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Comentario de 1 Juan 3:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Juan 3:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y sabéis que él fue manifestado para quitar los pecados y que en él no hay pecado.

3:5 — El propósito de este versículo va con el del anterior. Véase el primer párrafo de comentarios sobre el versículo 4.

Este versículo da dos razones adicionales de por qué no debemos vivir en la práctica del pecado. Habla del efecto en nuestras vidas que debe tener la expiación de Cristo. Debemos dar espaldas al pecado.

— “y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados,” Compárense Mat 1:21; Jua 1:29; Isa 53:11; Heb 10:4; Heb 10:11 (por contraste); Tit 2:14; 1Pe 2:24; 1Ti 3:16 (Dios fue manifestado en la carne).

El propósito de encarnarse Dios y de morir en la cruz fue quitar los pecados del mundo. Practicar el pecado, pues, es oponerse abiertamente al gran plan o propósito de Dios; es menospreciar la’ vergüenza, el vituperio, y el sufrimiento que experimentó Cristo en su vida sobre la tierra y en la cruz de calvario. De esto eran culpables los gnósticos. ¡Deshacían la obra de Cristo! Ya que éstos se jactaban de su supuesto “conocimiento,” Juan repetidamente recuerda a los hermanos de lo que ellos sabían.

— “y no hay pecado en él.” El es puro (versículo 3); es Justo (versículo 7). Véanse Jua 7:18; Jua 8:46; 2Co 5:21; Heb 4:15; Heb 7:26; Heb 9:14; 1Pe 2:22-23. Es nuestro ejemplo de pureza. Debemos procurar imitarle (Efe 5:1-2; 1Co 11:1; 3Jn 1:11.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

que él apareció. 1Jn 1:2; 1Jn 4:9-14; Jua 1:31; 1Ti 3:16; 1Pe 1:20.

para quitar nuestros pecados. 1Jn 1:7; Isa 53:4-12; Ose 14:2; Mat 1:21; Jua 1:29; Rom 3:24-26; Efe 5:25-27; 1Ti 1:15; Tit 2:14; Heb 1:3; Heb 9:26, Heb 9:28; 1Pe 2:24; Apo 1:5.

no hay pecado en él. 1Jn 2:1; Luc 23:41, Luc 23:47; Jua 8:46; Jua 14:30; 2Co 5:21; Heb 4:15; Heb 7:26; Heb 9:28; 1Pe 2:22; 1Pe 3:18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Si Cristo no tiene pecado y el propósito de su venida era quitar el pecado, todo el que permanece en Él no peca. Habitualmente la conducta pecadora indica ausencia de comunicación con Cristo. Así, si decimos que somos cristianos pero nuestro modo de vida es el pecado, se puede cuestionar legítimamente nuestra posición de hijos de Dios. Algunos entienden que los pecados se refieren aún al pecado ocasional en vez de a la práctica habitual del pecado. Para ellos, el verdadero cristiano no peca nunca o bien se mantiene en un estado hasta cierto punto sin pecado. La afirmación de 1Jn 1:9-10; 1Jn 2:1-2 muestra que en ocasiones los cristianos sí pecan. Juan no se contradice aquí, puesto que el verbo en tiempo presente puede tener el sentido de practicar el pecado, en vez de cometer un sólo pecado.

no le ha visto ni le ha conocido: En el acto del pecado no hay visión de Dios. El pecado es el resultado de la ceguera e ignorancia respecto a Dios (2Pe 1:9). Cada pecado que comete un creyente es resultado de pensar mal acerca de Dios. Ciertamente, si un creyente no pensara nunca mal acerca de Dios, no pecaría nunca. No hay que extrañarse de que el apóstol Pablo nos urja a llevar «cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo» (2Co 10:5). Cualquier pensamiento que podamos abrigar y que no pueda pasar la prueba, puede ser la oportunidad para que Satanás se haga cargo de la situación (Heb 5:2, Heb 5:3).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

él apareció para quitar nuestros pecados. Una segunda razón por la que los cristianos no pueden practicar el pecado es que es incompatible con la obra de Cristo. Cristo murió para santificar o hacer santo al creyente (2Co 5:21; Efe 5:25-27). Pecar es contrario a la obra de Cristo que fue quebrantar el dominio del pecado en la vida del creyente (Rom 6:1-15).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

3:5 — El propósito de este versículo va con el del anterior. Véase el primer párrafo de comentarios sobre el versículo 4.
Este versículo da dos razones adicionales de por qué no debemos vivir en la práctica del pecado. Habla del efecto en nuestras vidas que debe tener la expiación de Cristo. Debemos dar espaldas al pecado.
— “y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados,” Compárense Mat 1:21; Jua 1:29; Isa 53:11; Heb 10:4; Heb 10:11 (por contraste); Tit 2:14; 1Pe 2:24; 1Ti 3:16 (Dios fue manifestado en la carne).
El propósito de encarnarse Dios y de morir en la cruz fue quitar los pecados del mundo. Practicar el pecado, pues, es oponerse abiertamente al gran plan o propósito de Dios; es menospreciar la’ vergüenza, el vituperio, y el sufrimiento que experimentó Cristo en su vida sobre la tierra y en la cruz de calvario. De esto eran culpables los gnósticos. ¡Deshacían la obra de Cristo! Ya que éstos se jactaban de su supuesto “conocimiento,” Juan repetidamente recuerda a los hermanos de lo que ellos sabían.
— “y no hay pecado en él.” El es puro (versículo 3); es Justo (versículo 7). Véanse Jua 7:18; Jua 8:46; 2Co 5:21; Heb 4:15; Heb 7:26; Heb 9:14; 1Pe 2:22-23. Es nuestro ejemplo de pureza. Debemos procurar imitarle (Efe 5:1-2; 1Co 11:1; 3Jn 1:11.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Cristo y el pecado son incompatibles. 5 Cristo vino para quitar nuestros pecados, él siendo totalmente hostil al mal; en él no hay pecado. 6 Esto tiene sus efectos sobre los cristianos, porque todo aquel que permanece en él no continúa pecando. No tenemos que diluir afirmaciones como ésta. El cristiano nada tiene que ver con el pecado y jamás debe ser complaciente con el mismo, ni siquiera con pecados ocasionales. Pero también debemos observar que el uso en el gr. del tiempo presente suele indicar acción continua como aquí en ambos verbos. Lo que Juan quiere decir es que “ninguno que siempre permanece en él tiene como hábito el pecar” o, de lo contrario, todo aquel que sigue pecando no le ha visto ni le ha conocido. No se refiere a los actos individuales de pecado, en cuyo caso lo habría expresado mejor con el gr. aoristo, sino a las actividades habituales. La vida que vive el hombre revela la fuente de la cual nutre su vida. 7 Sostener lo contrario es engañarse. No se trata de elaborar pensamientos correctos o de poseer un amplio conocimiento, o de sostener que el cuerpo carece de importancia de tal modo que no importa lo que haga el cuerpo en tanto que el alma sea lim pia. Juan barre de lado argumentos tan engañosos. El que practica justicia es justo. Y el modelo es Cristo: como él es justo.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) Lit.: “los”.

REFERENCIAS CRUZADAS

ñ 125 Lev 16:22; Isa 53:11; Jua 1:29

o 126 Jua 8:46; 2Co 5:21

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

5 (1) La misma palabra griega es usada en Jua_1:29 . Allí Cristo como el Cordero de Dios quita el pecado del mundo, el cual entró en el mundo por medio de Adán ( Rom_5:12). Aquí El quita los pecados, los cuales son cometidos por todos los hombres. Juan 1 enfoca la totalidad del pecado, que incluye la naturaleza pecaminosa y los hechos pecaminosos. Este capítulo trata solamente de los frutos del pecado, es decir, los pecados cometidos en la vida diaria del hombre. Cristo quita ambos aspectos del pecado.

5 (2) En Aquel que quita el pecado (la naturaleza pecaminosa) y los pecados (los hechos pecaminosos), no hay pecado. Por lo tanto, El no conoció pecado ( 2Co_5:21), no cometió pecado ( 1Pe_2:22) y no tuvo pecado ( Heb_4:15). Esto le calificó para quitar tanto el pecado que mora en el hombre como los pecados que el hombre comete en su vida diaria.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

cargara… El verbo gr. aíro expresa la triple acción de levantar, cargar sobre sí mismo y alejar; los… M↓ registran nuestros; pecados…Jua 1:29.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Algunos mss. dicen: nuestros

Fuente: La Biblia de las Américas

El verbo gr. aíro expresa la triple acción de levantar, cargar sobre sí mismo y alejar.

3.5 M i registran nuestros.

3.5 g Jua 1:29.

Fuente: La Biblia Textual III Edición