Jn 2:26 y 1Jn 5:13). El cambio de los tiempos denota un cambio en la perspectiva, desde el punto de vista del escritor al punto de vista de los lectores (note las leves variaciones). Juan tenía la tendencia de repetir.]

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, hijitos

Fuente: La Biblia de las Américas

‡ Juan identifica tres grupos: hijos, padres y jóvenes. Probablemente se refiere a las distintas edades de la vida cristiana, más que a grupos literales.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento