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Comentario de Apocalipsis 6:9 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Apocalipsis 6:9 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que ellos tenían.

6:9 — Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían —

El Cordero abre el quinto sello, y así revela el reposo gozado por las almas de los mártires, y la razón por qué hay una demora en su venganza. (El segundo sello indicó su martirio. Antipas fue uno de ellos; 2:13).

— vi bajo el altar — Es donde era echada la sangre de los animales sacrificados (Lev 4:7). Cristo es nuestro «altar» (Heb 13:10), y por su causa algunos han sido sacrificados (por ejemplo, 2Ti 4:6).

— las almas de los que habían sido muertos — Dice Lev 17:11, «Porque la vida de la carne en la sangre está». El hombre tiene alma; los Testigos de Jehová enseñan lo contrario. En la sangre está la vida de la carne, pero el alma es otra cosa. Ellos habían sido muertos porque defendían el evangelio de Cristo. Su sangre había sido derramada. Murieron, pues la vida de la carne en la sangre está. Pero ¡no dejaron de existir! ¡No fueron aniquilados y olvidados! Juan vio sus almas, y oyó sus voces y lo que decían.

Ellos se refirieron a los que «moran en la tierra» (versículo 10), porque ellos estaban en el Hades, donde moran las almas hasta la resurrección (véase 6:7,8, comentario). ¡Estaban conscientes! La muerte del cuerpo no es el fin de la existencia de uno, porque el hombre es más que cuerpo y respiración. Este pasaje es un golpe de muerte a la doctrina del materialismo de que el alma «duerme» y por eso no siente ni sabe nada.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

vi debajo del altar. Apo 8:3; Apo 9:13; Apo 14:18; Lev 4:7; Jua 16:2; Flp 2:17; 2Ti 4:6.

las almas. Apo 20:4; 2Co 5:8; Flp 1:23.

muertos por la palabra de Dios. Apo 1:9; Apo 2:13; Apo 11:3-7; Apo 12:11-17; Apo 19:10; 2Ti 1:8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

el quinto sello se centra en los mártires asesinados por defender la palabra de Dios y el testimonio de Cristo; la misma razón por la que Juan fue enviado al destierro en la isla de Patmos (Apo 1:9). Las almas de estos mártires están bajo el altar porque la sangre del sacrificio se vertía al lado de la base del altar en el Templo (Éxo 29:12). Los mártires están impacientes de que el Señor vengue su sangre y juzgue a todos los que no se encuentran entre sus redimidos (Apo 5:9). Esta venganza no se llevará a cabo hasta Apo 19:2.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

MUERTOS POR CAUSA DE LA PALABRA DE DIOS. Cuando se abre el quinto sello, Juan contempla lo que sucede en el cielo. Los «muertos por causa de la Palabra de Dios» son los que fueron martirizados por su fe en Cristo y en la verdad de su Palabra.

(1) A ellos se les pide que tengan paciencia porque todavía muchos morirán por su fe (cf. Apo 7:13-14; Apo 13:15; Apo 18:24; Apo 20:4).

(2) El período de la tribulación será un tiempo terrible de persecución para los que aceptan el evangelio y se mantienen fieles a Dios y a su Palabra (véanse Apo 3:10, nota; Apo 7:9, nota; Apo 14:6, nota). Tal vez todos los mártires de las épocas pasadas también formen parte del grupo de los que están debajo del altar.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

el quinto sello. Este sello describe el ímpetu de las oraciones de los santos por la venganza de Dios. Los acontecimientos que acompañan su apertura comienzan en la primera mitad de la tribulación y marcan su punto medio para dar comienzo la segunda mitad del período de siete años que se llama la gran tribulación (Apo 2:22; Apo 7:14; vea las notas sobre Dan 9:24-27; Mat 24:9 ; Mat 24:15; 2Ts 2:3-4). El segundo período de tres años y medio (Apo 11:2; Apo 12:6; Apo 13:5) incluye el día del Señor, en el cual Dios desata su juicio e ira implacables sobre la tierra en olas que crecen en intensidad (vea la nota sobre 1Ts 5:2). bajo el altar. Una referencia probable al altar del incienso que representaba cómo las oraciones de los santos ascienden a Dios (Apo 5:8; cp. Éxo 40:5). las almas de los que habían sido muertos. Los cristianos martirizados por su fe (cp. Apo 7:9; Apo 7:13-15; Apo 17:6; Mat 24:9-14; vea también Mar 13:9-13; Luc 21:12-19).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

6:9 — Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían —
El Cordero abre el quinto sello, y así revela el reposo gozado por las almas de los mártires, y la razón por qué hay una demora en su venganza. (El segundo sello indicó su martirio. Antipas fue uno de ellos; 2:13).
— vi bajo el altar — Es donde era echada la sangre de los animales sacrificados (Lev 4:7). Cristo es nuestro «altar» (Heb 13:10), y por su causa algunos han sido sacrificados (por ejemplo, 2Ti 4:6).
— las almas de los que habían sido muertos — Dice Lev 17:11, «Porque la vida de la carne en la sangre está». El hombre tiene alma; los Testigos de Jehová enseñan lo contrario. En la sangre está la vida de la carne, pero el alma es otra cosa. Ellos habían sido muertos porque defendían el evangelio de Cristo. Su sangre había sido derramada. Murieron, pues la vida de la carne en la sangre está. Pero ¡no dejaron de existir! ¡No fueron aniquilados y olvidados! Juan vio sus almas, y oyó sus voces y lo que decían.
Ellos se refirieron a los que «moran en la tierra» (versículo 10), porque ellos estaban en el Hades, donde moran las almas hasta la resurrección (véase 6:7,8, comentario). ¡Estaban conscientes! La muerte del cuerpo no es el fin de la existencia de uno, porque el hombre es más que cuerpo y respiración. Este pasaje es un golpe de muerte a la doctrina del materialismo de que el alma «duerme» y por eso no siente ni sabe nada.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LAS ALMAS DE LOS MÁRTIRES

Apocalipsis 6:9-11

Cuando abrió el quinto sello vi debajo del altar las almas de los que habían sido ajusticiados por causa de la Palabra de Dios y por el testimonio que habían dado. Y gritaban alzando la voz:

-¿Hasta cuándo, Señor Santo y Verdadero, Te vas a contener de juzgar y vengar nuestra sangre sobre los que habitan en la Tierra?

Y se le dio a cada uno de ellos una túnica blanca, y se les dijo que descansaran todavía otro poco hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que habían de ser muertos.

Al romperse el quinto sello se presenta la visión de las almas de los que han muerto por la fe.
Jesús no dejó a Sus seguidores en la menor duda en cuanto a los sufrimientos y el martirio que serían llamados a sufrir. «Entonces os entregarán a tribulación, os matarán y seréis odiados por todos por causa de Mi nombre» (Mt 24:9 ; Mr 13:9-13 ; Lc 21:12; Lc 21:18 ). Llegaría el día en que los que mataran a los cristianos creerían que estaban prestándole un servicio a Dios (Jn 16:2 ).

La idea de un altar en el Cielo se encuentra más de una vez en Apocalipsis (8:5; 14:18). No era ni mucho menos una idea nueva. Cuando se hizo el mobiliario del Tabernáculo, cada pieza se hizo conforme al modelo que Dios poseía y le mostró a Moisés (Ex 25:9; Ex 25:40 ; Nm 8:4 ; He 8:5 ; He 9:23 ). Los que escribieron acerca del Tabernáculo y del Templo estaban convencidos de que el modelo de todas las cosas santas existía en el Cielo.

Las almas de los que habían sido ajusticiados estaban allí, debajo del altar. La imagen está tomada directamente del ritual de los sacrificios del Templo. Para un judío, lo más santo de cualquier sacrificio era la sangre, porque la sangre se identificaba con la vida, y la vida pertenecía a Dios (Levítico 17: Il -14). Por esa razón, se estipulaba específica la ofrenda de la sangre.

» Echará el resto de la sangre del becerro al pie del altar del holocausto» (Lv 4:7 ). Es decir: la sangre se ofrecía al pie del altar.

Esto nos da el sentido de este pasaje. Las almas de los mártires están debajo del altar. Es decir: su sangre vital se ha derramado como una ofrenda a Dios. La idea de que la vida de los mártires es un sacrificio ofrecido a Dios estaba en la mente de Pablo. Dice que se regocijará si es ofrecido en el sacrificio y el servicio de la fe de los Filipenses (Fil 2:17 ). «Yo ya estoy a punto de ser sacrificado,» le dice a Timoteo (2 Timoteo 4:6 ). En tiempos de los Macabeos los judíos sufrieron terriblemente a causa de su fe. Hubo una madre cuyos siete hijos fueron amenazados de muerte por su lealtad a la fe judía. Ella los animó a no ceder, y les recordó que Abraham no se había negado a ofrecer a Isaac. Les dijo que, cuando llegaran a la gloria, tenían que decirle a Abraham que él había construido un altar de sacrificio, pero la madre de ellos había construido siete. En el judaísmo posterior se decía que el arcángel Miguel sacrificaba en el altar del Cielo las almas de los íntegros y de los que habían sido fieles en el estudio de la Ley. Cuando Ignacio de Antioquía iba de camino a Roma para sufrir el martirio, pedía en oración ser hallado digno de ser un sacrificio para Dios.

Hay aquí una verdad grande y alentadora. Cuando una persona buena muere por causa de la bondad, puede que parezca una tragedia, o el desperdicio de una vida noble, o la acción de los malos, y por supuesto que puede que sea todas esas cosas; pero cada vida que se ofrece por el bien y por la verdad y por Dios es a fin de cuentas más que cualquiera de esas cosas: es una ofrenda que se hace a Dios.

EL CLAMOR DE LOS MÁRTIRES

Apocalipsis 6:9-11 (conclusión)

Hay tres cosas en esta sección que debemos notar.
(i) Tenemos el grito eterno de los justos dolientes -«¿Hasta cuándo?» Este era el grito del salmista. ¿Hasta cuándo se les iba a permitir a los paganos afligir al justo pueblo de Dios? ¿Hasta cuándo se les iba a consentir burlarse de Su pueblo preguntándole dónde estaba su Dios y qué estaba haciendo? (Sal 79:5-10 ). Lo que debemos recordar es que cuando los santos de Dios lanzaron este. grito estaban sorprendidos ante la aparente inactividad de Dios, pero no tenían la menor duda de que Él habría de intervenir definitivamente para vindicar a los justos.

(ii) Tenemos aquí una actitud que nos es fácil criticar. Los santos deseaban de hecho ver que sus perseguidores recibían su justo castigo. Nos es difícil comprender la idea de que parte del gozo del Cielo fuera ver el castigo de los pecadores en el Infierno. Un autor judío escribió en La asunción de Moisés (10:10) que oyó decir a Dios:

Y tú mirarás desde las alturas, y verás a tus enemigos en Gehena.
Y los reconocerás y te regocijarás, y Le darás gracias a tu Creador y Le confesarás.

Y algo después, Tertuliano (En relación con los espectáculos 30) había de burlarse de los paganos con su amor a los espectáculos, y decirles que el espectáculo que esperaban los cristianos con más ilusión era ver a sus perseguidores retorcerse en el Infierno:

Os encantan los espectáculos; pero esperad el mayor de todos los espectáculos, el juicio final y eterno del universo. ¡Cómo admiraré, cómo me reiré, cómo me regocijaré, cómo celebraré cuando contemple a tantos monarcas orgullosos, y supuestos dioses, gimiendo en el más profundo abismo de tinieblas; a tantos magistrados que persiguieron el nombre del Señor, retorciéndose en llamas más feroces que las que ellos encendieron contra los cristianos; a tantos filósofos sabihondos tostándose en rojas llamas con sus ilusos discípulos; a tantos poetas célebres temblando ante el tribunal, no de Minus, sino de Cristo; a tantos actores, más a tono en la expresión de sus propios sufrimientos; a tantos bailarines haciendo cabriolas en las llamas.

Es fácil sentir asco ante el espíritu de venganza que podía escribir cosas así; pero debemos recordar por lo que pasaron aquellos hombres: la agonía de las llamas, la arena del circo con sus fieras, las torturas sádicas que tuvieron que sufrir. Solo tenemos derecho a criticarlo si hemos pasado por la misma agonía.
(iii) Los mártires deben descansar en paz un poco más de tiempo hasta que se complete su número. Los judíos tenían la convicción de que el drama de la Historia se tenía que representar hasta su final antes de que llegara el fin. Dios no intervendría hasta que la medida señalada se hubiera alcanzado (2 Esd 4:36 ). Se tenía que completar el número de los justos que habían de ser ofrecidos (Henoc 47:4). El Mesías no vendría hasta que hubieran nacido todas las almas que hubieren de nacer. El eco de la misma idea resuena en el Oficio de Sepultura del Libro de Oraciones de la Iglesia Anglicana -párrafo que no figura en el lugar correspondiente de la liturgia de la I E.R E.-: «Te suplicamos que sea Tu voluntad en Tu generosa bondad que se cumpla en breve el número de Tus elegidos y se apresure la venida de Tu Reino.» Es una idea curiosa, pero conlleva la de que toda la Historia está en las manos de Dios, y de que en ella y a través de toda ella Dios está cumpliendo Su propósito hacia un fin indudable.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Apo 7:14; Apo 20:4.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— vivos: Lit. y vi debajo del altar las almas de los que...: Ver nota a 1Pe 2:25.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

El quinto sello

Las almas de los mártires estaban debajo del altar porque, por decirlo así, habían sido “sacrificados” (cf. Fil 2:17; 2 Tim. 4:6). Se trataba de una idea que los judíos apreciaban. El rabino Akiba enseñaba: “El que es enterrado en la tierra de Israel es como si fuera enterrado debajo del altar, porque toda la tierra de Israel es adecuada para el altar y el que es enterrado debajo del altar es como si fuera enterrado bajo el trono de gloria.” A la luz de 12:17, el testimonio que los mártires tenían es el testimonio de Jesús (ver también 1:2 y 19:10).

10, 11 El vestido blanco que les fue dado es probablemente una representación de su justificación por medio de Cristo a la luz de la condena de ellos por el mundo, y así una señal y una prenda de la gloria que les pertenecerá en la “primera resurrección” (20:4-6). Esta visión de los mártires se considera como una parte integral de los juicios del Señor, pues la oración pidiendo justicia (10) se concede y por lo mismo el fin se apresura.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) O: “aun”.

(2) “Obra de testimonio.” Lit.: “testimonio”. Gr.: mar·ty·rí·an; lat.: te·sti·mó·ni·um.

REFERENCIAS CRUZADAS

x 320 Lev 4:7; Rev 8:3

y 321 Lev 17:11; Rev 17:6

z 322 Mat 24:9; 1Jn 3:12

a 323 Mat 24:14; Jua 18:37; Rev 20:4

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

las almas…que habían sido muertos. Estos son los que han sido matados por la bestia (11:7; 13:15; 17:6).

Fuente: La Biblia de las Américas

9 (1) Los siete sellos están divididos, primero, en grupos de cuatro y tres, y, segundo, en grupos de seis y uno. El número cuatro representa a las criaturas, simbolizadas por los cuatro seres vivientes, y el número seis representa a la creación (la creación fue terminada en seis días). El número tres representa al Dios Triuno, y el número uno representa al único Dios. Por consiguiente, tanto cuatro más tres como seis más uno indican que los siete sellos llevan a Dios, por medio de Su juicio, todo lo que El creó.

El quinto sello revela el martirio por el cual pasaron muchos cristianos desde el primer siglo hasta finales de esta era. (Esto quizá incluya el martirio de los santos del Antiguo Testamento, Mat_23:34-36 .) Mientras la predicación del evangelio progresa, como lo indica el primer sello, los santos fieles siguen muriendo como mártires.

9 (2) En figura, el altar se encuentra en el atrio del tabernáculo y en el del templo, y el atrio representa la tierra. Por lo tanto, el área que está bajo el altar es la región que está debajo de la tierra, donde se encuentran las almas de los santos martirizados. Es el Paraíso al cuál el Señor Jesús fue después de Su muerte ( Luc_23:43). Está en el corazón de la tierra ( Mat_12:40) y es una sección del Hades ( Hch_2:27), la sección agradable, donde se encuentra Abraham ( Luc_16:22-26).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

las almas de los que habían sido muertos. Evidentemente, los mártires de los primeros meses del período de la tribulación.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

altar… Prob. del altar de los sacrificios; las almas… Es decir, las vidasLev 17:11.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Símbolo del altar de los sacrificios.

6.9 Es decir, vidas. g Lev 17:11.

Fuente: La Biblia Textual III Edición