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Comentario de Judas 1:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Judas 1:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Estos que participan en vuestras comidas fraternales son manchas, apacentándose a sí mismos sin temor alguno. Son nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos. Son árboles marchitos como en otoño, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados.

v. 12 — Véase 2Pe 2:13. «Estos son manchas». «Son escollos», dice la Versión Hispanoamericana. La palabra griega spilas significa una rosca o escollo que podría causar naufragio por cuanto está escondido bajo el agua. La conducta excesiva de estos maestros, dice Judas, daña grandemente la moralidad de los hermanos, como el escollo al barco, y trae desgracia y vergüenza al cuerpo de Cristo. Como el escollo no advierte, así éstos no anuncian sus propósitos destructores y ruinosos.

«en vuestros ágapes». «comidas de amor fraternal», dice la Versión Hispanoamericana. La palabra «ágape» es tomada literalmente del griego, que es agapai (el plural de agape, que quiere decir «amor»). Según el Sr. Thayer, los «ágapes» eran comidas que manifestaban el amor entre hermanos, proporcionadas por los hermanos ricos y en que participaban los más pobres. Eran celebradas antes de tomar la Cena del Señor por cristianos de los primeros siglos, pero descontinuadas en el siglo cuatro, según el testimonio de historiadores, porque fueron convertidas en ocasiones de lascivia por tales hombres como los aquí descritos por Judas. Pablo en 1Co 11:1-34 condena la práctica de corromper la Cena del Señor con tales comidas, diciendo que tenemos casas en que comer y beber. Los falsos, a los cuales se refiere Judas, corrompían estas comidas y abusaron de ellas, llegando para meter sus prácticas lascivas y costumbres sensuales.

Hay hermanos hoy en día que usan este pasaje para justificar la práctica moderna de que iglesias de Cristo de sus fondos erijan edificios (cocinas y comedores, y a veces hasta gimnasios, etcétera), llamados en inglés fellowship halls (literalmente, salones para comunión), en que juntarse los hermanos para comer y gozarse de una junta puramente social. Viendo muchas iglesias de Cristo que hace mucho tiempo que tienen tales cosas las iglesias sectarias, ahora quieren también tener lo mismo. Los «ágapes» de Jud 1:12 les parece servir de «prueba bíblica».

Pero, no es así. Notemos los siguientes puntos:

1. Las comidas sociales deben ser comidas en la casa, Hch 2:46; 1Co 11:22; 1Co 11:34. El propósito de la asamblea para culto a Dios no es social, sino espiritual. Son buenas las ocasiones sociales, pero pertenecen al hogar, a la casa.

2. Los «ágapes» no eran actividad de la colectividad (de la iglesia local, tomando dinero de las colectas semanarias para los gastos necesarios), sino de individuos. Los más ricos pagaban los gastos para realizar tales comidas. No hay mal alguno en que algunos hermanos preparen comidas y las sirvan gratis a hermanos más pobres, pero siendo actividad social de parte de individuos, debe ser guardada separada de las actividades de la colectividad (la iglesia local). Para tales comidas, dice Pablo, hay casas en que comer y beber.

3. La palabra «comunión» (en inglés fellowship, de donde viene el nombre del sitio para comer y beber — fellowship hall) no se emplea en el Nuevo Testamento en el sentido de comidas y diversas clases de entretenimiento de naturaleza puramente social. No hay «café y pan dulce» en la palabra «comunión», según usada en el Nuevo Testamento.

«que comiendo… a sí mismos». Pretenden éstos ser maestros, pero en lugar de alimentar (enseñar) a las ovejas, se alimentan a sí mismos en los ágapes al grado de ser comilones y gozar de sus concupiscencias. «Se deleitan en sus engaños mientras hacen fiesta con vosotros», escribe Pedro (2Pe 2:13). Compárense Ezequiel 34:2; Isa 56:11.

«nubes… por los vientos». Compárese 2Pe 2:17. Se presenta en la Biblia la doctrina de Dios bajo la figura de lluvia (Deu 32:2). Así es que presenta Judas a estos falsos maestros como nubes sin agua, o sea, con doctrina sin provecho. e jactan éstos de grande conocimiento pero son vacíos en realidad. Véase Pro 25:14. Compárese también Efe 4:14. Estos son un gran hueco espiritual que prometen mucho y se jactan grandemente, como una nube que a la tierra seca promete lluvia pero pasa sin dejar nada.

«árboles… desarraigados». Como la lluvia representa la doctrina, el fruto del árbol representa la vida que alguno vive. Estos maestros, como tienen doctrina prometedora pero es falsa, así tampoco producen nada bueno de vida. Con estas figuras de retórica, Judas está exponiendo la desolación espiritual de estos falsos maestros que defraudan las expectaciones de otros, como la higuera maldita por Cristo (Mat 21:19; Mar 11:21). Véase también Luc 13:6. No solamente son éstos como árboles sin fruto, sino completamente incapaces de llevarlo: «dos veces muertos y desarraigados». Tal es el carácter de los falsos maestros expuestos por Judas. Compárese Isa 1:30.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

estos son manchas. 2Pe 2:13, 2Pe 2:14.

en vuestros convites, o ágapes. 1Co 11:21, 1Co 11:22.

que banquetean, o comiendo impúdicamente. Sal 78:29-31; Isa 56:10-12; Eze 34:8, Eze 34:18; Luc 12:19, Luc 12:20, Luc 12:45; Luc 16:19; Luc 21:34; Flp 3:19; 1Ts 5:6, 1Ts 5:7; Stg 5:5.

nubes sin aguas. Pro 25:14; Ose 6:4; 2Pe 2:17.

son llevadas de acá para allá. Efe 4:14.

árboles otoñales. Sal 1:3; Sal 37:2; Mat 13:6; Mat 21:19, Mat 21:20; Mar 4:6; Mar 11:21; Luc 8:6; Jua 15:4-6.

dos veces muertos. 1Ti 5:6; Heb 6:4-8; 2Pe 2:18-20.

y desarraigados. 2Cr 7:20; Eze 17:9; Mat 15:13; Mar 11:20.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

manchas en vuestros ágapes: El pueblo de Dios fue defraudado por gente que parecía que eran mensajeros de Dios, pero en vez de eso eran ministros de Satanás (2Co 11:4, 2Co 11:13-15). La palabra griega manchas se puede traducir como «escollos ocultos», y sirve como fuente de advertencia para estar en guardia contra los impostores.

nubes sin agua … árboles sin fruto: Puede parecer que las nubes traerán la lluvia, hasta que el viento las barre (Pro 25:14). Puede parecer que los árboles son productivos, hasta que llega el otoño, la época en que hay que recoger los frutos. Los ministros de Satanás prometen crecimiento espiritual, pero no satisfacen el hambre de verdad del pueblo de Dios; no sólo no tienen frutos, sino tampoco tienen raíces, por lo que son incapaces de sustentarlos, ya que no pueden aprovechar la verdadera fuente de sustento (Sal 1:3). Hablan de Dios, pero en verdad no tienen Dios.

fieras ondas del mar … espuman … estrellas errantes: Esta gente sin Dios montaba un gran espectáculo, pero carecía de sustancia alguna. Hablaban de libertad, pero ponían al pueblo de Dios en esclavitud al pecado (2Pe 2:19). Después de que cometían sus malas acciones y lograban sus ganancias, como estrellas errantes, se iban a otros lugares para explotar nuevamente al pueblo de Dios.

eternamente la oscuridad: Podría suceder que no se castigara a estos impostores por sus malas acciones en este mundo y que los cristianos no descubrieran sus acciones, pero su castigo es cierto.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

DOS VECES MUERTOS. Los maestros apostatas entre los lectores de Judas están «dos veces muertos» (literalmente: «habiendo muerto dos veces»). Los falsos maestros fueron en otro tiempo creyentes en Cristo que habían «pasado de muerte a vida» (Jua 5:24) pero después se separaron de Cristo para pasar de vida a muerte (cf. Efe 2:1; véase Rom 8:13, nota). El versículo anterior da la razón de su muerte espiritual.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

manchas … ágapes. Vea la nota sobre 2Pe 2:13. «Manchas» también se puede traducir «rocas escondidas» O «arrecifes». Estos apóstatas eran manchas de mugre y suciedad en la vestimenta de la iglesia. Por medio de su presencia, convirtieron lo que Dios había diseñado como un viaje placentero y edificante en un riesgo inminente de naufragio espiritual. Los «ágapes» O «banquetes de amor» eran las ocasiones regulares en las que se reunía la iglesia primitiva para participar del pan y la copa en memoria del Señor, tras lo cual se acostumbraba tener una comida comunitaria (cp. 1Co 11:20-30). nubes sin agua. Vea la nota sobre 2Pe 2:17. Los apóstatas prometen vida espiritual pero son nubes vacías que traen la esperanza de lluvia y lo único que producen es sequedad y muerte (cp. Pro 25:14). Predican un evangelio falso que solo conduce al infierno. árboles … sin fruto. Los apóstatas alegan que suministran un banquete espiritual pero en lugar de esto solo producen hambre y desnutrición (cp. Luc 16:6-9). Los árboles que mueren nunca dan fruto y a pesar de lo que digan los apóstatas, siempre serán estériles porque ya han sido desarraigados de la verdad. Cp. Mat 7:17-20.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Vea las notas sobre 2Pe 2:13-17.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

v. 12 — Véase 2Pe 2:13. «Estos son manchas». «Son escollos», dice la Versión Hispanoamericana. La palabra griega spilas significa una rosca o escollo que podría causar naufragio por cuanto está escondido bajo el agua. La conducta excesiva de estos maestros, dice Judas, daña grandemente la moralidad de los hermanos, como el escollo al barco, y trae desgracia y vergüenza al cuerpo de Cristo. Como el escollo no advierte, así éstos no anuncian sus propósitos destructores y ruinosos.
«en vuestros ágapes». «comidas de amor fraternal», dice la Versión Hispanoamericana. La palabra «ágape» es tomada literalmente del griego, que es agapai (el plural de agape, que quiere decir «amor»). Según el Sr. Thayer, los «ágapes» eran comidas que manifestaban el amor entre hermanos, proporcionadas por los hermanos ricos y en que participaban los más pobres. Eran celebradas antes de tomar la Cena del Señor por cristianos de los primeros siglos, pero descontinuadas en el siglo cuatro, según el testimonio de historiadores, porque fueron convertidas en ocasiones de lascivia por tales hombres como los aquí descritos por Judas. Pablo en 1Co 11:1-34 condena la práctica de corromper la Cena del Señor con tales comidas, diciendo que tenemos casas en que comer y beber. Los falsos, a los cuales se refiere Judas, corrompían estas comidas y abusaron de ellas, llegando para meter sus prácticas lascivas y costumbres sensuales.
Hay hermanos hoy en día que usan este pasaje para justificar la práctica moderna de que iglesias de Cristo de sus fondos erijan edificios (cocinas y comedores, y a veces hasta gimnasios, etcétera), llamados en inglés fellowship halls (literalmente, salones para comunión), en que juntarse los hermanos para comer y gozarse de una junta puramente social. Viendo muchas iglesias de Cristo que hace mucho tiempo que tienen tales cosas las iglesias sectarias, ahora quieren también tener lo mismo. Los «ágapes» de Jud 1:12 les parece servir de «prueba bíblica».
Pero, no es así. Notemos los siguientes puntos:
1. Las comidas sociales deben ser comidas en la casa, Hch 2:46; 1Co 11:22; 1Co 11:34. El propósito de la asamblea para culto a Dios no es social, sino espiritual. Son buenas las ocasiones sociales, pero pertenecen al hogar, a la casa.
2. Los «ágapes» no eran actividad de la colectividad (de la iglesia local, tomando dinero de las colectas semanarias para los gastos necesarios), sino de individuos. Los más ricos pagaban los gastos para realizar tales comidas. No hay mal alguno en que algunos hermanos preparen comidas y las sirvan gratis a hermanos más pobres, pero siendo actividad social de parte de individuos, debe ser guardada separada de las actividades de la colectividad (la iglesia local). Para tales comidas, dice Pablo, hay casas en que comer y beber.
3. La palabra «comunión» (en inglés fellowship, de donde viene el nombre del sitio para comer y beber–fellowship hall) no se emplea en el Nuevo Testamento en el sentido de comidas y diversas clases de entretenimiento de naturaleza puramente social. No hay «café y pan dulce» en la palabra «comunión», según usada en el Nuevo Testamento.
«que comiendo… a sí mismos». Pretenden éstos ser maestros, pero en lugar de alimentar (enseñar) a las ovejas, se alimentan a sí mismos en los ágapes al grado de ser comilones y gozar de sus concupiscencias. «Se deleitan en sus engaños mientras hacen fiesta con vosotros», escribe Pedro (2Pe 2:13). Compárense Ezequiel 34:2; Isa 56:11.
«nubes… por los vientos». Compárese 2Pe 2:17. Se presenta en la Biblia la doctrina de Dios bajo la figura de lluvia (Deu 32:2). Así es que presenta Judas a estos falsos maestros como nubes sin agua, o sea, con doctrina sin provecho. e jactan éstos de grande conocimiento pero son vacíos en realidad. Véase Pro 25:14. Compárese también Efe 4:14. Estos son un gran hueco espiritual que prometen mucho y se jactan grandemente, como una nube que a la tierra seca promete lluvia pero pasa sin dejar nada.
«árboles… desarraigados». Como la lluvia representa la doctrina, el fruto del árbol representa la vida que alguno vive. Estos maestros, como tienen doctrina prometedora pero es falsa, así tampoco producen nada bueno de vida. Con estas figuras de retórica, Judas está exponiendo la desolación espiritual de estos falsos maestros que defraudan las expectaciones de otros, como la higuera maldita por Cristo (Mat 21:19; Mar 11:21). Véase también Luc 13:6. No solamente son éstos como árboles sin fruto, sino completamente incapaces de llevarlo: «dos veces muertos y desarraigados». Tal es el carácter de los falsos maestros expuestos por Judas. Compárese Isa 1:30.

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL RETRATO DE LOS INICUOS

Judas 1:12-16

Estas personas son rocas ocultas que amenazan hacer zozobrar vuestras Fiestas del Amor. En ellas arman juergas con sus pandillas sin el más mínimo remordimiento. No tienen el menor sentimiento de responsabilidad con nadie más que consigo mismos. Son nubes que no traen ni una gota de lluvia, sino que pasan de largo arrastradas por los vientos. Son árboles sin fruto aun en el tiempo de la cosecha de otoño, muertos por partida doble y desarraigados. Son fieras olas del mar que espumarajean sus propias obras desvergonzadas. Son estrellas errantes a las que esperan para siempre los abismos de la oscuridad. Fue de ellos de los que profetizó Henoc, el séptimo descendiente de Adán, cuando dijo:

«¡Fijaos! El Señor ha venido con miríadas de Sus santos para dictar sentencia contra todos y para condenar a todos los impíos por todas sus acciones impías que han cometido impíamente, y por las palabras blasfemas que los pecadores impíos han dicho contra Él. «

Estos son quejicas que no hacen más que protestar lastimeramente de todo lo que Dios les ha asignado en la vida. Lo único que gobierna su conducta son sus caprichos. No sueltan por la boca nada más que palabras altisonantes. Adulan a la gente para sacar partido.

Esta es una de las grandes invectivas del Nuevo Testamento, surgida de una indignación moral al rojo vivo. Como lo expresaba Moffatt: » Se acude a los cielos, a la tierra y al mar para hacer una descripción del carácter de estos hombres.» Aquí tenemos una serie de cuadros vívidos, todos con su sentido particular. Considerémoslos uno a uno.

(i) Son como rocas ocultas que amenazan hacer zozobrar las Fiestas de Amor de la Iglesia. Este es el único caso en que hay dudas acerca de lo que Judas quiere decir; pero de una cosa no hay duda: los malvados son un peligro para las Fiestas del Amor. La Fiesta del Amor, el Agapé, era una de las primeras características de la Iglesia. Era una comida fraternal que se tenía el Día del Señor. A ella traía cada uno lo que podía, y todos participaban. Era una idea preciosa el que los cristianos de cada grupito casero se sentaran juntos a la mesa el Día del Señor para comer juntos. Sin duda habría algunos que no podrían contribuir con mucho, y algunos con nada más que un poquito. Para muchos de los esclavos sería probablemente la única comida decente de la semana.

Pero los Agapés empezaron a deteriorarse muy pronto. Podemos ver los problemas que se iniciaron en la iglesia de Corinto, porque Pablo declara que en sus Fiestas de Amor no había más que división. Se dividían en grupos y secciones; algunos tenían demasiado, y otros se quedaban con hambre; y la ocasión se había convertido para algunos en una juerga inmoral (1Co 11:17-22 ). A menos que el Agapé fuera una verdadera fraternidad, era una parodia, y muy pronto empezó a desmentir su nombre.

Los oponentes de Judas estaban convirtiendo las Fiestas del Amor en una parodia. La versión Reina-Valera dice que Judas los llama » manchas en vuestros ágapes» (versículo 12); y eso coincide con el pasaje paralelo de 2Pe 2:13 : «inmundicias y manchas.» Hemos traducido la expresión de Judas por » rocas ocultas.»

Lo difícil es que Pedro y Judas no usan la misma palabra, pero sí palabras muy parecidas. La palabra de 2 Pedro es spilos, que quiere decir incuestionablemente una mancha; pero la palabra de Judas es spilás, que es bastante rara. Puede que quiera decir una mancha, porque en griego posterior se podía usar para las manchas o las vetas de una piedra de ópalo; pero en el griego contemporáneo su significado más frecuente era una roca sumergida, o mediosumergida, en la que un barco podía naufragar fácilmente. Creemos que el segundo significado es aquí el más probable.

En las Fiestas del Amor los miembros de la iglesia estaban muy unidos de corazón, y se daban el beso de la paz. Estos malvados usaban las Fiestas del Amor como ocasión para gratificar su concupiscencia. Es terrible que entren personas a la iglesia y usen las oportunidades que da su comunión para sus propios fines pervertidos. Estas personas eran como rocas ocultas en las que la comunión de las Fiestas del Amor corría peligro de naufragar.

EL EGOÍSMO DE LOS MALVADOS

Judas 1:12-16 (continuación)

(ii) Estos malvados arman juergas por grupos y no tienen sentimiento de responsabilidad para con nadie más que consigo mismos. Estas dos cosas van juntas, porque las dos subrayan su egoísmo a ultranza.

(a) Arman juergas en sus pandillas sin el menor remordimiento. Esta era exactamente la misma situación que Pablo condenó en 1 Corintios. La Fiesta del Amor se suponía que era un acto de comunión; y la comunión se demostraba compartiendo todas las cosas. En vez de compartir, los malvados se mantenían apartados en sus grupitos, y guardaban para sí todo lo que tenían. En 1 Corintios Pablo llega hasta a decir que las Fiestas del Amor se convertían para algunos en borracheras, en las que cada uno se apropiaba de todo lo que podía (1Co 11:21 ). Ninguna persona que esté en la iglesia para aprovecharse y mantenerse dentro de su grupito puede pretender que se ha enterado de lo que quiere decir ser miembro de la Iglesia.

(b) Hemos traducido la frase siguiente: » No tienen sentimiento de responsabilidad para con nadie más que consigo mismos.» El original quiere decir literalmente » pastorearse a sí mismos.» El deber de un responsable de la iglesia es ser un pastor del rebaño de Dios (Hch 20:28 ; 1Pe 5:2 s). El falso pastor se cuidaba mucho más de sí mismo que de las ovejas que se suponía que estaban a su cuidado. Ezequiel describe a los falsos pastores, a los que debían quitarse los privilegios: «»¡Tan cierto como que Yo estoy vivo! -ha dicho el Señor Dios-, que Mi rebaño ha estado expuesto al robo, y Mis ovejas a ser presa de todas las fieras del campo, porque no tenían pastor; porque Mis pastores no buscaron a Mis ovejas, sino que se apacentaron a sí mismos y no apacentaron a Mis oveSantiago» Por eso, pastores, oíd palabra del Señor. Así ha dicho el Señor Dios: «¡Yo estoy contra los pastores y demandaré Mis ovejas de su mano, y haré que dejen de apacentar Mis ovejas!»» (Ez 34:8-10 ). El hombre que no siente ninguna responsabilidad por el bienestar de nadie más que el de sí mismo es culpable.

Así es que Judas condena el egoísmo que destruye la comunión, y la falta de sentido de responsabilidad hacia los demás.

(iii) Los malvados son como nubes que el viento arrastra sin que llueva ni una gota, y como árboles en el tiempo de la cosecha que no tienen ningún fruto. Estas dos frases van juntas, porque describen a las personas que pretenden ofrecer grandes cosas pero que son esencialmente inútiles. Había veces en Palestina -corito en España- que el pueblo oraba por la lluvia. Algunas veces se podían ver pasar las nubes por el cielo despertando la esperanza de la lluvia, pero no caía ni una gota. Las nubes pasaban volando, y la lluvia no llegaba. En cualquier tiempo de la cosecha había árboles que parecía que estaban cargados de fruta, pero que, cuando los cosechadores se acercaban a ellos no encontraban ni una.

En estos ejemplos se presenta una gran verdad. La promesa sin cumplimiento es inútil, y en el Nuevo Testamento no hay nada que se condene tanto como la inutilidad. Ningún despliegue de alarde externo o de palabras bonitas puede ocupar el lugar de la utilidad para los demás. Como se ha dicho: » Si uno no sirve a nadie, no sirve para nada.»

EL RESULTADO DE LA DESOBEDIENCIA

Judas 1:12-16 (continuación)

Judas pasa a hacer una descripción muy gráfica de estos malvados. «Son fieras olas del mar que espumarajean sus propias obras desvergonzadas.» La imagen es la siguiente. Después de una tormenta, cuando las olas han estado azotando la orilla con. sus rociadas y espuma, siempre queda en la orilla una cinta de algas y de maderas de todas clases y toda clase de feos desechos del Marcos Esa es siempre una escena desagradable; pero en el caso de cierto mar lo es aún más que en ningún otro. Las aguas del mar Muerto pueden ser azotadas formando olas, y estas olas, también, echan desechos a la orilla; pero en este ejemplo se da una circunstancia exclusiva. Las aguas del mar Muerto están tan saturadas de sal que se comen la corteza de todos los troncos, que, cuando son arrojados a la orilla, relucen de puro blancos, más como huesos que como maderos. Las obras de los malvados son como los desechos inútiles y horripilantes que dejan las olas desperdigados sobre la orilla después de una tormenta, y recuerdan las reliquias macabras de las tormentas del mar Muerto. Así retrata Judas vívidamente la fealdad de las acciones de sus oponentes.

Judas usa otra ilustración más. Los malvados son como estrellas errantes que se sumen en un abismo de oscuridad por su desobediencia. Esta es una figura tomada directamente del Libro de Henoc. En ese libro se identifican a veces las estrellas con los ángeles; y hay una descripción del destino de las estrellas que, desobedientes a Dios, se apartaron de la órbita que se les había señalado, y fueron destruidas. En su viaje por todo el mundo, Henoe llegó a un lugar donde no vio » ni los cielos por arriba ni la tierra firmemente fundada, sino un lugar caótico y horrible.» Y prosigue: » Y allí vi siete estrellas del cielo que estaban atadas juntas, como grandes montañas, y ardiendo con fuego. Entonces yo dije: «¿Por qué pecado están atadas, y en razón de qué las han arrojado aquí?» Y dijo Uriel, uno de los santos ángeles, que estaba conmigo y que estaba a cargo de aquellas: «Henoc, ¿por qué preguntas y por qué anhelas la verdad? Este es un número de estrellas del cielo que han transgredido el mandamiento del Señor, y están atadas aquí hasta que pasen diez mil años, el tiempo señalado hasta que sus pecados hayan transcurrido.»» (Henoc 21:1-6). El destino de las estrellas errantes es característico del de las personas que desobedecen los mandamientos de Dios y, como si dijéramos, siguen su propio camino.

Judas confirma entonces todo esto con una profecía; pero la profecía está tomada también de Henoc. El pasaje dice exactamente: » ¡Y fijaos! Él viene con miríadas de Sus santos a ejecutar juicio sobre todos, y a destruir a todos los impíos; y a condenar a toda carne por todas las obras impías que han perpetrado impíamente; y por todas las palabras duras que los pecadores impíos han hablado contra El» (Henoc 1:9).

Esta cita ha suscitado muchas preguntas con respecto a Judas y Henoc. No cabe duda que en los días de Judas, y en los días de Jesús, Henoc era un libro muy popular, que todos los judíos piadosos conocían y leían. Es normal que, cuando los autores del Nuevo Testamento querían confirmar sus palabras, echaran mano de citas del Antiguo Testamento usándolo como la Palabra de Dios. ¿Habremos de considerar Henoc como Sagrada Escritura ya que Judas lo usa exactamente como usaría cualquiera de los profetas? O ¿hemos de tomar el punto de vista que menciona Jerónimo, que Judas no se puede considerar Escritura porque comete la equivocación de usar como Escritura un libro que no lo es en realidad?

No tenemos por qué gastar tiempo en este debate. El hecho es que Judas, un judío piadoso, conocía y amaba el Libro de Henoc, y se había criado en un círculo en el que era considerado con respeto y hasta con reverencia; y lo cita con perfecta naturalidad, sabiendo que sus lectores lo reconocerían y respetarían. En realidad, el canon hebreo del Antiguo Testamento no se cerró hasta finales del siglo I después de Cristo, siendo una de las razones que impulsaron a ello el hecho de que la Iglesia Cristiana usaba como Escritura libros de los judíos de la Diáspora que no se habían escrito o se conservaban en hebreo. Judas hizo en realidad lo mismo que todos los autores del Nuevo Testamento, y que todos los escritores hacen en todas las épocas: se dirigió a su audiencia en el lenguaje que se podía reconocer y entender.

CARACTERÍSTICAS DE LOS MALVADOS

Judas 1:12-16 (conclusión)

En el versículo 16 Judas especifica tres últimas características de los malvados.

(i) Son protestones, permanentemente descontentos con la vida que Dios les ha asignado. En este cuadro Judas usa dos palabras, una de las cuales que les sería muy familiar a sus lectores judíos, y la otra, a los griegos.

(a) La primera es gonguystés. Esta palabra describe las voces descontentas de los murmuradores y es la misma que aparece frecuentemente en la traducción griega del Antiguo Testamento para las murmuraciones de los israelitas contra Moisés cuando los guiaba por el desierto (Ex 15:24 ; Ex 17:3 ; Nm 14:29 ). Parece reproducir onomatopéyicamente el susurro de descontento resentido que surgía del pueblo rebelde. Estos malvados del tiempo de Judas eran la contrapartida moderna de los murmuradores israelitas del desierto, personas llenas de quejas malhumoradas contra la mano guiadora de Dios.

(b) La segunda es mempsímoiros. Está formada por dos palabras griegas: mémfesthai, que quiere decir echar las culpas, y moira, la suerte o la vida de uno. Un mempsímoiros era un hombre que estaba siempre quejándose de la vida en general. Teofrasto, el gran maestro en la descripción de personajes, tiene un estudio cómico y burlesco del mempsímoiros que vale la pena citar completo:

El quejumbroso es el que se pasa de quejarse indebidamente de su suerte en todos los casos. El quejumbroso le dirá al amigo que le trae una porción de su propia mesa: «Esto es una muestra de lo tacaño que eres conmigo, porque no has querido invitarme a comer contigo en persona.» Cuando su amante le está dando un beso, él le dice: «Me pregunto si me estarás besando de corazón, o porque quieres algo de mí.» Está disgustado con

Zeus, no porque no le mande la lluvia, sino porque ha tardado algo en mandársela. Cuando se encuentra una cartera en la calle, se pone: «¡Ah! No me encuentro nunca un tesoro que valga la pena.» Cuando ha comprado un esclavo barato después de regatearle el precio al vendedor hasta agotarle, exclama: «¡No será una ganga cuando me lo ha dejado tan barato!» Cuando le dan la buena noticia de que le ha nacido un niño, entonces es que: » Si me dices que esto me va a costar la mitad de mi fortuna me habrás dicho la verdad.» Si gana un pleito mediante un veredicto unánime, está seguro de encontrarle faltas al que ha hecho su defensa por omitir muchas circunstancias que le eran favorables. Y si se ha hecho una suscripción a su favor entre sus amigos, y uno de ellos le dice: «¡Alegra esa cara 1,» él le responde: «¿De qué, si se lo voy a tener que devolver a todos y el chollo será para ellos?»

Aquí, trazado hábilmente por la pluma sutil de Teofrasto, tenemos el retrato de uno de esos que encuentran siempre algo de que quejarse en cada situación. Puede encontrarle alguna pega al mejor dé los negocios, al más amable de los gestos, al más redondo de los éxitos, a la buena suerte más voluminosa. «Gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento» (1Co 6:6 ); pero los malvados están siempre descontentos con la vida y con todo lo que Dios les asigna. Hay pocas personas que sean menos populares que el quejica crónico, y los tales harían bien en tener presente que su actitud equivale a un insulto a Dios.

(ii) Judas reitera un detalle de estos malvados, que ya ha señalado una y otra vez: su conducta está gobernada por sus deseos. Para ellos la disciplina y el dominio propio no sirven para nada. Para ellos la ley moral no es más_que una carga y un fastidio; el honor y el deber no les incumben; no tienen ningún deseo de servir, ni ningún sentido de responsabilidad; no valoran más que el placer, y su única dinámica es el deseo. Si todo el mundo fuera así, el mundo sería un completo caos.

(iii) Hablan con orgullo y arrogancia, y sin embargo al mismo tiempo están dispuestos a halagar a los grandes si piensan creen que pueden obtener algún beneficio. Es perfectamente posible que una persona sea al mismo tiempo un tipo rimbombante con las personas a las que trata de impresionar, y un adulador halagüeño con las personas que considera importantes. Los oponentes de Judas se ensalzaban a sí mismos y adulaban a los demás según demandara la ocasión; y su progenie se encuentra a veces entre nosotros.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

2Pe 3:13; 2Pe 3:17; (ver 1Co 11:21).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

s 46 2Ti 3:6; 2Pe 2:13

t 47 Eze 34:8

u 48 2Pe 2:17

v 49 Efe 4:14

w 50 Mat 15:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

escollos ocultos en…ágapes. La arrogancia e inmoralidad de los falsos maestros ponen en peligro el propósito del ágape, que generalmente incluía la celebración de la Cena del Señor.

nubes sin agua…árboles…sin fruto. Estos impíos engañadores no producen ningún beneficio ni bendición alguna.

Fuente: La Biblia de las Américas

12 (1) La palabra griega significa una roca. «Tal vez se refiera a una roca sumergida, cubierta por el mar» (Darby); por ende, escollos ocultos. La palabra griega traducida manchas en 2Pe_2:13 es muy parecida a la palabra que aquí se traduce escollos ocultos es por esto que algunas traducciones dicen manchas. En realidad, estas dos palabras se refieren a dos cosas diferentes. Las manchas son defectos en la superficie de las piedras preciosas; los escollos ocultos están en el fondo del agua. Los primeros herejes no solamente eran manchas en la superficie, sino también escollos ocultos en el fondo; las dos cosas perjudicaban a los que creían en Cristo.

12 (2) Banquetes de amor motivados por el amor de Dios (el amor más elevado, 1Jn_4:10-11 , 1Jn_4:21). En los primeros días los creyentes a menudo comían juntos con amor para tener comunión y adorar a Dios ( Hch_2:46).

Estas reuniones eran parte de la cena del Señor ( 1Co_11:20-21 , 1Co_11:33) y se les llamaba ágapes.

12 (3) Los herejes ávidos de placeres ( 2Pe_2:13) se hacían pasar por pastores, pero en los ágapes sólo se alimentaban a sí mismos y no se preocupaban por los demás. Con respecto a los demás, ellos eran nubes sin agua; no podían suministrar vida.

12 (4) Cfr. 2Pe_2:17 y la nota 1.

12 (5) El otoño es la estación en que se cosecha la fruta. Los apóstatas egoístas parecían ser árboles frutales en tiempo de cosecha, pero no tenían fruto para satisfacer a otros. Habían muerto dos veces, no sólo externamente, en apariencia, como la mayoría de los árboles en el otoño, sino también interiormente, en naturaleza. Estaban totalmente muertos; por consiguiente, convenía desarraigarlos.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

ágapes. Estas cenas de confraternidad se comían en conexión con la Cena del Señor (véase nota en 1Co 11:20). El orgullo, la avidez y la rebeldía compendiaban las iniquidades de los impíos (v. Jud 1:4) que corrompían estos ágapes.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

escollos… Gr. spilás. Es decir, peligros ocultos. Otras versiones: manchas (gr. spílos); ágapes… Es decir, fiestas de amor; sin temor… Esto es, sin temor de Dios.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R704 Οὗτοι tiene el género masculino porque se refiere a personas.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, manchas ocultas

Fuente: La Biblia de las Américas

N escollos.

1.12 ágapes = fiestas de amor (prob. la Cena Dominical g 1Co 11:17-20).

1.12 Esto es, sin temor de Dios.

Fuente: La Biblia Textual III Edición