Pues éste es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son gravosos.
5:3 — “Pues este es el amor a Dios,” Véase 2:5, comentarios.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
este es el amor de Dios. Éxo 20:6; Deu 5:10; Deu 7:9; Deu 10:12, Deu 10:13; Dan 9:4; Mat 12:47-50; Jua 14:15; Jua 14:21-24; Jua 15:10, Jua 15:14; 2Jn 1:6.
y sus mandamientos. Sal 19:7-11; Sal 119:45, Sal 119:47, Sal 119:48, Sal 119:103, Sal 119:104, Sal 119:127, Sal 119:128, Sal 119:140; Pro 3:17; Miq 6:8; Mat 11:28-30; Rom 7:12, Rom 7:22; Heb 8:10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
el amor a Dios exige obediencia (Jua 14:15). Sin embargo, en vez de ser gravoso, Dios le pide a los creyentes libres que sean las personas que originalmente fueron creadas para ser: seres santos que reflejaban claramente la imagen de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
sus mandamientos no son gravosos. Por ejemplo, a diferencia de las tradiciones religiosas de fabricación humana que los líderes judíos imponían como una carga pesada (Mat 23:4) el yugo de Jesús es fácil y su carga es ligera (Mat 11:30).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
5:3 — “Pues este es el amor a Dios,” Véase 2:5, comentarios.
— “que guardemos sus mandamientos;” Véase Jua 14:15; Jua 14:23. El verbo griego es subjuntivo activo presente. Dice Juan que el (cristiano, hijo de Dios) que persiste habitualmente en el acto de guardar los mandamientos de Dios, prueba así que tiene amor a Dios. El que no está guardando de continuo sus mandamientos, no le ama, a pesar de sus reclamaciones de labios. Aquí la frase “guardar sus mandamientos” apunta a una característica de vida. Sobre “guardar sus mandamientos”, véase el mismo verbo griego empleado en 2:3,4.
Reclamar amar a Dios y no vivir diariamente en obediencia a los mandamientos de Dios, es mentir (1:6; 4:20).
— “y sus mandamientos no son gravosos.” ¿Debemos evitar el guardar los mandamientos de Dios (de creer en la humanidad y en la deidad de Cristo, y de amar a los hermanos y a él, quien primero nos amó a nosotros)? ¡No! pues no son gravosos los mandamientos de Dios. Es un gran privilegio guardarlos y gozar de la vida eterna (2:25). Es una carga ligera obedecer al que nos salva eternamente a nosotros que no merecemos tal amor. Nuestra fe en Jesucristo hace que sean “no gravosos” los mandamientos de Dios, porque por esta fe vencemos al mundo (versículo 4). Si no tuviéramos esta fe, seríamos ahogados por la mundanalidad y nos serían muy gravosos sus mandamientos.
Compárense Mat 11:30; Sal 19:11. Contrástese Mat 23:4.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA OBEDIENCIA IMPRESCINDIBLE
1 Juan 5:3-4a
Porque esto es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos; y Sus mandamientos no son gravosos, porque todo lo que es nacido de Dios conquista al mundo.
Juan vuelve a una idea que nunca está muy lejos de su mente: la obediencia es la única prueba del amor. No podemos demostrarle nuestro amor a nadie nada más que tratando de agradarle y de producirle satisfacción.
Entonces Juan dice repentinamente una cosa de lo más sorprendente. Los mandamientos de Dios, dice, no son gravosos. Aquí debemos fijarnos en dos cuestiones generales.
Desde luego que no quiere decir que la obediencia a los mandamientos de Dios sea fácil de alcanzar. El amor cristiano no es una cuestión superficial. No es nunca fácil amar a personas que no nos gustan, o que hieren nuestros sentimientos, o que nos injurian. Nunca es fácil resolver los problemas de la convivencia; y, cuando se convierten en el problema de vivir juntos a la altura del nivel cristiano de la vida, es una tarea de dificultad inmensa.
Además, hay en este dicho un contraste implícito. Jesús decía que los escribas y los fariseos ataban fardos pesados y difíciles de llevar, y se los cargaban a los demás (Mt 23:4 ). La masa de reglas y de normas de los escribas y fariseos podía ser una carga insoportable para los hombros de cualquiera. No hay duda que Juan estaba recordando el dicho de Jesús: «Mi yugo es fácil, y ligera Mi carga» (Mt 11:30 ).
Entonces, ¿cómo se puede explicar esto? ¿Cómo se puede decir que las tremendas demandas de Jesús no son una carga pesada? Se puede responder a esta pregunta de tres maneras.
(i) Dios nunca le impone un mandamiento a nadie sin darle también las fuerzas para cumplirlo. Con la visión viene el poder; con la necesidad vienen las fuerzas. Dios no nos da Sus mandamientos y luego Se retira, dejándonos a nuestros escasos recursos. Sigue allí, a nuestro lado, para capacitarnos para cumplir lo que nos ha mandado. Lo que es imposible para nosotros se hace posible con Dios.
(ii) Pero aquí hay otra gran verdad. Nuestra respuesta a Dios debe ser la respuesta del amor; y no hay deber demasiado molesto, ni tarea demasiado pesada para el amor. Lo que no haríamos nunca por un extraño lo intentamos para alguien que nos es querido; lo que sería un sacrificio imposible si nos lo pidiera un extraño se convierte en una contribución voluntaria cuando lo necesita ser amado.
Hay una vieja historia que es una especie de parábola que viene a cuento. Alguien se encontró una vez a un chico que iba a la escuela, en aquellos tiempos en que no había transporte escolar, llevando a sus espaldas a otro chico más pequeño que estaba impedido y no podía andar. El extraño le dijo al chico: «¿Le llevas así a la escuela todos los días?» » Sí,» le contestó el muchacho. «Eso es una carga muy pesada para ti,» dijo el’ extraño. «No es una carga -dijo el chico-. Es mi hermano.»
El amor hacía que la carga no lo fuera en realidad. Así debe pasar entre nosotros y Cristo. Sus mandamientos no son gravosos, sino un privilegio y una oportunidad para demostrar nuestro amor. Son difíciles, pero no son gravosos; porque Cristo nunca le impuso a nadie un mandamiento sin darle las fuerzas para cumplirlo; y un mandamiento nos provee de otra oportunidad de demostrar nuestro amor.
Debemos dejar la tercera respuesta para la próxima sección.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Deu 30:11; Mat 11:30; Jua 14:15; Jua 14:23-24; Jua 15:10; 2Jn 1:6.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
f 234 Jua 14:23; 2Jn 1:6
g 235 Deu 5:29; Deu 12:28
h 236 Deu 30:11; Miq 6:8
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
3 super (1) Véanse las notas 5 super (2) y 1. 15 super (3) del cap.2.
3 super (2) Guardar los mandamientos de Dios constituye nuestro amor para con El y es evidencia de que le amamos.
3 super (3) Lit., pesados. Los mandamientos de Dios no son pesados para la vida divina, dado que ésta es tan capaz.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
que… Por una parte theoú es genitivo (de Dios), y por la otra, la conjunción ína = para que, sirve para expresar un término de conclusión; mandamientos… → Jua 14:15.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R993 Aquí el uso apositivo de ἵνα es paralelo a ὅτι (comp. los vv. 9, 11 y Jua 4:34): que.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Por una parte theou250? es genitivo (de Dios), y por la otra, la conjunción ina = para que, sirve para expresar un término de conclusión.
5.3 g Jua 14:15.