Hijitos, ya es la última hora; y como oísteis que el anticristo había de venir, así también ahora han surgido muchos anticristos. Por esto sabemos que es la última hora.
2:18 — “Hijitos,” En griego, paidia. Véanse los versículos 1, 12, 13, comentarios. Obviamente se hace referencia a los creyentes en general, como en 2:1. — “ya es el último tiempo;” Literalmente, la última hora (jora), u hora postrera, como dicen las versiones Hispanoamericana y Moderna. Una “hora” es un tiempo fijo (y así se emplea en Jua 4:21 para apuntar al período del evangelio) y aquí representa figuradamente el último tiempo fijado en los consejos de Dios para el panorama humano. La dispensación del evangelio es el último de los tiempos fijados en el esquema de la salvación. Véanse Isa 2:2-4; Hch 2:17; 2Ti 3:1; Jud 1:18.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Hijitos. 1Jn 2:1; Jua 21:5.
ya es el último tiempo. 2Ti 3:1; Heb 1:2; 1Pe 1:5, 1Pe 1:20; 2Pe 3:3; Jud 1:18.
vosotros habéis oido. 1Jn 4:3; Mat 24:5, Mat 24:11, Mat 24:24; Mar 13:6, Mar 13:21, Mar 13:22; Hch 20:29, Hch 20:30; 2Ts 2:3-12; 1Ti 4:1-3; 2Ti 3:1-6; 2Ti 4:3, 2Ti 4:4; 2Pe 2:1.
el anticristo. 1Jn 2:22; 1Jn 4:3; 2Jn 1:7.
así ahora han surgido. 1Ti 4:1; 2Ti 3:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Ahora Juan arremete contra el sistema del mundo y el pecado, el dios de este mundo, y su representante, el anticristo. El anticristo se revela por su negación de Jesús como el Cristo. Estos versículos no enseñan que el que deja una iglesia dada no es cristiano. Sino, más bien, que los que abandonan las enseñanzas apostólicas y niegan la deidad de Jesús se oponen a Cristo, aunque se proclamen cristianos.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
última hora: Juan percibe el ascenso de los que niegan la verdad de Cristo desde dentro de la comunidad cristiana como una indicación del principio del fin de todas las cosas. No debemos entender hora como una duración del tiempo, sino como una clase de tiempo. La cuenta regresiva de Dios ha comenzado, pero Él no calcula el tiempo como lo hacemos nosotros (2Pe 3:8). Todo intento de poner fecha al fin del mundo o a la venida de Cristo está condenado al fracaso y a menudo trae ridículo a la proclamación de Cristo.
anticristos es una combinación de dos palabras griegas: anti, que significa «en vez de» o «contra» y christos, que significa «el ungido». Anticristos con seguridad significa aquellos que tratan de tomar el lugar de Cristo. Los numerosos anticristos son los falsos maestros a los que Juan se opone en esta carta (v. 1Jn 2:22; 1Jn 4:3; 2Jn 1:7). Son reminiscencia de los cristos falsos de los que Jesús habló a los discípulos. Son anticipo del futuro anticristo, conocido también como la bestia en el libro de Apocalipsis (Apo 13:1-18), quien se exaltará por sobre Dios (Dan 9:27; Dan 11:31; Dan 12:11; Mat 24:15). Mientras esperamos el regreso de Jesucristo en cualquier momento, habrá un creciente predominio de las falsedades (Mat 24:4, Mat 24:5, Mat 24:23-26).
Mat 2:19 Cuando los falsos maestros salieron de los creyentes, revelaron que no pertenecían a la comunidad cristiana, nunca fueron verdaderos creyente.
Ellos … nosotros: En los versículos que introducen este libro, Juan hizo una distinción entre nosotros y vosotros (1Jn 1:1, 1Jn 1:3). Nosotros, los apóstoles, eran los testigos oculares de Cristo; vosotros eran los lectores. Esa misma distinción se mantiene probablemente aquí (v. 1Jn 2:20). Así, cuando dice que los falsos maestros no eran de los nuestros, quiere decir que no están de acuerdo con las enseñanzas de los apóstoles. Estos anticristos se alejaron de las iglesias apostólicas, y sus actitudes y actos no correspondían a la persuasión apostólica. Si hubieran estado en armonía con los apóstoles, habrían permanecido en comunión con ellos (1Jn 1:1-3).
EN FOCO
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«Unción»
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(Gr. jrísma) (1Jn 2:20; 2Co 1:21) # en Strong G5545: El término jrísma está relacionado con el nombre de Cristo, que quiere decir: «El Ungido» y se usa en el AT. griego (la Septuaginta) para designar la unción de un sacerdote importante (Éxo 29:17). La unción muestra aquí la entronización del Espíritu Santo sobre una persona (Isa 61:1). Como cristianos, ahora en comunión con el Espíritu Santo, estamos ligados al Ungido y compartimos su unción (2Co 1:21, 2Co 1:22). Por lo tanto, podemos conocer todas las cosas en cuanto a la verdad y la falsedad. Porque el Espíritu Santo vive en nosotros, sabemos todo lo que debemos saber para resistir las tentaciones de los falsos maestros y para llevar una vida divina en este mundo.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
MUCHOS ANTICRISTOS. Un anticristo o falso Cristo vendrá antes del fin del mundo para gobernar el mundo y dirigir una gran rebelión contra Cristo y la fe del NT (véanse Apo 13:1; Apo 13:8; Apo 13:18, notas; Apo 19:20; Apo 20:10; y el ARTÍCULO LA EPOCA DEL ANTICRISTO, P. 1732. [2Ts 2:3-4]). Sin embargo, Juan dice que «muchos anticristos» ya se han infiltrado en la iglesia. Estos son supuestos creyentes que aman el mundo y sus placeres pecaminosos, y tergiversan el evangelio y su mensaje de la cruz, oponiéndose así a Cristo y a su justicia.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
el anticristo. Esta es la primera vez que ocurre el término «anticristo». Su uso solo se encuentra en las epístolas de Juan (1Jn 4:3; 2Jn 1:7). Este es un nombre propio y se refiere al gobernante mundial que vendrá al final de los tiempos y que por el poder de Satanás tratará de suplantar al Cristo verdadero y se opondrá a Él (Dan 8:9-11; Dan 11:31-38; Dan 12:11; Mat 24:15; 2Ts 2:1-12; vea las notas sobre Apo 13:1-5 ; Apo 19:20). han surgido muchos anticristos. Mientras que la primera ocurrencia del término se refiere a una persona en particular que es profetizada en las Escrituras, aquí se presenta en plural y alude a muchos individuos. Juan usa el plural para identificar y caracterizar a los falsos maestros que perturbaban las congregaciones a las que se dirigía, en vista de que su doctrina falsa distorsionaba la verdad y se oponía a Cristo (Mat 24:24; Mar 13:22; Hch 20:28-30). Por ende, el término se refiere a un principio de maldad encarnado en los hombres que son hostiles a Dios y se oponen a su obra y su voluntad (cp. 2Co 10:4-5). Juan escribe para exponer a los falsos maestros como lobos vestidos de oveja que difunden mentiras condenatorias (cp. Efe 5:11). el último tiempo. La frase alude a los «últimos tiempos» o «postreros días», el período de tiempo que transcurre entre la primera y la segunda venida de Cristo (1Ti 4:1; Stg 5:3; 1Pe 4:7; 2Pe 3:3; Jud 1:18).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:18 — “Hijitos,” En griego, paidia. Véanse los versículos 1, 12, 13, comentarios. Obviamente se hace referencia a los creyentes en general, como en 2:1.
— “ya es el último tiempo;” Literalmente, la última hora (jora), u hora postrera, como dicen las versiones Hispanoamericana y Moderna. Una “hora” es un tiempo fijo (y así se emplea en Jua 4:21 para apuntar al período del evangelio) y aquí representa figuradamente el último tiempo fijado en los consejos de Dios para el panorama humano. La dispensación del evangelio es el último de los tiempos fijados en el esquema de la salvación. Véanse Isa 2:2-4; Hch 2:17; 2Ti 3:1; Jud 1:18.
— “y según vosotros oísteis que el anticristo viene,” Véanse 2:22; 4:3; 2Jn 1:7. Estos pasajes le describen. Es mentiroso, engañador, y negador de la deidad de Jesús y de la humanidad de Cristo. Véase Introducción, VIII.
“Anti” en griego puede significar “en contra de”, o “en lugar de.” Los falsos cristos (Mat 24:5; Mat 24:24) y el “hombre de pecado, el hijo de perdición” (2Ts 2:3-10, sin duda el papado romano en particular) se han puesto en lugar de Cristo (como usurpadores), más bien en contra de él (en el sentido de negarle). Los gnósticos se pusieron en contra de Jesucristo, negando sus reclamaciones divinas. Según lo que dice Juan en la descripción de los anticristos, me parece que la referencia principal es en cuanto a los gnósticos. El “anticristo” no es una dada persona, sino el principio de falsedad y de oposición a Jesucristo, gobernando a personas en la historia de la iglesia.
Es la colectividad de tales oponentes. En el tiempo de Juan, y en particular, eran los gnósticos. El espíritu de error (4:6) dirigía a tales profesores falsos. El papado romano ha sido a través de muchos siglos la gran oposición a Jesucristo, pero ha habido otras muchas manifestaciones de “anticristo.” Por ejemplo, el modernismo de nuestro tiempo niega la deidad de Jesús y así se opone a Jesucristo tanto como los gnósticos de los primeros siglos. Los Testigos de Jehová y los Pentecosteses de Solo Jesús también niegan la verdadera persona de Jesucristo.
— “así ahora han surgido muchos anticristos;” La forma plural (anticristos) se refiere a las personas gobernadas por el “espíritu del anticristo” (4:3).
— “por esto conocemos que es el último tiempo.” Compárese 2Ti 3:1. Tenían los anticristos las características de los que, según las predicciones divinas, tendrían los de la dispensación final. Juan no está diciendo que la aparición de éstos significaba que el mundo ya llegaba a su fin, sino que está el mundo en la última dispensación.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL TIEMPO DE LA ÚLTIMA HORA
1 Juan 2:18
Hijitos, ya es el tiempo de la última hora; y ya han surgido numerosos anticristos; precisamente como habéis oído que el Anticristo había de venir. Por eso sabemos que estamos en la última hora.
Es importante que entendamos lo que Juan quiere decir cuando habla del tiempo de la última hora. La idea de los últimos días y de la última hora aparece en toda la Biblia; pero su significado tiene un desarrollo de lo más interesante.
(i) La frase se encuentra frecuentemente en los primeros libros del Antiguo Testamento. Jacob, por ejemplo, antes de su muerte reunió a sus hijos para decirles lo que les sucedería en los últimos días (Ge 49:1 ; cp. Nm 24:14 ). En aquel tiempo, los últimos días se refería a cuando el pueblo de Israel entrara en la Tierra Prometida, y llegara por fin a disfrutar de las bendiciones prometidas por Dios.
(ii) La frase aparece frecuentemente en los profetas. En los últimos días el Monte del Señor será establecido como el más alto de los montes, y se remontará por encima de las colinas, y todas las naciones fluirán hacia él (Isa 2:2 ; Mi 4:1 ). En los últimos días la Santa Ciudad de Dios será suprema. E Israel ofrecerá a Dios la perfecta obediencia que Le es debida (cp. Jer 23:20 ; Jer 30:24 ; Jer 48:47 ). En los últimos días se manifestará la soberanía de Dios.
(iii) En el Antiguo Testamento mismo y en el período entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, los últimos días llegaron a asociarse con el Día del Señor. Esta es una concepción que se encuentra entretejida en la Escritura. Los judíos habían llegado a creer que todo el tiempo estaba dividido en dos edades. Entre esta edad presente, que era totalmente mala, y la edad por venir, que sería el tiempo dorado de la supremacía de Dios estaba el Día del Señor, los últimos días, que serían un tiempo de terror, de disolución cósmica y de juicio, los dolores de parto de la nueva edad.
La última hora no quiere decir un tiempo de aniquilación cuyo final fuera la gran nada total que hubo antes del principio. En el pensamiento bíblico, el último tiempo es el final de una edad y el principio de otra. Pero conduce, no a la destrucción del mundo, sino a la re-creación del mundo.
Aquí está el centro de la cuestión. Entonces se plantea la pregunta: » ¿Será un hombre borrado en el juicio de lo viejo, o entrará en la gloria de lo nuevo?» Esa es la alternativa con que Juan -como todos los autores bíblicos- confronta a los hombres. Los hombres tienen la posibilidad de aliarse con el mundo antiguo, que está abocado a la disolución, o de aliarse con Cristo y entrar en el nuevo mundo, el verdadero mundo de Dios. Aquí está la urgencia. Si fuera un asunto sencillo de obliteración social, no se podría evitar; pero es cuestión de recreación, y el que una persona entre o no en el nuevo mundo depende de que Le dé su vida a Cristo o no.
De hecho, Juan estaba equivocado. Aquella no era la última hora para el mundo. Han transcurrido diecinueve siglos, y el mundo sigue existiendo. ¿Pertenece toda esta idea a una esfera de pensamiento que hay que descartar? La respuesta es que en ella se encuentra algo de importancia eterna. Todas las horas son la última hora. Hay un conflicto continuo en el mundo entre el bien y el mal, entre Dios y lo que es anti-Dios. Y cada momento y en cada decisión una persona se enfrenta con la decisión de aliarse, ya sea con Dios, o con las fuerzas malas que están contra Dios; y de ahí saldrá, o dejará de salir, su participación en la vida eterna. El conflicto entre el bien y el mal no acaba nunca; por tanto, en un sentido muy real, cada hora es la última hora.
EL ANTICRISTO
1 Juan 2:18 (continuación)
En este versículo encontramos una referencia al Anticristo. Anticristo es una palabra que no encontramos en el Nuevo Testameáto nada más que en las cartas de Juan (1Jn 2:22 ; 1Jn 4:3 ; 2Jn 1:7 ); pero es la expresión de una idea que es tan antigua como la religión misma.
Por su etimología, Anticristo puede tener dos significados. Anti es una preposición griega que puede querer decir, o contra, o en lugar de. Stratégos es la palabra griega para general, y antistratégos puede querer decir, o el general enemigo, o el representante del general. Anticristo puede querer decir, o el que se opone a Cristo, o uno que trata de ponerse en el lugar de Cristo. En este caso, el significado es casi el mismo, pero con una diferencia. Si tomamos el significado de uno que se opone a Cristo, la oposición está bien clara. Si tomamos el significado de uno que trata de ponerse en el lugar de Cristo, Anticristo puede ser uno que trata sutilmente de tomar el lugar de Cristo desde dentro de la Iglesia y de la comunidad cristiana. Uno representa una oposición abierta; el otro, una infiltración sutil. No tenemos necesidad de escoger entre estos dos significados, porque el Anticristo puede actuar de cualquiera de las dos maneras.
La manera más sencilla de considerarlo es que Cristo es la encarnación de Dios y de la bondad, y el Anticristo es la encarnación del diablo y del mal.
Ya hemos dicho que esta es una idea tan antigua como la religión misma; los hombres siempre han tenido la impresión de que en el universo hay un poder que está en oposición a Dios. Una de sus formas más antiguas se encuentra en la leyenda babilónica de la creación, según la cual hubo en el mismo principio un monstruo marino primigenio llamado Tiamat; este monstruo marino fue sometido por Marduk, pero no matado; estaba solamente dormido, y la batalla final estaba todavía pendiente. Esa idea mítica del monstruo primigenio aparece en el Antiguo Testamento una y otra vez, donde se le llama corrientemente Rahab o la serpiente astuta o Leviatán. «Tú quebrantaste a Rahab como a un herido de muerte,» dice el salmista (Sal 89:10 ). «Su mano traspasó a la serpiente tortuosa,» dice Job (Job 26:13 ). Isaías dice hablando del Brazo del Señor: «¿No eres Tú el que despedazó a Rahab, el Que hirió al dragón?» (Isa 51:9 ). Isaías también escribe: «En aquel día castigará el Señor con Su espada dura, grande y fuerte a Leviatán, la serpiente veloz, a Leviatán, la serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar» (Isa 27:1 ). Esta idea pertenece a la niñez de la humanidad, y la idea a su base es que en el universo hay un poder hostil a Dios.
En su origen, este poder se concebía como el dragón. Inevitablemente, conforme fue pasando el tiempo, llegó a personificarse. Siempre que surgía un hombre malvado que parecía colocarse frente a Dios y empeñarse en destruir a Su pueblo había la tendencia a identificarle con esta fuerza antiDios. Por ejemplo, hacia el año 168 a C. surgió la figura de Antíoco Epífanes, rey de Siria. Decidió hacer todo lo posible para eliminar el judaísmo: invadió Jerusalén, mató a millares de judíos y vendió docenas de millares como esclavos. El circuncidar a un niño o el poseer un ejemplar de la Ley se convirtió en un crimen que se castigaba con una muerte inmediata. Se erigió en los atrios del Templo un gran altar a Zeus, en el que se ofrecía carne de cerdo. Las cámaras del Templo se convirtieron en burdeles públicos. Aquí tenemos un esfuerzo a sangre fría para desarraigar la religión judía. Fue Antíoco el que Daniel llamó » la abominación que produce desolación» (Dn 11:31 ; Dn 12:11 ). Aquí, pensaron los judíos, estaba la fuerza anti-Dios hecha carne.
Fue esta misma frase la que se tomó en los días del evangelio de Marcos para hablar de » la abominación de desolación» -«el Horror Demoledor,» como lo tradujo Moffatt- que estaba instalado en el Templo (Mr 13:14 ; Mt 24:15 ). En este caso la referencia era a Calígula, el emperador romano más que medio loco que quería instalar su propia imagen en el Santo de los Santos del Templo. Se tenía la impresión de que esto era un acto del anti-Dios encarnado.
En 2Ts 2:3 s, Pablo habla del «hombre de pecado,» el que se exalta por encima de todo lo que se considera divino y de todo lo que recibe culto, y que se coloca en el misnid Templo de Dios. No sabemos a quién se refería Pablo, pero tenemos de nuevo este pensamiento de uno que era la encarnación de todo lo que se opone a Dios.
En Apocalipsis encontramos la bestia (13:1; 16:13; 19:20; 20:10). Aquí se trata probablemente de otra figura. Todo el mundo consideraba a Nerón un monstruo humano. Sus excesos repugnaban a los Romanos, y su salvaje persecución torturaba a los cristianos. A su debido tiempo murió; pero había sido tan horriblemente malo que no se podía creer que hubiera muerto de veras. Así es que surgió la leyenda del Nero redivivus, Nerón resucitado-,que decía que Nerón no estaba muerto, sino que había ido a Partia, y volvería con las hordas partas para lanzarse sobre la gente. Es la bestia, el Anticristo, la encarnación del mal.
A lo largo de toda la Historia se han venido haciendo estas identificaciones de figuras humanas con el Anticristo: el Papa, Napoleón, Mussolini, Hitler, han sido en su día identificados con esta figura. Pero el hecho es que el Anticristo no es tanto una persona como un principio, el principio que está activamente en contra de Dios y que bien se puede considerar encarnado en esos hombres de cada generación que han sido los enemigos declarados de Dios.
LA BATALLA DE LA MENTE
1 Juan 2:18 (conclusión)
Juan tiene un punto vista del Anticristo que le es característico. Para él la señal de que el Anticristo está en el mundo es la doctrina falsa y la enseñanza peligrosa de los herejes. La Iglesia había recibido suficientes advertencias de que en los últimos días surgirían falsos maestros. Jesús había dicho: «Vendrán muchos en Mi nombre diciendo: «Yo soy el Cristo;» y engañarán a muchos» (Mr 13:6 ; cp. Mt 24:5 ). Antes de marcharse, Pablo había advertido a sus amigos de Éfeso: «Después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. Y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas para arrastrar tras sí discípulos» (Hch 20:29 s). La situación que había sido anunciada había surgido.
Pero Juan tenía una opinión especial de esta situación. No pensaba en el Anticristo como una figura única e individual, sino más bien como un poder de falsedad que hablaba por medio de los falsos maestros. De la misma manera que el Espíritu Santo inspiraba a los verdaderos maestros y profetas, también había un mal espíritu inspirando a los falsos maestros y profetas.
El gran interés y relevancia de esto es que para Juan el campo de batalla era la mente. El espíritu del Anticristo estaba luchando con el Espíritu de Dios por la posesión de las mentes humanas. Lo que hace que esto sea tan significativo es que podemos ver exactamente este proceso en operación hoy. Se ha hecho una ciencia de la técnica de introducir ideas en la mente humana. Vemos a personas que toman una idea, y la repiten y la repiten y la repiten hasta que se asienta en las mentes de otros que empiezan a aceptarla como verdadera simplemente porque la han oído tan a menudo. Esto es hoy más fácil que nunca debido a la proliferación de los medios de comunicación de masas -libros, periódicos, radio, televisión, ordenadores y los innumerables recursos modernos de publicidad. Un propagandista habilidoso puede tomar una idea e infiltrarla en las mentes de las personas hasta que, sin ellos darse cuenta, la aceptan como propia. No decimos que Juan previera todo esto; pero sí vio la mente como el campo de operaciones del Anticristo. Juan ya no pensaba en términos de una figura demoníaca individual, sino en términos de una fuerza de maldad buscando insistentemente introducirse en las mentes de las personas. Y no hay nada más potente que esto para el mal.
Si hay una tarea especial que se le presente a la Iglesia hoy es aprender a usar el poder de los medios de comunicación de masas para contrarrestar las malas ideas con que se están bombardeando las mentes.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
1Jn 4:1; 1Jn 4:3; Mat 24:5; Mat 24:23-24; Mar 13:21-22; 2Ts 2:3-4; 1Ti 4:1; 2Pe 3:3; 2Jn 1:7; Jud 1:18.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Muchos anticristos. 18 Hora está sin artículo. En realidad Juan no quiere decir es la última hora sino “es una última hora”. La historia humana progresa por períodos en un lento devenir hasta que se produce una crisis, termina una era y comienza una nueva, y los hombres dicen “nunca será lo mismo que antes”. Juan afirma que tal hora ha llegado. Ve la evidencia en la aparición no simple mente de un anticristo sino de muchos anticristos. Sin duda alguna la iglesia primitiva esperaba, al final del tiempo, a un poderoso personaje del mal al que denominaba anticristo (cf. “el hombre de iniquidad”, 2 Tes. 2:3). Si bien Juan utiliza el término cuatro veces (y una vez en 2 Jn.), no está interesado en el individuo malo del futuro. Le preo cupan sus lectores y hace hincapié en que el espíritu del anticristo ya está entre los hombres. La situación es la misma hoy día.
19 Estos muchos anticristos habían sido miembros de la iglesia. Pertenecieron a la organización visible, pero Juan se apresura a decir que no eran de nosotros. Y añade que salieron, para que fuera evidente que no todos eran de nosotros. Su membresía había sido meramente apariencia. Es la doctrina de “la iglesia invisible” si bien esa terminología se incorporó al léxico siglos después.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) “Anticristo.” Gr.: an·tí·kjri·stos; lat.: an·ti·chrí·stus; J17(heb.): tsar ham·ma·schí·aj.
REFERENCIAS CRUZADAS
u 77 Mat 24:33
v 78 Mat 24:24; 2Ts 2:3; 2Pe 2:1
w 79 Mat 13:27; 2Ts 2:7; 2Jn 1:7; Jud 1:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
anticristo…anticristos. Es decir, el que se opone a Cristo. Juan hace distinción entre anticristo y anticristos : el primero se manifiesta como la encarnación de la maldad (cp. Dn 11:36– 39; 2 Ts 2:3– 4; Ap 13:1– 10) y los otros son los falsos maestros que surgen en la iglesia (cp. Hch 20:30; 1 Ti 1:3; 2 P 2:1).
Fuente: La Biblia de las Américas
18 (1) Se refiere a los niños del v.13, quienes forman el tercer grupo de destinatarios. Los vs.18-27, que recalcan el conocimiento de vida (vs.20-21), refuerzan la frase «porque conocéis al Padre», dirigida a ellos mismos en el v.13.
18 (2) Un anticristo es diferente de un Cristo falso ( Mat_24:5 , Mat_24:24). Un Cristo falso es uno que, con engaños, quiere hacerse pasar por Cristo; mientras que un anticristo es alguien que niega la deidad de Cristo, al afirmar que Jesús no es el Cristo, es decir, niega al Padre y al Hijo, al afirmar que Jesús no es el Hijo de Dios (v.22 y la nota 2; v.23), al no confesar que El vino en la carne por medio de la concepción del Espíritu Santo (4:2-3).
18 (3) En tiempos del apóstol, muchos herejes, como los gnósticos, los cerintianos y los docetas, enseñaban herejías con respecto a la persona de Cristo, es decir, con respecto a Su divinidad y Su humanidad.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
anticristo. Juan habla:
(1) del espíritu del anticristo (1Jn 4:3), que se refiera a las fuerzas demoníacas que están detrás de la enseñanza y de la actividad anticristianas;
(2) del gran Anticristo venidero (Apo 13:1-10); y
(3) de los muchos anticristos presentes y activos en su tiempo y a lo largo de la historia de la iglesia. Los que Juan menciona aquí habían estado dentro de la iglesia visible, pero no eran creyentes (v. 1Jn 2:19). Negaban la realidad de la encarnación de Cristo y Su relación con el Padre (vv. 1Jn 2:21-23; cp. 2Jn 1:7).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
El autor contrasta ahora la verdad con la falsedad.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
postrera… Esto es, el tiempo que se extiende hasta la segunda venida del Mesías.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit., Niños
Fuente: La Biblia de las Américas
Esto es, el tiempo que se extiende hasta la segunda venida del Mesías.