porque todo lo que hay en el mundo—los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la soberbia de la vida— no proviene del Padre sino del mundo.
2:16 — “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne,” “Los deseos de la carne” = los desordenados que emplean la carne para satisfacerse. El cuerpo físico en sí no es malo. Pero el hombre interior depravado emplea mal el cuerpo físico (Rom 1:25-26, por ejemplo), y por eso se llaman “de la carne”, o carnales, tales actividades. Véanse Rom 6:12-13;, Gál 5:16-17, Efe 2:3; Col 2:18; 2Pe 2:18. Compárense Flp 3:19; 1Co 15:32. Los deseos de la carne se exhiben en las obras de la carne (Gál 5:19-21). La tentación levanta deseos desordenados en el hombre interior (en la mente, corazón, alma), los cuales se oponen a las leyes de Dios. El hombre interior depravado está rendido a la tentación. Tal persona es carnal, y no espiritual. “La carne,” pues, viene significando la sede del pecado. — “los deseos de los ojos,” = los desordenados que emplean la vista para satisfacerse. Compárense Gén 3:6; Jos 7:21; 2Sa 11:2; Mat 5:28-29. Por contraste, nótese Job 31:1. Se incluye en esto también cualquier obra de pintura, de escultura de imprenta o de exhibición que apela a la baja naturaleza animal por medio de la vista. El cine y la televisión son dos instrumentos poderosos en nuestro tiempo que el diablo emplea para estimular en el hombre “los deseos de los ojos.”Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
los deseos de la carne. Núm 11:4, Núm 11:34; Sal 78:18, Sal 78:30; Pro 6:25; Mat 5:28; Rom 13:14; 1Co 10:6; Gál 5:17, Gál 5:24; Efe 2:3; Tit 2:12; Tit 3:3; 1Pe 1:14; 1Pe 2:11; 1Pe 4:2, 1Pe 4:3; 1Pe 4:2, 1Pe 4:3; 2Pe 2:10, 2Pe 2:18; Jud 1:16-18.
y los deseos de los ojos. Gén 3:6; Gén 6:2; Jos 7:21; Job 31:1; Sal 119:36, Sal 119:37; Ecl 5:10, Ecl 5:11; Mat 4:8; Luc 4:5.
y la vanagloria, o arrogancia de la vida. Est 1:3-7; Sal 73:6; Dan 4:30; Apo 18:11-17.
no proviene del Padre. Stg 3:15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
el deseo de la carne, el deseo de los ojos y el orgullo de la vida: El mundo se caracteriza por estos tres apetitos, que se han interpretado como las tres diferentes formas en que Eva fue tentada en el jardín (Gén 3:6) o las tres tentaciones que experimentó Jesús (Luc 4:1-12). Sin embargo, las correspondencias no son lo suficientemente concluyentes para aseverar que Juan se refería a una u otra. En cambio, probablemente Juan estaba haciendo una breve lista de las diferentes formas en que los creyentes pueden ser disuadidos de amar a Dios. El apetito de la carne se refiere a los deseos de pecaminosos placeres sensuales. El apetito de los ojos se refiere a la codicia o materialismo. El orgullo de la vida se refiere a sentir orgullo de la posición de uno mismo en el mundo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
todo lo que hay en el mundo. Cp. Stg 4:4. Mientras que las filosofías e ideologías del mundo así como muchas cosas que este ofrece parecen atractivas y deseables, todo es un engaño diabólico. Su naturaleza verdadera es maligna, dañina, perjudicial y satánica. Sus teorías mortíferas se levantan contra el conocimiento de Dios y cautivan el alma de los hombres (2Co 10:3-5). deseos. Juan usa el término en sentido negativo para aludir a un deseo fuerte por las cosas malas. carne. El término se refiere a la naturaleza pecaminosa del hombre, el hombre rebelde y dominado por el pecado que se opone a Dios por inclinación propia (Rom 7:15-25; Rom 8:2-8; Gál 5:19-21). Satanás utiliza el sistema de maldad del mundo para incitar a la carne. ojos. Satanás usa los ojos como avenida estratégica para incitar deseos erróneos (Jos 7:20-21; 2Sa 11:2; Mat 5:27-29). La tentación que Satanás presentó a Eva consistió en atraerla a algo bello en apariencia, pero el resultado fue la muerte espiritual (Gén 3:6 «agradable a los ojos»). la vanagloria de la vida. La frase alude a la arrogancia por las circunstancias favorables que a su vez produce complacencia y ostentación de lo que uno posee para impresionar a otras personas (Stg 4:16). no proviene del Padre. El mundo es el enemigo del cristiano porque está en rebelión y oposición directa contra Dios al ser controlado por Satanás (1Jn 5:19; Efe 2:2; 2Co 4:4; 2Co 10:3-5). Estas son tres puertas que si se abren para acceder al pecado, siempre conducen a resultados trágicos. El cristiano no solo debe rechazar al mundo por lo que es, sino también por lo que hace.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:16 — “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne,” “Los deseos de la carne” = los desordenados que emplean la carne para satisfacerse. El cuerpo físico en sí no es malo. Pero el hombre interior depravado emplea mal el cuerpo físico (Rom 1:25-26, por ejemplo), y por eso se llaman “de la carne”, o carnales, tales actividades. Véanse Rom 6:12-13;, Gál 5:16-17, Efe 2:3; Col 2:18; 2Pe 2:18. Compárense Flp 3:19; 1Co 15:32. Los deseos de la carne se exhiben en las obras de la carne (Gál 5:19-21). La tentación levanta deseos desordenados en el hombre interior (en la mente, corazón, alma), los cuales se oponen a las leyes de Dios. El hombre interior depravado está rendido a la tentación. Tal persona es carnal, y no espiritual. “La carne,” pues, viene significando la sede del pecado.
— “los deseos de los ojos,” = los desordenados que emplean la vista para satisfacerse. Compárense Gén 3:6; Jos 7:21; 2Sa 11:2; Mat 5:28-29. Por contraste, nótese Job 31:1. Se incluye en esto también cualquier obra de pintura, de escultura de imprenta o de exhibición que apela a la baja naturaleza animal por medio de la vista. El cine y la televisión son dos instrumentos poderosos en nuestro tiempo que el diablo emplea para estimular en el hombre “los deseos de los ojos.”
— “y la vanagloria de la vida,” = la que pertenece a la presente vida física. Es la falsa seguridad del hombre de que por su propia fuerza, e independiente de Dios y de los demás, puede sostenerse y alcanzar sus metas. A la vez menosprecia las leyes divinas y los derechos humanos. La jactancia y el orgullo se dejan ver aquí. Compárese Stg 4:16.
— “no proviene del Padre, sino del mundo.” Se hace referencia a la fuente de donde vienen estas cosas. Recuérdese de nuevo 1:5. Dios y el mundo son dos términos completamente opuestos. Son inflexibles, pues el uno no se rinde al otro. Entre ellos no puede haber reconciliación.
Eva fue tentada por estas tres “cosas del
mundo” (Gén 3:6).
Fuente: Notas Reeves-Partain
— … ostentación orgullosa: Lit. apetito de la carne, apetito de los ojos y soberbia de la vida.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Efe 2:3.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) Lit.: “la presunción”.
REFERENCIAS CRUZADAS
n 69 Tit 2:12
ñ 70 Mat 5:28; Rom 13:14; 1Pe 1:14
o 71 Gén 3:6; Pro 27:20; Mat 4:8
p 72 Ecl 5:11; Stg 4:16
q 73 1Co 7:33; Efe 2:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
16 (1) Los deseos de la carne son el intenso apetito del cuerpo; los deseos de los ojos son el intenso apetito del alma estimulado por los ojos; y la vanagloria de la vida es el orgullo, la jactancia y la exhibición vanas de las cosas materiales, de la vida presente. Estos son los componentes del mundo.
16 (2) La palabra griega denota la vida física, refiriéndose a la vida que vivimos; es diferente de la palabra traducida vida en 1:1-2, la cual se refiere a la vida divina.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
la vanagloria de la vida. I.e., la ostentación y jactancia de los bienes de este mundo (es el mismo término- bios– que sale en 1Jn 3:17).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
pasión… codicia… Gr. epithumía = deseo, pasión, codicia; carne… Esto es, desenfreno por los deleites carnales; ojos… Es decir, el deseo vehemente e incontrolado de poseer todo lo que ven los ojos; riqueza… Gr. bíos = vida, sustento, medios de vida, posesiones o riqueza.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
T213 En ἡ ἐπιθυμία τῆς σαρκός, el genitivo es de cualidad (adjetival), describe el nombre ἐπιθυμία, ¿o se refiere al sujeto? (El genitivo se refiere al sujeto: los deseos malos que proceden de la carne; esta oración es paralela a ἡ σάρξ ἐπιθυμεῖ -M40).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, las riquezas
Fuente: La Biblia de las Américas
Esto es, desenfreno por los deleites carnales.
2.16 Es decir, el deseo vehemente e incontrolado de poseer todo lo que ven los ojos.
2.16 Esto es, la ostentación arrogante que produce la opulencia.